Quintillizas
—Un menú de carne completo por favor—pidió un chico peliazul bastante alto en la cafetería de su escuela.
Cuando se lo entregaron tomó su bandeja y buscó una mesa para sentarse ya que todas las demás estaban llenas de estudiantes, muchos hablando de diferentes temas y cuando él pasó varios comentarios fueron dirigidos hacia él, aunque quisiera, su presencia no pasaba desapercibida para nadie, después de todo era alguien bastante apuesto sin contar también su gran altura y su buen estado físico.
—Oye, mira—susurró un chico a su amigo—. Jojo va a volver a comer solo.
Su amigo rió por el comentario pero el peliazul no lo escuchó y seguramente eso hubiera sido lo mejor. El chico fue hasta una mesa vacía que era la que ocupaba normalmente pero al momento de poner su bandeja, alguien más puso la suya también. Al voltear a su derecha vio que se trataba de una chica pelirroja con ojos azul oscuro y un par de horquillas en forma de estrella a cada lado de su cabello.
—Yo llegué aquí primero—dijo la chica mientras fruncía el ceño—, vete y siéntate en otro lugar.
—Lo lamento pero este es el lugar donde siempre como—respondió el chico intentando no comenzar una discusión—. Hay suficiente espacio para los dos, podemos compartir la mesa.
La chica lo pensó durante unos segundos pero finalmente accedió y ambos se sentaron, allí el peliazul notó que la ropa que ella tenía no era el uniforme de la escuela por lo que debía ser una estudiante recién transferida. Sin embargo, aunque logró calmar el ambiente entre los dos, muchas miradas de los estudiantes se posaban ahora en ellos mientras hacían comentarios sin preocuparse si eran escuchados o no.
Algunos hablaban que el llamado "Jojo" se había sentado con alguien y en especial con una chica tan linda mientras que algunas chicas se sentían un poco celosas de que el apuesto peliazul se haya sentado con esa chica nueva cuando ellas lo habían invitado muchas veces para sentarse juntos y él la mayoría de las veces las había rechazado.
El chico soltó un suspiro al escuchar todas esas cosas, pensaba en encararlos y decirles que no hablaran de él a sus espaldas de una forma tan obvia y se metieran en sus asuntos pero entonces vio como la chica frente a él estaba roja de la vergüenza que incluso parecía un tomate. Lo mejor en esos momentos era calmarla antes de armar una escena.
—Oye, no te preocupes por lo que están diciendo—dijo el peliazul con una pequeña sonrisa—, no les hagas caso, ya se cansarán y volverán a lo suyo, pero si sigue molestándote puedo irme y hablar con ellos.
—No, no, no hay problema, pero gracias—respondió la pelirroja un poco más calmada.
—Oh por cierto, ni siquiera nos hemos presentado—dijo el chico como una especie de disculpa—. Me llamo Jonathan Joestar pero me dicen Jojo.
—Es un gusto Joestar-kun, yo soy Itsuki Nakano. Por lo visto no eres japonés, ¿qué eres, americano, británico?
—Británico pero en parte soy japonés, mi madre lo era pero todos dicen que soy igual a mi padre aunque él dice que saqué el color de sus ojos. Pero bueno, vamos a comer o la comida se enfriará.
—Sí, buen provecho.
Ambos empezaron a comer mientras hablaban de vez en cuando para conocerse mejor hasta que Jonathan terminó.
—Oye, ¿no te molesta si leo un poco hasta que tú termines de comer?—preguntó Jonathan mientras tomaba un libro que llevaba antes consigo.
—No, para nada—respondió Itsuki aunque estaba más enfocada en su comida.
—Gracias.
Jojo abrió el libro el cual se llamaba Caballo de Troya que era uno de sus libros favoritos cuando de este una hoja cayó sobre la mesa.
Itsuki notó eso y tomó la hoja debido a la curiosidad.
—Oye, es de mala educación tomar así las cosas de los demás—la reprochó Jonathan.
Itsuki vio que esa hoja se trataba de un examen el cual tenía...
—¿¡100 puntos!?—exclamó sorprendida mientras hacía un puchero—. ¿Acaso me lo mostraste a propósito para parecer genial?
