Huellas en la oscuridad.
-Veréis. –Green se levantó y colocó las manos detrás de su espalda.- Cuando habíamos acabado con el asunto del Nidoking, sentí algo extraño. Mientras sobrevolaba la zona con Blue pude observar una especie de patrón en los movimientos de esa bestia. Entonces, pensé "No tiene sentido...si fuera salvaje atacaría de forma caótica, destruyendo todo lo que le molestara. No solo centrándose en un determinado lugar y "jugando" con nosotros..." Pero no le dí demasiada importancia. Podía ser una casualidad. O simplemente, que era más fuerte e inteligente de lo habitual.
-¿Y? ¿Dónde está el problema? Todo eso ya lo sabíamos. –Intervino Gold, compartiendo unas galletas saladas con Ataro, su fiel amigo.- Además, la técnica del chico raro funcionó perfectamente, eso confirma que sí lo era.
-¡Qué no soy raro!
-Lo que tú digas, pelo croissant~
-¡Mi pelo no es un...! Bah, déjalo.- Suspiró resignado y se cruzó de brazos.- Y para qué lo sepas, me lo dejé liso.
-Gold, deja de ser impaciente y déjale terminar. – Crystal intentó calmar un poco la situación con su tono tranquilo y así poder centrarse en el relato del castaño. Cuando hubo un poco más de atención, la peliazul le invitó a seguir con un gesto de mano.
-En el fondo es una buena pregunta. –Sentenció él, encogiéndose de hombros. Gold, satisfecho, y como buen alumno, hizo su baile de la victoria internamente para no llevarse otra regañina de parte de Crys.- Pero, cuando vi sus ojos de cerca...el hecho de que no quería huir pese a la desventaja numérica...y ese brillo tan intenso de la Formación de Emerald, empecé a sospechar. ¿Dime, cuántas veces lo has visto brillar de esa manera?
-Ehh...¿El brillo? -El pequeño rubio contó con los dedos, recordando.- Sólo cuando sucedió el accidente en el Frente Batalla hace unos años...Ahora que lo dices, es extraño. Salvo en esa ocasión no suele producir tanta energía. –Sacó de sus pertenencias su pistola y la sacudió un poco.- ¿Se habrá estropeado?
-Pero son dos hechos diferentes, Green. –Red se vio forzado a intervenir. Por mucho interés que prestara, no conseguía armar las piezas de ese puzzle maltrecho en su cabeza.- ¿Qué relación tiene Guile Hideout con el Nidoking del Parque Amistad?
-El comportamiento caótico es similar al que sufrían los Pokemon rentados. Hubiera dado por hecho que eran ellos al atacar a Ruby y a Sapphire de esa manera...si no fuera porque Archie y Maxie murieron. –Su vista se poso en el suelo y un suspiro seco se escapó de sus labios. Emerald, que había presenciado la escena, no una, sino dos veces, imitó la acción.
-Si él no es el culpable...
-¡JA! ¡Lo tengo!
Las miradas de todos los presentes se centraron en el autor del grito de victoria. Gold se había levantado de golpe y se desperezaba con su querido palo de billar a los hombros. Sorprendidos, esperaron a que el famoso criador de Johto les explicara lo que había descubierto...y esperaban que no fuera una broma o, aún peor; que había encontrado una pegatina de promoción en la bolsa de Galletas Lava y lo iba a hacer público. Una gran sonrisa adornaba su rostro.
-¡Yo estuve ahí y contribuí a acabar con ese malvado!
-Eso ya lo sabemos Gold-san...-Dijo tímidamente la rubia. Crystal asintió.
-No me habéis escuchado. –Su postura se relajó y la sonrisa fue sustituida por una expresión seria, de mirada determinada, que pocas veces se le había visto al chico.- YO y Crys lo vimos todo. –La susodicha seguía sin entender a dónde quería llegar su amigo.- La única relación entre el Frente Batalla y lo que ha sucedido hoy...es el control mental. -Crystal se llevó una mano a la barbilla, pensativa.
-...Tienes razón...
