Cuenta saldada.
~(Si quieren, pongan la canción casi al final. Me inspiré escuchándola :3)~
Nuestros héroes habían parado un momento para ver el Pueblo más enigmático de la región. Hacía un espléndido día así que Platinum aprovechó para contarles algunas curiosidades de las ruinas que albergaba y Dia y Pearl les contaron al resto la tensa batalla contra Cyrus que habían llevado a cabo para preservar sus pinturas. El rubio tragó saliva. Le resultaba incómodo evocar el momento más tenso de su mejor amistad. Y todo por un error que sólo él cometió. Por suerte, lo habían arreglado; Dia expresaría más lo que pensaba y él dejaría que los otros también influyesen en sus decisiones.
Ya estaban volviendo cuando Red decidió animar un poco a Gold, que seguía distraído por lo que había pasado antes.
-Deberías superarlo Gold, no ha sido para tanto...
-Claaaro...Habló el que es perseguido por fangirls a todas horas. -Se cruzó de brazos, no muy convencido. Acto seguido, se puso una mano en la nuca y con la otra rebuscó en su mochila hasta sacar una bolsa de galletas saladas.- Ahh...en fin, la comida es mejor. –Sonrió y se metió una galleta Lava en la boca. De pronto, sintió un toque en su espalda y volteó para ver de quién se trataba.
-Gold senpai...¿Me podría dar unas cuántas?- La voz tímida de Diamond no hizo el menor efecto en él, se giró e intentó esconder con su cuerpo su preciada mercancía.
-No, me ha costado mucho encontrarlas.
-Pero senpai...-El azabache entreabrió un ojo, mirando de reojo al menor. Esta vez no pudo resistirse, se sentía mal dando un mal ejemplo (Mentira.) y esa mirada, añadiendo la cara de enfado de cierta peli-azul eran difíciles de ignorar.
-Okay...-Le extendió la bolsa.- Pero esto me huele a pescado.
-¡Yey!
-Ahora sabemos cómo consigue tanta comida...-Pearl entrecerró los ojos y la morena asintió. Ahora todo cuadraba.
A espensas de esa conversación, Red sonrió con ternura al ver el comportamiento de sus kohais. Pero una cabellera rubia al viento lo distrajo y siguió su trayectoria hasta posarse en un tronco caído que había cerca. Suspiró. Esa mirada triste...sabía que había sido por el anterior comentario de Gold. Despacio y con sigilo se acercó a la chica por la espalda.
-¿Puedo sentarme? –Ella volteó, algo sorprendida. Volvió a mirarse los pies, sin expresión. Después de un rato asintió.
Se quedaron un rato en silencio. Ninguno de los dos sabía que decir exactamente. Yellow estaba algo confusa, pero no lo mostraba. Sabía que ese acto de preocupación, para él, no significaba nada; siempre era amable con todos...¿Acaso ella no formaba parte de ese "todos"? Por su parte, la mente de Red era un amasijo de ideas que luchaban por salir, pero que su boca retenía por alguna razón...Incertidumbre. Eso es lo que sentía, ¿Tendría el valor...? Green, ¿Qué debo hacer? Seguramente diría, "Hazlo de una vez, idiota." Sí...
-Perdón.
Aquellas simples palabras rebotaron en el corazón de la rubia de ojos ambarinos. No pudo evitar girar su cabeza hasta que sus ojos encontraron los del Campeón. Pero esta vez, quién apartó la mirada fue él y la mantuvo en el horizonte. Ella se apartó un mechón de pelo revoltoso que quería ocultar su visión. Como no recibía respuesta, continuó.
-Perdón...Por lo del otro día. Soy un idiota, lo sé, no hace falta que lo niegues para que no me sienta mal.
-Y-yo no...e-está bien...-Ella estaba un poco feliz porque se había disculpado, al menos una vez, pero el hecho de ver a alguien depre...era algo más fuerte que ella misma.
-No. No está bien. Tú...-Por fin, sus ojos se encontraron con los suyos.- Tú siempre has estado ahí para mí. Muchas veces incluso haciendo algo tedioso y eres el tipo de amiga con la que siempre puedes contar.
Amiga. Esas palabras dolieron más de lo que imaginaba y resonaron en sus oídos. Por un momento creía que iba a tener otro final...pero ahora veía que era un simple sueño, otra mera ilusión que no iba a suceder. Ella solo era una "amiga", nada más. Debía ir acostumbrándose, o de lo contrario sufriría más de lo necesario por algo que no iba a ser. Volvió a bajar la mirada, deseando que esa conversación terminara y se fuera para poder pensar tranquila, en soledad. No lo hizo.
