Thor lo había encontrado.

Cómo?

Y por qué su poder se sentía tan extraño? Lejos de parecer su hermano, ahora parecía... Su enemigo.

Cuando lo había visto por la ventana, su sangre se había helado. Estaba dispuesto a salir y enfrentarse a él, pero toda su resolución se disolvió cuando de la cabaña salió un niño. Miró a Lyrei y lo supo. La mujer era una hechicera. Y estaba tratando de alejar a Thor.

Sin perder un segundo, tomó a la niña en sus brazos y arrastró a su amiga de la mano hacia el establo en cuanto su hermano se perdió en el bosque con la ilusión.

-Lyrei! –La elfa salió del trance y esta vez reaccionó cuando le entregó a Gisli. –Llévatela lejos. –Ella negó.

-Nos iremos todos. –Ató a Gisli a su pecho con la manta y subió al caballo antes de extenderle la mano. –Súbete. Ahora.

Incapaz de desobedecerla, Loki montó tras ella y salieron disparados en la dirección contraria a la que Thor había ido.

No tenía idea de a dónde irían. Si su hermano los había encontrado una vez, era probable que los encontrase mil veces más...

Una explosión lejana lo hizo voltear. Lyrei habló con la voz cargada de pánico contenido.

-Lo siento. Se dio cuenta.

Una columna de humo se alzó perezosamente en la lejanía. Ya no tenía más opciones. Saltó del caballo antes de que la elfa pudiese detenerlo, y extendió un campo de fuerza entre los dos.

-Vete. Vete lejos.

-Loki! –El caballo se encabritó cuando la mujer cambió de dirección de golpe y uno de sus cascos golpeó la barrera. La hembra entro en pánico. –Loki, qué crees que haces!? No te dejare!

-Lyrei, si no te vas ahora será demasiado tarde. Llévate a Gisli a un lugar seguro.

Lo sentía. Su hermano se acercaba a gran velocidad. Llevó los brazos tras la espalda, cerca de sus dagas, y adoptó una posición de indiferencia.

-Loki! –Su amiga lloraba. –Por favor...!

-Las amo.

Con una mano en las riendas y otra aferrando a su hija, Lyrei espoleó a la bestia y se alejó. Ya podía desatar su poder sin preocuparse.

-Qué esperas, hermanito? –Murmuró.

Un zumbido bajo llegó a sus oídos, y alzó la vista en el momento justo en que Thor hacía su aparición entre los árboles.

-Me buscabas!?

Al oír su grito, el Dios del Trueno descendió frente a él como un meteoro. Se cubrió los ojos de la tierra que voló en todas direcciones y sintió que los vellos de su nuca se encrespaban.

-Loki... -Aquella voz le provocó escalofríos.

Su hermano emergió del polvo. Rayos esporádicos recorrían su cuerpo, que parecía haberse consumido. Por todos los cielos, estaba hecho una mierda. Nunca lo había visto así.

-Thor. Te noto algo diferente, pero no puedo precisar el qué... -Sonrió. –Acas-

El rubio llegó a su lado en un segundo, cortándole el habla y sin darle tiempo a pensar. Lo aferró por el cuello y lo lanzó al suelo como si fuese una muñeca de trapo. La vista de Loki se nubló por el golpe y cientos de estrellas lo cegaron.

-Te divertiste? –El color de los ojos de Thor había desaparecido por completo. Ahora, un par de cuencas completamente blancas y brillantes taladraban los suyos. –Follaste mucho, no es así? –La mano en su garganta se ajustó. Loki trató de moverse, pero el peso de Thor seguía siendo demasiado para él. Su voz le raspó la garganta.

-De... De qué estás hablando, hermanito?

-No me mientas! –Su gritó lo aturdió, y temió carbonizarse cuando de su hermano brotaron rayos . –Sé lo que estuviste haciendo... Creías que podías escapar de mi?

Thor lo puso bocabajo violentamente y le quitó las dagas antes de volver a depositar todo su peso en él y quitarle todo el aire de los pulmones de una vez.

-Vas... –Boqueó.- Vas a llevarme a Asgard? –Su hermano negó con una risita.

-Vas a ser mío.

La mano que Thor no estaba usando para aplastar su cabeza contra la tierra le desgarró los pantalones y su rodilla se coló entre sus piernas, abriéndolas.

-Thor...! –Jadeó.

Con espanto, Loki se dio cuenta de que su hermano iba a...

-DEJALO EN PAZ, BESTIA!

Un rayo de energía impactó en su hermano, mandándolo a volar. Su amiga se acercaba amenazadoramente.

-Lyrei! Dónde está Gisli!? –La adrenalina que recorría su cuerpo le dio la energía para ponerse en pie y correr a su encuentro. Hablar dolía.

-A salvo. –La elfa se interpuso entre él y Thor, que ya estaba recuperándose. La magia de la mujer brotaba de sus manos mientras observaba al dios con odio en los ojos.

-Una mujer...? –El golpe no había causado ningún daño visible. –Loki... Me abandonaste por una MUJER?

Una vez más, los rayos brotaron de Thor. Los pocos árboles que habían sobrevivido a su aterrizaje comenzaron a arder cuando estos los golpearon. Loki tomó el brazo de Lyrei.

-No te enfrentes a él. Deja que yo lo haga. –Su amiga apretó los puños. –Lyrei, no quiero te que lastime.

-Lastimarme? –Sus ojos llamearon con una furia ancestral. –Este animal no podría lastimarme ni aunque lo intentase.

Thor arremetió contra ellos con un grito de guerra que Lyrei replicó.

Y de pronto, puf.

Él ya no estaba ahí.

-Qué...?

-Eso dio miedo.

Loki reconoció la voz a su espalda y volteó.

-Strange... -Murmuró. –Gisli. –El hombre traía a su hija en brazos.

Lyrei superó el shock inicial en cuanto vio al desconocido cargando al bebé y volvió a tomar una posición defensiva interponiéndose entre ellos. El hechicero sonrió ante la imagen.

-Señorita, definitivamente usted da más miedo.

-Dame a la niña. –Gruñó ella. Strange alzó la mano libre en gesto de rendición y se acercó lentamente. En cuanto la pequeña cambió de brazos y pudo pasársela a Loki, la elfa lo observó fijamente. Palideció en cuando sus ojos se fijaron en el collar del tipo. –El Ojo de Agamotto... -El hechicero sonrió.

-Nos vamos?

-Irnos? –Loki lo miró sin entender.

-A la Tierra. Tu hermano debe estar muy cabreado. Lo metí en el bunker donde metemos a Hulk. Y es muy probable que Stark se esté preguntando qué diablos pasa.