Orígenes (Revisado)
La noche fría que caracteriza a los desiertos le hizo buscar el calor de su lemuriano, quien se encontraba recostado junto a él, envuelto completamente en la tela y enroscado en posición fetal.
Shaka suspiró, era la tercera vez en la noche que Mu lo descobijaba, despertándolo. La primera vez hizo su mayor esfuerzo por retirarle un trozo de cobija delicadamente, la segunda no lo podía creer e incluso rió un poco, pero tres veces...
Tiró de la cobija, mirando a Mu con un tinte de molestia e incredulidad pues el lemuriano afianzó su agarre al trozo de tela como si la vida se le fuera en ello. Shaka, necio como era, continuó luchando contra un dormido Mu por no morir de frío esa noche, la cual habían decidido pasarla "Romántica y pobremente" en la playa, pero lo único que consiguió fue que el tibetano se girara, retirándole el mísero trozo que había logrado arrebatarle.
Soltó otro suspiro de enfado y se acurrucó a sus espaldas, pegándose lo más que pudo a él para que le brindara algo de calor.
-Ya mañana me las pagarás...-Le susurró al oído mientras lo rodeaba con un brazo y hundía su rostro en el hueco entre su cuello y hombro, provocando que Mu soltara un quejido por la extraña e incómoda sensación de la fría piel de Shaka contra la suya.
El virgo sonrió; de pronto pasó por su mente que hacía apenas unas horas se habían confesado sus sentimientos y sin embargo, tener al lemuriano así, tan íntimamente sujeto a su cuerpo, le parecía cosa de años...
Le hizo pensar en otras vidas, en reencarnaciones, en el destino, en el aura...y con aquellas divagaciones terminó por quedarse dormido, por tercera vez en esa noche.
...O...
Cuando Mu abrió los ojos y pudo notar que Shaka lo tenía fuertemente abrazado a él (mas por frío que por amor, cabe señalar) se sonrojó intensamente y comenzó a removerse un poco para soltarse del firme agarre, logrando con esto que el rubio despertara también.
-Mu ¿Qué sucede?-Preguntó con voz ronca y los ojos entre cerrados por el incandescente sol que si apenas se asomaba.
El tibetano cesó de moverse, girando su rostro lo más que pudo para encontrarse con los ojos de Shaka. Para él era tan obvio, quería soltarse a como diera lugar, sin embargo al ver a su hindú a los ojos, ese pensamiento le pareció ridículo por lo que suavizo su mirada y le sonrió dulcemente.
-Nada, no sucede nada.-Respondió en un susurro.-Es solo que, no me acostumbro a la idea aun...
-Oh...-Shaka aflojó su agarre, sintiéndose algo tonto por, a su ver, precipitar las cosas. Mu notó esto, lo cual para nada era su intención, si bien el tibetano era algo reservado no por ello despreciaba en lo más mínimo las muestras de afecto que Shaka tenía para con él, así que lo rodeó por debajo de sus brazos con delicadeza hundiendo el rostro en el pecho del semidiós, quien lo miró contrariado, por lo que se apresuró a explicarse.
-Shaka, no me mal entiendas, que aun no me acostumbre no quiere decir que me desagrade...-Hizo una breve pausa, sintiendo que las palabras se le atoraban en la garganta mientras la sangre se revoloteaba en sus mejillas.-...Tú sabes...el tenerte cerca.-Sonrió con timidez, cosa que provocó también una leve sonrisa en su rubio, quien afianzó su abrazo colocando su barbilla sobre la cabeza del ariano y cerrando los ojos, atesorando ese dulce momento. Estaba a punto de decir algo cuando...
-¡ACHU!
Mu a duras penas puro desviar la cabeza para que no le estornudara encima.
-¿Salud...?-Balbuceó incrédulo. Levantó la mirada, viendo al virgo con detenimiento...no se veía muy bien.
-Shaka, ¿Estás...?
El rubio le soltó, se levantó rápidamente y comenzó a caminar en dirección contraria al peli lavanda, estornudando otras tres veces más ante la mirada de un muy preocupado Mu.
