Capítulo 5.
Capítulo 5:
[Dakota]
Camino hacia una de mis mesas, la cual acaba de ser ocupada. Sí, es Chris. Una sonrisa se adueña de mi rostro y no puedo evitarlo. Lo sé, parezco tonta. ¿Qué pasa contigo Figgins? ¿Desde cuando actúas así? No lo sabía y me temía averiguarlo.
—Dime que tienes el siguiente volúmen, juro que estoy demasiado ansioso por saber que sucederá —me dice, una vez que estoy a su lado.
Suelto una pequeña risa, no esperaba que le emocionara tanto y os juro que me gusta demasiado que sea así.
—Tengo más volúmenes de Rikudo* —le tranquilizó y él suelta un suspiro aliviado.
—En serio, es una volada de cabeza; hasta me han dado ganas de aprender boxeo —me cuenta.
—Suele tener ese efecto en las personas —bromeo y él ríe—. ¿Ordenarás lo de siempre o quieres elegir otra cosa? —pregunté, sacando mi libreta y lápiz.
Se encoge de hombros.
—Lo de siempre.
—Perfecto.
Le regalo una sonrisa y volteo para ir en búsqueda de su desayuno. Sí, desde aquel día en la playa hemos socializado más. También le he estado prestando algunos de mis mangas y por loco que parezca, le gustan. Cada mañana regresa y con demasiado entusiasmo me pide más. Y no, no puedo negarme. Es la primera vez que me sucede algo así, que alguien se interesa y no hay burlas de por medio.
Sí, él me agradaba. ¿Acaso es un pecado? No. Claro que no o eso me obligaba a pensar. Si Billy se entera, se enfadará y no quiero eso. Entiendo que Nolan le hizo prometer que cuidaría de mí y lo agradezco, pero no puede elegir con quien debo relacionarme o no. Ya era bastante mayorcita como para decidirlo por mí misma y también si debía darme la cabeza contra la pared luego, si algo salía mal.
Amo a mi hermano, pero en ocasiones era muy controlador y tenía que entender que ya cumpliría dieciocho años, que iría a la Universidad. Y si alguien me hacía daño, yo misma debía cuidar de mí. No podía tenerme bajo su ala, por siempre. Tenía que emprender mi vuelo y encontrar mi camino. Así fuese el peor o el mejor, tenía que hacerlo.
¿Pero como se lo hago ver? Dadme ideas, por favor. Se me han acabado todas y cada una de las que ya tenía. Joder. Niego, volviendo a la realidad. Debía estar atenta o mi jefe me llamaría la atención.
—¿Sois amigos? —preguntan a mi lado.
Me encuentro con Kyle, quien espera expectante mi respuesta.
—Algo así —respondo, es que yo tampoco lo tenía muy claro.
No sabía que éramos, esa es la verdad. Sí, eso no quitaba que nos lleváramos bien; lo sé. Pero no le hemos puesto una etiqueta, por decirle de algún modo.
—Creo que le gustas —se sincera.
Mis ojos se abren ante la sorpresa de sus palabras y niego de manera frenética, mientras comienzo a reír nerviosa.
—No, no, no. Estas equivocado —me apuro a decir, ¿se ha vuelto loco? ¿Qué le gusto? ¡Es imposible!
—¿Has visto como te mira? Dakota, ese tío babea por tí —suelta con obviedad.
Vuelvo a reír, nerviosa. No lo creo, no puede ser cierto. Me negaba a aceptarlo, Chris jamás se fijaría en alguien como yo. No, por supuesto que no.
» Ahí vamos de nuevo, “alguien como yo” ¿qué eres? ¿Un alien? «
Ya, nunca entiendes nada.
—No sigas, Kyle —pido.
Por su parte eleva sus manos a modo de rendición y sonríe.
—Como quieras, pero pronto me darás la razón.
—Claro que no.
