Esperanza.




Red cerró los ojos con fuerza mientras sus manos se convertían en dos puños. No había tiempo para pensar qué estaba mal y qué estaba bien, ahora solo había algo que realmente valía la pena: Buscar a Yellow. No podía...No podía imaginar que pasaría si se volvía a repetir la situación de Black Y White hace unos días...Dos de sus kouhais con heridas serias y el resto bastante lastimado. Para un día que habían tenido de descanso. Para un día en el que habían bajado la guardia. Y pasaba esto. No más.


"No más" Repitió en su mente y abrió los ojos, brillando la determinación en ellos.


-¡Voy a buscarla afuera!


-¡E-espera Red! ¿Qué pasa si...? -Blue agarró su brazo antes de que el moreno saliera corriendo, preocupada, pero fue rápidamente interrumpida por una mirada tajante del chico. Sabía lo que esos ojos carmesí significaban. Sin necesidad de explicaciones, sin palabras. No podía poner oposición a eso. Asintió, seria y relajó su agarre para dejarlo marchar.


Apenas una pequeña sonrisa fugaz se quedó suspendida en el aire, como muestra de agradecimiento, antes de que la sombra de su espalda desapareciera a lo lejos del jardín, adentrándose en el espeso bosque que rodeaba Pueblo Caelestis. La castaña se volteó para avisar al resto del problema, con la misma rapidez.


-L-lo siento...-Escuchó desde atrás. Crystal se había mantenido todo el rato con la mirada agachada y jugando con sus dedos nerviosamente. No podía dejar de pensar que las cosas iban de mal en peor.- Yo...Lo siento por lo de antes. Y ahora...tal vez...


Blue negó con la cabeza, comprensivamente.



-Nadie tiene la culpa de lo que está pasando. Respecto a lo anterior...Ahora eso no importa. Reconozco que yo también tuve que ver. -Suspiró pesadamente. Acto seguido, la miró seriamente.- Voy a organizar grupos de búsqueda. Cabe la posibilidad de que haya vuelto a la casa pero "algo" la haya conducido a otro lugar. En ese caso, no andará muy lejos del bosque.- Le dio la espalda, apoyando una mano en el marco de la puerta y mirando fijamente a la nevera de color azul que había dejado Red, pensativa.- ¿Tú podrías ir a buscar a Gold? Creo que ha subido arriba, pero no me siento aun con el derecho de hablarle...



-...Supongo que está bien. -Asintió con un movimiento rápido de cabeza y la ojiazul sonrió agradecida.- Luego nos uniremos a la búsqueda.


-Gracias. -Sususrró.


o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


Hacia ya varios minutos que había decidido estar solo. Simplemente, para ordenar sus pensamientos y para que nadie lo viera de esa manera: Desanimado, sin el positivismo que le caracterizaba y sin muchas ganas de hablar con nadie. Sabía que era bastante malo controlando su rabia o su tristeza cuando estaba enfadado o triste y no quería lastimar a nadie por tener demasiadas ideas en la cabeza, repitiéndose una vez tras otra. Justo como en ese momento.



Había escogido un rincón en la guardilla de la casa con ese propósito: Pensar. Quién lo diría: Alguien como él, pensando seriamente algo como pocas veces. Aunque no era el mejor lugar del mundo para pasar el rato, se conformaba por el momento. No necesitaba mucho espacio, se sentó en el lugar que menos telarañas, trastos y polvo tenía y apoyó los brazos en sus rodillas, con la cara oculta por las mangas de su sudadera favorita. No hacía frío, sin embargo, se sentía mucho mejor así, escuchando de fondo, como las ráfagas de viento chocaban con el viejo cristal del tragaluz.



Ya se estaba empezando a acostumbrar a todo aquello. Que las cosas estuvieran tan bien...y que de un momento a otro, todo se torciera, y acabara realmente mal. Lo sabía muy bien por experiencia propia. Durante la mayor parte de sus aventuras, lo que había empezado como una inocente exploración de su región, terminó siendo un cuidadoso y gélido plan de un poco con una máscara, que no era otro que un Líder de Gimnasio, nada más y nada menos. Y ahora...Bueno, el ideal de vacaciones, playa, bikinis, deporte y fiesta con tus amigos se había ido por el caño.



