Capitulo 82: Asesino
Tres meses.
Habían pasado tres malditos meses desde que Roan lo estaba sometiéndo a drogas y Electroshocks. Lo peor era que una vez que lo inyectaba, volvía a la semana, por ende él tenía que lidiar con su cuerpo y la necesidad de consumir o mejor dicho de sentir aquel líquido corriendo por sus venas.
Jayden se removió de la cama cuando abrieron la puerta de la habitación. Dos mujeres entraron a la habitación y comenzaron a vestirlo.
Se sentía débil e enfermo por lo que sus intentos de alejarse de las mujeres eran en vano. Ellas lo asearon, vistieron e incluso pusieron un poco de maquillaje en su rostro para ocultar su estado demacrado.
Fue guiado hacia una habitación que desconocía, al entrar se encontró con una habitación de bebé, al parecer de un niño.
- Finalmente llegas. - Jayden miro a un rincón de la habitación y vio a Roan con un niño en brazos.
- ¿Él...?
- Es mi hijo, más bien nuestro hijo. - Roan sonrió y se puso de pie con el niño en brazos acercándose a Jayden.
Jayden cargo al pequeño cuando esté extendió sus manitas hacia él. El pequeño se acurrucó en su pecho y Jayden lo observó con ternura.
De pronto, varios pensamientos llegaron a su cabeza; si ese bebé era de Roan, eso significaba que era él hijo de Juliet, pero... ¿Ella dónde estaba?
- ¿Juliet...?
-Muerta. - un escalofrío recorrió a Jayden ante las palabras de Roan. - ¿Recuerdas tu fallido intento de escape? - el rubio sonrió. - Juliet pago las consecuencias. Fue estúpida al intentar ayudarte a escapar, más al mentirme.
- ¡Tu...! ¡Das asco! ¡Desgraciado! - Jayden lo abofeteo con su mano libre y apretó al bebé a su pecho. - ¿Cómo pudiste? Juliet...oh dios. - Jayden soltó un sollozo.
- No me eches toda la culpa, cariño. Tu también fuiste el culpable de esto, si ese día no hubieses escapado, él aún tendría a su madre. - brama molesto. - En unas horas vendrá mi abogado y tu, amor mío, firmaras los papeles. - Jayden frunció el ceño.
- ¿Papeles? ¿De que papeles hablas? - inquiere.
- Papeles de adopción. Te cederé toda la patria postestad, no quiero a ese niño. Además, permaneceras mucho tiempo a mi lado, necesitas un hijo antes de tener a los nuestro. - Jayden quiso vomitar al escuchar lo último.
Él jamás daría a luz a los hijos de Roan. Primero muerto antes de hacerlo.
- Maldito. - Roan sonrió y salió de la habitación dejándolo solo.
Jayden miro al niño en sus brazos y soltó un suspiro.
- Perdóname. - Susurró. - Yo fui el culpable de que tú mami no este aquí - el niño lo observó, Jayden negó, era ridículo creer que ese niño entendía.
El castaño lo mecio en sus brazos hasta que el niño se quedó dormido. Jayden lo dejo en la cuna, y tomo asiento en aquella habitación, mientras observaba al pequeño Kilian.
Pronto el dolor se adueñó del corazón del Omega. Cuando Cassandra llegó a sus vidas era una niña de cuatro años, apenas la vio, esa niña robó su corazón, después siguió Aleksei, su dulce niño, quien ahora ya tendría once o tal vez mas, y sus hermosos bebés, solo los había disfrutado siete meses, menos por el simple hecho de que estaba en una jodida isla cuando los dió a luz.
¿Cuánto tenían? ¿Tres? ¿Tal vez cuatro años?
Su amada niña, su princesa, ella talvez tenía catorce o más, tal vez quince.
Y su príncipe, su guerrero, su niño tal vez tenía once... ¿O doce?
