Carrera de instinto.
-Típico de Diamond, ha acabado exhausto.- Suspiró el rubio, pasándose un brazo del chico por encima de los hombros. Platinum le imitó.- Lo llevaremos al hotel, allí está el botiquín y puede descansar.
-Luego nos vemos.- Se despidió la chica ayudando a su amigo a llevar al chico de la boina roja hacia el edificio con algo de dificultad.
El resto del grupo tardó unos minutos en reaccionar, procesando lo que había sucedido de un segundo a otro y preocupados por el estado del menor. Sin embargo, decidieron dejarles reestablecerlo y acordaron ir a verle en cuanto los dos de Sinnoh volvieran. Se pusieron de acuerdo en ir a las carpas establecidas a los largo de la playa para curiosear los siguientes eventos que se darían y ver si podían participar en alguno y pasar el rato hasta ese momento.
Tuvieron suerte y encontraron dos eventos interesantes; Carrera (está vez en tierra) y ping-pong playa. No tenían tanta influencia como el anterior, pero sonaban divertidos así que el grupo se separó según a qué evento querían asistir o participar.
A Sapphire le hacía muchísima ilusión participar en una carrera y ya que no había podido hacerlo en la anterior, decidió intentarlo con ésta. Crystal también se apuntó, alegando que hacía mucho tiempo que no entrenaba y que echaba de menos aquellos tiempos. Gold, Ruby, Emerald y Red se sentaron en unas gradas de madera a ver el espectáculo. Mientras tanto, las chicas se estaban inscribiendo y preparándose para la carrera con unos estiramientos sencillos.
-Red-senpai, ¿No participa?- Le preguntó el coordinador de Hoenn, intrigado.
Sabía que Gold había venido porque le parecía "interesante" ver a chicas corriendo (Típico del pervertido :v), Emerald no tenía nada mejor que hacer y él mismo había acudido para controlar que la castaña no hiciera de las suyas, animarla y esas cosas. Ni penséis que se iba a poner perdido de repugnante arena en un concurso así. Sin embargo creía que el mayor del grupo iría a ver jugar a la rubia en el otro concurso.
-La verdad es que estoy un poco cansado del viaje en avión.- Dijo sonriendo con nerviosismo. El trayecto había sido largo y cansado y tampoco es que ayudase el hecho de tener que retener a una castaña de ojos azules para que no asesinara a un grupo de fangirls que atosigaban a su amigo oji-verde. Aún seguía investigando de dónde narices había sacado una motosierra. Tuvieron que dar muchas explicaciones vergonzosas para no meterse en un lío mayor.
-Pensaba que quería animar a Blue y a Yellow en el evento del ping pong.-El Campeón se sorprendió un poco por la propuesta del moreno y más por el énfasis intencionado que había mantenido en el nombre de la chica apodada como el "Caballero del Bosque Verde".
-Sí...bueno, no es que no quisiera...Resulta que vi los horarios y su turno empieza después de que acaben Crystal y Sapphire, así que decidí acompañarles.
-Entiendo...¿A usted le gusta Yellow, no es así?- Ruby no se cortó ni un pelo. A pesar de que tenía una depresión de inocencia fingida, detrás de su espalda sujetaba una grabadora, lista para ser usada. Hacer tratos con Blue era muuuy productivo. Le había obsequiado unas preciosas telas de Kanto. Red, que estaba bebiendo un refresco tranquilamente, escupió el contenido delante de Emerald sin querer.
-Gracias, amigo.- Dijo asqueado el rubio de ojos verdes, secándose el pegajoso líquido con su toalla.
-L-lo siento.- Consiguió articular. Volvió su mirada hacia su compañero e intentó dar una respuesta razonable.- Ehh...no, claro que no....es sólo...una...muy buena amiga y...
-¿Y?
-Y...me siento muy bien con ella...pero...¡Eh, mira, la carrera va a empezar!- Cogió la cabeza del oji-rubí y la giró hacia la línea de meta, dónde estaban ya preparadas sus compañeras y unas cuentas personas más. Ufff...había conseguido esquivar el tema por poco. Después de las presentaciones, un chico alto, de pelo negro y corto y vestido con unos pantalones piratas y camiseta, dio la voz de salida.