Y quizá...


Levantó un poco la mirada hacia la ventanita circular que adornaba una pared del oscuro y polvoriento lugar. El cielo azul marino, lleno de puntos blancos brillantes, lo saludó con su habitual silencio frío y suspiró lentamente, con algo de pesadez. Esa noche había Luna Llena. Una enorme Luna Llena.


Quizá nadie sabía como acabaría toda esta historia en la que sin comerlo ni beberlo, se habían metido de lleno.


Ja...qué gracioso.


Ahora era medio poeta.


Conforme le daba vueltas a todo lo que venía sucediendo durante toda la semana, se daba cuenta de que todo había empezado con una inocente propuesta suya. Hoy, no era tan inocente.



Una ligera sonrisa de lado se dibujó en sus labios. Estaba decepcionado. Decepcionado consigo mismo, porque ni Crys ni Sylver se tomaron en serio su idea. Decepcionado consigo mismo porque Blue si lo hizo y extendió el proyecto como la pólvora entre las demás regiones dónde vivían sus compañeros. Decepcionado consigo mismo por lo bien que habían empezado...y por lo bien que podría haber acabado. Definitivamente, estaba decepcionado porque fue EL quién empezó esta loca idea un infernal y aburrido día de verano. Tal vez no era culpa suya, es verdad, y lo entendía. Pero su cerebro se empeñaba en torturarlo con una sencilla y dolorosa pregunta.



¿Qué habría pasado si ese día no hubiera dicho nada? ¿Si se le hubiera ocurrido, yo que sé, una fiesta en el Gimnasio de Green, como era costumbre? ¿O hasta quizá en su casa? ¿Qué pasaría si se hubiese dado más fuerte en la cabeza cuando se se cayó de la almohada?


Estaba seguro de que nada de esto estaría pasando. Y seguirían tan felices como siempre, ¿Aburridos? Sí ¿Muertos de calor? Probable ¿Con una patada de Crys? Seguro. Ero felices después de todo y cada uno con sus propias rutinas.


"Lo de pensar no se me da tan bien como creía. Me duele la cabeza...y el pecho."


-Espero que toda esta locura se arregle, no me gusta estar así.- Le susurró entre dientes a la nada, volviendo a ocultar su cara entre el agradable cobijo de la tela roja.


-¿Qué no te gusta?


-¿¡WACK!?


En u abrir y cerrar de ojos se encontró con la cara de Crystal al lado suyo, sus ojos azulados fijos en él y con la cabeza ladeada, confusa. Por acto relejo, retrocedió dando un pequeño brinco y agarró lo que más cerca tenía: Una caja de cartón. Al comprobar que no era un arma muy efectiva contra un fantasma, parpadeó dos veces y se tomó un segundo para observar la situación desde una visión mucho más realista y relajada.


-¿Q-qué haces aquí? -Preguntó aclarándose la garganta para recuperar medianamente la compostura. La caja vacía ya no le servía para nada así que optó por dejarla en el mismo sitio, dándole la espalda a a peliazul en el acto.


-Buscarte.


El azabache levantó la cabeza, sorprendido. Miró a la chica sin entender muy bien que quería decir, con cierta esperanza en los ojos. Se preguntaba si había oído bien o debería limpiarse los oídos. Cuando le peliazul se dio cuenta del impacto que habían tenido sus palabras, se vio en la necesidad de aclararlo, moviendo las manos de lado a lado, en un intento inútil de quitarle importancia.



-M-me refiero a que quería buscarte porque Blue-senpai me lo ha pedido...Sí, sí, claro. -Parecía que más que convencerle a él, se estaba auto-convenciendo de ese hecho. Sin más que decir, se sentó silenciosamente a un lado del criador, con una cierta distancia entre ellos, y miró hacia otro lado, evadiendo por todos los medios sus orbes dorados , los cuales brillaban ligeramente como farolillos en Halloween.


