Embarque normal y corriente.
Hoy era el "gran día" para todos los héroes portadores de la Pokedex. Aquella mañana despejada de Julio empezaban sus tan deseadas vacaciones. Cada uno de ellos, hasta el más dormilón o indiferente (No va por nadie :v) se había preparado todo y ya estaba a las puertas del aeropuerto más cercano de su respectiva región. Bueno, con más o menos problemas. A Green tuvieron que arrastrarlo prácticamente hasta el andén para el vuelo "Articunolines" y al pobre Diamond, su amigo le había pegado tal susto por la mañana, que seguía mareado.
Dejando eso de lado, lo demás había ido bastante bien. Los de Kanto eran los más madrugadores y a las 7:30 a.m. ya estaban en caminando hacia su vuelo, mientras una rubia de larga coleta veía atónita a sus amigos cargar las tres enormes maletas de la castaña de ojos azules. Ella que solo llevaba una bolsa ligera de playa con todo lo necesario...no podía imaginar que había metido Blue en ellas. Le daban cierta lástima...Sobre todo al ver que casi se cargan las escaleras mecánicas porque se habían atascado en los escalones. La que se montó.
Se disculparon y llegaron a tiempo al avión. La mayor de las Dex holders hizo todo lo posible para sentar a Yellow con Red, como era costumbre. Yellow no estaba convencida,pero no le quedaba de otra. Después de unos problemas más...(A ver... ¿Cómo meterían tres armatostes en un pequeño guardamaletas de un avión? La situación; unas estresadas azafatas y un aún más estresado Green ingeniándoselas para colocarlas.) el cuarteto se dejó caer en las butacas con un profundo suspiro y empezó el viaje hacia la lejana región de Sinnoh.
Para sus adentros, Blue se lo estaba pasando en grande viendo de reojo como la "auto-declarada" pareja charlaba detrás de ellos. Cuando miró hacia delante de nuevo, se topó con la inquisitiva mirada del oji-verde. No pudo evitar un ligero escalofrío. Era demasiado audaz como para engañarle. Por su expresión, lo sabía todo ¡Y ella nunca desvelaba sus secretos magistrales!
-Ingeniosa táctica.- Se cruzó de brazos y dirigió su vista al asiento de delante.- Pero, ¿Por qué tanto interés en...ughtr...¡hmf!
-No hables tan alto, ¡pssst!- La chica le había tapado la boca con ambas manos sin previo aviso. Era obvio que no quería que nadie se enterase de sus planes "casamenteros". Al cabo de unos segundos, Green le quitó las manos para poder hablar.
-No vuelvas a hacer eso.-Dijo con su actitud seria de siempre. Blue, que se sentía desafiada, tan solo se cruzó de brazos y lo miró de la misma forma, con una pequeña sonrisa.
-¿O qué? ¿Qué va a hacer el señor líder de Gimnasio, uhm?
-Esto.- Llevó sus manos a las mejillas de la castaña de pamela blanca por sorpresa y se acercó. Cuando Blue pensaba que le iba a dar un beso, sintió un contacto cálido en su nariz y se sorprendió aún más. Sus mejillas empezaron a arder un poco y para que no lo notara nadie giró la cabeza a la ventanilla.
-¡Eso no es justo! Se supone que sólo yo puedo molestarte...hmf...-Refunfuñaba en bajito, cruzada de brazos. Creía que no la iba a escuchar, pero creía mal. Una sonrisilla disimulada del castaño lo demostraba. En su expresión se podía leer "Si o quieres que te molesten, no molestes, chica ruidosa".
Con el trío de Hoenn las cosas eran más normales...o quizás no. A Sapphire, que nunca había visto ni entrado a un aeropuerto tan grande como era el de Ciudad Calagua, la tuvieron que arrastrar adentro sus compañeros porque había intentado huir más de una vez. La pobre no quería separarse de su adorada tierra firme y esas cosas volantes no le infundían ninguna confianza. Ruby estaba en el séptimo cielo con las tiendas de por ahí y Emerald...bueno, le daba un poquito igual todo.
Los tres ya estaban esperando en la cola de embarque. Había mucha gente y se movían tan aparatosamente que la chica de ojos zafiro no tardó en mostrar su desagrado hacia las cosas "civilizadas". Prefería mil veces la tranquilidad de Villa Raíz.
