Capítulo 01

[Edoril, fortaleza del Tritón.]

Las fuertes olas golpeaban el puerto incluido los barcos, sería un gran viaje para los tripulantes de los barcos que debían expandir el comercio.

El príncipe cerro sus ojos permitiéndose sentir la brisa del viento chocar contra su rostro, despeinando su cabello rizado.

- mi principe - un caballero con armadura plateada se acercó a él, haciendo una reverencia.

El joven se dio la vuelta mirando al caballero enfrente de el y le dio una sonrisa pequeña pero genuina

- ¿Ocurre algo? - pregunto.

- Su abuelo, Lord Byron, solicita su presencia en el gran salón - informó, Lucien solo asintió y fue de regresó hacia la fortaleza del Tritón seguido del caballero.

Al entrar, se dirigió hacia el gran salón, una vez que llegó se encontró a su abuelo sentado en la cabecera de la gran mesa de piedra junto con su abuela parada a su lado. Ambos estaban murmurando cosas, pero cuando el entró guardaron silencio.

- Abuelos - dio una reverencia en forma de saludo

Su abuelo miro al caballero que lo había acompañado y le hizo una seña para que se retirara. Miro al caballero irse y luego volvió su vista hacia sus abuelos quienes le sonrieron. Su abuela fue la primera en acercarse.

- hay algo que debemos decirte - Eliza agarro las manos de su nieto y lo guió hasta el asiento vacío al lado de ellos. Una vez que tomaron asiento fue su abuelo el que hablo.

- tu hermano, el príncipe consorte Darren, ha decidido celebrar el cumpleaños número tres de los gemelos - Comenzó a informar el señor de las mareas - Ha solicitado nuestra presencia en Rothnia - Lucien comenzó a ponerse nervioso - también sugirió....que pasaras un tiempo en la fortaleza, cree que te haria bien explorar- Lucien miro a su abuelo y luego a su abuela.

- ¿Vivir un tiempo allá? - pregunto en un susurró

- si.

El joven solo asintió, comenzó a jugar con sus manos, estaba nervioso, ir a Rothnia significaba encontrarse con sus padres pero sobretodo significaba encontrarse con Aeron, y eso era lo que más le aterraba.

- Se que ir a Rotonda debe asustarte, pero el mi heredero y futuro señor de las mareas, debes estar listo para afrontar cualquier problema. Si lo que te preocupa es el segundo hijo de los Reyes, deberás afrontar tu miedo - le aconsejó Byron, Lucien solo asintió en respuesta.

Eliza vio el nerviosismo en su nieto, Lucien tenía el hábito de jugar con sus manos o incluso a veces rasguñarse para tranquilizarse, Eliza le pediría un té al sanador Atkins más tardé.

- Si me disculpan, me retiraré a mis habitaciones - aviso poniéndose de pie y sin esperar respuesta por parte de sus abuelos, salió rápidamente del Gran salón.

Al llegar a sus habitaciones, solo cerro la puerta y se tiró a la cama. Había Estado lejos de casa desde que tenía ocho, han pasado seis años desde entonces, ya se había presentado como Omega ante el consejo de Edoril y sabía que sus padres estaban en desacuerdo. Quería ver a su hermano, de eso no tenía dudas, además también quería conocer a sus sobrinos, pero ahí estaba el problema... Debía volver y eso implicaba ver a sus padres.

- Lucien - una suave voz lo sacó de sus pensamientos haciendo que abra sus ojos, encontrado a su abuela parada en la puerta.

- Abuela - Lucien se incorporó en la cama quedando sentado, su abuela se acercó a el y se sentó a su lado, tomando sus manos.

- ¿Que es lo que piensa aquella linda cabecita? - pregunta dulcemente acariciando sus manos - ¿No quieres ir?

- no...bueno si, solo que yo....- comenzó a tartamudear

- ¿A que le tienes miedo mi dulce niño? - pregunto.

- Aeron - eso sonó más como una pregunta que una afirmación

- ¿Le tienes miedo? - Eliza lo miro con una ceja alzada.

- No lo se abuela, ¿Crees que aún me odie por lo que le hice?-- susurro con inseguridad

- Oh mi pequeña luz, ¿quien podría odiarte? Lo que paso entre tu y Aeron fue hace tiempo, ambos eran unos niños - intenta calmar los nervios de su nieto, soltando su aroma, un aroma de rosas.

