Capítulo 05

El compromiso estaba hecho, cualquier problema o malentendido que hubiera existido entre ambas familias ahora era cosa del pasado. Un matrimonio era la mejor manera de evitar una guerra, lo mejor para estar en un terreno en paz, era necesario si querían evitar la guerra. La propuesta había sido sugerida por el rey días atrás, en donde el señor de las mareas estuvo de acuerdo.

Pero ningún adulto se dio cuenta de algo, que por una maldita paz, que ni ellos sabrían cuánto duraría, estuvieron dispuestos a sacrificar y atar a dos adolescentes, que se tienen odio desde niños. Un odio que era de sus madres, pero se volvió de ellos, un odio de niños que creció mucho más cuando lo llevaron a un accidente que arruino la niñez de ambos.

El príncipe albino fue el primero en salir al escuchar esas palabras, no sin antes mirar a su - ahora- prometido. Aquel niño de ojos verdes que tenía los ojos cristalizados y se sostenía del brazo de su abuela.

- Aeron...- su madre susurro su nombre sosteniéndose del brazo de su hijo queriendo evitar que su hijo se vaya.- Por favor, no hagas esto, no delante de todos ellos - pidio la reina viendo a su alrededor

- Juraste no tomar decisiones con respecto a mí, madre y ahora quieres que me casé con el - susurro lo último mirando al niño que se mordía el labio y que al parecer quería huir de ahí

- lo siento hijo, por favor...

- sus disculpas no ayudan, mi reina - al decir aquel título, Amelia soltó el brazo de su hijo.

El príncipe salió del Salón dando un portazo, para muchos no era sorpresa, pues sabían el odio que había entre ambos niños, pero aunque no todos los del consejo estaban de acuerdo con respecto a la decisión del rey, decidieron callar y lamentarse por ambos niños en silencio. Mientras que uno de los niños era fuego, el otro era hielo, no es una muy buena combinacion segun el consejo.

Todas las miradas estaban en el segundo niño, quien se separó de su abuela y salió corriendo hacia sus habitaciones. Aeron Delroy lo odiaba y de eso no había dudas, desde aquella noche en donde ambos niños se habían lastimado, la amistad que alguna vez tuvieron o que creía que tenía había desaparecido. Sin importar cuanto lloro y grito el Omega, nadie estaba ahí para decirle que lo de su compromiso era una broma, que solo fue una equivocación.

"Queremos que tengas la opción de elegir con quien quieras estar"

Las palabras de su abuela aparecían en su cabeza una y otra vez. Su abuela le había dicho que podía elegir con quien estar, que jamás sería obligado, ¿entonces por qué lo comprometieron con Aeron?

- Lucien - el niño se dio la vuelta encarando a su abuela

-¿Por qué?

- Lucí, escúchame

- ¡¿Por qué lo hiciste?! - grito con lágrimas en sus ojos

- ¿Qué son esos gritos? - cuestionó su abuelo entrando a la habitación

- ¡¿Por qué lo hicieron?! - grito - ¡Me odia! ¡Aceptaron que me casé con la persona que me odia! - les reclamo, el dolor, el enojo, la decepción, eso se podía distinguir en su vos y sobre todo en su mirada

- Era lo mejor - hablo Eliza intentando acercarse a su nieto, pero este retrocedió

- ¡Le corté el rostro! - les recordó

- ¡El te golpeo la cabeza con una piedra! - le recordó de igual manera su abuela

- ¡Pero yo lo deje peor, abuela! ¡Éramos niños, nada de esto hubiese pasado si hubiesen dicho la verdad! - aquello sorprendió a sus abuelos

- Ya hemos hablado de eso - le advirtió su abuelo dando un paso adelante

- ¿qué soy un hijo ilegítimo? - pregunto incrédulo - lo sé desde qué tengo memoria, como también sé que soy hijo de una cortesana - Eliza soltó un jadeo de sorpresa, no se esperaba eso

Todos los años que lo criaron, intentaron que los rumores acerca de quien era la madre de su nieto desapareciera, sobre todo porque también se cuestionaba si era hijo, de Anthony Thorne. Se rumoreaba que la madre del niño, no era Lady Amara, al contrario, se decía que provenía de una cortesana, una de paradero y origen desconocido. Mientras que el hijo de Byron tenía ojos marrones y cabello castaños, el niño era de cabello castaño rizado, con unos llamativos ojos verdes, con una hermosa piel lechosa y era como una joven dama en vez de un príncipe. Muchas veces se cuestionaba su legitimidad, pero los señores de Edoril jamás pensaron que su nieto escucharía esos rumores.