-Pero. Sin embargo, yo no siempre he estado ahí para ti. Mi trabajo, algunas inoportunas fans, no solo eso...a veces porque tenía otras cosas y ya, siempre dejándote al final. Lo siento, de verdad... Pero ahora sé la razón de todo. -Red apretó un puño ligeramente. Yellow tenía curiosidad, pero a la vez, quería dejar de seguir escuchando.
>>Yo...Siempre creí que estarías ahí. Se convirtió en un hábito. Una agradable rutina...No me malinterpretes, las salidas a tu lado, las charlas...eran lo mejor de mi día. (...) Creía que era algo normal. Que sentirme tan bien contigo era normal. Que siempre íbamos a estar juntos, sonrisa con sonrisa. El concepto de amigos había desaparecido. No, no era amistad, desde luego. Pero no podía verlo...
-Red, por favor, vete. –No quería oír más, ¿Eso eran sus disculpas? ¡No las quería! Se sentía herida.
-No he terminado. (...) Ahora le veo sentido. Estos días que has estado distante...triste, por mi culpa...Me he dado cuenta, por fin, de algo. No. Creo que ya lo sabía, pero no sabía qué era. La distancia me hizo darme cuenta de mis errores (...) y te eché mucho de menos, más de lo normal.- La rubia volvió a mirarle, extrañada.
>>- Pensé "Es extraño, ¿Es habitual echar tanto de menos a alguien? ¿A una amiga?" Entonces algo hizo "click", en mi cabeza. Yellow yo...Y-yo te amo. -El corazón de la chica dio un vuelco, pero no quería caer de nuevo en otro engaño.- Me doy cuenta de que siempre te he apreciado mucho, pero huía de ello, y sé que he hecho cosas que no están bien...Por eso no soy merecedor de que me perdones ahora.- Suspiró.- Pero, ¿me puedes responder a algo?
-¿Uh?
-¿Y-y-yellow, te gustaría...se-ser...mi novia?- Esas palabras le habían costado todo su valor en soltarlas.- P-por una vez...quiero ser yo quién te haga sonreír.
-¿E-eh?- La rubia se pellizcó. No, no era un sueño. Había entendido...que su cariño era correspondido...¿Todo este tiempo? Ante tanto silencio, Red no supo como continuar y se levantó, cabizbajo, ¿Cómo esperaba una afirmativa? Si que era un despistado...
-L-lo siento. Después de todo...estás en tu derecho de no querer hablarme. M-mejor...olvídalo.- Se dispuso a marcharse de nuevo hacia el grupo, que seguía sin percatarse de su ausencia, pero algo lo detuvo de su chaqueta. Era la mano de Yellow.
-No.- Levantó la vista y una pequeña sonrisa nostálgica se dibujó en rostro.- Después de todo...esos sentimientos siempre han sido correspondidos.- De nuevo volvía a ver esa deslumbrante sonrisa...Qué despistado, no haberse dado cuenta antes.- Me encantaría.- Por una vez, no titubeaba.
Red no aguantó más la alegría y abrazó en volandas a la pequeña chica del Bosque Verde. Risas por ambas partes rodeaban el momento. Demasiado bueno para ser verdad...pero lo era. Por desgracia, no eran los únicos que lo habían presenciado.
-Listo~ Le mando lo que me había pedido, belle dame.
-¡Gracias Gold! ¡JO JO JO! ¡Sabía que mi intuición femenina no me fallaría!
-¡¡¿¿GOLD??!!
-Oye, se ven muy bien así~. –Esa sonrisilla no daba mucha confianza. Ambos se dieron cuenta de su situación y se separaron, avergonzados.
-¿D-desde cuándo grabaste...?
-TO-DI-TO.- Red salió en su persecución, exigiéndole que lo borrará, muy rojo.- ¡Lo siento, maestro! ¡Los negocios son los negocios!
Sin embargo, la pokdex de Gold seguía encendida y lo que oyeron después les puso el pelo de punta a todos los presentes. Una gran explosión acababa de suceder y decenas de gritos se oían por doquier. No eran de Blue, ni de nadie conocido. En seguida, el dueño del aparato preguntó insistentemente por la línea qué sucedía. Al cabo de un rato recibió la respuesta.
-Oh, jeje...se me olvidaba...-La castaña de ojos azules apareció en la pantalla. Se la veía cansada y a sus espaldas, algunas personas corrían en dirección opuesta.- Tenemos un "pequeño" problemilla...¿Podríais venir, cuánto antes? ¿Sí? ¡Está bien, nos vemos, chao!
-Esta chica...
-Eso no ha sonado bien.- Crystal se acercó a ellos.
-¡Vamos! Pilo nos llevará en un santiamén.-Platinum corrió hacia el mencionado Pokemon y se subieron a su espalda.- Gold, ¿Te ha dicho dónde están?