"¿Están listos...?"...La castaña estaba emocionada, tanto estar sentada en aquel armatoste volador le había entumecido las piernas y estaba deseosa de correr libre como tanto adoraba en su querida región. Deseó suerte a su compañera y ésta le devolvió el gesto con el pulgar en alto. Ambas se prepararon. "Preparados..." Ruby observó la postura de la buscadora y empezó a temerse lo peor. "Oh no...Sapph...ni se te ocurra-" Antes de que terminara la frase, un sonoro "¡¡YA!!" resonó en sus oídos. Lo que se temía pasó.
La chica de los ojos brillantes como el zafiro había salido disparada a cuatro patas para sorpresa de todos, que la habían visto a simple vista como una chica "normal". Correr de forma normal se le hacía algo lento y molesto, así que optó por correr como más cómoda se sentía, sintiendo la fina y cálida arena bajo sus dedos y el aire moviendo su flequillo. Rápidamente dejó a toda la comitiva detrás y giró la cabeza para ver a su amiga dando grandes zancadas, con una sonrisa en la cara. Ella también disfrutaba.
Dirigió su mirada hacia la grada y le sacó la lengua con una sonrisa juguetona a cierto chico de bañador rojo y negro. Sabía que a él no le hacía demasiada gracia que se comportara así pero en el fondo, ambos se lo pasaban en grande con sus personalidades tan diferentes y a la vez tan parecidas.
Sin embargo y sin previo aviso, se distrajo y un chico adelantó a ambas como una flecha, sin importarle si las había derribado en su camino, con una sonrisa victoriosa. Gold y sobre todo Ruby, se levantaron de sus asientos por la sorpresa y reclamaron una falta con las manos a modo de megáfono. Como nadie les hacía el más mínimo caso sin saber por qué, el más bajo del grupo decidió intervenir.
-En teoría no es falta.-Los dos azabaches se le quedaron mirando inquisitoriamente.- No han salido del circuito establecido, así que no cuenta como falta.- Éste se encogió de hombros a pesar de que no le parecía bien esa regla. Sus dos amigos se volvieron a sentar de brazos cruzados, no podían hacer nada aunque quisieran.
-Crys.- La castaña llamó la atención de su amiga y asintió. Ella hizo lo mismo.
-Sí.
Sin más palabras que intercambiar, Crystal se tumbó en el suelo con los pies en alto y Sapphire se subió de un salto. Rápidamente, la morena de graciosas coletas impulsó a su amiga con sus poderosas piernas y ésta salió disparada como un proyectil. Como un tigre que persigue y se abalanza sobre su presa, saltó sobre la cabeza del chico, lo derribó y retomó la carrera como si nada. Miró de reojo hacia atrás y vio a su amiga siguiéndola de cerca, con una sonrisa de aprobación, y varias personas detrás de ella, luchando por un puesto en la clasificación.
La carrera continuó de forma normal y fue un auténtico éxito. Por desgracia, aquel molesto chico había adelantado a Crystal en el último segundo antes de llegar a la meta, pero ella se sentía satisfecha y se había divertido mucho. Los tres primeros se congregaron en el pódio y una chica con una gorra deportiva les fue dando sus medallas y una camiseta conmemorativa. Sapphire había quedado primera, estaba más contenta que unas castañuelas, orgullosa de su puesto. Crys había quedado tercera pero el hecho de ver a su compañera tan feliz y de haber trabajado en equipo la recompensaba enormemente a pesar del problema anterior. Aquel extraño chico, más o menos de su edad, había quedado en segundo lugar.
-Lo has hecho muy bien, felicidades. Me sorprendió vuestra táctica. -La felicitó aquel extraño sujeto. Para cuando la castaña se giró, el chico le rodeó los hombros con el brazo. Ella, que no estaba acostumbrada a ese tipo de tratos tan espontáneos de otra persona que no fuera el chico afeminado, se quedó en blanco.
-E-esto, gracias, supongo.- Intentó decir sin sonar grosera. Se sentía terriblemente incómoda pero seguía sin saber si hacer caso a sus instintos y patearle la cara o hacer caso a Ruby, e intentar ser amable con las personas...¡Qué dilema!
Los chicos, que habían bajado de las gradas para felicitarlas, vieron la inesperada escena y un enfadado joven de ojos rojos como el rubí quiso ir hacia allí y decirle un par de cositas a ese tipo, pero por suerte o desgracia, Gold le agarró del hombro, con una sonrisilla semi-tranquilizadora, semi-indiferente.
-Tranqui...Sólo están hablando.- Se encogió de hombros. Ruby intentó soltarse del agarre cuando vio que aquel tipo no se separaba, pero no lo logró. Su cara daba tanto miedo que hasta el mayor de los Holders retrocedió un poco.
