Grietas
~Sinnoh, Pueblo Caelestis, 1 p.m.
-¿Hay alguna novedad?
-Me temo que no...Lo siento Red.
Después de pasar horas y horas buscando a Yellow, el Equipo que rastreaba la ciudad se dio por vencido y cuando la visibilidad en el cielo se hizo totalmente imposible, los entrenadores con Pokemon de tipo volador decidieron unirse a los que buscaban por tierra, dándoles un buen agradecimiento a su monturas aéreas antes de cambiarlos por Pokemon que estuvieran acostumbrados a la naturaleza. Al final, los más afortunados encontraron una pista de que la chica había pasado por allí, un trozo de su particular polerón. Pero para su desgracia...No había ni rastro de ella. Era como si la tierra se la hubiera tragado, desapareciendo del mapa.
Red, con la esperanza caída en un pozo, se dejó caer otra vez sobre el sillón. Ese mismo sillón en el que había estado sentado un buen rato contra su voluntad porque Blue insistía en que se veía muy mal...con una mirada inexpresiva y perdida. No había dicho palabra desde que aplazaron la búsqueda para el día siguiente, aprovechando la luz del día a su favor.
-No importa...Gracias por ir a rastrear de nuevo los alrededores. –Dijo con una sonrisa forzada, pero era inevitable no darse cuenta de su desánimo.
-Je...No lo hago por ti, lo hago por Yellow, pedazo de idiota. –Respondió con una sonrisa de lado. Acto seguido, le propinó un suave golpe en el hombro captando la atención del moreno y se señaló la frente.- ¿Entiendes?
Blue sonrió ligeramente, sentada de lado justo al lado de Red.
-Ahora no podemos hacer nada. Aunque nos pasaramos toda la noche buscándola, solo conseguiríamos agotarnos sin obtener nada a cambio. Me duele decirlo, pero es necesario esperar un poco, descansar, y mañana a primera hora saldremos otra vez, hasta encontrarla.
- Apruebo la moción.- Se hizo notar Gold tras un largo suspiro, en el sofá que estaba doblado en frente de la televisión.- ¿Os podéis creer que no pueda pegar ojo? ¡Agh~! Esto no es normal en mí. –Se quejó revolviendiendose insistentemente el pelo y seguidamente apoyó su mejilla en una mano.
-No será...Déjame adivinar, ¿Por Crystal~? –Preguntó alargando las palabras la castaña, con una de sus típicas sonrisas ladinas. Sin tiempo que perder, el azabache perdió todo rastro de sueño al escuchar ese nombre y se llevó los dos dedos índices a los labios, insistiendo en que se callara.
-Como ELLA escuche eso estoy FRITO así que, por favor, si aprecia mi vida, Blue-senpai...sea condescendiente. –Rogó, mirando de vez en cuando hacia el umbral del salón y semi-escondiéndose detrás del inmueble. La sonrisa de la ojiazul creció incluso más. Mala idea darle ideas, nunca mejor dicho.
-Haré lo que pueda jojojo~...
-Green controle a esa chica...-Susurró Gold con un hilo de voz, temiendo lo que ella podría hacer. O peor aún, lo que Crystal pudiera hacer. No, no, no, no, no, no, Gold, borra esa imagen de unas deportivas con pinchos de acero. Borra, borra...
-Paso~ -Declinó el oji-verde, moviendo la cabeza hacia otro lado, de brazos cruzados.- Blue se cotrola solita. Incluso creo que sería interesante ver que puede pasar...
-Sois diabólicos. Los dos. Absolutamente retorcidos. –Sin dejar de mirarlos con extrema cautela, se levantó del sofá. Acto seguido, se estiró de brazos y piernas para desentumecerse y se cruzó de brazos, mirando hacia una de las ventanas de la sala que ya tenía las cortinas echadas.- Yellow es una chica dura, sensei. En una batalla Pokemon, si se pone seria, puede llegar a igualarme y no digo que me haya vencido ni nada por estilo...ja, claro que-...
-Oh, claro que sí. –Silver entró a la sala con paso calmada y una mano metida en el bolsillo de su pantalón. De detrás suyo, saludaron de vuelta y se acomodaron en la larga mesa Ruby, Sapphire y el trío de Sinnoh.- ¿Me voy un momento y el charlatán ya esta alardeando de sí mismo? –Sonrió brevemente.- Ya le hemos avisado a Cynthia del cambio de planes. Nos marcharemos mañana por la mañana y buscaremos por loa alrededores de las montañas. Con un poco de suerte, la Campeona se unirá a nosotros en cuanto se disuelva la tormenta que azota la zona de la Convención.