El silencio se apoderó del lugar. Todos se pusieron a pensar sobre lo que había dicho el azabache de gorra amarilla pero, cómo había dicho, de los que estaban allí, sólo Emerald, Gold y Crystal habían presenciado la mayoría del desastre...y las habilidades de ese personaje inventado por el antiguo líder del Team Aqua. Tenía algo de sentido. Si esa cosa solo brillaba de esa forma tan exagerada en ocasiones así...¿Quería decir eso...que habían sido, sin saberlo, los espectadores de un Nidoking controlado contra su voluntad?
-El chico piensa bien cuándo quiere.- Afirmó con los ojos cerrados Silver.
-¡Sí! –Exclamó alegremente Emerald.- El Zapatero me dijo que las Cargas de Tierra no funcionaban muy bien con Pokemon de Entrenadores por no sé qué...y ese brillo tan exagerado no es normal en los salvajes. O sea, que el pervertido tiene razón. –Colocó los brazos en jarras y sonrió con una tremenda satisfacción.
- ¿Zapatero...?
-¿Pervertido...? –Hubo un silencio.- ¡OYE!
-¿Qué? ¿Crees que eres el único que puede poner motes? –Refunfuñó, lo miró con indiferencia y le regaló una sonrisa juguetona. Sí...la venganza se sirve fría (...) ¡Y en plato de esmeraldas! Qué suertudo. El ojidorado lo miró con rabia y ambos se sacaron la lengua.
-Exacto. –Ignoró la pequeña pelea. Una media sonrisa se dibujó en la cara del oji-verde, dándole cierta luminosidad.- Por eso supe que había alguien detrás. Alguien que ejercía de controlador, pero tenía que confirmarlo. Fingí no saber nada y me lancé a perseguir "algo" en el Bosque, justo después de que ese Pokemon desapareciera también en la espesura.
-Y ahí nos perdiste. –Continuó Red, en tono serio. Su compañero asintió. A partir de ahí las cosas se ponían complicadas.
-Estuve corriendo un buen rato, pero no encontré nada. Llegué a un pequeño claro y observé los alrededores, pero no sentía nada especial así que decidí dar la vuelta y buscaros. Tal vez me había equivocado o lo había perdido y ya había huido. (...) Pero justo en ese momento...apareció. No me atacó. Yo tampoco. Sería imprudente empezar una batalla innecesaria para todos. Tenía que aprovechar la oportunidad así que no se me ocurrió otra manera que "jugar" con esa sombra que levitaba para alargar la conversación.
-Y le hiciste preguntas indirectas para recoger información~ -La oji-azul levantó un dedo, guiñando un ojo en el acto.- Así te asegurabas de si era el enemigo o no, sin precipitarte, y obtenías unos datos básicos útiles por si había un segundo encuentro...¿Me equivoco?
-No esperaba menos de ti. –Sonrió, satisfecho, y le despeinó un poco el pelo. A pesar de su edad, ese gesto se les había quedado como muestra de identidad, a parte de la frase del castaño.
-¡Has aprendido tanto de mí, estoy orgullosa! JOJOJO~ –Exclamó dando saltitos de alegría, ¿Quién decía que sus dotes de astucia para el robo no servían en estos casos?
-Hermana...-Susurró cierto pelirrojo, masajeándose el puente de la nariz.
-¿No pudiste verle la cara? –Interrogó Black.
-Estaba encapuchado. Ni siquiera pude distinguir si era hombre o mujer. -Se lamentó. Aún quedaba la incógnita de la identidad de esa persona misteriosa.
-¿Pudiste averiguar algo más?
-Me hubiera gustado saber más cosas, pero si no llega a desaparecer hubiera empezado una batalla de todas maneras.- Apretó el puño con rabia.- Básicamente se trata de una persona que disfruta viendo el sacrificio de proteger a los que quieres y de manipular a los debilitados de mente. No le importó lo de Ruby y Sapphire...¡Ni tantos inocentes! Y lo peor de todo...Black.
-¿Sí?
-Esa persona...tenía un Espeon. -Cerró los ojos un momento y se cruzó de brazos.- Y antes de que desaparecieran...pude ver sus ojos. Esos mismos ojos sin emoción (...) que describes tú.
-¿Q-qué...?
Al igual que todos, Black se había quedado en blanco, sin aliento, ¿Cómo era posible? Blue cerró los ojos, seria y pensativa. Yellow tan solo se giró para poder buscar una respuesta en la mirada de Red, pero él hizo lo mismo. Ninguno de los dos tenía idea de lo que significaba eso. Silver y Crystal escuchaban en silencio algunas opiniones mientras echaban de vez en cuando un vistazo a la castaña cuyos ojos azules estaban ocultos por sus párpados y la fiebre. Gold, sin embargo, estaba sentado tranquilamente, quedándose con las coplas más interesantes de la conversación.