El joven Omega solo asintió ante las palabras de su abuela.

- ¿Debo presentarme? - pregunto nuevamente y su abuela asintió - Crei que eso solo tendría que hacerlo aquí, es extraño abuelo, presentarme aquí, delante de todas las personas fue extraño, no me gusto hacerlo, sobre todo por las miradas que recibí al hacerlo - Eliza acarició el cabello rizado de su nieto, ella había visto las miradas lascivas de los hombres hacia su nieto.

- Se que presentarte no fue de tu agradó,se que no te gusto el trato que recibiste aquí y como te coqueteaban a pesar de ser un príncipe, solo por presentarte como Omega - explico Eliza - No hay muchos alfas y personas agradables aquí, Lucien, esa es una de las razones por las que queremos que vallas a Rothnia, allá hay varias personas, alfas tanto buenos como desagradables, tal vez uno se atreva a pedir tu mano - Luke solo mordió su labio al escucharla.

- Abuela...

- Lo se, no quieres comprometerte con nadie, no después de lo que sucedió con Cassian se que te dolió que él te haya dejado.

- Crei que estaba bien cumplir con mi deber. - murmura el niño

- Tienes trece años Lucien, lamento si te forzamos a comprometerte, eres muy joven mi niño. - ella acarició su mejilla - Te casaras por amor, no te forzaremos a casarte con alguien a quien no quieres. Dejaremos que tu elijas a quien amar y con quien casarte - Eliza dejó un beso en la frente de su niño. - Por cierto, ¿Has hablado con Katherine? - pregunto y el niño asintió.

- Creo que volverá pronto, ella y las mellizas están esperando que el Señor del valle despierte - respondio sonriendo y su abuela asintió.

- Eso es bueno mi niño, me alegra saber que aun mantienes contacto con ellas, ahora debes prepararte, debemos partir mañana al amanecer - Informo, poniéndose de pie dejando un suave beso en la frente de su nieto. - Recuerda que no puedes viajar sobre Sirylla, tiene el ala herida aún, pero tu abuelo esta dispuesto a enviarla en otra flota a Rothnia, solo que esta tardará más tiempo - Lucien asintió.

- Entendido, iré a visitarla más tarde, desde que se lastimó el ala no la he visto, es una dragona terca - Eliza le sonrió antes de salir de las habitaciones de su nieto.

Lucien comenzó a preparar sus cosas cuando su abuela salió de sus habitaciones, decir que no estaba nervioso era una completa mentira.

[Rothnia, fortaleza de reyes]

- Es más grande de lo que recuerdo - comentó el Omega, mirando a su alrededor.

Habían llegado hace unas horas y directamente fueron escoltados a la fortaleza por un grupo de caballeros, aunque eso no evitó que el pequeño observara todo con detenimiento.

- Pues no ha cambiado mucho - comentó su abuelo

- Abuelo, usted viene cada año, claro que para usted no cambió mucho - se quejó ganándose una risa de su abuelo y una mirada divertida de su abuela.

Ambos adultos se habían acostumbrado a la forma de actuar de su nieto, este odiaba cuando no me daban la razón y eso les causaba gracia, su personalidad de Omega era maravillosa para el alfa y la Omega y eso hacia que lo quieran aún más.

Cuando llegaron a la fortaleza, las manos de Luke comenzaron a sudar, estaba poniendo nervioso, bastante.

- Todo estará bien - susurro su abuela en forma de consuelo, al sentir el amargo olor de su nieto.

- Anunciando la llegada de Lord Byron Thorne, señor de la mareas en compañía de su esposa, la princesa Eliza Thorne y su heredero y nieto, Lucien Thorne, futuro señor de Edoril.

Los adultos bajaron del carruaje luego de ser anunciados, Lucien soltó un suspiro antes de tomar coraje y salir del carruaje. Al salir se encontró a sus abuelos saludando al rey y la reina, a su lado estaba la princesa Grace, su cuñada con una sonrisa en sus labios y un abultado vientre de no más de cinco meses, al parecer su hermano no perdía el tiempo.

