Tu espíritu de batalla.





-Quién quiera que sea...Si quiere pelea la tendrá.- Red se levantó poco a poco, colocándose bien su gorra.- Y si quiere hacernos daño...¡No lo conseguirá!- Asintieron y se levantaron con más o menos dificultad, animados por sus palabras.


-Algo que no me cuadra es por qué atacó directamente a Ruby...Si quería pelear con nosotros habría venido directamente aquí ¿no?



-Puede que solo quisiera atacarnos por separado...Pero no lo entiendo, ese Garchomp es suficientemente fuerte para hacer frente a varios enemigos...-Crystal ayudó a levantarse a Emerald.



Durante toda la conversación, Ruby se había mantenido en silencio, escuchando todas las opiniones de sus compañeros que debatían cómo derrotar a esa criatura. Todos estaban esforzándose por él, incluso siendo atacados en su lugar, sin dejarlo solo en ningún momento. Apretó los puños. No iba a permitir que ellos salieran heridos si lo que ese Pokemon quería era a él. No se iba a quedar de brazos cruzados ni un segundo más.



El dragón terrestre ejecutó un poderoso terremoto que casi los derriba de nuevo. Sapphire sacó a su Tropius para atacar con un torbellino de hojas mientras el Empoleon de Platinum (al borde de desmayarse) concentraba un hidrobomba en el ojo del mismo. El Charizard de Green decidió darlo todo con sus últimas fuerzas y lanzó un abundante lanzallamas a gran temperatura y a una velocidad de vértigo. Por desgracia, tuvo que devolverlo al instante a descansar pues su cola ya se encontraba en las últimas.



Ante aquella combinación elemental todos se encontraban orgullosos de su buen trabajo en equipo, dando por sentado que el Garchomp había quedado muy dañado...pero cuál fue su sorpresa cuando aquel depredador natural salió de debajo de sus pies, lanzándoles por el aire, cubiertos de tierra y piedras y chocaron con el suelo. Levantó la cabeza con superioridad al ver al grupo casi derribado y preparó una Garra Dragón que sería fulminante para su víctima más cercana...una chica de pañoleta azul que se palpaba la cabeza, dolorida.



Sonrió con su larga fila de dientes y cubrió sus afiladas garras en una luz violeta. La oji-zafiro se percató de su situación en el último momento e intentó cubrirse con los brazos en cruz, pero un golpe seco decidió el resultado. Sapphire miró con horror a los ojos rojizos de la criatura y después se miró el estómago, muuuy lentamente, deseando que todo eso fuera un sueño, un mal sueño.



-¿E...eh...? – ¿Era su fin...? Se palpó sus ropas azuladas, sin rastro de ninguna herida ni mancha carmesí. Su sorpresa crecía a cada segundo, ¿Por qué...no tenía heridas? ¿Cómo...?



Rápidamente miró a su alrededor para comprobar como una pantalla semi-transparente los había protegido a todos, envolviéndolos como si de una cúpula de cristal se tratase, ¿Qué...qué es lo que había pasado? Se giró hacia sus compañeros, retrocediendo un poco. Todos estaban igual de estupefactos que ella, pero miraban fijamente un punto alejado, detrás de su atacante. Aquel feroz Pokemon seguía acuchillando la "pared", sin mucho éxito, siendo vigilado por unos ojos carmesí.



-¡Hey, tú! –Exclamó, llamando la atención del Pokemon que dejó lo que estaba haciendo al instante. Al sentir su penetrante mirada en su persona, sintió un escalofrío que le recorrió toda la columna, pero no iba a ser intimidado.- ¡Sí, tú! ¡Deja a mis amigos en paz!



-Grrr...-Gruñó y se dio la vuelta mientras iba acercándose a pasos lentos pero decididos a su presa inicial.



-¡Ruby! –Sapphire le pegaba puñetazos al escudo invisible, no podía quedarse ahí.- ¿¡Estás loco!? ¡Vuelve aquí! –Le ordenó, furiosa. El moreno tan solo esbozó una pequeña sonrisa mientras negaba con la cabeza. Ruru se encontraba a su lado.



-¿No me querías a mí...? Adelante, tiburón mal evolucionado, a ver si eres capaz de tumbarme. –Sonrió provocadoramente llamándole con un gesto de la mano.- Te espero.



La presa había retado al depredador. Al ver que estaba solo, sin toda aquella comitiva de humanos molestos, se relamió los dientes, sacándoles incluso más brillo que antes y se lanzó hacia el coordinador sin pensarlo dos veces. Ambos, entrenador y Pokemon evadieron la embestida haciéndose a los lados con una elegancia inaudita. Garchomp gruñó. Ese chico le estaba enfadando cada vez más y su furia crecía y crecía...



-Maldito presumido, ¡Lo ha vuelto a hacer! –La castaña apretó su puño, cerca de su pecho. Aquel chico amante de los concursos y que conocía tan bien...Había vuelto a enfrentarse al peligro solo. Había vuelto a dejarla al margen. Los estaba protegiendo a todos, poniéndose en un serio aprieto.



