Conozco a Jungkook desde que tengo memoria.

No creo que sea un tipo desagradable, porque en su momento lo amé con toda mi alma.

Eso sí, es un idiota. Es distraído, molesto, ama llamar la atención, pero no puedo decir que sea un fuckboy. Solo ha tenido dos parejas, y si le preguntas a ambos omegas que piensan de él, te dirán que es el mejor alfa que existe en el puto mundo.

Un idiota. Sí, eso es Jeon Jungkook.

Nuestras familias son amigas desde hace mucho tiempo. Mi abuelo solía exagerar y decir que nuestra unión, bendecida por la luna, remonta desde que los lobos eran salvajes. De niños, Jungkook y yo amábamos esas historias. Tanto así, que un día prometimos nunca dejar que nuestro vínculo se rompiera.

Y fue así, durante mucho tiempo lo consideré mi mejor amigo en todo el mundo; éramos inseparables y cualquiera que amenazara nuestra amistad se convertía en enemigo.

Pero eso duró hasta que revelamos nuestros segundos géneros.

Él, alfa.

Yo, omega.

Eso fue suficiente para crear una barrera entre ambos.

El resto es historia.

Pensé que el verano sería tranquilo, unas simples vacaciones familiares.

Qué equivocado estaba...