—¿Eh? Claro que no, no creo que haya alguien de nuestra edad que piense que estudiar es genial y dame eso por favor—tomó el examen entre sus manos—. Oh entonces es este examen, con razón no lo encontraba en ningún lado.
—No me gusta admitirlo pero no soy buena en los estudios, te envidio.
Sin embargo ahora era él quien no le prestaba mucha atención al estar inmerso en su lectura.
—Ya sé, ¿podrías ayudarme a estudiar por favor? Después de todo ahora somos compañeros de mesa.
Jonathan levantó la mirada hacia la chica y después de pensarlo un poco, habló.
—Claro, si no tienes ningún problema puedo ayudarte—respondió con una amable sonrisa.
—¡Muchas gracias Joestar-kun!
—No hay de qué Nakano-san.
—Vamos, no seas tan formal, puedes llamarme por mi nombre.
En ese momento el celular del chico empezó a sonar, cuando vio de quien se trataba se disculpó con la pelirroja y fue a un lugar un poco más callado para atender la llamada.
Estando en la azotea, volvió a llamar ya que la llamada antes se había cortado.
—Hola Raiha-dijo el peliazul—. ¿Sucedió algo?
—Sí pero es algo bueno Jojo-dijo ella al otro lado de la línea—. Papá te consiguió empleo.
—¿En serio? ¿Y por qué no me lo dijo él?
—Él está en una reunión importante de la inmobiliaria así que yo me ofrecí para decírtelo. Dijo que esta era una buena oportunidad para que aprendieras sobre lo que es un trabajo y como funciona el dinero y esas cosas de adultos.
—Está bien, ¿y de qué se trata?
—Es un trabajo de tutor personal, un viejo amigo de papá y su familia se mudaron aquí hace poco y buscan a alguien que pueda ayudar a su hija con sus estudios. Incluso dijo que van a pagar 5 veces más de lo normal.
—¿No estás inventando cosas? Porque eso suena a trabajo ilegal.
—¿Me estás llamando mentirosa?
—Yo no dije eso...
—No creí que mi propio hermanito me llamaría mentirosa, eres malo y yo que pensaba mostrarte mis nuevas habilidades de cocina preparando tu comida favorita—dijo ella con un muy fingido tono de tristeza.
—Lo siento, lo siento, era una broma, tú sabes como son mis bromas a veces.
—Mmmm... está bien, te creeré esta vez—dijo ella volviendo a su actitud alegre.
—¿Y quién es la chica? ¿Papá te dijo algo sobre ella?
—Pues va a preparatoria, dijo que la transferirían a tu escuela, su apellido era Nakano.
—¿Nakano? Creo que ya la conocí.
—Entonces así mejor, solo dile que serás su tutor, seguro que ella debe saber que tendrá uno.
—Eso haré, gracias Raiha, cuidate.
—Adiós hermanito, y mándale un saludo de mi parte a Dio.
—Lo haré, no te preocupes. Adiós.
—Adiós, te quiero.
La llamada terminó y él se puso a pensar en las cosas que escuchó, después hablaría con su padre para saber un poco más sobre esta decisión pero al menos no sería tan difícil estudiar con Itsuki después de su buen comienzo y de la promesa que la ayudaría a estudiar. Por suerte no hizo ningún comentario sobre la gran cantidad de comida que tenía y que engordaría o algo así, un caballero nunca hablaba del peso de una mujer.
Cuando el receso terminó todos entraron a sus clases pero el profesor de la clase de Jonathan tenía un anuncio que dar, de ahora en adelante tendrían una nueva estudiante la cual pasó al frente de la sala para presentarse. Era una chica muy hermosa y con una buena figura, tenía ojos azul oscuro, cabello corto rosado y un mechón largo en su lado derecho. Con su sola presencia dejó encantado a más de uno en la clase.
—Soy Ichika Nakano, encantada de conocerlos.
Cuando Jonathan escuchó ese apellido volteó a ver a la chica y se dio cuenta de que era muy parecida a Itsuki, seguramente eran gemelas, era la única conclusión a la que podía llegar y la más probable sin duda. Ahora se preguntaba si tendría que enseñarle a ella también aunque Raiha había dicho que era solo una hija. Otra razón para hablar con su padre.