Era tan confuso. Ya no recordaba la edad exacta de sus niños y eso lo aterraba, durante todo el tiempo y veces que Roan lo hacía pasar por muerto, Jayden llevaba un año y meses encerrado, llevaba un año lejos de sus hijos y le hacían tanta falta.
Un llanto obliga al omega a dejar sus pensamientos de lado. Se puso de pie y fue hacia él niño.
- Intentaré darte el amor que no pudo darte tu madre por mi culpa. Te amare como si fueras mío.
Al cabo de unas horas el niño volvió a dormirse, Jayden lo deposito en la cuna y volvió a tomar asiento. Pero entonces, las puertas de la habitación fueron abiertas, dos hombres entraron y se lo llevaron.
Fue guiado hacia otra habitación, Jayden supuso que era un despacho, pues , Roan estaba sentado detrás de un escritorio hablando con otro hombre que traía consigo un maletín, supuso que era el abogado.
- Cariño. - Roan sonrió - El es mi abogado, se encargará de los papeles acerca de Kilian.
- Ese niño ya tiene una madre.
- Eso no importa. - Roan se encogió de hombros y se cruzó de brazos- Explícale. - ordenó Roan a su abogado.
- Como madre legal de Kilian, tendrás derechos y responsabilidades plenos sobre él -explicó el abogado, ajustándose las gafas-. La patria potestad implica que podrás tomar decisiones sobre su educación, salud y bienestar. Serás su guardián legal en todos los aspectos.
- Tiene madre, darme la patria potestad significa que Juliet es su madre.
-Firmarás esto, Jayden -insistió Roan, extendiendo los documentos hacia él-. No hay otra opción.
Jayden negó con la cabeza, apretando los dientes.
-No lo haré, Roan. Kilian ya tiene madre, y yo no voy a ocupar el lugar de Juliet.
Roan se detuvo, sus ojos se oscurecieron de rabia y frustración.
-Juliet murió por tu culpa -espetó, acercándose más-. Si no hubieras intentado escapar, ella estaría viva. Tú le debes esto a Kilian.
Jayden sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero mantuvo la mirada desafiante.
-No fue mi culpa. Tú eres el que jaló aquel maldito gatillo. - contraataca - Tengo una familia que me está esperando, Roan. No puedes simplemente reemplazarla con... esto. Déjame ir.
Roan se inclinó sobre Jayden, su voz se volvió un susurro insistente.
-Tu familia ahora somos nosotros, Jayden. Kilian y yo. Nadie más importa. Él necesita una madre, y tú eres la única opción que tengo y la única persona que amo.
Jayden apartó la mirada, luchando contra la desesperación que lo consumía. Roan estaba obsesionado, y su idea de familia era una prisión para Jayden.
-No seré la madre de Kilian. No seré parte de tu retorcida fantasía -declaró.
Roan se enderezó, su rostro se tornó de hielo.
-Si no firmas, Kilian podría correr la misma suerte que Juliet -dijo Roan con una frialdad escalofriante-. Y no creo que quieras eso ¿No es así? tú sabes lo que eso significa no tener el amor de una madre.
El corazón de Jayden se detuvo un instante.
- ¡Es tu hijo joder!
- Puedo hacer otro. - Jayden sintió rabia e ira ante la respuesta de Roan.
Él castaño no podía permitir que el niño sufriera el mismo destino trágico.
Jayden cerró los ojos, por breves segundos. Sabía que Roan era capaz de cualquier cosa.
-Está bien... -susurró finalmente, sintiendo el peso de su decisión aplastarlo-. Firmaré.
Roan sonrió, Jayden quería borrarle esa sonrisa una satisfecha del rostro de Roan. Puso el bolígrafo en la mano de Jayden, guiándola hacia los papeles.
Con manos temblorosas, Jayden firmó, sabía que había sacrificado una parte de sí mismo, pero la seguridad de Kilian era lo único que importaba en ese momento.