-Adiós a la vida de rico y ahora, adiós a la vida de medio...¿Qué viene después? –Se quejó, refunfuñando como un niño pequeño.- Oh vamos, apenas hemos pasado dos noches aquí. ¡Qué casualidad! En el Hotel pasamos aproximadamente el mismo tiempo. –Sonrió con sarcasmo.- ¿Qué es esto, una conspiración? Porque estoy empezando a pensar que somos gafes...
-En ese caso lo serás tú~
-No estoy de ánimo, rojito.
-¿Y te crees que yo sí con medio kilo de barro en las zapatillas, la camiseta arañada, el pelo lleno de ramas y con unas pintas que dan asco, doradito?
-Hay algo para eso, se llama ducha, chico cursi~
-También hay algo para eso, se llamada cerebro, Goldeen~
Sí, parecía que se iba aliar a golpes en cualquier momento. A cada palabra se iban acercando más y con la última frase, ya habían cogido al otro del cuello de la camisa y se confrontaban con las miradas echando chispas de fuego. Pero meh, sus compañeros ya conocían a ese par y sabían que harían todo con tal de molestar al contrario, pero con "cariño", sin llegar a insultarse con intención claro está...¿O no? Bueno, el caso es que hay estaba Sapphire para arreglarlo todo, si señor.
-No sé si potar por lo cutre que ha sonado eso o intentar deteneros...-Objetó poniendo cara de asco, con la barbilla apoyada en las manos y sentada en la mesa.- Nah, ninguna de las dos. Si se me ocurre algún argumento más para que sigáis echándoos arena, os lo haré saber.
-La Señorita Justicia ha hablado.- Levantó la mano el pelirrojo, quedamente, mientras miraba a su ami-rival con una sonrisa de sorna.- Ahora bien, vamos a lo importante. Tenemos que reconstruir todo desde el momento en que dejamos sola a Yellow. Y para eso...
Al sentir su mirada plateada, la chica de brillantes colmillos se levantó de la silla, para e los demás a escucharan mejor.
-Como ya dije, antes de que la tormenta empezara, Yellow y yo nos adentramos en el bosque para buscar, entre unos arbustos, una Hierba Revivir que había encontrado de casualidad. Insistí en que se a quedara y después de eso, corrimos de vuelta. Y ahí fue cuando nos separamos. Ella escuchó un extraño ruido y me dijo que me adelantara, que iria a averiguar qué le sucedía a ese misterioso Pokemon. Yo no reconocí en ese sonido la voz de un Pokemon, pero pensé, que como Yellow estaba más acostumbrada a "escuchar" más profundamente, no tenía nada de malo y me despedí de ella. La última vez que la ví se perdió detrás de unos arbustos de bayas.
-¿Cómo que no reconocía la voz de un Pokemon? –Preguntó intrigada Platinum, dejando de lado un momento su taza de té.
-Bueno, pues...-Para sorpresa de todos y escándalo de Ruby, Sapphire se subió a la mesa, se cruzó de piernas y se sentó allí mismo, más pancha que pancha. Y seguidamente, empezó a hacer sonidos muy parecidos a los de la naturaleza nocturna al mismo tiempo que imitaba con sus manos ciertas figuras de Pokemon salvajes.- Era un sonido como De Minum y Pikachu a la vez. Una cosa extraña...ya que esos Pokemon son originarios de Hoeen y Kanto, respectivamente. Pero eso no es todo, después adoptó el timbre de un Donpahn joven y más tarde, el último trazo, se asemejaba a un Luxray. Raro, ¿Verdad?
Sapphire era la experta en fauna y flora en cuanto a todas las regiones y Pokemon se refería y los demás tardaron en entender un poco cómo había cambiado tan rápido de modo "Campo" a modo "Científica" en apenas unos segundos.
-¿...Timbre?- Preguntó desconcertado el rubio de ojos anaranjados, con una ceja levantada.
-¿Trazo...? –Le siguió Gold.
-¿Nata? –Preguntó Diamond, sin saber muy bien de qué iba la cosa. Más bien, había desconectado desde el momento que había escuchado "Pikachu" El pobre estaba vencido menta y físicamente.
-Buen punto, chico glotón.- Asintió Gol, con los brazos cruzados.- ¿Nos hablas en castellano?
-Sencillo. Es imposible que un Pokemon haga ese ruido aún estando herido. Es como si me pongo a lloriquear como Ruby a la vez que me rio y estoy enfadada. Es totalmente absurdo.- Se encogió de hombros. El mencionado no tardó en reclamar y la castaña sonrió satisfactoriamente, sacándole la lengua después a modo de sorna.
-Tú teoría es que la han secuestrado, ¡Bien! Me dejas mucho más tranquilo.
La buscadora miró un tanto apenada al sarcástico joven. Con esa espontánea y cortante frase había captado la atención de todos sus compañeros, que también lo observaban con una mezcla de sorpresa y desaprobación en la mirada.