—Muy bien Nakano-san—dijo el profesor—, puedes sentarte al lado de Joestar.
Jonathan levantó la mano para que la chica supiera de quien se trataba y entonces se sentó junto a él.
—Encantada de conocerte Joestar-kun.
—El placer es mío Nakano-san.
—Wow pero que sofisticado y caballeroso—dijo ella con un tono juguetón.
Las clases continuaron normalmente el resto del día, sin embargo Jonathan no tuvo oportunidad de hablar con Itsuki o Ichika para aclarar sus dudas y hablar sobre su trabajo de tutor, además de que cuando regresó a su casa, su padre no se encontraba ahí y no regresó en todo el día, además de que tenía el celular apagado. Jojo suponía que la reunión debía ser muy importante para tardar tanto. Por lo tanto siguió con sus actividades normales mientras pasaba el rato con sus hermanos y así pasó el día y uno nuevo comenzó.
Cuando fue la hora del receso logró ubicar a Itsuki y se acercó para hablar con ella, después de todo su trabajo como tutor comenzaba ese día y no sería prudente perder más tiempo.
Después de llamarla ella volteó para saludarlo con una amigable sonrisa.
—Pensaba que podíamos sentarnos juntos hoy—dijo Jonathan esperando que aceptara su propuesta.
—Me encantaría pero me están esperando—dijo ella mientras señalaba la mesa detrás suyo—. ¿Por qué no comes con nosotras?
—No gracias, no quiero incomodarlas. Solo espero que podamos hablar después de clases.
—Claro, te esperaré en la salida—respondió un poco intrigada.
—Bien, te veo después y disfruta tu comida junto a tus amigas.
—Gracias pero no somos amigas.
Después de decir eso se dio la vuelta dejando al chico confundido. ¿Comían juntas pero no eran amigas? Dejando eso del lado decidió seguir su camino hasta su mesa de siempre cuando una voz conocida lo llamaba.
—¿En serio te vas a ir?—preguntó Ichika mientras se inclinaba frentre a él—. Vas tras Itsuki ¿no?
—No voy tras ella y buenos días Nakano-san.
—Vamos no necesitas mentirme, los vi hablando hace poco. Y bien, ¿qué fue lo que te atrajo? ¿Su actitud seria? Supongo que podría ser eso. Voy a llamarla, espera.
—Oye no malinterpretes las cosas, solo debía decirle algo, aprecio tu interés pero no es necesario.
—Vaya, pero que varonil de tu parte. Está bien, dejaré que te encargues pero siempre que tengas un problema, puedes contar con la hermana mayor Ichika, ya sabes donde encontrarme.
Jojo y ella se fueron en diferentes direcciones y él llegó a su silla donde comió bastante rápido el pequeño menú que había pedido ese día para después continuar con la lectura de su libro, sin embargo no se dio cuenta de que una persona lo llamaba.
—¿Joestar-san? Joestar-san. ¡Joestar-san!
Cuando levantó la vista se encontró con una chica bastante linda que tenía una gran sonrisa en su rostro, sus ojos eran azul oscuro con un cabello anaranjado y corto que llegaba hasta su cuello. Una cosa que resaltaba de ella era un listón verde en su cabeza teniendo un estilo como orejas de conejo.
—Por fin me miraste—dijo ella.
—Disculpa ¿quién eres? ¿y cómo sabes como me llamo?—preguntó Jonathan alejándose un poco pues sus rostros estaban muy cerca.
—Esa es una excelente pregunta—respondió ella manteniedo su sonrisa mientras se ponía de pie y mostraba 2 exámenes—¿Se te cayó este examen de 100 puntos o este cero?
Jonathan estaba confundido por la pregunta además del hecho de que esa chica tuviera su examen por lo que preguntó por qué lo tenía. Ella explicó que en el momento en que él pasó por su mesa su examen había caído de su bolsillo, ella se percató de eso por lo que lo recogió y fue hacia él para devolvérselo.
—Y esa es la historia-terminó de contar ella—. ¿Y bien, cuál es el tuyo?
—Supongo que el de la derecha, el que tiene mi nombre.
—¡Eres sincero! Te entrego los dos.
—No gracias, no necesito el otro, ¿pero de quién es ese examen?