-Así que fue Protección...-Green se llevó una mano a la barbilla, pensativo.- ¿Pero por qué sigue haciendo efecto? Debería haberse roto ya...



Y tenía toda la razón. Mientras Ruru peleaba, esquivaba y repelía ataques, la barrera seguía manteniéndose en pie. Pero había una curiosidad más; Garchomp solo atacaba a la Gardevoir de Ruby con ataques normales como Cuchillada, o que estuvieran vinculados con la tierra, como Terremoto o Excavar...¿Pero por qué no usaba sus ataques más poderosos para acabar antes con la defensa del chico? ¿Por qué no usar un devastador Enfado y ganar la pelea? Sería mucho más fácil.



-¡Claro! –Todas las miradas quedaron fijas en un pelirrojo de ojos plateados.- Ha sacado a Gardevoir por algo más que su Protección...¡Mirad! No ataca con sus poderes más fuertes por el doble tipo de Gardevoir...-Silver miró a Crystal y ella asintió, decidida.



-¡Está limitando su fuerza! Los ataques de tipo dragón no tienen efecto en criaturas como Gardevoir, cuyo doble tipo Hada, les hace de escudo infranqueable. Solo quiere...



-Protegernos.



La voz de Sapphire era seria y firme. Se giró con los puños cerrados hacia todos sus compañeros de aventuras. Su mirada era baja, ocultada por su flequillo, pero de un segundo a otro miró al cielo, apuntando al centro de la cúpula con decisión. El resto del grupo no sabía a qué se refería, sin embargo, pronto aclaró sus intenciones...intenciones que no recibirían un no por respuesta. Iba a salir de allí acompañada...o sola, pero no se iba a quedar.



-Hay que atacar a ese punto exacto con un ataque eléctrico. Se abrirá un agujero que durará unos pocos segundos, así que hay que darse prisa en cuánto acabe el ataque.



-¿C-cómo sabes todo eso?- Preguntó White. Emerald, que ya conocía un poco la historia, no pudo evitar quedar en silencio.



-Sucedió hace tiempo...pero eso ahora no importa.- A la oji-azul le era doloroso recordar ese suceso tan catastrófico de hace años. Ver a tantas personas conocidas en ese estado...es algo con lo que aún tenía pesadillas. Por eso no iba a dejar que Ruby se enfrentara solo de nuevo.- Red, Yellow, por favor.



-Entendido.- Dijeron a la vez.- Vamos a salir de aquí todos juntos...¿Preparados?



El grupo de héroes que tantas dificultades había superado, estaba preparado para superar una más, juntos; ayudar a su amigo a salir de aquel problema que había surgido tan inesperadamente. Todos asintieron, preparados para salir disparados a la señal de partida. Un sonoro "¡YA!" Rebotó en las paredes invisibles de la cúpula y perduró como un eco hasta que fue sustituido por las chispas centelleantes de ambos Pikachu chocando en el techo y luchando por abrirse camino. Las miradas de todos se centraron en ese punto, pero el avance era lento y casi nulo...Hasta que otro inesperado rayo se sumó a la causa.



-¡¡Pitaro, a darlo todo!!



La voz de Gold fue lo último que se escuchó como un eco. Un agujero se abrió en aquel escudo transparente y velozmente salieron por él, compartiendo montura voladora. El Protección por fin se desestabilizó y fue desapareciendo como un suspiro en el viento. Acto seguido, todos chocaron las palmas como felicitación general, pero no había demasiado tiempo, Ruby se las desempeñaba muy bien en la batalla, pero no iba a durar para siempre.



La famosa conquistadora de Hoenn se encaramó a una liana y con su característica agilidad fue saltando de copa en copa hasta plantarse al lado de Ruby, ya preparada con su pose de combate habitual. Pilo volaba sobre sus cabezas, preparado para asistir a su entrenadora en lo posible.



-¡Ruru, páralo con Psíquico! ¡Luego Fuerza Lunar!



El golpe certero de Cuchillada que se dirigía hacia Gardevoir fue inmediatamente detenido por una fuerza telequinésica. Sin darle un solo segundo de reacción y manteniéndolo paralizado, una bola de energía feérica impactó de lleno en su pecho y Garchomp retrocedió unos pasos. Eso había dolido. El cansancio ya era visible en ambos combatientes, pero aún no se decidía un ganador. El moreno por fin se percató de la presencia de la chica.



-¿Qué haces aquí? –Preguntó con tono serio, muy centrado en los movimientos de aquel depredador natural. Su espíritu de batalla había despertado. Aún así, se podía entrever una intención preocupada.



-No vamos a dejarte solo.



El Tropius de la castaña lanzó un torbellino de abundantes hojas muy afiladas hacia el enemigo para mantenerlo entretenido un rato. Cuando Ruby dirigió su mirada al frente, al principio se sorprendió, pero una pequeña sonrisa se fue dibujando en sus mejillas. Todos estaban preparados para asistir en la pelea, alineados con sus Pokemon a la perfección, ¿Hacia donde se dirigirá ahora la balanza? Estaba claro que iban a hacer lo imposible para que fuera a su lado.