-Ah...Claro.- Respondió sin ganas, con cierto deje cansado, al mismo tiempo que volvía a zambullir su boca y nariz en sus brazos.- Era demasiado bueno para ser verdad.


-¿A qué te refieres con eso? -Preguntó con el ceño fruncido.


-Ya sabes, todo lo que dijiste, todo lo que dijo...-Hizo movimientos repetidos con la muñeca, sin mirarla directamente.- Si es cierto todo eso, significa que me odia.


-No te odia, yo creo-...


-¿Es cierto o no todo lo que dijiste sobre mí? -La interrumpió de golpe.


Ambas miradas se cruzaron. Unos orbes dorados que reclamaban una respuesta concreta y final, con un inusual nivel de seriedad en en su expresión. Y unos cristalinos ojos que se debatían con su mente por dar una respuesta adecuada, que no hiciera año a nadie, pero siempre fiel al ideal de verdad. Crystal vaciló un segundo, rompiendo el contacto visual y acariciándose ligeramente el antebrazo. No se sentía lo suficientemente valiente. O quizás...se estaba culpando a si misma por ser cruel.


-Lo suponía...-El azabache se dispuso a levantarse para volver a quién sabe dónde, pero esta vez, la que lo detuvo fue Crystal.



-Es cierto. -Dijo con firmeza tras un suspiro. Se armó de valor y volvió a mirarle directamente a los ojos. Quería ser completamente sincera. Gold abrió mucho los ojos por un momento, sorprendido, pero volvió a cerrar los con fuerza, llevándose ambas manos a los bolsillos, convencido de que ese era su "boleto de ida y no vuelta".- Pero eso no quiere decir que te odie. Sé que debo disculparme por ella y por mí, no sé qué me estaba pasando or la cabeza, pero sé que ella solo quería ayudarme. Ero ahora, voy a hablar por mí. -Asintió ligeramente, con convicción. Aunque en cierto modo sean verdad algunas cosas que dije, no te odio. Ni odio tu manera de ser. Es más, -Sonrió un poco, para rebajarle presión al ambiente.


<< Me gusta como eres >>



>> -Siempre mirando el lado positivo de las cosas aunque parezca prácticamente imposible. Haciendo bromas inoportunas porque en el fondo, quieres divertirte y hacer reír a los demás. Y sí, es verdad que muchas veces vas a tu bola y no cuentas con nadie más. -Hizo una pausa.- Respecto a eso, no tengo explicación. Pero, déjame hacer una hipótesis arriesgada. Solo quieres que a las personas que aprecias no les pase nada, y se acaben cansando de preocuparse por ti, porque en el fondo...No quieres ver a nadie triste ni preocupado. No deseas lastimar a nadie. Y déjame decirte...Que eso no es odioso. Es admirable.



La ojiazul terminó su discurso con una creciente sonrisa, con el único propósito de animar al chico. Había sido totalmente sincera, pero comprobar que Gold no articulaba palabra alguna, ni siquiera se movía, solo provocó que mirara al suelo. El silencio le hizo pensar en que tal vez, era demasiado tarde para una disculpa. Ese flequillo rebelde suyo tampoco le dejaba ver ningún cambio en su expresión. Un suspiro derrotado se esfumó en el aire.


-No es justo por mi parte solo mirar las cosas malas. Es cruel. Supongo que iré a buscar a Yellow...Es demasiado tarde para una disculpa.


-Oh no, de eso nada señorita super seria.


Apenas una brillante sonrisa brilló en el aire.



En un abrir y cerrar de ojos, antes de que la peliazul pudiera seguir con su propósito de bajar, el azabache la detuvo agarrándola de la muñeca y acercándose rápidamente a su cara, para poder darle un fugaz pero sincero beso en los labios. Crystal se sorprendió tanto que se quedó en shock, sin saber qué pensar o qué hacer. Ni siquiera sabía si lo que estaba pasando estaba sucediendo de verdad o no. Tan solo sentía una sensación cálida en el pecho. Cuando se separó, el azabache sonrió entre dientes y cerró los ojos por unos instantes, con esa actitud tan suya.