-Esto no está bien...tengo un mal presentimiento.-Susurró el oji azul mientras frotaba vigorosamente su nariz con el dedo índice, dándole la espalda al oji verde.-"Si bien es cierto que tuve frio la mayoría de la noche, aun así..."
La suave mano de Mu sobre su hombro lo sacó de sus pensamientos, giró el rostro hacia él, encontrando inmediatamente angustia reflejada en sus esmeraldas, pues el tibetano no era ningún tonto y tenía el mismo mal presentimiento.
El rubio se volteó para quedar de frente a Mu, tomándole la mano para retirarla de su hombro con suavidad mientras lo veía directo a los ojos.
-Shaka...-Murmuró el aries mientras envolvía la mano del virgo en la suya, volteó a verlo con ojos piadosos, adivinando que haría caso omiso a sus síntomas.
-Aún hay mucho que andar...-Dijo el semidiós para restarle importancia al asunto y comenzó a acomodar todo para irse, confirmando así las sospechas del lemuriano.
-Shaka, no tienes por qué hacerte el fuerte, yo...
-Estoy bien.-Le cortó el hindú con una media sonrisa, queriendo con ello no sonar tan abrupto, pero aun así Mu meneó la cabeza de un lado a otro en desaprobación. Era más que obvio que Shaka no se sentía del todo bien, pero Mu en su sensatez sabía que si algo caracterizaba a su ahora pareja era el orgullo, así que no tenia caso tratar con él, solo le quedaba vigilarlo de cerca y estar atento por si llegase a empeorar. Por alguna razón, aun que entendía a Shaka, no pudo evitar molestarse con él...
-Tú sabrás.-Le dijo el lemuriano secamente, adelantándole el paso y dejando tras de sí a un sorprendido Shaka, quien sintió un tirón incomodo en el estomago por lo que al parecer era su primera diferencia.
Fue una revelación para ambos que, de un momento a otro, la cosa más dulce puede volverse también la más amarga.
...O...
Mu seguía cubriendo su cabeza y hombros, notando que la gente había cesado de mirarle, tal como lo había dicho Shaka. Suspiró, pues suponía que esa tela sería su compañera fiel hasta que pisaran la India.
-Es el ultimo miércoles del año muchachos, no querrán perderse las festividades.-Les sonrió un mercader a la par que les extendía un díptico con información de la ciudad, adivinando por su aspecto que eran turistas.
Mu le sonrió al mercader mientras tomaba el díptico, quien le devolvió la sonrisa con un tinte de coquetería, lo cual hizo que diera un respingo y Shaka le lanzara una mirada asesina al susodicho.
-Gracias por la información.-Dijo el tibetano aun un tanto descolocado, caminando después a paso apresurado lejos del mercader. Se giró unos momentos después al notar que Shaka se había quedado muy atrás, hacía un par de horas que el lemuriano sentía los pasos de su hindú más lentos y torpes, pero no pensaba decirle nada al respecto, haya él...
Desde que se marcharon de Turquía hasta que llegaron a Irán no se habían dirigido la palabra. Ambos eran muy callados, pero sabían que este era otro tipo de silencio: era incómodo, era abrumador... un silencio que los forzaba a verse de reojo solo para confirmar que el otro seguía ahí, sin embargo ambos eran demasiado orgullosos como para iniciar la conversación...
Esta vez fue el turno de Shaka para voltear, quien al observar continuamente en su lemuriano ese semblante tan serio y que ni siquiera girara el rostro por sentir su mirada no pudo soportarlo más, por lo que, inteligente como era, decidió romper el silencio con disimulo.
-Ya no tenemos dinero.-Dijo de pronto, con la mirada al frente como si el tumulto de gente delante de ellos y los distintos puestos ambulantes fueran de su interés.-Las últimas monedas las gastamos en el pasaje hasta aquí...
Sus predicciones no habían fallado, era apenas miércoles y ya no tenían un centavo, pues pagaron dos pasajes que no contemplaron en su "presupuesto".
-Trabajaremos.-Resolvió el aries, igual sin ver al rubio sino al paisaje a su alrededor.
Shaka buscó su mirada, intrigado.- ¡¿En dónde?!-Preguntó, su tono de voz fue un tanto alto sin quererlo, pues realmente pensaba que su situación actual era muy mala.- ¿Quién nos contrataría? No tenemos ningún tipo de experiencia y...