Niega divertido, para luego llevar un pedido a una de sus mesas. Yo hago lo mismo y dejó en la mesa de Chris lo de siempre. Me sonríe y hago lo mismo. ¿Sería posible que le gustará? Maldición, estúpido Kyle. Me ha dejado con la duda, estaré todo el día con eso rondando mi cabeza y no me hacía ni una pizca de gracia.
¿Qué podía ver de interesante en mí? Sólo sabía hablar de mangas, anime o libros. No me gustaban las fiestas, no bebía, no consumía drogas. Soy lo opuesto a los adolescentes de hoy, soy aquello que llaman aburrido. Bueno, quizá mi significado de diversión es distinto.
Pero aún así me costaba ver eso que Kyle decía, es que parece demasiado irreal. Es cierto que nos estábamos llevando bien y demás, pero de ahí a gustarle. No, tenía que ser un error. Mierda. ¡Ya deja de darle tantas vueltas!
» Venga, le gustas. «
Estupendo, tú también. Que no, no le gustó. Me ve como su suministro de mangas, nada más.
» Ciega. «
Gracias.
Ignoro a mi consciencia y todas las tonterías respecto a Chris, para seguir con mi trabajo.
(...)
Aarón:
¿Pasó por tí?
Vuelvo a leer el mensaje y una sonrisa se adueña de mi rostro. Seguro que Billy se lo ha pedido, hermano mayor pesado.
Yo:
No es necesario, iré a tomar algo con Shelly.
Es una mentira piadosa, que lo sepan. En realidad he quedado con Chris, le daré un nuevo volúmen del manga. Como estaba en mi horario de trabajo, no se lo he podido dar antes; por esa razón nos veremos ahora.
Aarón:
Bien, que la pasen genial 😁
Me siento fatal por mentirle, que no lo merece. Pero os imagináis como se pondría si le dijese la verdad, ¿os lo podéis imaginar? ¿No? Bueno, yo sí y os aseguró que no sería agradable. Mi hermano lo sabría, vendría a por mí; quizá le de por darle una lección a Chris y sabéis como puede terminar. Y seamos sinceros, él no ha hecho nada malo; como para que el cavernícola de Billy le haga daño. Se está comportando como un caballero y no pensarían que es amigo del imbécil de Kendall.
Cierro mi casillero y salgo fuera de la sala de empleados. Me despido de todos con un movimiento de mi mano y al fin soy libre; hasta el día siguiente claro está.
Una vez fuera, buscó a Chris; no le encuentro. ¿Dónde se ha metido? Espero no demore, no quiero llegar muy tarde a casa. Porque puede que Billy se preocupe, llamé a Shelby y se entere que mentí. Y no, no queremos eso.
» Pero puede que sea una buena amiga y mienta por tí, diciendo que estas en el baño «
Podría, pero nunca sé que esperar de mi amiga.
—Siento la tardanza —dicen a mis espaldas, volteo y me asustó al ver en el estado en el que se encuentra.
Un ojo morado, labio inferior reventado y se ve del asco.
—¿Qué ha pasado? —pregunté alarmada, alguien se ha encargado de darle una paliza.
—Si te sirve de consuelo, él quedó peor —intenta bromear y recibe una mirada de advertencia de mi parte.
—Venga, hay que curar esas heridas y debemos conseguir hielo para tu ojo —le ordenó y asiente.
Lo obligó a seguirme a la farmacia más cercana, una vez allí; tomo todo lo necesario. Pagó y salgo fuera del establecimiento, con Chris pisando mis talones. Parece un niño regañado y es lo que recibirá una vez terminé de curarle. Ahora tocaba encontrar algo de hielo o más bien alguna cosa que sirviera para bajar la inflamación.
Sin demora entró a un 24 horas y me encargo de buscar hielo, pero acabo comprando papas congeladas. Eso servirá de momento.
—¿Vamos a tu casa? —pregunto, a la mía no podíamos; sí por Billy.
Niega y mi ceño se frunce.
—No es buena idea —dice y mira hacia otro lado.
Suelto un suspiro.