Crystal, parpadeó dos veces para cerciorarse de la realidad.


Bien, el volcán se estaba preparando...y...3...2...1...


.

.

.


-¡¡¡GOOOLD!!! -Apostaría a que el grito se escuchó hasta en el bosque.- ¿¡QUÉ SE SUPONE QUE HA SIDO ESO!?


-¿Acaso no lo sabes? Se llama beso, b-e-s-o, beso. -Deletreó burlonamente, apartándose un poco para no ser ensordecido antes de edad.


P-PERO...SE SUPONE QUE ESTABAS MAL! -Intentó buscarle explicación, con la cara tan roja, que sentía que le iba a explotar a cabeza de un momento a otro.


-Ahh...¿Eso? Nah, estoy bien. Ahora. -Sonrió otra vez, llevándose ambas manos detrás de la nuca y encorvandose un poco hacia atrás.- ¿Eso significa que te gusto? Porque tú a mí sí. -Lo dijo con tanta seriedad y naturalidad que el volcán volvió a erupcionar.


-¡Y LO DICES CON TANTA NATURALIDAD! ¿¡PERO CÓMO SE TE...!? ¡EH, OYE, NO TE VAYAS, AÚN NO HE TERMINADO!



-¡Lo siento! Creo que me necesitan en el escuadrón aéreo para la búsqueda de la chica del sombrero, ¿no? Eso fue lo que dijiste. -Sonrió burlonamente, sacando la lengua y se encaramó de un salto a la ventana abierta. Acto seguido, lanzó la pokeball de Togetaro al aire y montó en su espalda sin ningún miedo.- ¡Nos vemos luego! -Dijo riendo, mientras se despedía con un saludo militar sostenido.


-¡GOLD! ¡Vuelve aquí inmediatamente! -Exigió igual de roja, sin haber bajado ni un grao, asomándose a la misma ventana. Pero para su mala suerte, el muy...agh, indescriptible, se había marchado.- Será posible...jum.


Hinchó una mejilla y le dió la espalda a la ventana, como si fuera una persona de verdad. El enfado, la vergüenza, el rojo de sus mejillas...todo volvió poco a poco a la normalidad. Y con ello...


La peliazul tocó lentamente sus labios, mirando a la nada y con la mente en blanco. O quizás, no tan en blanco.


"¿He escuchado bien? ¿Ha dicho...lo que creo que ha dicho?"


Rápidamente, sacudió la cabeza ara quitarse esos pensamientos de la cabeza y bufó tras un gruñido. Por fin, se decidió a bajar de allí.


-Cuando vuelva le voy a dar una buena patada, si señor. -Dijo con cierto tono de enfado. Ero en realidad...estaba sonriendo para sí misma.


Estúpido, estúpido pervertido.


o-o-o-o-o-o-o-o-o-o



Mientras tanto, la evolucionadora de Kanto lideraba al grupo de Dex Holder, en el exterior de la casa, repasando los planes, organizándose entre todos y dividendo a los que tenían la posibilidad de volar en un grupo a parte. Eso sí, era clave que en cada uno de los grupos hubiera mínimo una persona con la pokedex, por si había algún problema y era urgente comunicarse con el resto. Podían ser todo lo desorganizados e impulsivos que quisieran...pero cuando una situación seria lo requería, se tomaban las cosas con la cabeza fría y sin vacilaciones.



-Muy bien, repasemos. Crystal me ha informado de que Gold ya está buscando desde las alturas, a él se incorporaran todos los que tengan un Pokemon de tipo Volador que pueda aguantar grandes distancias y tenga buena vista. - Sacó un boli de su bolso y le dio varias vueltas en la mano, con increíble destreza.- ¿Silver?


- Preparado para emprender el vuelo. -Dijo con una sonrisa de lado. Su Honkrow graznó para hacerse notar y el pelirrojo le acarició las alas con cuidado.


-¿Plat? Querida, un paso al frente.


-¡Listos! -Asintió con convicción. Acto seguido, Driflim le envolvió la cintura con sus "bandas" para después dejarla sentada en su cabeza.