-No sabemos su identidad ¡Perfecto! Estamos en el mismo lugar.- Refunfuñó Emerald, dejándose caer de espaldas al césped. Estaba molesto. Tanta charla para no sacar casi nada en claro.
-Concuerdo con el croissant.
-¿Sabes? Prefiero el raro, cada mote tuyo es peor que el anterior.- Bufó.
Pero a Black no le cuadraba una última cosa. Algo le decía que en las dos versiones de la historia, la suya y la de Green, había algo que no estaba bien. Que desentonaba con el resto. Pero...agh...no sabría decir el qué...Casi lo tenía. En ese momento, Musha salió sola de la pokeball del castaño, atraída por la creciente concentración de sus pensamientos y se encaramó a su cabeza como de costumbre. De un segundo a otro, el chico sintió su cuerpo y mente mucho más ligeros y libres. Era hasta agradable. Hasta que, de repente, algo hizo "click"...Había visto una luz.
-Espera, espera, espera...Concordamos en que vosotros estabais luchando contra ese bicho morado en Ciudad Corazón, AL MISMO TIEMPO, que ese falso Diamond se apareció por aquí ¿no? Pero nadie sabía nada.
-Ajá.- Contestaron al unísono.
-La hora en que Blue nos llamó en Pueblo Caelestis y la hora en la que terminasteis la maqueta, coinciden, más o menos. - Explicó Red.
-¿No les parece muy extraño que los dos accidentes sucedieran al mismo tiempo y que el "autor" tuviera un Espeon atípico?
-Bueno, sí, pero...Puede ser pura coincidencia. No sería la primera vez. –Terció Yellow.- ¿Qué pasa con ese Espeon? –Ella no había visto ningún Pokemon de esa especie con las características que describían sus dos compañeros, pero ya empezaba a darle mala espina. Se imaginaba esos ojos vacíos, sin ese brillo característico, mirándola fijamente y sentía escalofríos.
-Ese Pokemon es la clave. –Sentenció. Se levantó del suelo y empezó a andar de izquierda a derecha, con los brazos en la espalda y con Musha aún posada en su cabeza.- Es el único cabo que permite unir los dos accidentes sin tener miedo a equivocarse. En las dos versiones es IDÉNTICO.- Paró en seco y miró con determinación al mayor de los Holder.- Usted coincidirá conmigo, Green-senpai...Esa mirada es difícil de olvidar... Y mucho más de imitar.
-¿Sugieres qué...?
-Sí. –Continuó. Ambas miradas chocaron.- Quién hizo todo esto...es la misma persona. Sus razones; eso ya no lo sé.
Todos los corazones dieron un vuelvo y el silencio momentáneo volvió a apoderarse del claro del bosque en el que se encontraban. Eso significaba muchas cosas y a la vez nada...Significaba que tenían cerca un poderoso enemigo, sin la menor empatía ni compasión, que había aparecido en el momento más inoportuno haciendo estragos en la región cuando la Campeona no estaba para proteger el bien de todos... Y ya había hecho estragos, tanto en el Parque como en el Hotel y en ellos mismos. Una sola pelea y estaban agotados.
Por el momento todo iba "bien", solo ellos conocían el origen de esos accidentes...Pero, ¿Qué pasaría si la prensa se enterara de que el ataque en Ciudad Corazón no había sido un Pokemon salvaje loco...sino que había sido obra intencionada de alguien que ni ellos mismos sabían? ¡Cundiría el pánico! Sapphire ya estaba en el Hospital y White estaba muy mal...¡Y se supone que esto solo es un "pequeño" roce con el enemigo! ¿Qué pasaría si...?
-Está jugando...
Las pequeñas manos de Yellow se cerraron en un puño. Red se dio cuenta y colocó las suyas encima, apretándolas con fuerza. Sabía que a ella no le gustaban nada estos problemas...que siempre se había preguntado por qué todas las personas no podían vivir felices y en paz. Pero...la balanza era caprichosa. Un pequeño desliz y el equilibrio se rompía...ellos bien lo sabían.