—Vale, no te presionare; sino quieres ir a casa por mí esta bien —le regalo una sonrisa—. Vayamos a la playa, estamos a pocas calles —ofrezco y asiente.
Sin decir más, emprendemos camino hacia allí. ¿Por qué se niega a ir a su casa? ¿Acaso teme lo que puedan decir sus padres si le ven así? Quisiera saber, pero temo preguntar y que este pequeño progreso que hemos tenido, lo arruine. Mierda.
Necesita tiempo y se lo daré, quizá algún día me lo cuente. Quizá. Estamos hablando de Chris y sé muy pocas sobre él. La mayoría la he oído en el insti, vale; casi todo rumores. Así que no, no puedo decir que le conozco.
—No quiero ir a casa, porque la relación con mi padre no es la mejor —confiesa y yo me quedo de una pieza al escuchar eso—. P-por eso te he dicho que no y lamento si fui brusco —se disculpa, algo nervioso.
Niego con una sonrisa.
—Entiendo, a mí tampoco me gusta hablar de ciertos temas y que ahora hayas admitido esto; es genial —le ánimo.
Ríe y os juro que su risa es una hermosa melodía. Joder, que podía acostumbrarme a oírla por siempre. No podría aburrirme de ella.
—Venga, busquemos un lugar —dice y le sigo.
A esta hora la playa estaba repleta, es que en esta época del año era más que disfrutable. Yo adoraba la tranquilidad que habitaba aquí y es donde podía leer sin interrupciones. Aunque debía cuidarme del sol, no era mi mejor aliado. Sí, podía convertirme en un tomate humano. Os juro que es así, mi piel era muy sensible.
Chris me señala un lugar y allí nos sentamos. Sacó las cosas que he comprado y las dejó encima de mi bolso, no queremos que acaben llenas de arena. Mojó el algodón en alcohol y lo paso de la manera más delicada, por su labio. Suelta una maldición cuando lo hago, pero se reprime a decir algo más. Idiota. Esto le pasa por ir por la vida golpeando a las personas, estaba claro que alguien un día se lo devolvería.
Me gustaría regañarle a más no poder, hacerle entender que no todo se arregla con los puños; que a veces una buena conversación es la solución a muchos mal entendidos. ¿Pero lo comprendería? No, por supuesto que no.
—Me he peleado con Kendall —admite—, Dijo algo sobre tí y eso me ha molestado, así que lancé el primer golpe —explica y mis ojos se abren ante la sorpresa de sus palabras. Tenía que ser una broma, peleó con su mejor amigo; por mí—. Y no repetiré la mierda que soltó, porque si lo hiciera; iría en su búsqueda nuevamente. Recuérdame porque soy amigo de un imbécil como él, porque enserio no lo entiendo —me mira y creo que lo esta diciendo de verdad.
—Aunque no lo creas, todos tenemos un completo idiota por amigo —le intento consolar—. Y gracias por defenderme, en serio; significa mucho para mí —le digo, mientras limpio sus nudillos; los cuales están lo bastante heridos.
Podía imaginar cómo se encontraba Kendall, se ha destrozado las manos; joder. Me sentía fatal por ello y más porque por mi causa estaba así. ¡Idiota! Deseaba regañarle, en serio. Pero por alguna razón, no lo hice. Solo me límite a curarle sus heridas y a dejar la bolsa congelada de papas en su ojo. Mañana se vería peor, no pude evitar sonreír al imaginarlo y su cara al darse cuenta de ello.
Una vez acabé, continuamos en silencio; pero mirando hacia el agua. Apoyo mi cabeza en su hombro y no hay queja de su parte. Había muchos niños disfrutando de la misma y ello me recordó a Nolan, Billy y a mí. Todos los veranos pasábamos aquí, hasta que él... Ya sabéis, vale; no todo pero ya lo haréis. Como os pedí antes, dadme tiempo; lo necesito.
Sé que soy demasiado dura conmigo misma y dejó que lo que pasó me consuma, tampoco me doy tiempo a superarlo o hablarlo. No es fácil, no para mí.