-Y por último...¿Black, Rald? ¿Todo a punto? -Sonrió cómplice, llevándose el bolígrafo a los labios por un segundo.


-Si-...-Emerald iba a contestar cuando el castaño lo interrumpió de lleno y casi lo deja sordo. La mirada asesina consecuente no tardó en aparecer.


-¡SEÑORA, SÍ SEÑORA! -Exclamó con entusiasmo, ya montado en su fiel Braviary.


-¿¡No se supone que tenías sueño!?


-Pero es que si Yellow-senpai se ha perdido eso es más importante que estar cansado. -Puntualizó, inocentemente.


-Me gusta tu actitud~ -Dijo la castaña con orgullo hacia su kouhai.- Te queda mucho por aprender Emerald.


-Lo que sea.- Bufó sin ánimos.- Si para eso me tengo que quedar sordo, paso, gracias. -Se cruzó de brazos. A Black no le quedaba otra opción que sonreír nerviosamente mientras se rascaba la nuca.


"Rald, ¿Me has llamado?"


-Oh, menos mal, ¡Alguien que me entiende! ¡Hola, Latias! -Saludó alegremente al Pokemon rosado que había aparecido de repente detrás de él. Los demás casi se quedan blancos de por vida por culpa del susto, sin embargo, el rubio estaba la mar de contento y sin rastros de temor.


-En fin, que se le va hacer...-Suspiró y volvió a centrarse en su libreta.- Pasemos al equipo de Tierra, ¿Sapph, tú los guías?


-¡Sin problema! Yo me encargo. -Dijo muy segura de sí misma, dándose un par de golpes en el pecho. La Mightyena de Ruby le había cogido bastante cariño últimamente y en esta ocasión, lideraría junto a ella el grupo por sus habilidades olfativas.


-Sigo preguntando...¿Es necesaria la ropa? Si es que a eso se le puede llamar ropa...


-Si is qui i isi si li piidi llimir ripi, ¿Qué esperabas, que me pusiera uno de tus pomposos vestidos para ir al bosque?


-En primer lugar, eso me ofende.- Se palpó el pecho, fingiendo estar dolido.- NO son pomposos. SON hermosos. Y en segundo lugar, no estaría mal. Si todos nos vistiéramos como salvajes para cualquier cosa...


-Ghh...-La oji-zafiro apretó uno de los puños mientras intentaba tranquilizarse. Cosa que no funcionó ni de lejos.- ¡¡RUBY!! ¡Ya puedes correr!


En resumen, mientras el coordinador corría por su hermosa vida, los demás miraban, con gotitas de sudor frío resbalando por sus frentes, como la castaña lo derribaba de un salto (patada voladora incluida) y acababa mordiéndole la cabeza cómo buena costumbre que tenía.


-Por lo menos nos sentimos seguros de que no nos vamos a perder...-Comentó bajito Crystal a su compañera de equipo, White, que asintió convencida con su razonamiento. Red ya estaba buscando así que se reunirían después con él.


-¡Bien, todo arreglado! -Exclamó Blue, guardando de nuevo su libreta en el bolso y colocándose recto el sombrero.- Solo queda el Equipo B, que se encargará de buscar en el Pueblo por si acaso aparece. Green, Pearl, Dia y...Muah~


Cada uno de ellos fue levantando la mano con más o menos entusiasmo. Obviamente, la más feliz de estar en el grupo era ella. Pero ahora, las cosas se ponían serias. De un segundo a otro, su sonrisa fue desapareciendo y trasformándose en una mueca seria, la cuál utilizó para asentir a sus diferentes compañeros y comunicares son una sola mirada lo que debían hacer después. Los demás, uno por uno, le devolvieron el gesto con convicción.


-Si se ha perdido en el bosque la encontraremos. Sí o sí. -Sapphire asintió seriamente. Acto seguido se agachó para acariciarle el pelaje a su compañera Pokemon.- ¿Verdad, Nana?


-¡Might!


-¿Ves, Ruby? Tiene más entusiasmo que tú~ -Aprovechó para chincharle.