-N-no, yo no me refería a eso, solo cabe la posibilidad...
-Es verdad Red, hay que tranquilizarse. Pensaremos las cosas con cuidado. –Añadió Blue, intentando relajar a su compañero. Ese comportamiento no era habitual en él. Y el moreno solo perdía los estribos de esa forma cuando estaba realmente nervioso y preocupado. A la castaña se le encogía el corazón no poder ayudar tanto a su amiga de cabellos de oro, como al Campeón de Kanto, pero por el momento no podía hacer mucho más que ser la voz de la razón. Que irónico, ¿no?
-Oh, sí, claaaro, vamos a calmarnos ¿no? Vamos a olvidarlo todo por un segundo para conseguirlo, ¿vale? ¡Vamos a olvidarnos de que mientras nosotros estamos aquí tan relajados, a salvo y contentos, Yellow puede estar quién sabe dónde, nerviosa, aterrorizada, triste...Y quién sabe qué le podrían hacer! ¿¡Cómo quieres que me calme!? ¿¡Que lo olvide!? ¡Es imposible!
-Tienes razón pero así no vamos a llegar ninguna parte...
Pero el moreno no tenia ninguna intención de dejarlo pasar.
-¿Y hablando y pensando vamos a llegar a algo? Déjame aclarar un pequeñísimo detalle...-Sus ojos carmesíes brillaban con rabia, pero no hacia ellos, no, hacia la situación en sí. Odiaba sentirse acorralado y ahora mismo estaba totalmente encarcelado.- Mientras nosotros dormimos, ella puede estar intentando huir. –Señaló hacia un punto indefinido en el espacio.- Puede estar intentando buscarnos, deseando que la encontremos. Puede estar en problemas. En tan serios problemas como los estuve yo en el pasado, ¿Y sabes qué? –Hizo una pequeña pausa, arrastrando las palabras con sorna.- Nadie irá a ayudarla porque sus mejores amigos, compañeros, la persona a la que ama...¡Estarán durmiendo tan plácidamente pensado que todo va bien! ¡Aplazando algo tan serio como si fuera un juego de niños! ¿De verdad? ¿De verdad me estás diciendo que me calme, que no vamos a llegar a ningún lado...?
-Y-yo...-Blue ya no sabía qué hacer. Se había quedado si argumentos y lo peor es que los de Red eran tan impactantes...y verdaderos, que empezaba a dudar de los suyos propios. Miró hacia abajo, rendida, suspirando pesadamente.
¿Había otra solución? Quizá, si no lo intentaban ahora, más tarde se lamentarían...Y si llega a pasar algo malo, nadie se lo perdonaría, por no haber dado más de sí mismos por hacer algo que sobrepasaba lo imposible. El grupo había alcanzado su punto crítico y pequeñas grietas comenzaban a cubrir su sólido interior.
-Venga Red ya está bien, vamos a...
Green se le acercó por la espalda y con su típica actitud relajada, tratando de no exaltarse, apoyó una mano en el hombro de amigo y rival de la infancia, deseando así transmitirle un poco de su aparente impasividad ante todo. Pero sin éxito. Red se giró, sacándose de encima bruscamente la mano del castaño y en una milésima de segundo, una mirada fogosa y otra esmeralda chocaron en el mismo punto. Red reclamaba una explicación. Green tan solo buscaba la paz por esa noche.
-Oblígame. –Le retó. Es increíble como una situación de tensión, puede cambiar hasta el más alegre e ingenua de las personas.- Haces o que queráis. Yo voy a ir a buscarla, dónde quiera que esté.
Red se encaminó sin mirar a nadie hasta la puerta, decidido y con paso firme, pero justo antes una sombra se interpuso en su camino.
-No vamos a dejarte ir, ¿Quieres perderte tú también? –Lo encaró Crystal, tratando de hacerlo entrar en razón. Él volvió a ponerse en marcha, dispuesto a pasar por encima de cualquiera que no respetara su decisión.
-Eh, Red-sensei, ¿de verdad quiere tomar ese camino? –Gold caminó a paso lento entre ambos, con los ojos cerrados y sosteniendo sobre sus hombros su famoso palo de billar. En un determinado punto, volteó hacia su "maestro", con seriedad.- ¿De verdad quiere que lo pillen también?
-No podrás hacer nada si pasa eso.- Añadió Sapphire, mostrándole apoyo a la peliazul. Crystal sonrió agradecida y ella le devolvió el gesto con un asentimiento.
-No tenemos que separarnos. –Se unió también Ruby, apoyandose en la pared más cercana.
-No me gusta decir cursilerías, pero ahora, más que nunca, no podemos permitirnos ese lujo.