—Es mío, es la primera vez que veo un 100, es asombroso.
—Entonces podrías revisar tu examen para saber en lo que fallaste, estudiar un poco más y es posible que llegues a obtener un 100 también, no deberías rendirte y conformarte con esto.
—Okay okay—dijo sin quitar su tonta e inocente sonrisa—. Sabes, mi primera impresión de tí fue que eras un antisocial o algo por el estilo...
—Ehh, ¿gracias?
—...Pero ahora me doy cuenta de que eres un genio, Joestar-san.
En ese momento el celular de Jonathan comenzó a sonar por lo que decidió ver de que se trataba y al ver el mensaje se quedó sorprendido.
—¡Oh no! ¡La práctica del equipo comenzó hace 10 minutos! ¡Lo olvidé por completo, el entrenador va a matarme!
En su desesperación, dobló los 2 exámenes y los metió en su bolsillo para salir corriendo de la cafetería sin darse cuenta de que cierta chica con un listón lo seguía.
Después de la práctica él se encontraba con el resto del equipo en los vestidores mientras algunos entraban y salían de las duchas y otros como él estaban vistiéndose, en eso una mano se posó en su hombro para voltear y ver a un chico rubio de su misma altura.
—¡Dio!—dijo Jonathan con una gran sonrisa—. Estuviste increíble en la práctica de hoy.
—Lo mismo digo de tí, Jojo—dijo el rubio con una sonrisa—. Iré a las duchas, no te vayas sin mí.
—Ni tú sin mí.
El rubio desapareció de la vista de los demás y Jojo siguió con su labor tomando su camisa para ponérsela cuando en ese momento sintió una presencia detrás de él y varios de los chicos que estaban allí veían hacia la puerta de la habitación, cuando volteó vio que la chica del listón se asomaba por la puerta abierta mientras un aura amenazante la rodeaba y hacía un pequeño puchero.
—¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó Jonathan.
—Aún no me agradeciste—respondió ella.
—¿A qué te refieres?
—Cuando recogen algo tuyo das las gracias. ¿Eres un genio y no sabes eso?
—Oh te refieres a tu examen—dijo para sacar el examen que estaba en su bolsillo—. Lo lamento, es que tenía prisa y no pude agradecerte correctamente, gracias. Toma y perdón por llevarme tu examen también.
—Es verdad, ¡gracias Joestar-san!
—No hay de qué...
—Yotsuba, me llamo Yotsuba.
—Pues encantado de conocerte Yotsuba pero ¿podrías salir de aquí por favor? Hay algunas personas que necesitan vestirse.
En eso Yotsuba se dio que Jonathan aún no llevaba puesto su camisa mostrando su bien trabajado cuerpo provocando que se sonrojara enormemente tapándose los ojos para después dar media vuelta y salir de ahí.
Cuando las clases terminaron el peliazul se dirigía a la salida, le dijo a Dio que podía adelantarse pues debía hacer algunas cosas además de que comenzaría su trabajo como tutor. Cuando ya estaba cerca de la salida vio a Itsuki pero para su sorpresa no estaba sola, estaba junto a dos chicas que también estuvieron con ella en la hora del almuerzo. Una de ellas que tenía el cabello rosado-rojizo hasta la cintura y unas cintas en forma de mariposa a cada lado de su cabeza estaba hablando con Itsuki quien en ese momento tenía en sus manos un panecillo de carne.
—¿No comes demasiado, Itsuki?
—¿Tú crees?—respondió la mencionada—. Solo es el segundo.
Mientras la chica daba un mordisco a su bocadillo su "amiga" agarró su panza por atrás y la apretaba un poco.
—¡Eres el monstruo de los panecillos de carne! A los chicos no les gusta esto ¿sabes?
Mientras ella seguía molestando a Itsuki, Jonathan llegó hasta donde se encontraban y las 3 chicas notaron su presencia.
—¡Joestar-kun!—dijo Itsuki sorprendida y avergonzada para alejarse de la otra chica—. ¿N-no escuchaste o viste nada verdad?
—No, ¿por qué?—respondió él, claramente había escuchado y visto todo pero mejor no diría nada, no quería hacerla pasar vergüenza.
—N-no, por nada.