Roan recogió los documentos, satisfecho y observo los documentos firmados con una sonrisa de triunfo en los labios. Jayden lo observó, sintiéndose atrapado, mientras el bolígrafo caía de su mano y rodaba por la mesa.
Roan guardó los papeles y se acercó a Jayden, inclinándose hacia él con una expresión que mezclaba satisfacción y algo más oscuro.
-Ahora solo falta que te vuelvas mi esposo -dijo Roan, su voz suave pero a la vez detonaba falso cariño.
Jayden sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Las palabras de Roan eran como una amenaza, pero también un recordatorio de la obsesión que lo mantenía prisionero.
-Eso nunca va a pasar, Roan -respondió Jayden con un hilo de voz, a pesar del miedo que lo embargaba-. Nunca seré parte de tu mundo. Nunca seré tu esposo.
Roan se incorporó lentamente, su sonrisa nunca desapareció de sus labios.
-Solo espXera y veras, Jayden. Sólo espera y veras, amor mio-dijo antes de dar media vuelta y salir de la habitación, dejando a Jayden solo con sus pensamientos observando la copia que le había dado el abogado.
••••
- Shh, está bien pequeño. - Jayden tomo al niño en brazos y lo llevo hacia la cama.
El castaño se recostó con su ahora hijo en la cama, el pequeño de rubio lo miraba fijamente y llevo uno de los dedos de Jayden a su boca intentando morderlo.
- Duerme pequeño, duerme. - Jayden lo recostó en su pecho y dió palmaditas en su espalda.
A los minutos el niño se duerme plácidamente en sobre el pecho de Jayden, y al rato Jayden imita el mismo acto que él niño durmiendose.
Esa felicidad, esa tranquilidad que Jayden sentía cuando tenía a ese niño en sus brazos, cuando lo aruyaba por las noches, y cantaba canciones de cuna.
Esa felicidad y tranquilidad se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos cuando Jayden abrió sus ojos y no vio aquellos ojos grises que habían robado su corazón.
- Pequeño. - el castaño miro al niño de cabello rubio durmiendo plácidamente a su lado. - Kilian...- Jayden lo removió un poco pero él niño no se movía.
Parecía un muñequito.
- Mi niño hermoso. - Jayden lo tomo en brazos, y acarició su mejilla. Pero sus ojos se abrieron con temor al sentir la piel fría. - Kilian. - Jayden lo vuelve a remover pero el niño no despierta.
Acerca su oído al pecho del niño, pero no oye nada, ni siquiera el pequeño latido que oía todas las noches antes de dormir.
- No, no, no - negó rápidamente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas - Kilian, mi niño despierta. Abre tus ojos, dejame ver tus ojitos- suplico pero fue en vano, el niño no despertaba. - ¡Kilian! ¡Despierta, cariño! ¡Despierta! - grito desesperado.
No.
No era posible.
Ese niño no había muerto.
No podía haber muerto. Kilian no podía haber muerto..
- ¡Ayuda por favor! ¡Ayuda! - dos hombres entraron a la habitación encontrándose con el omega sobre la cama con el niño en brazos.
- ¿No te lo dije? - Jayden mira con confusión a los hombres que habían entrado, ambos tenía una sonrisa de burla en el rostro.- Te dije que ese bastardo moriría tarde o temprano. - el corazón de Jayden se hizo añicos al oír aquello.
- No creí que el jefe le daría un niño enfermizo a su supuesto amor. - prosiguió el otro.
Jayden negó. Todo eso, el haber conocido a Kilian, el haberse vuelto su madre legal, el haberlo cuidado durante semanas, haberlo arruyado y alimentarlo, el haberse encariñado.
Todo eso había Sido un asqueroso plan de Roan. El desgraciado sabía que el pequeño estaba enfermo, y aún así no le dijo nada.
- ¡Desgraciados! - grito con rabia y lágrimas en los ojos Jayden poniéndose de pie con el niño y brazos y saliendo de la habitación.