-Coincido con Emerald. Recapacita Red. –Respondió Silver, transmitiendo toda la comprensión que podía en cada letra.
El Campeón de Kanto estaba totalmente acorralado en cuanto a opiniones. Y quizás, quizás tenían razón. Pero no quería ver la verdad. Se negaba a esperar un poquito más. A lo mejor era muy imprudente...¿ero qué opción le quedaba? ¡Le iba a explotar la cabeza si no hacía algo YA mismo! Se quedó pensativo por un momento, a regañadientes, cavilando cada respuesta.
-Hazlo por Yellow-senpai...-Platinum lo miraba rogándole que se echara hacia atrás. Diamond y Pearl, a su lado, asintieron.
-Sí.- Black y White, se unieron al grupo, igual de serios. Blue miró a Green por un corto lapso de tiempo, preguntándose si eso iba a funcionar. El oji-verde se encogió de hombros. No tenía respuesta a eso.
.
.
.
-Me da igual.
Bajo la sorpresa de todos, el moreno apartó delicadamente a las personas que le impedían el paso y siguió como si nada en dirección a la puerta que daba al exterior, sin separar su mano en ningún momento de su cinturón de pokeballs y con los ojos cerrados para no arrepentirse y volver atrás. Ahora no podía dudar.
Green lo agarró el brazo antes de que pudiera abrir la puerta y esta vez sí, lo encaró imponiendo su razón por encima de todos.
-¡Basta ya Red! ¿Eso es lo que quieres? ¿Servirle la victoria en bandeja de plata a ese ladrón desamado? ¿¿Darle la oportunidad de romper poco a poco nuestra unidad, para que le sea más fácil acabar con nosotros uno por uno!? Eso es lo que quiere ¡TU LO HAS VISTO! –Red abrió un poco los ojos, sorprendido, para después bajar la mirada.- Solos no somos nada...No somos rivales para él. Acabar uno a uno sería pan comido...Piénsalo bien que bien le vendría un grupo de amigos roto, resentido por todas partes, un grupo destruido y sin energía. Porque, seamos realistas, obtenemos nuestra fuerza de nuestra unión, de nuestros lazos. Si nos quitan eso...dime, ¿Qué somos? ¿Qué eramos antes de conocernos aquel día, Red? Dime.
Ahora sí. La semilla de la duda estaba plantada, enterrada y bien regada. Puede que los argumentos de Blue fueran razonables. Que los de Red fueran tan verdaderos como un jarrón de agua fría. Pero es que los ideales de Green eran innegables, totalmente indestructibles por su coraje y realidad. Era una locura ignorar eso. Y Red lo sabía, lo sabía demasiado bien. Por acto reflejo, todos sus músculos se relajaron y su mano dejó de apretar firmemente la pokeball de Aerodactyl. Tras un largo y pésimo suspiro, las primeras palabras salieron de boca muy lentamente. Eran amargas.
-...Lo siento.
Green suspiró también y le asintió, intercambiando una mirada de agradecimiento al de ojos rojizos. Su agarre se deshizo y poco a poco, volvieron a entrar al salón, respirando hondamente para relajar los nervios que increíblemente a esa hora estaban a flor de piel con tanto problema emergiendo.
-De verdad que lo siento...No sé que me ha pasado.- Susurró arrepentido , llevandose una mano a la frente. Era penoso. Por un momento había pensado que esa era la única opción, la más razonable y segura. Había estado tan cegado por la impotencia...que se alegraba enormemente de tener a alguien que lo hubiera detenido antes de cruzar esa puerta que lo llevaría a la desgracia. A él, a Yellow, a todos.
-No te preocupes. –Contestó Ruby, volviéndose a sentar otra vez en la mesa. Acto seguido, sacó sus gafas del bolsillo y empezó a limpiarlas con paciencia.- Todos estamos demasiado estresados como para pensar con claridad...Pero no podemos dejar que nos manipulen de esa forma.
-Si estamos unidos, no tendrá oportunidad.-Asintió con una mano en el pecho su compañera amante del azul zafiro.
-¡Exacto! Hay que ser positivos. –El trío de Sinnoh compartió una mirada cómplice entre ellos y con una sonrisa de oreja a oreja, chocaron las palmas de las manos.
-Je...Ya veo. –Red se rascó una mejilla, con una ligera sonrisa. Sin pensarlo dos veces, asintió con determinación brillando en sus ojos.- Está bien. Entonces, ¿Qué sugerís que hagamos?
-Bueno, es solo una idea, pero...-Silver dio un paso al frente, para hacerse notar.- He pensado que podríamos usar la técnica del cebo.- Levantó un dedo, seguro de sí mismo, pero inexpresivo como siempre. El resto barajó esa opción durante uno minutos pero volvieron enfrentar al chico, no muy convencidos.