-No.- Muy bien Gold, te has cargado la tensión del momento con tu cara super seria. Crystal lo miró como "¡¿Y a qué esperas?!".- Ok...la llamada viene...¡De Ciudad Corazón! ¡En el Parque Amistad!
-¡Ahí vamos!
Cuando llegaron, todo se había convertido en un completo desastre. Sus sospechas se hicieron realidad. Las personas que visitaban el parque salían de él corriendo, empujándose, escapando de allí, mientras que unos metros más adelante, pudieron ver un par de siluetas. Dos parecían humanas. Las otras eran Pokemon, ¿Qué narices estaba pasando allí?
Esquivando como podían a cualquier persona que corriera en dirección contraria, se encontraron con Emerald y Silver, encargados de evacuar la zona lo más rápido posible y...ordenadamente (cosa que no lograrían ni en broma.) Intentaron apartarse un poco del camino de salida para no entorpecer al resto.
-¿Qué ha pasado? –Preguntó preocupado Red, mirando a su alrededor. Silver ayudó a levantarse a un chico que había tropezado cerca.
-Habíamos decidido venir a esta Ciudad para dar un paseo. Ruby tenía que comprar no-sé-qué-cosa, así que nos separamos. Estábamos caminando tranquilamente cuando de la nada, apareció ese bicho, –Señaló a la silueta en la lejanía.- y empezó a atacar a todas las personas y Pokemon sin razón. Sapphire dijo que se encargaría de mantenerlo a raya mientras nosotros dos evacuábamos a los civiles. Pero, enseguida llegó Ruby y unió fuerzas con ella. No sé como irán...
-Aunque, como comprenderás, no podemos evacuar muy bien si uno de nosotros no ve ni por encima de su cabeza. –Se quejó muy molesto Emerald. Silver le propuso subirlo en su espalda, pero se negó rotundamente.
-¿Y Blue y Green?- Le siguió Yellow.
-Ahí. –El pelirrojo señaló al cielo. En efecto, la castaña montaba sobre su fiel Wiglytuff, mientras que el oji-verde, su Charizard.- Dijeron que prestarían ayuda en lo que hiciese falta mientras buscaban desde la altura alguna pista.
-Espero que traigáis mejores noticias...
-Pues no. Cynthia va a estar ausente unos días a causa de un congreso en Kanto y nos ha encargado la seguridad de la región como su última opción.- Platinum casi es aplastada por una multitud, pero gracias a Diamond pudo apartarse a tiempo. Como siempre, el enfatizador no pudo evitar sonrojarse un poco ante sus agradecimientos.
-Genial, no pasan ni cinco minutos que nos encargan la seguridad de algo y ya está todo patas arriba...¿Se puede tener más buena suerte?
-¡Pero no me quites las frases Rald! –Reclamó cierto azabache de ojos dorados.- Yo predije todo esto, era demasiado normal todo. –Satisfecho de su supuesta deducción, puso los brazos en jarras.
-"Mentiroso" –Susurraron todos los presentes.
-Ok, ¿Qué podemos hacer nosotros?- Pearl estaba impaciente por pasar a la acción.
-Bien, lo más importante es que nadie salga herido y necesitamos ayuda evacuando y alejando a la gente. No creo que Ruby y Sapphire tengan problemas, ambos son muy fuertes, pero si hay complicaciones, id en su ayuda o prestad vuestra visión en los cielos con Green y Blue.
-¡Entendido, mi comandante! –Crystal cogió del brazo a Gold para ayudar a unos niños y mayores que se habían quedado atrapados en una de las casas de piedra del parque. Silver los organizó un poco y por fin aquello empezaba a ir cada vez mejor.
-¡Bien, Dia!- El mencionado giró la cabeza por el llamado de su amigo.- ¿Eres bueno con los niños? Ok, saca de la mochila todos los dulces que tengas.
-Eh...Okay, pero...¿De que sirve eso?
-Y ahora...¡Plan magistral! –Levantó los brazos y llamó la atención de un grupo de menores que estaban tan asustados que se habían quedado paralizados tras un árbol.- ¡Hey, niños! ¡Miren~ Tenemos dulceees~! –Volvió a prestarle atención a su querido amigo y le dio una palmada amistosa en la espalda.- Suerte con la carrera.
-¿Eh...? ¿Qué carrera? –No tuvo tiempo de contestar. Una infantería al completo iba en persecución de los dulces que con tanto anhelo coleccionaba. Tenía que correr si no quería que se lo comieran a él también.- ¡PEAAAAAARL!