Trato de hallar al rubio levantando al bebé y entro al despacho de Roan, moviendo al bebe queriendo que el niño se mueva.
-¡ROAN! -exclamo cuando lo ve en el despacho hablando con el abogado y otros hombres - Él bebé estaba bien anoche, está bien y ahora ya no respira...
El rubio se pone de pie y observa al omega, luego al niño en los brazos de este.
- Vete a la habitación - pide entre dientes.
-Dile al doctor que lo revise, que lo mire -le suplico-. Por favor, Roan...
Siente como trata de arrastrarlo de regreso a la habitación, pero pone resistencia. Él no quería que se lo llevarán.
-¡Necesito que el doctor lo revise! - exige - ¡Haz que lo revisen! ¡Joder!
Roan lo ignoro, uno de los hombres de seguridad trata de llevarlo y Jayden se suelta queriendo tomar el brazo de Roan, pero este se vuelve hacia Jayden soltando la bofetada que lo arroja al suelo con el labio ensangrentado y con el niño en brazos.
-¡Se murió! ¡¿Entiendes?! ¡Está muerto! - le grita - ¡No sabes hacer nada bien! ¡Ese bebé murió por tu culpa! ¡Eres un asesino!
- ¡No! ¡No es cierto!
- ¡Eres un bastardo! ¡Eres terco y estúpido! ¡Tu estupidez acabo con su vida, ahora lidia con eso!
Sacudio la cabeza queriendo abrazar el cuerpo, pero el zapato del rubio se planta en su estómago mientras un hombre le arrebata al bebé.
Roan suelta a Jayden y este rápidamente es retenido por unos hombres.
-¡Dejalo! - le reclama mientras se descontrola en el suelo por la desesperación al ver como a su niño se lo entregan a Roan y este se dirige a la chimenea de la oficina -. ¡No! ¡Roan! ¡No lo hagas!
Los hombres de Roan no le permiten levantarse, y en un abrír y cerrar de ojos aquel pequeño cuerpecito que se acurrucaba por las noches a su lado, termina en la chimenea como un animales avivando las llamas del fuego que lo consumen.
Un grito, además de un llanto fuerte y doloroso rompen sus cuerdas vocales al ver como las llamas consumen al niño frente a sus ojos, una imagen que lo hace sentir como su mundo estaba derrumbándose.
- ¡Malditos desgraciados! ¡Malditos! - grito entre llanto - ¡Me alegra que Juliet este muerta! ¡Porque te odiaria por asesinar a su bebé!
- ¡Cállate! - Roan vuelve a abofetearlo mientras Jayden forcejea con los hombres que lo sostienen.
Nada importa. Habia perdido a aquella personita que le dió esperanza en medio de ese tormento. Nada importaba, ya no. Así que se hundió en el pozo que había en su interior, dejándose llevar por su conciencia la cual le gritaba que no había escapatoria, conciencia que le gritaba que acabará con todo aquel dolor que desgarraba su pecho.
- Levántate - exige el rubio, tomándolo del brazo con fuerza. Pero Jayden reacciona y lo abofetea, luego muerde su cuello hasta sentir el sabor metálico en su boca.
«No quiero sentir sus asquerosas manos sobre mí»
- ¡Que te levantes, bastardo! - grita Roan furioso mientras con su mano libre cubre la herida en su cuello.
Pero Jayden niega y solo se deja caer, cayendo al suelo al sentirse tan débil, golpeando su cabeza contra la alfombra del despacho y cayendo inconsciente.
La oscuridad se había adueñado del castaño, sumiendolo en un sueño profundo. Sueño en el cual se arrepintió de no haber protegido a aquel niño de hermosos ojos grises y cabello rubio.
Un ser tan hermoso, había sido asesinado por un ser tan despreciable que no dudo en lanzarlo a la hoguera como un pedazo de carne sin valor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top