—Sabes, me gusta estar aquí contigo —dice y levanto mi rostro para verle.
Estamos tan cerca cuando me doy cuenta y mi respiración se corta. Mierda. Calma Dakota, es solo una coincidencia que este pasando. Trago con un poco de dificultad. Se muerde el labio inferior, esta nervioso. ¿Por qué?
—Me gustas —suelta y mi cuerpo entero tiembla por ello. ¿Esta de broma?
—¿G-gustarte? —tartamudeo la pregunta, bien hecho. ¡Eres increíble!
—Sí, ya sabés; gustar, gustar —repite y me quedo pasmada viéndole.
¿Qué podía responder a ello? Mierda. ¿Y si era una broma? Aun recuerdo que Kendall se lo propuso y esto podía serlo. ¡Has caído en ella, Dakota! Que tonta has sido.
Sin que lo esperé me paro de mi lugar, estoy asustada y volteo a todos lados; puede que estén grabando esto. Luego sería la comidilla de todos y esto acabaría con la poca confianza que tenía. Maldición.
—Eres un imbécil —le espeto—. Por un puto momento he creído en tí y ahora entiendo que has mentido, no has peleado de verdad con Kendall. ¡Habéis planeado burlaros de mí y como una ilusa he caído! Demonios —no puedo evitar soltar una risa amarga, quería que la tierra me tragase.
Chris se levanta y niega con frenesí su cabeza ante mis palabras, intenta acercarse pero no se lo permito.
—Has aceptado la jodida broma, ¿verdad? Aquel día que os oí, lo estaban planeando y casi lo lográis. ¡Sois unos cerdos! —le grito, estaba dejando a los nervios hablar por mí.
Las personas a nuestro alrededor nos observan y no me gustar ser el centro de atención. Hago el amago de irme, pero su mano sosteniendo mi brazo; me detiene.
—¿Puedes oír lo que tengo que decir? —súplica y niego, soltandóme de su agarre—. Te estas haciendo una idea equivocada y si me dejas explicarte, podrías entender —pide.
—¡No! ¡No voy a escuchar tus mentiras! ¡Ya has logrado lo que querías, tú y Kendall! ¡Os felicito! —mascullo y sin esperar una respuesta, huyó de aquel lugar.
Joder. ¿A mentido todo este tiempo? ¿He sido solo una broma? Creí en él y caí en una trampa. Me sentía una imbécil, no os hacéis una idea. Por un momento pensé que se abría conmigo, que podíamos ser amigos. Fui una ilusa, maldición.
Dakota te has ganado el primer puesto a la idiota del año, en serio. Mi corazón late de una manera alarmante y estoy en un estado deplorable. Respiro con profundidad, debía calmarme antes de llegar a casa o Billy lo sabría. Se daría cuenta que algo ha pasado e intentará que se lo diga y no podré negarme. Se meterá en líos, porque lo sé; irá en su búsqueda.
Cuando noto que me he alejado lo suficiente y que sé que no me ha seguido, detengo mi andar e intento volver a calmarme. Me agachó, casi haciéndome un ovillo y lloro con fuerza. Y por más que quiera negarlo, su compañia comenzaba a gustarme; él había comenzado a gustarme y darme cuenta de esto, me hacía daño. ¡Joder contigo, Chris! ¿Por qué lo has hecho? ¿Es divertido verme la cara de idiota? ¿Es así?
» ¿Y si regresas y escuchas lo que tiene que decir? Eso podría hacerte sentir mejor «
No, me negaba a ello. Prefería no saber que iba a decir, es mejor que me quedé con la duda. No estoy lista para saberlo y dudo estarlo.
Lo has arruinado, Holland.
(...)
(*) Rikudo: Manga Japonés, sobre un chico que se convierte en boxeador.
¡Aquí tenéis un nuevo capítulo! Espero os guste ❤
¿Qué piensan de Chris? Me gustaría saber vuestras opiniones 😁
Espero sus estrellitas y comentarios ❤
Os mandó un abrazo enorme
—Vicky—
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