Se quedó hablando solo, ya que Mu caminó hacia delante, ignorándolo.
Shaka al principio frunció el ceño, se estaba cansando de la indiferencia de Mu hacia él, no lo recordaba tan visceral...poco sabían ambos caballeros que la percepción de una persona común y una enamorada son abismalmente distintas y el hecho de Shaka elevara la voz no ayudo en nada al enojo que de por sí el normalmente dulce y sereno Mu de aries ya tenía...
El virgo lo siguió con la mirada hasta ver que entró a un local. Se decidió a seguirlo, pero cuando tomó la perilla de la puerta para entrar se topó de frente con el oji verde que ya iba de salida, este ultimo lo miró de abajo hacia arriba, deteniéndose en los intensos zafiros.
-Voy a preguntarte esto una sola vez, y quiero que me contestes con sinceridad...
Shaka endureció el rostro, la frialdad que podía tener el ariano cuando se lo proponía le causó sorpresa.
-¿Cómo te sientes? Y no quiero la respuesta ensayada de la mañana, te pido que por respeto a mi inteligencia, me digas la verdad...
Shaka sonrió de lado, algo dentro de sí se encendió como el fuego al ver a Mu tan firme y decidido. Contuvo las arrebatadoras ganas de robarle un beso ahí mismo, previendo que a como se encontraba su pareja era capaz de soltarle un golpe, y con suavidad le dijo:
-La verdad es, que hace ya un par de horas que me duelen los músculos y huesos, pero como siento que tengo la situación bajo control no le veía caso en decírtelo...
Mu terminó de salir del local, poniéndose a un costado de la puerta para no seguir estorbando el paso y tocó su frente.
-Tienes fiebre...mucha.-Los ojos de Mu bailaron de un lado a otro mientras veía a Shaka con intensidad, se estaba abrumando...normalmente él era perfectamente capaz de manejar sus emociones, pero jamás en toda su vida había sentido tal preocupación por un mal presentimiento, ni siquiera aquellas veces que estuvo en peligro la vida de Athena...
-No puedo dejarte así.-Declaró cerrando los ojos con resignación. No quería hacerlo, pero mucho menos quería que Shaka empeorara.-Estoy casi seguro de saber lo que tienes y si no actuó ya...-Tomó aire, la sola idea le causaba un hondo dolor.-...puede que no se pueda hacer nada después.
Shaka lo miró contrariado, entendiendo a que se refería.-No quisiera ser el culpable de que traiciones tus convicciones, Mu...-Le sonrió.-Este tipo de cosas pasan todo el tiempo, personas que viajan, adquieren enfermedades y finalmente...
-No te atrevas...-Le cortó el lemuriano, aun que su tono de voz fue el usual, el enojo en su mirada era evidente.-Ninguna de mis ideas, ni una sola...-Crispó los puños.-...vale más que tu vida ¿Es tan difícil de entender que yo...?
Mu no pudo seguir hablando, la voz se le quebraba a cada palabra que intentaba pronunciar. Si bien su intención en un principio era despojarse de su cosmos y él rara vez, si no es que nunca, se retractaba de sus decisiones, esta vez nada de eso le importaba, hoy en día sus prioridades tenían una cabecilla rubia muy terca.
-Acompáñame...-Le dijo a Shaka mientras caminaba en dirección a un callejón al costado del establecimiento, el oji azul obedeció dócilmente por comprensión a los sentimientos de su lemuriano y no pudo evitar sentir algo tibio en su interior por la sola idea de que Mu se preocupara a este grado por su bienestar.
Una vez que Mu se aseguró de que nadie podía verlos, tomó el brazo izquierdo de shaka y comenzó a levantar la manga de su camisa ante la mirada inquisitiva del mencionado.
-Solo quiero confirmar algo...-Le dijo el Aries mientras veía su brazo con detenimiento.-Hace dias note que te estas rascando esta parte, tanto que incluso ya lo haces sin darte cuenta...
Shaka arqueó una ceja, ambos habían llegado a la misma resolución.
