¡Bienvenidos a Sinnoh!





"Pasajeros con destino Sinnoh-Kalos, por favor, diríjanse al andén nº4, vuelo Togesky. El embarque será dentro de unos minutos. Gracias."



La típica voz electrónica femenina se hizo escuchar por todo el aeropuerto, avisando a los viajeros que irían y dejando su eco en el ambiente. Pero eso no nos preocupa demasiado, el vuelo de nuestros héroes ya había aterrizado y todos se disponían a encontrarse en la sala de la entrada. Cada trío, dúo o cuarteto apareció por un pasillo diferente, pero todos desembocaron en el mismo abrazo grupal y amistoso. 




Cada uno de ellos se saludó con emoción y alegría mientras caminaban hacia el exterior. La gran región de Sinnoh les dio la bienvenida con un cielo despejado y una suave brisa fresca. El mayor de los Dex holders no pudo contener por más tiempo lo que quería decir a los cuatro vientos.




-¡Ya estamos aquí, Sinnoh! ¡Tiembla ante los Pokedex Holders!- Gritó el chico de la gorra roja, con los brazos en alto y una enorme sonrisa. Sin embargo, se dio cuenta de que las personas de alrededor lo miraban con mala cara y, muy avergonzado, les dio la espalda. Todos sus amigos lo miraron con una gota, pero comprendían su situación.



-Hey, chica salvaje ¿Te hace una carrera hasta la Plaza Mayor?- Desafió con su característica sonrisa el moreno de ojos dorados sobre su skate. La susodicha, se golpeó los puños con determinación y los llevo al suelo, preparada.




-No perderé.- Se dio la voz de salida y ambos salieron a toda pastilla hacia el lugar indicado, dejando al resto atrás.




-¡Sapph / Gold, cómo te pierdas no voy a ir a buscarte!- Ruby y Crystal se miraron sorprendidos. Habían dicho exactamente lo mismo. La chica fue la que siguió la conversación con una sonrisa divertida.- No se puede portar de forma normal por una vez...-El coordinador asintió de la misma manera y siguieron su camino.




Habían quedado en el centro de Ciudad Corazón, es decir, en la Plaza Mayor de la gran Ciudad. La joven Bertliz les había dicho que allí les esperaría un transporte discreto que los llevaría hasta el Hotel Aguamarina, en Pueblo Arena. El grupo se dirigió más o menos uniformemente hacia allí. Unos pocos se quedaron pegados a los escaparates de algunas tiendas de ropa y joyería (Blue y Ruby no pueden resistirse a eso :v ) casi babeando por comprar algo. Por suerte, un pelirrojo le recordó a una su bajo presupuesto y un rubio agarró de la oreja al otro para que dejara sus cursilerías.





Mientras tanto, el dúo de Teselia aprovechaba para divulgar su tan querida agencia "¡Visiten la BW Agency en Teselia! // Tome, un folleto. // Nos encargamos de hacer de sus Pokemon, grandes actores famosos. // ¿Quiere una gorra gratuita como muestra de cortesía? // ¡BW Agency, no se arrepentirán! // Tome otro folleto señora. Y este caramelito para este pequeño...¡¡AH!! ¡Me ha mordido! // ¡Black! ¿Estás bien?"  Sí...estaban muy ocupados y entretenidos.




Al menos el cuarteto de Kanto parecía normal...o casi. A Red le tuvieron que poner las gafas de Ruby para que no lo reconocieran los entrenadores si no querían ser perseguidos y la chica de ojos azules casi amenaza "amistosamente" a un par de chicas que se acercaron a saludar al Líder de Gimnasio. Por suerte Sylver y Emerald encabezaban la marcha sin demasiados problemas o daños colaterales.




Así, entre unas cosas y otras, llegaron a una plaza enorme, con grandes rosales y setos que lo hacían un lugar precioso con tres fuentes en el centro que representaban las evoluciones de Budew, Roselia y Roserade. Las balsodas eran de mármol y alrededor se extendía un cuidado jardín. Allí se encontraron con Sapphire y Gold, que discutían sobre quién había llegado primero a la estatua que representaba a un Milotic. Detrás de ella se suponía que debía de estar...¿¿¡Un discreto coche!??