-Es algo muy predecible, ¿no? –Cuestionó el rubio de ojos ámbar.- ¡Yo voto por atacar la retaguardia con todo antes siquiera de que le de tiempo a pestañear!
-Hmm...Habitualmente estaría de acuerdo con eso. Pero esto no es un combate cara a cara.- Intervino Sapphire.- No me gusta admitirlo...ero para esto necesitaremos cabeza. Planear cuándo y cómo vamos a hacer cada cosa. Tan organizadamente como sea posible para que no nos vea venir. –Intercambió un mirada con Ruby.
-Obviamente, no podemos despreciar el factor sorpresa. Dejaremos un espacio para la improvisación. Le sonrió a la castaña y compartió su opinión con el resto. Personalmente, me gusta tu idea, Silver. Pero, ¿Cómo piensas llevarla a cabo?
Silver sonrió de lado, con confianza.
-Cómo bien dirias tu...*S'il vous plaît, tenemos a una profesional aquí~ (...) Hermana.
-Je...-La castaña se quitó un momento su pamela blanca y se levantó de su asiento para estirar los brazos y crujir los dedos y puños.- Por favor~ Este es mi elemento. –Sonrió astutamente.- Os prometo que elaboraré una estrategia tan increíble e impactante que os quedareis sin palabras jojojo~ ¿Green, harías el favor de ayudarme? Obvio, ¡No podemos olvidarnos de todos, vamos a hacerlo JUNTOS.
Cada uno, cara a cara, mano a mano, sonrieron con confianza, cómplices de un mismo destino, y asintieron con una decisión que parecía que iba a cobrar vida de un momento a otro.
-Estoy seguro de que podemos aguantar un poco más, Red.- Dijo Gold, con su típica expresión de confianza y orgullo.- Empecemos con...
¡PUM!
-¿Qué pasa?
-¡WHITE! –Exclamó Black, con cierto tono de desesperación.
-¿White? –Los demás se giraron hacia dónde se encontraban los más pequeños. La castaña yacía desmayada en el suelo, con la cabeza apoyada en los brazos del castaño que había tenido la suficiente rapidez como para impedir que se diera un buen golpe en la nuca. Sin éxito,intentaba hacerla hablar para saber como estaba.- ¡White! ¿¡Qué le ha pasado?!
-N-no...¡No lo sé! –Chilló preocupado, observando que estaba totalmente inmóvil.- ¡De repente se desmayó! No lo entiendo...¡Dijo que ya estaba bien! –Con ayuda de un compañero y una compañera, consiguieron subir a la habitación que compartían las chicas y acomodar a la oji-azul en un lugar cómodo para que descansara. Black no se separaba de ella ni un instante. Estaba absolutamente consternado por la espontaneidad del suceso.
-No es grave, estará bien. –Los tranquilizó Ruby cuyas habilidades en primeros auxilios se habían fortalecido al estar siempre en compañía de alguien que aparecía a cada segundo cubierta de heridas, rasguños y moratones.- Solo se ha mareado. Aunque lo que no entiendo es la fiebre...-Coloco su mano en su frente brevemente.- Ya la tenía cuando nos fuimos y después del ataque de Espeon.
-¿Estará enferma? –Preguntó inocentemente Diamond.
-No creo que enferma sea la palabra adecuada...Es extraño, pero no creo que sea eso.
.
.
.
-Yo...yo creo que sé lo que le pasa.
-¿Ah? –Chicos y chicas buscaron con la mirada al autor de esa frase. Black, que había permanecido callado a voluntad propia, guardándose lo que sabía para sí mismo, decidió soltarlo. "Lo siento White, pero lo que te pasa no es normal. Tenemos que encontrar una solución y mantenerlo en secreto no es una buena opción"
-¿Black, que quieres decir? ¿Qué le pasa?
-Crys...Creo...-Observó de reojo un momento a su amiga y "jefa" a tiempo parcial y después volvió a encararla con seriedad a las chica de las coletas.- Creo que lo que le pasa a White es que ha sido afectada por un ataque psíquico.
La sorpresa no se podía medir al momento de decir eso. Unos y otros se miraron, susurraron, se llevaron las manos a la boca, a la barbillla...procesando lo que el chico había dicho tan a la ligera....¿O no?
Tenía sentido. Justo después de ataque en el Hotel, White empezó a tener ese estado tan impredecible y frágil. No era imposible pensar que la culpa la tenía ese Pokemon, pero...¿Cómo?
-Espera un momento, frena, frena, frena...-Gold levantó ambas manos, pidiendo una explicación.- ¿Cómo un ataque puede causar ese efecto? Digo, puedes quemarte, pueden congelarte, paralizarte o envenenarte incluso, pero...¿Ponerte enfermo? ¿Fiebre a largo e intermitente plazo? Para mí no tiene sentido.