Mientras tanto, en el centro de la pelea por mantener a raya a un furioso Nidoking, Sapphire y Ruby luchaban mano a mano para disuadir a aquella bestia de morado de dejar de atacar a inocentes y que centrara su atención en ellos. En cuanto la castaña vio salir del bosque a esa criatura derrumbando las vallas a su paso...supo que sus intenciones allí no eran normales. Tenían que alejar a todas las personas y luego ya formalizarían un mejor plan.
-¡Toro, Gancho Alto!- La Blaziken efectuó con éxito la orden pero el Hiperrrayo del enemigo se desvió hacia la salida de emergencia por accidente, sin poder ser detenido.
-¡Zuzu, muéstrales tu increíble Agua Lodosa!- Una ola de barro procedente del lago chocó con el rayo de energía, neutralizándolo en diminutas partículas de luz. La castaña suspiró aliviada.
-Gracias...¿Aunque realmente era necesario todo eso? –Señaló el espectáculo de "purpurina" con los ojos entrecerrados.
-Así se ve más cool.-Sonrió.- Bueno...A ponerse serios, ¡Vamos a enseñarle un poco de nuestro trabajo en equipo!- Ruby le guiñó un ojo, cómplice a lo que la oji-azul asintió, decidida a acabar rápido con todo eso.
El joven coordinador volvió a usar la misma táctica para neutralizar otro ataque pero está vez, cuando las motas brillantes desaparecieron...también lo hicieron ellos y sus Pokemon. El Nidoking miró a su alrededor, sorprendido por la repentina desaparición de esos "insectos" tan molestos. Un golpe en su espalda lo hizo caer al suelo estrepitosamente. Gruñó con sus grandes colmillos fuera y la expresión aún más cabreada cuando descubrió a esas dos pestes detrás suyo.
Pero no pudo levantarse...¿Estaba...pegado al suelo? Intentó por todos los medios sacar las piernas y brazos de la tierra pero no había manera. La tierra se había solidificado a sus pies. El Swampert de Ruby, aprovechando la distracción de su compañera, embadurnó el terreno con lodo y después, gracias al Lanzallamas de Blaziken, habían elaborado una perfecta trampa inmovilizadora. Perfecto, ahora la evacuación sería mucho más fácil.
-¡Yey, choca esos cinco! –Celebraron el éxito de su combinación con alegría. Pero lo que no sabían es que Nidoking no estaba dispuesto a dejarse humillar así de fácil...
-Has mejorado bastante tú Lanzallamas.- Dijo el moreno, acariciando levemente al Pokemon de la chica con una sonrisa.
-¡Somos un gran equipo! –Sapphire estaba sumamente alegre. Disfrutaba enormemente las batallas pero con compañía...¡Eran aún más interesantes!
-¿Lo dudabas? -Sonrió, con los brazos en jarras.
Entonces, algo sucedió. Ninguno de los dos lo vio venir. Fueron alertados demasiado tarde por un grito de Blue. Tarde. Ruby, que había bajado la guardia creyendo que ya habían terminado su trabajo allí, salió volando unos metros más lejos, aterrizando de cabeza en el tronco de un árbol. Perdió el conocimiento por unos segundos. Nidoking le había asestado un poderoso golpe con su cola...Pero no se conformaría con eso. Les iba a devolver la humillación.
Con sus fuertes garras hizo añicos la tierra endurecida y se acercó peligrosamente al moreno que estaba semi-inconsciente. Una sonrisa orgullosa adornaba su rostro. Levantó el brazo. Éstas destellearon con los rayos del sol. Los ojos rubí del chico se abrieron a tiempo para poder observar la silueta de la espalda de cierta chica. Debería conocer a Sapphire...eso se lo esperaba de ella.
Pero el ataque no se detuvo, al Pokemon le daba igual con quién pagar su herido orgullo. Los sorprendidos orbes rojos de él solo pudieron ver una brillante sonrisa antes del impacto...y una frase desvaneciéndose en el aire.
"Te lo tenía que devolver algún día..."
"¡Tor-...!"
Todo pasó demasiado rápido. No podía moverse, no podía evitarlo, ¿Se iba a repetir la historia? ¡No, no quería aceptarlo! ¡Sapph, sal de en medio! ¡Vamos! Quería levantarse, correr de allí y después reñirle a ese revoltosa por tan estúpida acción. Oh...¿Qué estaba diciendo...? Él hizo lo mismo hace mucho...¿Se iban a invertir los papeles? ¡NO! ¡No podía ser cierto! ¡¿Porqué no podía moverse?! ¿¡Por qué!? Un ruido seco. Un gemido. Un gruñido de satisfacción y tres gotas rojas manchando el césped fresco del parque.
-¿S-saph...?
"No...Esto tiene que ser una pesadilla (...) Una horrible pesadilla."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top