-¡He llegado yo primero, tramposo!- Ruby le puso una mano en el hombro, comunicándoles con la mirada que lo dejasen en empate. La chica se cruzó de brazos.




-Alguien me puede decir si entendí mal...- Emeral estaba atónito.




-O nos están gastando una broma...-Le secundó Green, ambos sorprendidos por lo que estaban viendo.




-¡¡Una limusina, qué elegante!!-Chilló Blue, resplandeciente de alegría y dando saltitos.




En efecto, la evolucionadora estaba en lo cierto. Una lujosa y larga limusina de color blanco brillante con detalles dorados los estaba esperando detrás de la Estatua del Milotic. En sus puertas mostraba con orgullo el emblema de la familia de Platinum. Un hombre mayor muy bien vestido, dos chicos y una chica de sombrero esperaban al lado, charlando para pasar el rato. No tardaron en reconocerlos.




-¡Chicos!- Los susodichos voltearon para ver a Red y Yellow acercarse a ellos.- Sentimos la tardanza.- El trío de la región sonrió y la morena les devolvió el saludo.




-No hay problema. –Pearl se llevó las manos a la nuca.- Estuvimos entretenidos buscando la comida de Dia. -Él tan solo les dedicó una tímida sonrisa con una bolsa de dulces al lado de dónde estaba sentado.




-Los Donuts de Ciudad Corazón son deliciosos~ ¿Quieren? ¡Hay suficientes para todos!- Hicieron caso al chico de la boina roja y compartieron su gran bolsa de Donuts, agradecidos. El oji-verde del grupo no paraba de preguntarse como era posible que comiera tanto él solito sin engordar...pero no le dio importancia.




-Bienvenidos a nuestra región, espero que disfruten de su estancia. –Dijo educadamente la chica, dándoles paso a que entrarán a su limusina privada.



Diamond, Pearl y Platinum no habían tenido mucho contacto con sus compañeros de Aventura, por lo que aún se sentían algo "descolocados" al lado de todos ellos. Los admiraban,pero aún tenían que cogerles algo más de confianza. A quiénes más se les notaba eran al chico de ojos diamantinos y a la muchacha dueña del coche. Sin embargo, Pearl y los de Teselia se habían adaptado bastante rápido.




-Oh, querida, no hace falta que seas tan cortés.-Le dijo la mayor de las chicas, con una sonrisa sincera. Ella asintió y con más confianza invitó al resto a pasar.



-¿En verdad esto...es tuyo? Parece muy lujoso.- Afirmó Ruby, admirando el refinado estilo del coche.



-No tanto como parece.- Sonrió divertida a lo que más de uno se quedó con cara de "Pero si debe de valer millones..." Como se tardaban, Sapphire se le adelantó, sacándole la lengua y metiéndose dentro, algo molesta.



-Deja de parlotear de concursos, princesa.



-¡No son concursos! Hablando de eso...deja espacio, cavernícola.




-¿Siempre son así?- Preguntó con una gota al rubio de pelo largo que iba detrás. Se encogió de hombros y se limitó a decir "Siempre están coqueteando...". Tras eso, le agradeció por el transporte y se metió dentro. Antes de que pudiera decir nada, un chico alto, con gorra y flequillo negro la tenía agarrada de las manos. Casi grita del susto.



-Mira que preciosidad tenemos aquí... ¿No le han dicho que se ve hermosa con esos ojos tan expresivos?- La voz seductora de Gold no ayudaba a que la chica se relajase. No podía decir ni media palabra.- Señorita, ¿Qué tal si...?- Nunca terminó.




Cinco minutos más tarde, chicos y chicas estaban ya de camino hacia el Hotel con las habitaciones reservadas por Platinum. Dentro se encontraba un muy dolorido Gold al que le habían pegado una "hermosa" paliza los guardaespaldas de la chica rica por su atrevimiento y había recibido una soberana patada de la chica súper seria de coletas dónde más le dolía (Cuidado con estos tres :v) En cuanto al resto, charlaban con sus anfitriones de anécdotas y temas triviales, así como los seguidores de Taurina Omega compartían información de episodios destacados.