El joven se acercó a pasos lentos hacia los presentes, quienes se sorprendieron al ver al niño frente de ellos

- Su gracia, majestad, Alteza - hizo una reverencia en modo de saludó

- Oh pequeño Luke, has crecido - hablo Grace sonriendole a su cuñado pequeño, intento darle un abrazo pero este solo dio un paso hacia atrás dejando confundido a la familia real.

- Es tímido - intervino su abuela rápidamente, su nieto le dio una mirada de agradecimiento.

- Tímido y apuesto, has crecido mucho Lucien - Comentó la reina ganándose un asentimiento con una tímida sonrísa por parte del Omega

- Tu hermano se alegrará mucho de verte - comentó el rey de manera agradable viendo como un brillo de felicidad aparecía en los ojos del muchacho

- ¿Mi hermano? - pregunto emocionado - el...

- ¡Luke!

El joven Omega se dio la vuelta al escuchar un grito a sus espaldas, al voltearse vio a su hermano, mucho más cambiado, estaba más alto, su cabello rubio oscuro, una combinación del rubio por parte de la madre de este y el marron por parte del padre, sus ojos marrones, su cuerpo más ejercitado, y con una sonrisa en su rostro.

Todo un alfa.

El Omega quería correr a los brazos de su hermano, quería abrazarlo pero se contuvo, no podía, realmente no podia. Así que solamente le sonrió y dio solo unos pocos pasos para estar cerca de el.

- Has vuelto - comentó el príncipe consorte y su hermanito asintió - finalmente has vuelto - sin tener tiempo de reacciónar su hermano hizo lo que el no pudo....lo abrazo. Temerosamente levanto sus manos y se apego a su hermano con cuidado

- Yo también te extrañe Darren - susurro el más pequeño a su hermano

- Al parecer nosotros no existimos querido - bromeó la señora de Edoril, ambos hermanos se separaron

- Disculpe mi emoción, abuela - el príncipe consorte se acercó a su abuela y la también la abrazo, para después hacer lo mismo con su abuelo.

- ¿Y mis sobrinos? - pregunto Lucien volviéndose a acercar

- Están con las nanas - Respondió Darren a su hermano - ¿te gustaría conocerlos? - él asintió en respuesta

- Son unos pequeños revoltosos - comentó Grace y su esposo asintió envolviendo uno de sus brazos en su cintura

- No nos quedemos aquí, entremos - Ordeno la reina - Una gran cena en su honor esta siendo preparada.....

Los adultos siguieron su camino charlando de cosas que el no logró escuchar, perdido en sus pensamientos, el joven Omega no noto como alguien desde la distancia lo observaba.

Durante el torneo real que celebra los tres años del nacimiento de los gemelos. Lucien vio por primera vez en tantos años a Aeron, aquel príncipe de cabello platinado casi blanco, de ojos color azul, aquel azul electrizante, quien llevaba armadura y un parche en su ojo izquierdo el cual no podía tapar del todo la cicatriz que se escondía detrás de este.

Tras el torneo, el segundo príncipe derriba a todos y cada uno de sus parientes, incluido al príncipe consorte en un combate. Aeron se gana el apodo de 'Bestia Platinada' y el título de campeón. Pero todo el mundo sabe esto, a Aeron le importan una mierda los torneos, los títulos y si gana; el príncipe solo quiere su venganza. Y esta circunstancia lleva a que el príncipe Lucien no participara en ningún torneo, mientras Aeron sea el que este entre los competidores de los respectivos torneos.

- Aeron no te haría daño, al menos no delante de la corte. - Le dijo su abuela durante su segunda noche en Rothnia.

- Pero él tiene la habilidad suficiente para hacer que parezca un accidente - le comentó el Omega de vuelta, sin levantar la cabeza de los libros.

Recibiendo una pequeña risa de su cuñada al ver al pequeño tan asustado, quien estaba jugando con los gemelos, Aiden y Kayden en su regazo, mientras que su esposo estaba teniendo una reunión.

Apesar de que Grace era de sangre real y que Darren solo era su principe consorte, Darren era el más llamado a las reuniones, ambos esposos no tenían problema, además su alfa siempre le contaba todo lo que ocurría y de lo que se hablaba sin saltarse ni una palabra.