- Amara no es mi madre, Darren es solo mi medio hermano y ustedes, ni siquiera sé si soy su nieto - le dolía decir eso, pero aun así lo hizo

- Lucien, no importa quien sea tu madre ni tampoco si eres nuestro nieto, tú sabes que te amamos - intento acercase nuevamente pero el solo retrocedió

- si eso es cierto, ¿por qué no se negaron? - volvió a cuestionar

- Porque esto podría evitar una guerra Lucien, por más de síes años nuestras familias han estado en guerra por el poder, lo del consejo no son personas inocentes que abogan por la paz del reino, lo hacen para tener más y más poder. Lo único que desea el consejo es que sus hijos se sienten en el trono, o desean gobernar detrás del rey. Tu compromiso con Aeron podría cambiar las cosas, además el te marco, ningún otro alfa te tomaría si ya fuiste marcado por otro. - intento explicar Byron a su nieto

- ¿Entonces que querían que hiciera abuelo? ¿Que le diera las gracias al rey por comprometerme con su hijo, el que me odia? Ustedes sabían que la marca podría desaparecer, lo sabían, pero al parecer solo me están usando como un peón en un tablero de ajedrez.

- El no te hará daño...- Dice Eliza ganando una risa incrédula de su nieto

- ¿Qué les asegura que no lo hará? ¿Qué les asegura que, después de casarme con el, no hará de mi vida un infierno? ¿Qué les asegura que no seré infeliz a su lado? - ambos adultos guardaron silencio

- Eso pensé - Lucien se dio media vuelta saliendo de su habitación para correr hacia los bazos de la única persona que lo hacía sentir protegido; su hermano.

- Aeron ¿Acaso estás loco? ¿Cómo pudiste irte de esa forma? - Amelia entro a las habitaciones de su hijo molesta

- ¿Entonces qué querías que hiciera madre? - pregunto el principe albino encarandola, estaba molesto y demasiado - ¿Que le diera las gracias a mi padre por comprometerme con el niño que me corto el rostro? ¿Que lo felicitara? ¿Qué le dijera que fue lo mejor que pudo haber hecho? ¡Bien! ¡Lo felicito!

- ¡Aeron!

- Un rey jamás se equivoca, ¿no es así?, un rey siempre hará lo que es mejor para el pueblo, para su reino. Pero madre, ¿acaso un padre no elige lo que es mejor para un hijo? ¿Acaso un padre no estaría dispuesto a sacrificar todo por la felicidad de sus hijos? ¿Acaso tú no lo harías?

- Aeron... Es lo mejor, la enemistad de ambas familias acabará - intento que sui hio entrara en razon

- ¿No hiciste lo mismo con mi hermana? ¿A caso no sacrificaste a tus hijos para acabar con una enemistad absurda de adultos? Primero fue Grace, la obligaste a que se casara con Darren solo para acabar con la enemistad de ambas casas, por una paz que solo duro dos años, ¿y ahora lo haces conmigo? Imagina cuanto durará, madre. Ahora entiendo por mi hermano quería alejarse de aquí - el rostro del príncipe albino ardió tras eso.

Levanto la mirada y vio a su madre con su mano en el aire, lo había golpeado... Ella realmente lo había golpeado. Amelia rápidamente llevó sus manos hacia su boca para ahogar un grito al ver la mejilla de su hijo roja.

Aeron solo sonrió dolido y se dirigió hacia la puerta, cuando la voz de su madre lo detuvo.

- Darren ama a tu hermana.

- ¿y si no la hubiese amado? ¿Y si al casarse con ella solo la hubiese condenado a la infelicidad? ¿Habría válido la pena, mi reina? - escucho un sollozo de parte de su madre, pero lo ignoro y salió por completo de la habitación de su madre.

Necesitaba desahogarse, necesitaba desquitarse de todo lo que tenía dentro, de lo que sentía en ese momento. Así que fue al campo de entrenamiento, en donde los caballeros en entrenamiento al ver al príncipe albino sacarse la camisa que traía y agarrar una espada se apartaron, ya habían visto esa mirada antes, ira, odio, dolor, un montón de sentimientos juntos.

Todos se apartaron dejando el campo de entrenamiento vacío, solo permanecían alrededor del príncipe viendo cada movimiento rápido y agresivo que hacía y se lamentaban por aquel que se le cruzará al príncipe en aquellos momentos.

Lucien Thorne nunca ha sido alguien que obedezca fácilmente. Entonces, cuando su hermano, el principe consorte, le ordenó que se mantuviera alejado de lo que era su deseo, él se dejó llevar por su instinto.

Las doncellas no eran difíciles de engañar. Como consecuencia del anuncio de su matrimonio, no había ningún guardia en un radio de treinta y dos pies del radio de su cámara. Además de eso, hay muchos pasajes secretos con los que se incrusta la fortaleza de reyes. Ser criado por el mismísimo señor de Edoril, que alguna vez fue un joven travieso durante los últimos seis años en Edoril y otros tres años en la fortaleza de Reyes dio como resultado que Lucerys memorizara los caminos ocultos de ambos lugares: al diablo con esas lecciones de Historia de las Grandes Casas.