Una hora después, llegaron y salieron por ambas puertas para admirar el sitio de sus vacaciones. La playa, de arena tostada y brillante, se extendía a mano derecha e izquierda perdiéndose en unas rocas dónde se podía ver a un par de pescadores relajándose en esa práctica. A Yellow le brillaron los ojos en cuanto lo vio y Campeón de Kanto sonrió al verla tan contenta.





Siguieron al peculiar trío hacia la entrada del Hotel Blanca Arena que se veía igual de lujoso que el coche de la señorita Bertliz. Era de color crema, con grandes cristales y balcones altos que de seguro tenían unas vistas impresionantes del mar y el Monte Corona. El interior no era menos. Tras pasar por las puertas correderas y el jardín de fuera, un botones los acompañó cortésmente por toda la gigantesca recepción y los llevó hasta sus habitaciones en el último piso. A muchos les llamó la atención la lámpara de araña de la sala principal y los pocos pisos que había en realidad.




Le agradecieron su ayuda y entraron a un cuarto guiados por la anfitriona. Cuando vieron el interior, a Gold, Red, Green y Black casi se desmayan imaginando lo que costaba aquello, sin embargo Sapphire y a Blue no podían creer lo que veían. Platinum se giró.




-Bien, los chicos se hospedaran en esta habitación. Las chicas iremos al cuarto de enfrente.- Dicho esto, todos empezaron a tomar asiento en el sofá del salón, excepto las chicas.



>> Cuenta con tres baños, un salón, una cocina y con cuatro habitaciones; tres doble y una triple. Distribúyanlas como quieran. –Cuando las Dex Holders estaban a punto de marcharse y dejarles desempacar a sus anchas, se acordó de una cosa.- ¡Ah! Y no rompan ni hagan demasiado ruido, por favor.-Suplicó antes de cerrar la puerta.




Menos mal que persuadieron a Gold de sentarse a jugar un videojuego antes de que tocara algo valioso y lo hiciera pedazos...Por su parte, Dia y Pearl habían salido al balcón, Red, Green y Gold jugaban un videojuego de carreras y el resto charlaba sobre asuntos triviales de pie.




Las chicas, por su parte, entraron ordenadamente a su cuarto, a excepción de Sapphire, Blue y White que se veían emocionadas por compartir juntas tiempo y experiencias. La de los ojos zafiro se tumbó en el sofá de un salto y Blue se sentó en un sillón junto a las demás. Platinum les explicó las instalaciones y echaron a suertes la distribución de las habitaciones para hacerlo más divertido. Las papeletas las hizo Platinum y la mano inocente fue Yellow por unanimidad.




-¿Por qué tengo que ser yo?- Se quejó la rubia de ojos ambarinos. La verdad es que prefería que era responsabilidad cayera sobre otra persona. Ella quería acicalar a sus Pokemon que estaban algo nerviosos por el viaje en avión.



-Venga, es solo un momento.- Le insistió su amiga. Al final aceptó y antes de que dieran las 2:00, ya tenían la elección hecha y todas/os estaban de acuerdo.




Los chicos se repartirían por región; Red con Green, Gold con Sylver (A desgracia del pelirrojo), Diamond con Pearl (Que estaba especialmente aliviado de que su amigo no hubiera acabado con el pervertido de Gold) y Ruby, Emerald y Black en la habitación triple. Todos estaban satisfechos, o casi.




Las chicas quedarían así; Crystal con Platinum, Sapphire con Yellow y Blue con White. Una vez hecha la organización del espacio, todos se dispusieron a vaciar las maletas y ordenar todo para sentirse más cómodos. Incluso, para su alegría, cada uno tenía la habitación con colores u objetos que los representaba.





¿Qué habían aprendido esa mañana?


1º) Green era el único del conocido "Team Fire" medianamente serio y se lamentaba por ello. 


2º) Blue y Ruby tienen el complejo de la compra compulsiva.


3º) Diamond y Pearl son normales...hasta que alguien le dice a su amiga "señorita", con malas intenciones.


4º) Sapphire es la chica más feliz del mundo en un sofá para ella sola.


5º) Gold es el campeón "manos mantequilla" y Sylver se merece el premio a la paciencia.



Nota: Gracias a todos los que siguen, votan y comentan la historia.Espero que les esté gustando :)

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