-Meh, es normal, Nana es la más carismática de todos.- Dijo mientras se sacudía el polvo de la ropa. Carraspeó para aclararse la garganta y sacó sus preciadas gafas de su mochila para limpiarlas. Sin más dilación, se las puso y desplegó un mapa de la zona que había encontrado en la casa. No pudo evitar sonreír con orgullo. Les iba a venir de perlas.- Bien, tú te encargas del factor intuición, es lo que mejor se te da y pocas veces te equivocas. Yo intentaré averiguar los lugares más probables dónde pueda estar, ¿Crystal, White, alguna cosa que añadir?



-Todo bien por aquí. -Tomó la palabras Crys, sonriéndole a su compañera.- Os cubrimos las espaldas.


-¡Perfecto! -Sonrió orgullosamente.- Rald, pórtate bien, ¡Nos vemos!


Sapphire memorizó el lugar en el que la vieron por última vez y levantó el brazo con energía para despedir al resto de chicos y chicas. Sin perder tiempo, ella y Nana empezaron a olfatear el aire en busca de cualquier pista y como si hubieran sentido algo de extrema importancia, salieron corriendo en su busca, desapareciendo entre los árboles. Ruby las siguió de cerca, con el mapa por delante.



-Black, buena suerte. -Le deseó de manera sincera la chica de la gorra. El castaño asintió en respuesta "No hay problema, recuerda que tengo las deducciones de mi lado".- ¿Crys, vamos?


-¡Sí! Casi termino. -Respondió de vuelta.- Buena suerte allí arriba, Equipo Aéreo.- Sonrió, despidiéndose con un movimiento de muñeca y corrió al lado de White. Antes de que se adentraran en los espesos matorrales, recordó un ligero detalle.- ¡Oh! Si ves a Gold, dile que le espera una buena patada.


-Que lo digas con esa alegría no me deja muy tranquilo...Pero está bien.- Se encogió de hombros y asintió quedamente. El Equipo de Tierra ya estaba operativo.


-¡Nosotros vamos los siguientes! -Black dio la voz de partida y en un santiamén cada uno despegó sus pies del seguro suelo para aventurarse en el oscuro cielo, solo iluminado por a luna y las estrellas.


-¡Espero que les vaya bien, señorita, chicos~! -Gritó con las manos a modo de megáfono Diamond, a su lado su fiel amigo Pearl, sonriendo con los brazos cruzados. Platinum se volteó ligeramente para sonreírles a ambos en respuesta y prosiguió su camino, justo detrás de Black, Siver y Emerald.


-¡Pórtate bien! Ni que fuera un niño pequeño. -Se burló el de ojos verdes como la esmeralda, volando al lado el pelirrojo. Un gruñido fue el paso previo a cruzarse de brazos con fuerza.- ¿Qué se cree?


"¿Quizás...tu amigo? Oh, vamos Rald, solo es una forma de preocuparse por los que quieres."


-Pues yo no necesito que se preocupen por mí.



-Déjalo Latias, en el fondo los quiere muchísimo por ser sus compañeros. -Sonrió ligeramente Silver. Justo antes de que el pequeño rubio pudiera contestar algo en su defensa, totalmente rojo, el chico de ojos plateados ya se había dispersado hacia el este. Se dio por vencido y tras un suspiró, le indicó educadamente a Latias que buscaran en dirección oeste. Por último, Black y Platinum se encargarían de la zona norte y sur, respectivamente.


De vuelta a tierra, el grupo que tenía asignado el reconocimiento del pueblo ya estaba de camino a la plaza central, dónde se dispersarían sin alejarse mucho unos de otros y barrerían hasta la última calle en busca de pistas.


-¿Qué te hace pensar que puede estar en el Pueblo? -Preguntó Green, con las manos bien abrigadas dentro de sus bolsillos.