—Si tú lo dices. Y respecto a lo que quería hablar contigo...
—¡Es cierto! Chicas, pueden adelantarse, la veré en un rato.
La chica de las cintas de mariposa abrió la boca para protestar pero la chica a su lado, con cabello castaño rojizo y auriculares en su cuello la tomó del brazo y empezó a caminar. Cuando finalmente estuvieron solos él empezó a hablar.
—Bueno, ¿recuerdas que ayer me pediste ayuda con tus estudios?—la chica asintió por lo que prosiguió—. Al parecer eso podrá hacerse oficialmente. Mi padre me consiguió trabajo como tutor personal para una chica de mi escuela de apellido Nakano.
—¿Entonces tú vas a ser nuestro tutor personal? No creí que serías familia del amigo de mi padre.
—Ni yo, a veces el mundo es muy pequeño.
—Puede ser extraño considerando que tenemos la misma edad y somos compañeros de clase pero sé que eres alguien bastante inteligente y confío en tí, Joestar-kun.
Los dos empezaron a caminar ya que Itsuki se ofreció llevarlo hasta su departamento para comenzar con las tutorías, en el camino estuvieron hablando de varios temas que no tenían que ver con el trabajo del chico para pasar el rato. Conforme iban avanzando, Jojo se dio cuenta de que el barrio en el que estaban era uno lleno de casas y edificios bastante costosos en el que vivían los más ricos hasta que llegaron a un edificio bastante grande y lujoso.
Ambos entraron y fueron hacia el elevador donde la pelirroja presionó el botón para ir al piso 30. Después de un rato la puerta del elevador se abrió y ella lo guió hasta una puerta con una placa al lado con el apellido Nakano inscrita.
—Prometo que nos esforzaremos Joestar-kun—dijo ella con una mirada decidida—, no te arrepentirás de ser nuestro tutor.
—Y yo prometo no decepcionar... un momento, ¿dijiste "nuestro"? ¿Acaso voy a enseñarle a alguien más?
—Oh, creí que ya lo sabías.
—¿Saber qué?
—Ehh... bueno ya lo verás, solo no te sorprendas.
Cuando ella abrió la puerta, pudo ver a las otras chicas que había visto antes con Itsuki, todas voltearon a ver a su hermana quien entraba junto a él.
—Pero si es el señor aplicado—saludó Ichika con una sonrisa—. Hola Joestar-kun.
—¡Hola Joestar-san! ¿Qué estás haciendo aquí?—dijo Yotsuba con una sonrisa curiosa.
—¿Qué hace tu "amiguito" aquí Itsuki?—preguntó de forma hostil la chica con las cintas de mariposa.
—¿Lo ves? Te dije que no le haría nada malo, lo juzgaste muy rápido—dijo la chica con los auriculares en el cuello.
—Joestar-kun será nuestro tutor—dijo Itsuki.
—¿Voy a enseñar para todas ustedes?—preguntó el chico sorprendido intentando buscar una respuesta en su mente—. ¿A-acaso ustedes son...?
—Sí, somos quintillizas.
Ese último comentario dejó completamente en shock al peliazul.
—————————————————
—Algunas ya me conocen pero me presentaré—dijo el peliazul—. Soy Jonathan Joestar y seré su profesor particular a partir de ahora. Prometo ayudarlas a todas en sus dudas y conseguiré que sus notas suban y se gradúen.
Sí, ese podía ser un buen comienzo y una buena presentación... si tan solo alguien estuviera en la sala para escucharlo. ¿¡Adónde fueron todas!? Apenas pudo recomponerse de la impresión que tuvo hace un momento y cuando lo hizo ellas ya habían desaparecido de su vista.
—Todas se fueron—dijo decepcionado.
—¡No es cierto!—dijo Yotsuba quien traía un vaso con agua—¡Yo estoy aquí!
—Gracias... Yotsuba ¿verdad?—respondió mientras tomaba el agua—¿Por qué sigues aquí?
—Para estudiar obviamente.
—Ojalá tus hermanas tuvieron tu espíritu, sin ofenderlas. Pensé que Itsuki estaba de acuerdo con que yo les enseñara.
—No te preocupes, yo te ayudaré a convencerlas, después de todo quiero estudiar contigo Joestar-san.