-Ni para mí.- Rápido como un rayo, Black se tomó la molestia de contestar de vuelta.- Pero cuando lo analicé bien, detenidamente. Me di cuenta de que puede pasar. Raramente, pero es posible.
-Explícate.- Pidió seriamente Green, dando un paso al frente. E castaño se uso en pie para ser escuchado.
-Está bien. Como vosotros, después del ataque no pensaba que era nada malo, nada de que preocuparse. Simplemente el ataque psíquico había sido tan directo que le había producido ese "sobrecalentamiento" pero era obvio que iba a ser pasajero...-Hizo una pausa para pensar.- Pero cuando sus dolores de cabeza persistían, sus desmayos aumentaban y el sueño...Estaba claro. White ha sido afectada de una manera peculiar.
-¿Hm? –Se extrañaron los pokedex Holder mayores.
-Tiene visiones. Visiones... que sospechamos que tienen que ver con el pasado o con el futuro de lo que ese Espeon ha sido participe.- Aclaró, con una expresión totalmente seria.- Tiene lógica, ese extraño Pokemon es el autor del ataque. Quizás por su aspecto tan raro y su anormal poder ha provocado ese efecto.
-¿White...está consciente de ello? –Preguntó con un tono preocupado la morena de ojos aplatinados. Black asintió silenciosamente.
-¿Y qué nos asegura que ese ladrón tan meticuloso no sepa ya de esto? Puede que hasta saque provecho de ello. Con todo lo que hemos tratado con ese sujeto, estoy seguro de que no nos dejaría la más mínima oportunidad.
-Por eso mismo, Red-senpai. –Miró fugazmente a la castaña.- White también me ha comentado eso y hemos estado barajando esa opción. Pero no tiene sentido. Si lo supiera, habría intentado algo contra White y quizás, Yellow no estaría desaparecida. Pero no. Esto es lo único de lo que estoy al cien por cien seguro que no sabe nada. Eso es bueno. –Sonrió ligeramente, un poco aliviado.- Pero no sabemos cuanto puede durar este estado. Sí, puede ayudarnos, pero me preocupa su salud a largo plazo...
Pearl se acercó al chico y le pasó un brazo por encima de los hombros, con una actitud cómplice y de apoyo.
-Hey, tranquilo. –Acto seguido, se señaló con el dedo pulgar, con confianza.- ¡Soy u experto en ataques Pokemon! Y tengo la ligera sospecha de que, así como empezó con ese Espeon...acabará con él mismo. –Al volver a abrir los ojos y ver las caras de sus compañeros se vio en la necesidad de aclarar ese punto, ¿Acaso tenía pinta de asesino? - ¡No,no, no de esa forma! Me refiero a derrotarlo.
-Pero es demasiado fuerte...
-Bueno, pues ya pensaremos o improvisaremos algo, Dia.
-¿Y por qué no nos dijiste todo esto antes? –Interrogó Green, mirando la escena un poco más alejado.
-Ah, yo no sabía nada hasta esta mañana. –Se excusó, moviendo las manos delante de él insistentemente.- Cuando White se despertó me lo contó todo porque le insistí. Las razones por las que no nos dijo lo que le sucedía antes...Entiendo que era para que no nos preocupáramos y porque creía que no era importante. Pero...
El chico dudó un momento en seguir. Ahora que todos sabían ese "pequeño detalle" tocaba llegar al tema crítico. Y no sabía como sobrellevar eso. Era algo importante, una oportunidad para que nadie saliera mal de ese asunto, no tenía que debatirse entre sí comunicárselo o guardárselo para sí mismo. Eran un equipo. Y si no estaban juntos en esto a pesar de las dificultades, nunca lo estarían.
-¿Pero? –Crystal se adelantó, intrigada por el largo silencio que había dejado Back entre palabra y palabra.- ¿Hay algo más? –Él asintió, y la chica de ojos cristalinos intercambió una mirada con Gold.
-¿Es todavía peor? –Black volvió a asentir, en silencio.- Genial, estamos más fritos que cacatúas al horno.
-No interrumpas Gold, déjale terminar. – Intervino Silver, acercandose por a espalda a su amigo y depositando su mano encima de su hombro. Después, lo invitó con la mirada.- Sigue.
-White...-Se quedó en silencio un momento.- White ha visto la cara de la ladrona.
El silencio invadió la sala.
-¿Q-qué...has dicho?
Antes de que Black pudiera aclarar la situación, Gold interrumpió las miradas sorprendidas, los murmullos, las teorías y todo lo que se moviera en ese preciso instante para aclarar algo de suma importancia.