-Sé que la última vez que la vimos fue en una zona de las afueras. Pero hay que pensar con delicadeza y sin tan listo es ese ladrón, más lo vamos a ser nosotros. No se esperara encontrarnos por aquí si es que sigue por los alrededores. -Explicó pensativa. Su mirada se dirigió al cielo estrellado.- Sé que Yellow es lista. Si fuera por ella ya habría regresado; se conoce los bosque casi igual que Sapphire. Si ese ladrón ha tenido que ver en todo esto, habrá dejado pistas para nosotros, estoy segura.



-Je...-El castaño había estado atento a ese boto de confianza que ella profesaba, pero cuando terminó, sonrió y cerró los ojos.- No pareces tú hablando así de seria.


-Supongo que se me habrá pegado algo de ti. -Se encogió de hombros y le sacó la lengua, burlona, terminando con una sonrisa.


-Touché~


-Vamos a encontrarla, ya veréis.- Animó el rubio comediante cinco pasos más adelante de la pareja. A su lado,Diamond comía un bocadillo bastante grande para lo que se esperaba de alguien de su edad.


-¡Seguro que sí!


-De eso estoy más que segura. De lo que no estoy tan segura es de si el responsable saldrá con vida je...je...


-Gr-green-senpai...¿Esa mirada es normal?- Preguntó el rubio, sudando a mares igual que Dia. Sin embargo, el castaño estaba totalmente tranquilo, aunque con cara de "Oh, por favor, otra vez no..."


-Más de lo que os creéis...



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


-¡Yellow!


-¡YELLOOOW!



Una tras otra, llamadas de preocupación se sucedían por cielo y tierra mientras los habitantes de Sinnoh y más concretamente de Pueblo Caelestis dormían plácidamente en aquella noche tan tranquila...y a la vez fatídica. Ya llevaban más de media hora buscando y según les había informado Blue, en el pueblo no habían encontrado absolutamente nada así que se unirían más tarde al grupo que buscaba en el bosque. Por su parte, el "escuadrón volador" como lo había auto-proclamado Gold, tampoco tenía demasiada suerte.



-¿Habéis encontrado algo? -Preguntó Platinum desde la esponjosa cabeza de su Driflim.


-En las montañas es imposible ver nada, la vegetación es muy espesa y la oscuridad no ayuda.- Informó Sylver. Ni siquiera la fantástica visión nocturna de Honkrow había podido atisbar nada de provecho.


-Eso reduce considerablemente nuestras opciones...Brav y yo hemos volado a ras de las copas pero tampoco hemos visto nada fuera de lo normal.- Añadió Black, volando de vuelta para encontrarse con ellos.


-¡Oh, venga chicos! ¡Animen esas caras! -Dijo Gold, montando en su Togekiss y ajustándose mejor las gafas de aviador que acostumbraba a llevar encima de su gorra. Para contradicción suya, su expresión estaba inusualmente seria.- Quedándonos aquí no vamos a lograr nada, es una completa pérdida de tiempo. La esperanza es lo último que se pierde así que, ¡Vamos, que se note!



El resto asintió y volvieron a dispersarse por el cielo en diferentes direcciones. Por una vez, Gold tenía razón. No podían rendirse hasta que fuera evidente que no había nada que ellos pudieran hacer. Hasta ese momento, lo seguirían intentando. A pesar de que el cansancio cada vez más se notara en sus caras y en sus movimientos. A pesar de la noche y la dificultad. A pesar de todo, eran un equipo, y si alguien se perdía, nadie iba a quedarse de brazos cruzados, no señor. Todos lo tenían bien en mente.



-Espero que al grupo de Tierra es vaya mejor...-Susurró a Togetaro el oji-dorado, mirando con esperanza hacia abajo, dónde as verdes copas ahora se veían como oscuros manchurrones en un lienzo todavía más oscuro y profundo.- ¡Vamos, ahora...hacia el noreste! Ah, espera...¿Por dónde era...? (...) ¡Bah, da igual! ¡Tira todo recto, Togetaro!


-¡Tooog~!


Mientras tanto, justo debajo...



-¡Sapphire! ¿No hemos ido antes por aquí?


-¡No, estoy segura, esta vez si que creo tener una pista, ya verás!