—Eres una gran persona Yotsuba, gracias.
Ambos subieron al segundo piso y ella mostró la disposición de las habitaciones. Primero Itsuki, después Yotsuba y luego Miku, Nino e Ichika.
—No te preocupes por convencer a Itsuki—dijo Yotsuba para animarlo—, ella es muy responsable y aplicada, solo se negaría en el peor de los casos.
Entonces Jojo se acercó a la puerta de la quinta hermana y llamó 1 vez. A los pocos segundos esta se abrió mostrando a la pelirroja con una ropa casual.
—¿Qué sucede Joestar-kun?—preguntó ella.
—Las tutorías van a empezar, creí que vendrías.
—Claro que voy a ir, solo me cambié el uniforme a una ropa más cómoda, traeré mis cuadernos e iré a la sala.
—Muy bien, gracias.
La chica volvió a cerrar la puerta para buscar las cosas que dijo mientras que Jonathan estaba feliz de que las cosas con ella salieron bien.
—¿Ves? Te lo dije—respondió Yotsuba con una sonrisa—. No había nada de que preocuparse. La siguiente es Miku, ella es la más inteligente de todas, seguro se llevarán bien.
El chico llamó 1 vez a la puerta esperanzado a que la chica accediera.
—No quiero—fue la fría respuesta de la tercera hermana—¿Por qué tiene que ser un compañero de clases? ¿Es que en esta ciudad no hay profesores decentes?
Ese comentario irritó un poco a Jonathan pero entendía su descontento en cierto modo.
—Escucha Miku—empezó a hablar el chico—, entiendo que no me tengas confianza y no sientas que estoy capacitado por ser de tu edad y ni siquiera conocernos pero podemos hacer un trato.
La chica solo lo miró en silencio y con un gesto pidió que continuara.
—Te pido una oportunidad, si mi sistema de estudio te parece bien entonces seguirás asistiendo a las tutorías en los siguientes días pero si crees que no estoy a la altura, estarás en todo tu derecho de irte y no asistir a las siguientes clases. Y yo no te obligaré a hacerlo.
Jonathan sabía que era una apuesta muy arriesgada, después de todo si ella quería podía poner cualquier pretexto para decir que no estaba capacitado para ser su tutor e irse pero sabía que debía darle algo con lo que ella pueda negociar y sentirse en ventaja. Después de unos minutos de pensarlo Miku finalmente respondió.
—Muy bien, estarás a prueba. Iré a la sala así que no tardes.
—Bien, gracias Miku—respondió él con una pequeña sonrisa para después cerrar la puerta de la habitación.
—¡Eso fue increíble Joestar-san!—dijo Yotsuba mientras lo veía con ojos de admiración—¡Lograste convencer a Miku aunque ella se negó completamente al principio!
—Supongo que las palabras son un arma muy poderosa. Ahora sigue Nino ¿verdad?
—¡Sí! Ella es la más amigable, seguro se volv...—sin embargo por más que Jojo tocaba la puerta no había respuesta de nadie—... creo que no está. Supongo que no podía ser tan fácil.
—Ya hablaré con ella cuando la encuentre, vamos por Ichika—dijo determinado.
—¡Sí! Ella...
—¿Pasa algo?
—No, no, solo te sorprendas por favor.
Las dudas que el peliazul tenía debido a lo que Yotsuba dijo se resolvieron cuando ella abrió la puerta. Las cortinas estaban cerradas dejando la habitación a oscuras pero debido a la luz que entraba a través de la puerta pudo ver como habían diferentes productos y otras cosas por todas partes.
—¿P-pero qué...?—exclamó completamente sorprendido por lo que estaba frente a sus ojos, y él que pensaba que la habitación de Raiha estaba desordenada—¿Cómo alguien puede vivir aquí?
—No trates mi habitación como un lugar inexplorado—dijo Ichika de forma somnolienta mientras bostezaba y se levantaba de la cama con una sábana cubriéndola—. No creí que tu serías nuestro tutor particular.
—Esto está desordenado como siempre—regañó Yotsuba a su hermana al encender la luz y empezar a recoger unas cosas.
—¿Por qué estás durmiendo a esta hora? Solo vístete y vamos a la sala.