-La malaria es endémica de esta zona...-Murmuró Mu, volviendo a cubrirle el brazo.-Y tú lo sabes...
Mu lo fulminó con la mirada, a lo que Shaka ni se inmutó.-Aún tratándose de ti, querido Shaka, esto no deja de ser una enfermedad mortal...
Shaka no se atrevía a decir nada, si Mu estuviera pasando por lo mismo él reaccionaria igual o mucho peor, pero tampoco pensaba disculparse por su comportamiento.
El lemuriano le colocó de pronto su mano con suavidad en el pecho.-¿Listo?
Shaka asintió con la cabeza, sintiendo inmediatamente después el cálido cosmos de Mu recorrer su torrente sanguíneo, eliminando con ello los parásitos infiltrados en su sistema.
Una vez terminada su labor, Mu suspiro casi de forma inaudible al pensar en que habia traicionado sus principios, clavo la vista al suelo pues conocia la transparencia de sus ojos y no queria que su rubio notara su pesar y se sintiera de algun modo culpable, mas Shaka tenía una capacidad sobrehumana de entender los sentimientos de los demás, por lo que no dudo un momento en rodear a su lemuriano por los hombros, mirandolo con una ternura que pocas veces manifestaba y poniéndolo con ello sumamente nervioso y apenado.
-Hace un momento preguntaste si te entendía... y por supuesto que lo hago, querido Mu. Y precisamente por que yo me siento igual no quería que supieras mi condición...-Mu arqueó una "ceja" no muy seguro de si estaba entendiendo bien lo que Shaka intentaba decirle.-Tu querías que vivieramos como humanos ordinarios y estas son las cosas que la gente común padece día a día, sin embargo, estaba seguro de que renunciarias a tu ideal si te lo comunicaba y yo no quería eso, te respeto demasiado como para...
El lemuriano lo callo con un beso, incapaz de permanecer inmutable a las palabras del hindu, que lo habian conmovido hasta el alma. Se abrazo fuertemente de él, acechado por la insoportable idea de que estuvo a punto de perderlo.
-Perdóname Shaka, perdóname...-Murmuraba a la par que le besaba repetidamente con suma ternura. El rubio no entendía porque se estaba disculpando y tan solo correspondía sus besos, confundido.-Buscaba tu comprensión pero fui incapaz de entender tus verdaderos sentimientos, me comporte como un idiota contigo...-El peli lila ceso los besos, riendo un poco despues al caer en cuenta de sus atipicas actitudes.-Dioses... ¿Que me sucede?-Dijo por lo bajo.
-Bueno, ambos actuamos como unos idiotas.-Dijo el oji azul con una sonrisa socarrona.-Pero...
El sonido de varios objetos cayendo al suelo los hizo girar el rostro a ambos, encontrándose con la mirada de un hombre que acababa de salir por la puerta lateral del local al que Mu entro. Era un hombre de edad avanzada, probablemente rondando los 70 años, el cual se les quedo viendo largamente para finalmente murmurar casi de manera incosciente.-Eres...un lemuriano, imposible...
Con la confusión Mu no había notado que la tela que lo cubría había resbalado de su cabeza, dejándo al descubierto tanto su largo cabello como sus tikas, las cuales hasta este momento no había sentido necesarias ocultar.
-Muchacho...-Continuó aquel hombre.-Este no es un lugar seguro para ti...
Shaka lo miró friamente.-¿Esta amenazandonos acaso?
El viejo le sonrio.-Tú acento...eres de la India ¿No es así? Tu corres aun mas peligro aqui.-Shaka lo vio con una ceja alzada, pero antes de que pudiese preguntar algo el viejo continuó.- Son una dupla curiosa, lemuriano e hindú...juntos después de todo lo que ocurrió entre sus razas...
Ambos jóvenes voltearon a verse confundidos, a lo que el viejo soltó una carcajada.-¡Esto es de celebrarse! Acompañeme, después de todo, ahora trabajan para mi...-El hombre entro por la puerta lateral nuevamente, mientras Shaka volteaba a ver a Mu entre confundido y asombrado, el mencionado se encogió de hombros y le sonrió.
-Bueno, querido Shaka, al parecer no fue tan difícil como pensabas después de todo...
Continuara...
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