Por otro lado, no sabían nada más. Desconocían sus razones, por qué se había disfrazado de uno de ellos para robar quién sabe qué, su identidad, si había más de uno, sus pokemon...Nada. Absolutamente nada. Solo que por el momento, si querían cumplir con el propósito que les había encomendado Cinthya y con su deber como Pokedex Holders, tendrían que esforzarse mucho más.
-¡Cof, cof!
-¡Presi/White!
En un abrir y cerrar de ojos todos rodearon a la castaña de gorra rosada, notablemente preocupados, pero alegres de que por fin diera señales aunque fuera una simple tos. Sus párpados se empezaron a abrir intermitentemente y le costó un poco en reconocerlos. Pero sobre todo, estaba confusa por el lugar en el que había acabado. Se levantó un poco, ayudada por Yellow y Silver y la sentaron en una roca cercana. Sentía como si le hubieran dado una paliza. Le dolía la cabeza y los músculos casi no le respondían.
-¿Cómo te encuentras, querida? –Blue le pasó un poco de agua de su botella.- Nos tenías preocupados. No te veías bien.
-Oh...B-bien. –Bebió un poco de agua. Ahora se sentía mejor. Pero recordó algo e intentó levantarse de un salto. Sus amigos la detuvieron al instante.- ¡Oh, no! ¡Decidme que los niños han podido escapar! ¡Black! ¿¿Hemos ganado a ese farsante...ha huido?? ¿¿Qué ha pasado??
-¡Hey, cálmate!- Exclamó Gold, intentando tranquilizarla.- Ya todo está bien. Han pasado dos horas desde entonces.
-...¿Qué? –Como si fuera un acto reflejo, buscó la mirada de cierto castaño. Y la encontró. Exigía una respuesta.
-Presi...Ya se ha acabado. –Bajó la mirada.- Ha escapado...con las cosas.- Sacudió la cabeza para apartar los lamentos de su mente e intentó sonreír lo más sincero que pudiera.- Pero, no sabemos lo que se ha llevado. Tal vez solo quería provocar una batalla, ya está.
Tenía parte de razón. El trío de Sinnoh aún no había regresado. Hacía ya una hora que se habían ido para evaluar los daños del Hotel y comprobar si les faltaba algo. Cuando regresaran, tendrían más detalles de cuáles eran las intenciones de ese "ladrón enmascarado". Pero aún así, no la convencía...De pronto, sintió un agudo dolor en la cabeza y se palpó la frente con una mano para amortiguarlo.
-¿Estás bien? –Le preguntó Yellow.
-Agh...sí, perdón. Secuelas, eso es todo, jeje...
-Por cierto...¿Recuerdas las pesadillas que tenías hace un momento?
-¿Pesadillas...?
-Sí. –Red se sentó a su lado.- Desde que Black nos llamó estuviste murmurando cosas raras y parecía que sufrías...Desde entonces hemos estado cuidándote.
-O-oh...Gracias. –Bajó la mirada al suelo.- Siento haberos preocupado.
-No nos agradezcas. –Sonrió el Campeón de Kanto.- A quién deberías dar un buen abrazo es a Black y a Yellow, ellos te cuidaron con mucho esmero. Son increíbles.
-¡Red-san/Red-senpai! –Exclamaron al unísono, totalmente avergonzados.- Le dije que no dijera nada...-Susurró casi inaudiblemente el castaño, ya resignado de que su compañera los hubiera descubierto. Red tan solo sonría divertido y enternecido por la escena.
Iban a decir algo más, pero el abrazo de alguien los detuvo en seco. Ambos reaccionaron, pestañearon un par de veces y reconocieron a la autora. Sin poderlo evitar, sonrieron y correspondieron al cálido abrazo de agradecimiento de la castaña, que duró un par de minutos. Parecía que no quería separarse nunca. El lado novelesco de Blue salió a la luz y comenzó a grabar con su cámara de vídeo a prueba de todo y cuando acabó el tierno momento, la guardó sin dejar rastro.
-¿Ballet?- Susurró por lo bajo Silver, no muy convencido.
-¿En serio?
-Ok...¿Cine?
-¿Eso ayuda? ¿Quieres que publique lo que grabe en esa cámara...?
-Ya sé, ya sé. Seguiremos buscando...