-Lo mato. Suéltame.- Le amenazó.
-Tranquila princesa. Ya pasó.-El azabache de la gorra le señaló a su amigo como el chico había dejado sola a la castaña de la pañoleta azul y se marchaba sin más.- ¿Ves? Naa de que preocuparse.- Sonrió y se llevó las manos a la nuca. Pero cuando abrió de nuevo los ojos, esa "peste" se encontraba...¡En la misma situación con SU Crys!- Hoy hay entierro, ¿Dónde malditos está la motosierra de Blue?
-Hey, relax.-Ahora para detener al de ojos dorados hacían falta tanto Red como Ruby.- ¿No decías que ya pasaría?- El tono de Ruby era de reproche y burla, pero el de la gorra estaba demasiado concentrado en la escena. Para su infinita alegría, la chica le dio tal soberana patada que los chicos creían que eso le iba a doler por el resto de su vida.
-Esa es mi chica súper seria, sí señor.- Gold se sacudió el polvo, más tranquilo.
-Espera un momento...¿Crystal...te gusta?- Hasta el despistado de Red había atado cabos y veía que aquella situación no tenía demasiado sentido. Su expresión era tan inocente que Emerald dudaba de si entendía realmente lo que había dicho.
-¿Eh? ¡N-no, que va! ¡Qué tonterías son esas!- Su rostro adquirió una mirada mezclada entre la rabia y la vergüenza, aunque esto último era poco distinguible en alguien como él. Se rascó la nariz con los ojos cerrados.- Es sólo...¡Qué solo yo puedo admirar sus curvas!- Lo dijo tan orgulloso que no se percató de las caras de sus compañeros y mucho menos de sus señales de alerta hacia su espalda.
-¿Qué dijiste, pervertido...?
-E-eh...Oh, Crys...hola, feli...-El chico se giró lentamente con el rostro ensombrecido del susto e intentó escapar del tema, pero antes de que terminara la frase lo inevitable sucedió. Patada al canto en toda la jeta.
-Para que aprendas, hum.-La chica de ojos cristalinos se giró indignada, sacudiéndose las manos y fue a ver a su amiga del bañador azulado. Los chicos se acercaron al noqueado Gold.
-¿Estás bien?- Preguntó no muy seguro de lo que decía Red. Con una mano temblorosa, el azabache dibujó en su mano un signo de "Ok". Ahora y siempre, sabía que no debía hacer enfadar a Crystal.
Ruby dejó a Emerald y Red que se encargaron de "devolver a la vida" al Holder de Jhoto y se dirigió a felicitar a su salvaje favorita. La sorprendió por la espalda y la abrazó por encima de los hombros, depositando un suave beso en una de sus mejillas. Ella, sorprendida, se sonrojó cuando vió de quién se trataba y se dio la vuelta para estar frente a frente. Con una sonrisa victoriosa le enseñó la medalla que había ganado.
-Desde el principio sabía que lo conseguirías.- El chico sonrió de forma sincera. Sapphire se sonrojó aún más, avergonzada.- Pero, ¿Era necesario correr así?- El ambiente cambió de golpe, aunque esa no era la intención del oji-rubí. Ruby agua-momentos salvaje apareció.
-¡¡RUBY!!- Y así empezaba una nueva carrera que tenía como premio la vida del moreno. Corre Ruby, correo por tu salvación.
-Ya están coqueteando otra vez...-Rald se encogió de hombros, con una actitud cansada.
-¿Perdón? ¿Qué es coquetear?- Los de Sinnoh aparecieron por la espalda del rubio, pero solo iban Pearl y Platinum, el chico comilón se había quedado descansando en el cuarto. Los autores de la pregunta fueron la chica y el Campeón de Kanto.
-Creo que llegó la hora de la charla.- Gold se recompuso como por arte de magia y se dirigió hacia ambos con una sonrisa pícara en el rostro. Por desgracia, su preciada chica aguafiestas apareció para llevárselo agarrado de una oreja.
-Oh no, de eso nada.-Y tenemos otra baja en el cuarto masculino. Todos se quedaron sin palabras hasta que Red volvió a repetir la pregunta, muy confundido.
-¡UGHHH! ¡Me retiro, no cuenten conmigo!- Exclamó indignado Emerald que ya no podía aguantar tanta pregunta tonta y se dirigió al evento del ping pong. Los demás se quedaron sin comentarios acerca de lo que acababa de pasar, pero le siguieron para ver cómo iba aquel evento.
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