-¡¡YA!!



Sin darse el lujo de perder un valioso tiempo una oleada de ataques de diferentes elementos fue hacia el torbellino de hojas, impactando en seco y levantando una nube de polvo gris. Tuvieron que taparse los ojos y la cara hasta que se disipase para ver el resultado. Los latidos de los corazones de los jóvenes entrenadores aumentaban a cada minuto de suspense hasta que por fin pudieron divisar el esperado final. El polvo se difuminó. Garchomp ya no estaba, en su lugar sólo quedaba un hoyo.



-¡Bien!- La sorpresa desembocó en alegría desmedida, ¡Habían ganado! ¡Garchomp se había marchado! Chicos y chicas devolvieron a sus cansados compañeros a sus pokeballs y se reunieron en el centro del claro que había sido testigo de aquel encuentro.



-Je...Era obvio que iba a ganar.- Gold guiñó un ojo y felicitó a Togetaro por su buen trabajo.



-Claro...¿Y lo de "Ay, mami, por favor que salgamos vivos de ésta...", qué era?



-¡Ven aquí, enano!- El azabache de ojos dorados persiguió a Emerald un buen rato, pero la zancadilla de cierta chica peli-azul lo derribó.



-Es que siempre igual. –Le regañó.



-Definitivamente, se ha ido.- Sapphire se aseguró olfateando el rastro de olor que había dejado aquel dragón.



Ruby por fin se sentó al lado de todos sus agotados amigos. La mayoría estaban tumbados en la hierba, mirando al cielo, recuperando el aliento a su ritmo. Suspiró y devolvió a su compañera a la pokeball tras un merecido "Gracias por tu ayuda". No le gustaba pelear...Le recordaba momentos tristes...pero en esa ocasión no le quedó de otra. Demasiadas personas importantes para él habrían sido lastimadas sin necesidad...Se quiso dejar caer en el césped, pero un golpe en el cuello lo interrumpió.



-¡Au! ¿Y eso por qué?



-Por dejarme atrás como siempre. –Le sacó la lengua y se sentó con las piernas cruzadas a su lado.- Y por meterte en líos.



-Uhhh~ Notó preocupación...-Sonrió acercando su hombro al de la castaña de ojos azules. Un escalofrío recorrió el cuerpo de ésta y le dio la espalda, ocultando su vergüenza.



-¡N-no es cierto!



Los demás veían la escena de la pareja de Hoenn con expresiones de ternura y diversión. En cuanto descansaron un poco, recogieron el picnic y decidieron postergarlo ya que no estaban de humor para seguir (para desgracia de Diamond que tenía un hambre atroz.) Salieron del Bosque con un recuerdo turbulento de aquel encuentro, pero celebrando su victoria con alegría y satisfacción mientras caminaban de vuelta al Hotel.



-¡Eso les enseñara a no meterse con los Dex Holder! –Gritaba Black a pleno pulmón, dejando sordo a más de uno.



-Quién quiera que haya sido ha aprendido la lección.- Asintió con decisión su compañera.



-Pensándolo bien...Puede que solo haya sido un Pokemon abandonado por su entrenador hace poco, que solo quería proteger su territorio. –Emerald se llevó las manos a la nuca, relajadamente.- Pero este inútil lo molestó.



-¡RALD!- Exclamó el oji-rubí indignado. Desde luego, menuda mañana, con la intensidad de la batalla su mochila se había aplastado y la flor se había marchitado un poco...pero haría lo que pudiera. Los Holder mayores, por su parte, no tenían perspectivas tan optimistas.



-¿Vosotros creéis que ha sido simple casualidad? –Blue se mantenía seria, por muy raro que pareciera.



-Sinceramente, no. –Se cruzó de brazos Green, ¿Por qué primero atacó a Ruby...? Era algo que pensaba averiguar.



-Yo no pude leer sus recuerdos, estaba demasiado enfadado...



-No te preocupes Yellow, acercarse demasiado hubiera sido peligroso.- Red también entró en escena, aunque no se veía tan preocupado.- De todas formas, ya se ha acabado. Y si hubiera sido el Pokemon de alguien lo habríamos visto ¿no? Puede que los demás tengan razón.



-Tal vez...-Blue volvió a su actitud alegre de siempre.- Olvidemos este traspié y sigamos disfrutando de nuestras vacaciones, ¡Vamos Yellow! He visto una tienda con unos preciosos vestidos que...-Agarró a la rubia del brazo y se la llevó hacia adelante para tener una charla más amena.



-Puede que sí...olvidémoslo. –El ojiverde esbozó una pequeña sonrisa, pero antes de seguir caminando volteó su mirada hacia el espesor del bosque. Algo le decía...que no sería la primera vez que iban a interrumpir sus preciadas vacaciones.


Mientras tanto en otro lugar...


"Perfecto...Ya tengo los datos que necesitaba...Esto solo es el principio..."



~En teoría iba a ser una pequeña pelea...pero creo que me vine arriba xD~

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