-Está bien...-Sonrió Crystal.- Ahora que estás un poco mejor podemos volver al Hotel y desc...
-¿¿Estás de broma?? ¡MI habitación tiene un precioso tragaluz, pero no quiero enfermarme! - Replicó Gold, enfadado.
-Te recuerdo que también es mía, pedazo de merluzo.
-Uff...¿Y por qué no se la cedéis a Sapphire y ya está...? - Emerald ya estaba cansado de tanto hablar, tanto caminar...*Bostezo*...tanto idiota. Quería irse a dormir cuanto antes ¡Y tenía hambre, ya casi eran las 9! Ay...¿Dónde estaba Dia cuando le necesitaban...?
-Rald, amigo mío...-Ambos chicos apoyaron una mano en los hombros del pequeño rubio. Pero no se esperó lo que iba después.- ¡¡SAPPHIRE ESTÁ EN EL HOSPITAAAL!!
-Ay,ay,ay...-El pelo del chico había quedado tan estirado y tieso como si se lo hubiera secado con un secador. Los miró con cara de pocos amigos y se fue junto a Crystal. Por lo menos con ella no corría peligro.- No tenía suficiente con los "casados" que ahora tengo que aguantar a este par...
-En fin...-Suspiró la peliazul.- Tampoco podemos volver allí. A parte de los destrozos, esa persona sabía dónde estábamos y en qué momento...No podemos arriesgarnos a volver y que se repita.
-Le he mandado un mensaje a Pearl. Les he dicho que no podemos volver y coinciden con nosotros. - Intervino Blue.- Dice que recogerán nuestras cosas de paso. Volverán en unos minutos.
Ya que no tenían nada más que hacer o aclarar, no les quedaba otra cosa que esperar a que volvieran Platinum y el resto. Se sentaron formando un coro circular, disfrutando un poco de la tranquilidad y el silencio del bosque y el riachuelo, respirando la fresca brisa y aprovechando las últimas horas de luz del día...
-Tengo una pregunta, chicos. –Saltó de repente Gold.
-¿¿Dónde vamos a quedarnos ahora?? –Continuó Blue y los dos se abrazaron dramáticamente, como rey y reina del drama que eran.
Se acabó la tranquilidad, el silencio y todo lo bueno.
-Mi preciosa cara necesita sus horas de descanso para seguir siendo tan genial...-Sollozaba el azabache.
-No me robes las frases...yo tengo que estar fabulosa...-La castaña de brillantes ojos azules lo imitó.
-¡¡NO QUIERO DORMIR EN EL BOSQUE!! –Se quejaron tan fuerte que tuvieron que taparse los oídos para no quedar sordos.
-Oh, vamos, no es tan malo...-Red intentó suavizar el ambiente con una sonrisa sincera, pero ni aún así.
-Espera, es verdad. Puedo...-Patada de Crys a las doce en punto y...¡Premio! ¡Ding, ding, ding!
-Sigue soñando.- Se sacudió las manos.
Al cabo de diez minutos (que nuestros héroes invirtieron en despertar al pobre y desmayado criador de Johto) regresaron los jóvenes de Sinnoh montados en Pilo y con varias maletas que pertenecían a todos sus amigos. Mañana le devolverían a Sapphire su tan querido compañero. Hoy no habían tenido oportunidad. Bajaron y ayudaron a llevar todas las maletas detrás de un gran árbol.
Pero a Yellow no le dio muy buena espina que no hubieran mencionado palabra en mucho rato...y sus caras preocupadas no eran de ayuda. Habían decido quedarse a dormir en el bosque con algunos sacos de dormir y dos o tres tiendas de campaña que guardaban Black y White en sus mochilas para emergencias, pero...esa noche, aún tenían una última noticia antes de descasar por fin de aquel alocado día que no les había dejado respirar tranquilos ni media hora...
-Chicos...-Diamond, fue el primero en reunir valor para contarles al resto lo que habían descubierto. Después de tanto silencio las sospechas de la rubia se cumplieron.- Ya sabemos lo que se ha llevado ese falso yo.
-Y no es bueno.-Le respaldó su amigo.
El resto, que se había entretenido en montar las tiendas de campaña y una pequeña fogata con algunas ramas y troncos, los miraron, extrañados, pero sobre todo, con una ligera sensación e mala espina.
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