—Espera ¿cómo sabías que duermo sin ropa?—preguntó ella mientras apegaba la sábana a su cuerpo.
—¡¿Espera qué?! N-no lo sabía—dijo voltendo la mirada a otro lado para disimular un pequeño sonrojo de vergüenza—, creí que llevabas pijama o algo así, es lo normal cuando vas a dormir, además de que tu uniforme está cerca de la cama así que pensé que te pusiste una ropa más cómoda para descansar.
—Wow, no te pierdes un detalle de nada. Está bien, Yotsuba, pásame algo de ropa que encuentres por ahí.
—Las esperaré en la sala para comenzar.
—Oh vamos, estudiar, estudiar y estudiar. ¿Es en lo único que piensas cuando estás en la habitación de una chica?
El chico salió de la habitación aparentemente y cerró la puerta sin escuchar eso último dicho por la quintilliza mayor, quien hizo un puchero hacia el chico por haberla ignorado hasta que su hermana encontró algo de ropa para vestirse. Por otro lado Jonathan intentó ignorar lo que Ichika dijo, por supuesto que sabía las otras cosas que podrían pasar cuando estabas en la habitación de una chica pero eso no le importaba en esos momentos, no era el punto del asunto y él firmemente creía que esas cosas debían realizarse después del matrimonio. Cuando se dio cuenta, tenía a Miku frente a él.
—Jonathan, ¿verdad?—preguntó ella acompañada de su inexpresiva mirada.
—Así es, ¿necesitas algo?
—Tengo una pregunta. Perdí mi ropa de gimnasia, una sudadera roja.
—¿Necesitas ayuda para encontrarla? Aunque no la he visto, podrías comenzar por buscar en el último lugar que la viste.
—Pues antes la tenía, antes de que vinieras.
Jonathan la veía calmadamente pero ahora sabiendo a donde quería llegar.
—Es bastante injusto que me acuses sin pruebas, y ahora yo te pregunto ¿para qué la querría? No es de mi talla y si piensas que lo hago por motivos pervertidos, lamento decepcionarte. Un caballero nunca haría un algo tan cobarde y desagradable hacia una mujer, eso solo lo hacen las personas que no tienen el valor suficiente para relacionarse o siquiera hablar con una mujer y recurren a actos bajos como ese.
Antes de que Miku pudiera responder a eso, fueron llamados por Nino que había horneado galletas y además tenía la sudadera de Miku pues tenía su nombre grabado en él.
—Muy bien, todos estamos reunidos—dijo Jonathan con una sonrisa—, podemos comenzar a estudiar.
Sin embargo su sonrisa se borró cuando vio lo que hacían las quintillizas. Ichika veía una revista mientras comía una que otra galleta, Miku estaba peleando con Nino sobre por qué estaba usando su sudadera e Itsuki estaba con un tazón de galletas para ella sola mientras las comía rápidamente.
—Joestar-san—lo llamó Yotsuba—. Tranquilo, yo sí estoy estudiando.
Sus esperanzas terminaron tan rápido como empezaron cuando vio que la chica solo hizo un dibujo de una flor y una mariposa en su cuaderno. Las cosas empeoraron cuando cada una empezó a hablar de temas diferentes, aún así Jojo no pensaba rendirse. En eso Nino apareció a su lado con una tierna sonrisa.
—¿No quieres probar las galletas?—preguntó ella.
—No gracias, no tengo hambre.
—Tranquilo, no las envenené o algo así. Si comes alguna, quizás estudie.
Jonathan estaba confundido, esa actitud dulce no calzaba con la actitud hostil que había mostrado hace un rato, normalmente no era muy desconfiado pero esta vez le seguiría el juego para ver si tramaba algo. Tomó una galleta para probarla y el resultado lo sorprendió.
—¡Está deliciosa!—dijo para empezar a comer un poco más.
—Me alegro. Por cierto... la verdad es que no necesitamos un profesor.
Él y las otras hermanas detuvieron lo que estaban haciendo por lo que Nino dijo pero el ambiente volvió a la normalidad cuando ella habló de nuevo.
—Solo bromeo. Ten, toma un poco de agua.
—Sí, gracias.