-A ver, a ver...Vuelvo a pausar esta locura. –Imitó una cruz con los dedos.- ¿No que era un ladrón? Por tanto, es chico ¿no? Que alguien me explique como es que ahora se convirtió en chica así, de la nada.
-Uff...Que alguien le dé con una sartén en la cabeza, por favor...-Suplicó Silver, masajeándose el puente de la nariz para intentar calmarse y no acabar a golpes con el azabache, como era costumbre.- Gold, cuando Sapphire fue atacada en el Hospital percibió que se trataba de una mujer, pero que a la vez había escuchado la voz de un hombre a lo lejos.
-Mi teoría sigue quedándose en lo mismo, ¿Qué es? ¿Un Ditto? –Preguntó irónicamente, cruzándose de brazos. Que alguien le de el Premio Nobel, por favor.
-No, es una persona, pero es fácil de explicar ahora que sabemos esto.-Dijo Green, acercandose en el acto con una sonrisa satisfecha por lo que había montado en su mente.- El "ladrón" atacó en dos lugares a la vez. Ambos tenían un Espeon extraño. Sabemos que es chica, pero que también es chico. La percepción de Sapphire no se equivoca: Estamos ante unos "agentes dobles"- Se cruzó de brazos y cerró los ojos.
>> Es decir, nuestro enemigo no es uno, son DOS. Ahora encajan las piezas del rompecabezas: Necesitaban tener vacío el Hotel, así que indagaron. No sé de que forma pero lo hicieron, sabían de la existencia de la carta de Cinthya, día y hora. Aprovecharon ese momento sin pensarlo dos veces. Pero, se les torció el plan.Una parte fue a Ciudad Corazón de ocio. No podían estar seguros de cuando volverían...así que nos mantuvieron ocupados, mientras el ladrón, disfrazado para no levantar sospechas se hizo con la pokedex. Fue una sorpresa encontrar a los de Teselia allí, pero no e fue una molestia acabar con ellos. Al mismo tiempo, yo tuve oportunidad de perseguir a la ladrona y hablar con ella. Me di cuenta de su tono de voz extraño, pero Sapphire lo confirmo cuando fue atacada en el hospital. Son un equipo. Y solo buscaban confundirnos.
-Hasta la fecha lo han logrado.-Se lamentó Blue, que ni siquiera había visto venir eso.
-¿Y el Espeon? ¿Cómo explica eso? –Preguntó Platinum, que había meditado palabra a palabra el plan del mayor de todos ellos.
-Es otro "Agente doble" –Sonrió con ironía.- Solo que es mas falso que un Gold caballeroso. –Muy pronto se escuchó una reclamación que fue acallada igual de rápido por una "patada tranquilizadora" – Bueno...Me explico: El Espeon que os atacó...era de verdad. Por muy falso que sea, no se puede replicar el daño de un ataque Pokemon real. El que vi yo...era un holograma. Ella no lo sabe, pero uno de mis Pokemon lo detectó.
-Entiendo...Entonces, ¡Ahora no tiene secretos para nosotros! ¡Bien! –Exclamó Red, que se sentía más lleno de energía. Ahora veía una gran oportunidad de acabar con todo ese problema y salvar a Yellow sin que nadie saliera herido. Uno a uno, tanto los de Hoeen como los de Sinnoh, todos, se unieron a la fiesta del Campeón de Kanto, alegres porque ahora no lo veían todo tan oscuro como antes.
-Bueno,bueno, no todo será tan fácil...Son inteligente y aún no nos hemos quitado de encima a ese Espeon.- Aclaró con una sonrisa confiada Blue, levantando el dedo índice para hacer énfasis en sus palabras.- Vamos un paso adelante, y ellos no lo saben, hay que aprovecharlo. –Acto seguido, se giró hacia su kouhai de Teselia.- ¿Y bien, sabes cómo era su aspecto?
Black asintió repetidas veces.
-Tiene los ojos de un verde intenso, pelo largo y castaño. Es de piel muy blanca, casi pálida...Y...¡Ah! White vió junto a ella como una especie de maletín negro con bordes dorados. Su risa era aguda.
Sapphire sintió que se le encogía el corazón. Un intenso dolor en el pecho no le dejó más remedio que llevarse una mano a esa zona y otra a la frente, dónde había localizado también un repentino mareo. No sabía explicar que le pasaba y tampoco podía averiguar de dónde venía esa sensación tan dolorosa y extraña.
"Yo..."
-C-creo que me siento mal...
"Yo creo que..."
-¿Sapphire? –Platinum se acercó preocupada a su compañera y después Diamond y Ruby.
-¿Sapph, te encuentras bien? –Preguntó este último.- Estás pálida.
"La he visto..."