- Ojalá no te daría la razon, pequeño Luke. Puede que mi hermano no te quiera muerto, pero se que al menos le encantaría que tuvieras una herida como la que le hiciste - comentó su cuñada

- Grace - la reina Amelia trató de enviarle una advertencia a su hija mayor para que no hablaran mal de su otro hijo, Grace frunció el ceño y estuvo a punto de protestar, pero se contuvo.

Una semana después las cosas eran difíciles, los padres de ambos niños habían ido a la fortaleza a visitar a sus hijos, pero fueron recibidos solo por su hijo mayor, quien les dijo que el Omega no quería ver a sus padres. Una semana en donde se encontraba seguido con el príncipe albino, semana en donde debía asistir a cada comida o reuníon que se hacía dentro de aquella fortaleza.

Si bien Lucien podia mantener una conversación decente con su cuñada y su hermano y disfrutar genuinamente de su compañía, cada diálogo que tenia con el príncipe Aeron era una escaramuza. Al principio comenzó con contactos en los ojos o miradas de muerte. Lo que lo llevaría a ser sarcástico o travieso sobre el desdén de Aeron hacia él. Lo que daría lugar a una discusión menor, ya sea Aeron golpeando la mesa, incluyendo la destrucción de todo lo que pueda aplastar cerca o Luke saliendo de esa habitación por completo.

La reina Amelia y Lady Eliza de Edoril decidieron que sería mejor si Lucien se preparaba para cumplir con su deber como "Señor de las Mareas" después de su abuelo Byron y se mantenía ocupado.

No hacia falta decir que la relación entre el príncipe albino y el príncipe de cabello rizado se estaba volviendo cada vez peor, pues parecía que ninguno soportaba respirar la mismo aire que el otro. Pero Lucien también era el único entre muchos señores y damas que se atrevia a desafiar a Aeron. Y el príncipe albino sabia que la compañía de los demás lo llevaba al aburrimiento, pero la de Luke lo encendía.

Ambos decían odiarse, a pesar de que no habían tenido una pelea agresiva como la de hace cinco años atrás, las miradas eran suficientes.

Y fue durante esa semana de celebración por el cumpleaños de sus sobrinos. En donde Aeron y Lucien tienen su altercado habitual en la fiesta. Aún así, la discusión conduce a una pelea más grande que tiene como consecuencia que Eliza envié a su nieto a sus habitaciones, y que Darren se interponga entre su cuñado y su pequeño hermano.

Cuando Lucien estaba llendo hacia sus habitaciones los síntomas lo golpearon de repente; el trance de estupor y neblina lo toman desprevenido. Lucien sintió que la temperatura de su cuerpo aumentaba cuando cayó de rodillas en la escalera, agarrándose a la escalera de madera. El joven príncipe sintió que su interior estaba hirviendo, incapaz de respirar normalmente, jadeando por aire. El aroma de vainilla, miel y néctar recorre el castillo.

- Joder, todo menos esto - maldijo tratando de levantarse, él no puede entrar en calor y muchos menos en medio de las escaleras.

Ignora cualquier lección sobre el género secundario, pero no es lo suficientemente tonto como para no saber lo que está experimentando. Si su poco conocimiento fuera adecuado, estaría más que jodido por tener un calor de Omega en medio del castillo, lleno de hombres.

- Vamos, Lucien, ve a tu cuarto. - se dijo en voz baja, sin ceder a su instinto y cuerpo debilitado.

Lucien trató de levantarse, pero para su consternación, su cuerpo no lo escuchaba; el mareo hizo girar el mundo a su alrededor, haciendo que su cuerpo cayera por las escaleras.

«Genial, sobreviví cinco años a la ira de Aeron, pero no pude sobrevivir al destino en las escaleras de la Fortaleza; que manera de morir.»

Ese ridículo pensamiento resuena dentro de su cabeza cuando la gravedad se lo lleva cuesta abajo. Pero Lucien nunca golpea el suelo de piedra; siente un abrazo repentino que atrapa su cuerpo.

- Apestas a esencia de Omega, bastardo - la voz vino de quien lo atrapó. El joven príncipe mira hacia atrás para ver al príncipe albino jadeando, con los ojos oscurecidos y el sudor goteando por su rostro.

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