-Ugh...¿Por qué tenemos que ir en avión...? Puedo ir en Pilo perfectamente.- Su tono de desgana y su cara cansada eran de destacar.
-Porque tardaríamos HORAS.- Se limitó a decir el chico del gorro, con sus gafas de sol puestas y leyendo un panfleto turístico de su destino. Después lo cerró y lo guardó.- No es tan malo...¿A qué no, Rald?
-Meh, supongo.- El pequeño rubio estaba bastante ocupado en sus pensamientos y se comportaba de forma bastante relajada.
-A mí me sigue agobiando mucho esto...Me voy un rato, ahora vuelvo.- Sapphire, cogió su maleta blanca y su pañuelo azulado y caminó fuera de la cola para dar una vuelta por el lugar y despejarse.
-¡Está bien, pero no te alejes mucho, estamos a punto de embarcar! –Exclamó Ruby desde su posición, con una mano en alto.- ¡Cuando oigas el megáfono regresa!
-¡Sí!- Se despidió por el momento, ya un poco alejada de allí. Volvió a mirar hacia delante pero se chocó con una persona y ambas cayeron al suelo. Unos papeles que parecían ser de esa persona se dispersaron por el suelo. Ella reaccionó y un poco dolorida se disculpó, olvidando el enfado por el golpe.- ¿E-está bien? Lo siento, no era mi intención...
Había chocado con una mujer que vestía una camisa de flores y unos pantalones vaqueros con sandalias. Parecía una turista. Cuando se recompuso del susto, aceptó la mano de la exploradora y se levantó, quitándose el polvo de la vestimenta. Sapphire aprovechó para ayudarla a recoger sus papeles, que daban la impresión de ser muy importantes.
-Oh, no te preocupes.- Sonrió colocándose bien las gafas de montura blanca.- Soy algo despistada y no miraba por dónde iba.- Sus ojos, de un verde intenso, demostraban sinceridad. Sapphire le dio sus documentos y se rascó la nuca, avergonzada.
-Yo también...- De repente, la campana para el vuelo Latias sonó y Ruby la llamaba con la mano, para que se diera de prisa. Atropelladamente se despidió de aquella mujer, que rondaba los 30 años.- ¡Lo siento! Me tengo que ir, el avión hacia Sinnoh sale ya...- Se dispuso a dejarla, pero ella la siguió.
-Yo también tengo que tomar ese vuelo, que grata sorpresa. –Sonrió y la oji-azul asintió. La verdad es que la simpatizaba.- Pues vamos, que lo perdemos.
Al llegar, les explicó lo sucedido a sus amigos y saludaron a la conocida. Resultó ser que también viajaba a Sinnoh por temas de negocios, pero también para el turismo ya que tenía unas ruinas impresionantes. Viajarían juntos así que se sentó al lado de la castaña. Ruby y Rald iban delante de ellas, leyendo. Durante todo el viaje, estuvieron hablando formalmente de sus planes y de la región en sí. Ya tenían ganas de llegar y ver cómo era todo.
Para los de Jhoto fue algo vergonzoso embarcar. El chico de los ojos dorados no paraba de coquetearle a toda chica viviente o azafata que pasara a su lado y el enfado de Crystal iba en aumento, aunque se contenía gracias a su tranquila conversación con su amigo pelirrojo. Se ajustó su gorra de color lila y suspiró. Cada día le cansaba más que no puiera comportarse "normal".
-Este Gold...no cambiará nunca.- Cerró los ojos y negó con la cabeza. La campana sonó y todos cogieron sus maletas.
-Mira el lado positivo Crys, nos ha tocado a los tres juntos.- Afirmó Sylver, mirando los boletos. Cuando ya estaban todos sentados, Gold se giró en su asiento y se asomó hacia atrás.
-Tengo curiosidad de con quién me tocara compartir viaje~- Dijo emocionado, casi comportándose como un niño. Aunque ambos amigos sabían que la respuesta estaba clara. Si era una chica guapa el azabache iba a pasar un buen rato. Ambos rodaron los ojos y cuando vieron a su acompañante contuvieron una risita.