-L-la he visto...
-¿Qué? ¿Qué estás diciendo...? ¡HEY! –Ruby a interceptó a tiempo de que se cayera al suelo por el mareo. No sabía si era consciente de lo que su amiga estaba diciendo, pero de algo estaba seguro. Su estado no era normal.
En la cabeza de la castaña se empezaron a arremolinar muchas ideas, muchas imágenes, voces diferentes que se juntaban en un mismo punto, asemejándose a una enorme batidora que no hacía más que acrecentar el pésimo estado en el que poco a poco se sumergía más y más.
"-Ojos de un verde intenso, el pelo largo y castaño."
***
¿E-está bien? Lo siento, no era mi intención...
Había chocado con una mujer que vestía una camisa de flores y unos pantalones vaqueros con sandalias. Parecía una turista. Cuando se recompuso del susto, aceptó la mano de la exploradora y se levantó, quitándose el polvo de la vestimenta. Sapphire aprovechó para ayudarla a recoger sus papeles, que daban la impresión de ser muy importantes.
-Oh, no te preocupes.- Sonrió colocándose bien las gafas de montura blanca.- Soy algo despistada y no miraba por dónde iba.- Sus ojos, de un verde intenso, demostraban sinceridad. Sapphire le dio sus documentos y se rascó la nuca, avergonzada.
-Yo también...- De repente, la campana para el vuelo Latias sonó y Ruby la llamaba con la mano, para que se diera de prisa. Atropelladamente se despidió de aquella mujer, que rondaba los 30 años.- ¡Lo siento! Me tengo que ir, el avión hacia Sinnoh sale ya...- Se dispuso a dejarla, pero ella la siguió.
-Yo también tengo que tomar ese vuelo, que grata sorpresa. –Sonrió y la oji-azul asintió. La verdad es que la simpatizaba. La mujer se acomodó su larga coleta a un lado.- Pues vamos, que lo perdemos.
***
-"Llevaba un maletín negro con los bordes dorados."
***
-Oye, no quiero ser grosera, pero, ¿Qué guarda en ese maletín? Es muy elegante.
-Ah, no pasa nada. –Le respondió con una sonrisa la mujer, mientras pasaban sus pasaportes.- Le tengo que llevar unos documentos importantes a una amigo, ¡Somos un equipo! Así como tus amigos y tú.- Puntualizó, alegremente. Ella asintió y también sonrió. Le caía bien.
***
Su corazón se aceleraba a cada nueva conversación que recordaba de aquel día. El primer día que pisaron Sinnoh, embarcando desde Hoenn. Ella misma escuchaba sus latidos.
"-Es de piel muy blanca...casi pálida."
***
-¿Así que sois de Hoenn? –Afirmó la mujer. Ahora ya podían hablar más relajadamente. El avión había despegado y ellas dos se habían sentados juntas, detrás de Ruby y Emerald.- ¿Vais a Sinnoh de vacaciones?
-Se podría decir así. –Sonrió ella, asintiendo emocionada.- También vamos a ver a unos amigos de allí, mejor dicho, ¡Nos reuniremos todos! ¡Y somos muchos! –Rió divertida, alzándolo los brazos. El oji-rubi se dio cuenta de sus alaridos.
-Sapphire, te van a echar.
-Vale, vale...-Bajó un poco la cabeza al ver que un par de personas se habían girado y la miraban raro. Recuperada ya, volvió a entablar conversación con la mujer.
-Veo que sois muchos.- Rió ligeramente. Ella asintió.
-¿Usted es de Hoenn? –Le picaba la curiosidad, nunca la había visto por ahí y su piel era demasiado pálida como para vivir en un lugar tan soleado, aunque se cuidara.- No la había visto nunca...
-Claro que soy de allí, no nos habremos visto por casualidades de la vida.
-Oh...
***
No...No se podía creer lo que había hecho...
***
-Bueno...Aquí nos depedimos. –Dijo sonriente la mujer, haciendo rodar su gran maleta.
-A lo mejor nos volvemos a ver.- Asintió inocentemente la castaña. Pronto se tendría que ir ella, los chicos ya habían cogido sus maletas.
-Seguro que sí. Por cierto, ¿Dónde os alojais?
-En el Hotel de Pueblo Arena, pero nos recogen aquí, en Ciudad Jubileo.- Sonrió. Ruby ya le estaba haciendo señas de que debían irse.- ¡Bueno, me tengo que ir, un gusto conocerla!
***
-¡Sapphire! ¡Dinos que te pasa! –Insistió el joven coordinador, preocupado, con la joven aún en sus brazos.
-Yo...sé quién es. La he visto...antes...Ella es...
"La chica del aeropuerto"
"Yo solo quería ser amable..."
-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top