Capítulo 26
Thor salió del cuarto sintiendo que estaba ebrio y caminando sobre agujas. Se apoyó en la pared en el momento en que sus piernas flaquearon y se dejó deslizar hasta el suelo con una sonrisa amarga en los labios.
Siempre supo como iba a terminar.
Se hizo una pelota llevando las rodillas al pecho y dejando que su cabeza descansara allí. El dolor del rechazo era prácticamente físico.
No supo cuánto tiempo estuvo ahí, pero un toque en el hombro lo sobresaltó. Al alzar la vista, sus ojos se encontraron con los de la elfa. La mujer traía una bandeja con comida en las manos, así que supuso que era la hora de cenar.
-Cómo estás? -Preguntó suavemente.
-Cómo crees? -Su respuesta sonó brusca y automáticamente se arrepintió.
-Es verdad. Lo siento.
-No... Disculpa por contestar así. -La mujer volvió a levantar la cabeza y habló tímidamente.
-Te traje algo de comer. Pero si prefieres, podemos ir a la cocina. Todos están en el comedor, y no se si tienes ánimos para...
-La cocina es perfecta. -Le sonrió levemente. -Ven, déjame llevar eso.
Se puso de pie y tomó la bandeja de sus manos antes de seguirla. Se sentaron en el amplio mostrador uno junto al otro y Thor picoteó la comida sin muchas ganas, agradeciendo el silencio de Lyrei. Respiró hondo antes de hablar.
-Respetaré su decisión. Le he hecho mucho mal a Loki. No voy a obligarlo a nada nunca más. -La mujer contempló su perfil en silencio. -Si quiere regresar a Alfheim contigo, es libre de hacerlo. Si quiere quedarse aquí, en Midgard, o ir a cualquier otro de los nueve reinos, no me meteré ni lo buscaré.
-Querrá que te lleves a Gisli. -La afirmación lo tomó por sorpresa. Ella lo miró con el ceño fruncido. -Por qué piensas que se entregó a ti, aún sabiendo que podía morir? Quiere que viva contigo.
-No. Nunca podría. Es su hija.
-También es la tuya. -Respondió suavemente. -Él piensa que ella estará a salvo en Asgard resguardada de todo, incluso del hecho de que él es su padre. Qué harás cuando llegue el momento?
Thor no quería arrebatarle su felicidad a Loki.
Pero tampoco quería faltar a su palabra sobre respetar cualquier decisión que tomase. Miró a Lyrei con gesto sombrío.
-Si eso es lo que él realmente quiere, me llevaré a la bebé.
La elfa tragó con fuerza, como si tuviese un nudo en la garganta que no podía pasar, antes de llevar su mano a la mejilla derecha de Thor y acariciarla suavemente.
-Trata de comer. -Le dijo. -No puedes matarte de hambre. Gisli te necesita fuerte.
Ahora era él quien tenía un nudo en la garganta. Tras cerrar los ojos un momento, asintió y se obligó a cenar.
El día siguiente llegó sin tenerle piedad a nadie, y todos estaban reunidos en la sala, esperando lo que sucedería a continuación. Thor, sentado en el rincón más apartado, trataba de no hacer contacto visual con nadie. Temía que, de hacerlo, volvería a llorar como si fuera un niño.
Los murmullos de los Avengers cesaron y supo que Loki había entrado en la sala. Alzó la vista por primera vez para encontrarlo con su hija en brazos, mirándolo fijamente. Su boca era una inexpresiva línea rígida y sus ojos eran duros, pero sabía que eso no era más que mera fachada. En su pecho, su corazón debía estarse rompiendo en mil pedazos.
-Volverás a Asgard? -Le preguntó. El dios del trueno asintió. Loki replicó el gesto antes de acercarse y ofrecerle el pequeño bultito envuelto en mantas. -Llévala contigo. -Thor contuvo la respiración mientras su hija cambiaba de brazos. -No le dirás a nadie de quien es hija. Es tuya. Solo tuya. Su madre murió en el parto. -Asintió sin siquiera dudarlo. -Adiós, Thor. -Se inclinó y besó suavemente la frente de Gisli con una reverencia que no había demostrado por nada ni nadie antes, y luego les dio la espalda para dirigirse a Strange.
-Estás seguro de esto? -Preguntó Stephen. Loki asintió.
-Siempre puedes contar conmigo. -Lyrei dio un paso al frente y ambos se fusionaron en un abrazo.
-Lo sé. Volveremos a vernos. -La elfa asintió con lágrimas en los ojos y lo dejó ir. Strange comenzó a abrir un portal. En ese momento, su hermano volteó y se dirigió a todos.
-Les agradezco su ayuda. No volveré a traerles problemas. -El portal a sus espaldas terminó de crearse y Loki les dedicó una pequeña reverencia antes de atravesarlo.
-Creo que está de más decirles que no ayudaré a nadie a encontrarlo. Nunca. -Dijo el hechicero mientras el portal desaparecía. -Si causa algún problema, nosotros nos encargaremos de eso. -Miró a la elfa plantada a su lado. -Nadie más sabrá donde está.
Thor miró los rostros de sus compañeros. Ninguno tenía nada para decir. Ni siquiera Tony soltó algún comentario mordaz al respecto. Como si hubieran sentido su mirada en ellos, voltearon en su dirección.
-Thor, cómo te encuentras? -Preguntó Steven. El dios negó suavemente. No tenía deseos de hablar con nadie.
-Necesitas un aventón? -Asintió a Strange, que comenzó el proceso de abrir otra de sus puertas.
-Gracias. De verdad. Y lo siento por las molestias.
Paso a través del portal antes de que nadie pudiese decirle nada, con Gisli firmemente apretada contra el pecho.
Ahora, solo ella era el ancla que lo mantenía en el mundo.
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