Por desgracia, cuando llegaron a otro claro a cielo abierto, la buscadora se dio cuenta para su desgracia, que había sido una falsa alarma. Rendida, se dejó caer en el pasto lleno de flores blancas y amarillas, suspirando con cansancio. Dejó que la hierba acariciara sus piernas y manos sin saber que hacer después. Para cuando el resto llegó y vio el panorama, no pudieron evitar sentirse también derrotados. Ruby se acercó a la chica de la pañoleta azul y apoyó una mano en su hombro, dándole apoyo y ánimo. Un suspiro se escapó de su boca.



-Es la cuarta vez que me pasa...-Se lamentó con la mirada perdida. Acto seguido, fijó sus orbes azules en los carmesíes del moreno.- Esto no va bien, Ruby, y lo sabes.


-Sigh...Lo sé, lo sé...-Palpó una y otra vez su hombro con tal de quitarle presión de encima, pero era complicado.- Pero venga, arriba~ No todo tiene que ser intuición...Vamos a buscar en los lugares que he marcado en el mapa, ¿Qué os parece? -Se giró para mirar a White y Crystal. Ellas intentaron devolverle la sonrisa para animar a su amiga.


-A mí me parece genial. -Puntualizó Red, serio.- He buscado cerca del río que pasa por aquí, pero tampoco he encontrado nada. Esos lugares que dices son nuestra única opción. Y última.


La Mightyena de Ruby se acercó a Sapphire y le lamió la mejilla con cuidado. Por un momento, a la oji-azul le pareció verla sonreír. No quedaba de otra.


-Está bien, ¡Arriba! -Exclamó dando un ágil salto para levantarse. Seguidamente, estiró los brazos y sonrió a sus compañeros, con esos graciosos colmillos suyos brillando ligeramente. Asintió decidida.- Te seguimos entonces, Ruby.


-¡Bien! Por...¿Eh? ¿Nana? ¿White? ¿Qué sucede?



Sin que el moreno se lo esperara, Nana se había puesto a olfatear entre las flores con insistencia, dándole varias vueltas al claro, totalmente concentrada. Y como si estuvieran conectadas por algún tipo de hilo o conexión mental, White la ayudaba a apartar piedras o rebuscar entre los arbustos circundantes. Al principio, el chico pensaba que era porque adoraba el olor de las flores, pero conforme Sapphire y Crystal se unieron, se convenció a sí mismo de que no era una coincidencia.


¿Quizás...una pista?


Al cabo de cinco minutos sin saber que estaban buscando exactamente, al fin, su esfuerzo dio los primeros frutos de gloria.


-¡Aquí, chicos, aquí! -Llamó la castaña de ojos azules. Cuando el resto se acercó a ver que era lo que la oji-zafiro había encontrado, se sorprendieron. Ella, miró el trozo de tela con extrema frialdad y después al Campeón de Kanto.- Red, ¿Te suena de algo?


Un minuto de silencio se sucedió. Minuto en el que Red se negaba a ver lo que estaba viendo. Pero aún así, se mantenía impasible.


-Es...Un pedazo de su polerón...-El shock por fin se difuminó y le dejó articular palabra. Cerró los ojos con fuerza, pensando que tal vez eso era una oportunidad para encontrarla.- ¡Vamos, hay que seguir buscando! ¡Sapphire, estabas en lo cierto, tu intuición es la mejor!


-Je...-Se rascó la nariz, sonriendo más animada.- Te lo dije, Ruby~


-¡Fantástico, solo un poco más! -Animó Crystal y en un abrir y cerrar de ojos, volvieron a perderse dentro de la espesura del bosque.



Las posibilidades eran ínfimas.

Pero por ahora...había una cosa segura.

Yellow había estado allí.

Y no se había perdido.


"Aguantad solo un poco más"


-

~~Hacia mucho que esperaba este momento >:D En serio, estos capítulos los tenía pensados desde el inicio de la historia y por fin hemos llegado a la "chicha" de la historia xD Espero que les haya gustado (¡Segundo beso oficial del fic! (Blue no cuenta, sino la cuenta subiría mucho jaja~) y preparense que el siguiente cap viene con turbulencias!~~

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