Mientras se abre camino hacia el otro lado de la Fortaleza de Reyes hacia las habitaciones de Aeron, el joven príncipe recordó que un guardia estaría fuera de sus habitaciones y que no lo dejaría salir. Entonces un pensamiento un poco arriesgado paso por su mente.

- Dioses sean buenos - susurro para si mismo

Lucien usó su cuerpo ágil a su favor, escabulléndose por la ventana de piedra del pasillo la fortaleza, la altura no le infundía miedo. El joven príncipe baja hasta el muro del fuerte, sigue el camino y luego vuelve a subir al costado del castillo. Luke sabe dónde está el territorio de Aeron. Él conoce cada una de las cámaras de la familia real, eso también era una ventaja de haber estado viviendo tres años en la fortaleza. Los pies limpios estaban sobre bofetadas de madera; se movió con cuidado, y cuando llegó a la ventana, sus dos ojos verdes se encontraron con el que había venido a ver.

Detrás de las jaulas de acero que cerraban la ventana por motivos de seguridad, lo vio. Aeron estaba sentado en su cama, con una rodilla levantada para sostener su brazo, la espalda reclinada en la cabecera, la cabeza inclinada hacia atrás, los ojos cerrados, medio desnudo. Luke sintió que su mejilla se sonrojaba mientras sus ojos recorrían sin querer el cuerpo de su Aeron. Por supuesto, el joven príncipe sabe que Aeron Delroy se ha convertido en un adulto joven, incluso bueno, desde la última vez que lo vio, pero en estos dos años ha estado evitando la mayoría de las sesiones privadas de entrenamiento, para la seguridad de su vida. Y no hay otra posibilidad de que lo vea así: el pecho desnudo, el sudor corriendo por su línea muscular, el cabello blanco plateado despeinado. Por lo tanto, esta es la primera vez en seis años que el principito ve el cuerpo ejercitado de su -ahora- prometido con algunas cicatrices y líneas musculares tensas, y Luke ahora está sorprendido y asustado por lo rápido que late su corazón. Pero tenía que concentrarse; vino a interpretar sus papeles.

- Aeron - lo llama, no en un susurro pero tampoco demasiado alto.

No obstante, el príncipe de cabello castaño oscuro no tiene respuesta del joven acostado en la cama; Luke hace un puchero infantil antes de levantar la voz esta vez.

- Principe, Aeron - nuevamente el joven principito no recibio respuestas.

Aún así, sin respuesta del Príncipe mayor, Lucien escuchó algo como "es una alucinación mía". El joven Príncipe luego frunce el ceño con incredulidad, sus cejas de color marrón oscuro se juntan casi en una sola.

No soy una alucinacion, idiota. Pensó para sí mismo.

Con la mano alcanzando la jaula de acero, se enteró de que estaba cerrada con llave, en momentos como ese estaba agradecido con el "Príncipe Rebelde"; Liam Delroy, quien le enseñó una lección sobre cómo abrir cerraduras; según él, una vez que conoces el principio, no es tan difícil. Luke no podría estar más de acuerdo. Usando una horquilla y un cuchillo de trinchar que había tomado de la cocina y la doncella, el favorito de el principe rebelde, abre la llave maestra.

Después de abrir la jaula de acero, Lucien puso su pie dentro, casi como un gato alrededor de una ratonera. Se deslizo por la ventana, su mirada fija en Aeron, cuyo pecho se eleva en su cama. Una preocupación e hizo presente en el rostro de Luke en el momento en que vio la condición de su prometido. El joven príncipe pasea en silencio hacia el anciano. Era sorprendente que el Príncipe Aeron aún no hubiera reaccionado a su intrusión. Luke se atrevió a acercarse, pero sin que él lo supiera, su pulso se aceleró mientras subía a la cama y su olor floreció. El príncipe mayor estaba dolorido; Lucas lo sabía; quería hacer las paces. Pero eso no responde por qué su mano se estira para ahuecar la cara que una vez tocó en los últimos dias

Tal vez fue por cuidado o tal vez por curiosidad. Pero su mano fue atrapada, y los ojos del joven príncipe se abrieron antes de que lo empujaran hacia adelante. Su cuerpo estaba encima del semidesnudo de Aeron. Lucien estaba completamente vestido, pero el calor del cuerpo de Aeron era tan alto que no importaba si su atuendo de cuero negro estaba puesto o no. El corazón del niño latía a un ritmo irregular. De tal manera erratica que penso que moriria

Los ojos se encuentran, un par de verde y un par de azules. Verde y Azul, agua y tierra, hielo y fuego. Un corazon herido, Un corazon marchito, dos pedazos rotos.

- Dime Bastardo, ¿Cuál es el propósito de que estés aquí a pesar de que no te quiero ver?

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