Cuando él se dio cuenta ya era demasiado tarde. Un empresario, enfrascado en su portátil, se sentó a su lado bajo la atónita mirada del moreno, que no sabía que decir. Al pobre se le habían ido todas las ilusiones al traste. Sylver y Crystal charlaron animadamente durante el viaje pero Gold no abrió la boca casi nada. Solo pidió unos cacahuetes. Y a eso, señores...se le llama Karma.
En cuanto a los de Teselia, sin duda los más normales. Black y White habían aprovechado la ocasión para hacer publicidad de su agencia a lo grande. Y con eso me refiero a los cuatro vientos. Cuando por fin entraron en el avión Reshiair los trabajadores dieron gracias a Arceus y se deleitaron recogiendo los folletos de la BW Agency desperdigados por casi todos los lados. Se sentaron juntos y la chica soñadora miró por la ventanilla con emoción.
-Eso ha sido una genial campaña, ¿no lo crees presi?- Preguntó el de la gorra, risueño.
-Seguro.- Sonrió con sinceridad.- Es la primera vez que viajo en avión, estoy emocionada.- Levantó los puños contenta. Ambos tenían muchas ganas de volver a ver a todos sus senpais, que no eran pocos. Además,darían a conocer su agencia y visitarían lugares nuevos.
El trío inseparable de Sinnoh, sin embargo, esperaba a sus compañeros en la mansión Bertliz. Unos con más paciencia, otros...no tanta. Platinum bebía pacíficamente sorbos de su té, mirando de vez en cuando de reojo a sus amigos, que practicaban por quinta vez su acto doble frente a ella para pasar el tiempo. Ojo, no con la completa voluntad del chico de la boina, pues estaba más en el mundo de chuchelandia que en el real. Se había vuelto a quedar dormido.
-Dia...-La expresión de su amigo rubio empezaba a dar miedo.- ¡¡Dia, despierta!!
-¿Eh...? ¿Q-qué pasa Pearl? –El moreno cabeceó y bostezó disimuladamente. Su fiel Munchlax hizo lo mismo. El rubio suspiró.
-Estábamos en medio de un ensayo, pero supongo que es suficiente por hoy...mejor lo dejamos, no quiero presionarte.- El chico de la camiseta a rayas le puso una mano en el hombro y se cruzó de piernas para sentarse al lado de su amigo, en su típica tela de picnic. La chica los miraba con curiosidad y alegría. Desde aquel tenso roce, los dos se habían vuelto más comprensivos y cercanos.
-Lo siento.-Se rascó la nuca, un poco avergonzado.- Pero mira, he escrito algunas ideas que puede que te gusten. -El chico de los ojos azules le dio un libro que siempre llevaba consigo. El otro lo ojeó con curiosidad.
-¡Vaya! Me emociona que te lo hayas tomado tan en serio.-Pearl se frotó la nariz, alegre y le dio una palmada amistosa en la espalda.- No...Dia, es decir, Diamond, perdóname a mí por haberos levantado a todos tan temprano sin necesidad. Supongo que estaba impaciente.- Dijo avergonzado.
-Está bien. Una mañana juntos siempre es agradable ¿no? Las pokedex nos lo recuerdan.-Platinum sonrió sinceramente. Dejó su taza en la mesilla y se acercó al balcón, con los codos apoyados en éste.-Además, yo también tengo ganas de que empiecen estas vacaciones ¡Siempre aprendo cosas nuevas!
-¡Así se habla señorita!- Como de costumbre, cualquier cosa que estuviera relacionada con la determinación de hacer las cosas, Pearl las apoyaba con devoción.
-Cambiando de tema...¿No va siendo hora de desayunar~?- Preguntó con una sonrisa y los ojos medio cerrados. Como siempre, la comida era su gran pasión.- ¡Está vez quiero hacer mi famosa tarta de crema!
-Apoyo la moción.- Dijeron la chica de ojos platino y el rubio al unísono, contentos por la propuesta de su compañero. Recogieron las cosas y se dirigieron a la cocina para un delicioso aperitivo. Si algo era cierto, es que Diamond era el mejor cocinero de Sinnoh...Cocinaba con toda su emoción.
Y así, la hora del reencuentro se iba a acercando...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top