—Solo espera a que termine de comer Joestar-kun—dijo Itsuki con la boca llena de galletas—. Cuando termine, prometo que comenzaremos a estudiar.
Sin embargo el hablar con la boca llena provocó que ella empezara a asfixiarse preocupando a sus hermanas por lo que Jonathan se puso en pie casi de inmediato y fue hacia ella para ayudarla. Después de unos segundos finalmente consiguió que escupiera lo que tenía en la boca y comenzara a respirar con normalidad otra vez. Cuando aquel incidente pasó, las 4 hermanas soltaron un gran suspiro de alivio y algunas le agradecían al joven Joestar, sin embargo Itsuki estaba tosiendo mucho y sentía la garganta seca.
—Toma un poco de agua, Itsuki—dijo Jojo mientras le pasaba el vaso que antes Nino le había dado.
—Gracias Joestar-kun—respondió Itsuki débilmente para tomar el agua con rapidez.
—¡No, espera Itsuki!—intervino Nino pero antes de que pudiera quitarle el vaso a su hermana, esta ya lo había vaciado por lo que se dirigió a Jojo para tomarlo de su camisa y bajarlo a su altura—¿¡Qué hiciste idiota!?
—¿De qué estás hablando? La estoy ayudando obviamente, ¿cuál es tu problema?
—Vamos, no se peleen—dijo Itsuki intentando separar a su hermana de su tutor—, ahora ya podemos comenzar a estudiar... oigan, ¿soy solo yo o todo se escucha borroso?
Antes de que pudiera decir algo más, la pelirroja se desplomó pero Jonathan se separó del agarre de Nino y tomó a Itsuki en sus brazos antes de que cayera al suelo y se lastimara. Las hermanas que estaban sentadas estaban ahora asustadas por lo que pasaba.
—¡No puede ser! ¡Se murió!—gritó Yotsuba mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Jojo se acercó a ella y comprobó su pulso para demostrar que estaba viva calmando una vez más a las otras hermanas, sin embargo, sabía que debía existir una explicación para lo que acababa de ocurrir.
—Nino, ¿intentaste drogarme con el agua?—preguntó él mirándola fijamente.
—¡N-no, claro que no! ¡No me acuses de la nada!
—Entonces ¿por qué Itsuki se desmayó poco después de tomar el agua que se suponía que era para mí? Además su aliento huele extraño, como a somníferos.
Las otras hermanas se quedaron sorprendidas por esa declaración.
—Nino, esta vez llegaste muy lejos—dijo Miku.
—¡Un momento!, ¡¿de verdad van confiar en este tipo antes que en su hermana?!
Las demás se quedaron calladas mientras apartaban la mirada, ante eso la ira de Nino solo creció más.
—¡Bien! ¡Estaba haciéndoles un favor sacando a este extraño de nuestro hogar pero veo que lo eligen a él antes que a mí!
Ella corrió hacia las escaleras y subió al segundo piso para encerrarse en su habitación dando un portazo. Todos estaban en silencio hasta que Jonathan cargó a Itsuki al estilo nupcial mientras era seguido por las otras chicas hasta que llegó a la habitación de la quinta hermana en el segundo piso donde abrió la puerta para depositarla en su cama, Yotsuba se ofreció para cuidarla en caso de pasara algo y los demás salieron. Las 2 hermanas regresaron a la sala por petición de Jonathan y él se dirigió a la habitación de Nino donde tocó la puerta un par de veces hasta que ella respondió.
—Quienquiera que seas, lárgate, no quiero hablar con nadie.
—Soy Jonathan.
—Y mucho menos contigo quisiera hablar.
—Solo no quiero que las cosas terminen mal entre nosotros.
La chica no respondió.
—Sé que sonará mal pero supongo que fue mejor que Itsuki tomara el agua, si eso me hubiera pasado a mí probablemente hubiera podido demandarte por drogarme.
—¿En serio llegarías a ese punto?—preguntó ella con voz interesada pero temerosa.
—No, pero sería una posibilidad si intentaras hacer más cosas como esta. Ya te lo dije, no quiero que las cosas terminen mal entre nosotros y mucho menos con tus hermanas. Aún estás a tiempo para disculparte con ellas.
La chica no volvió a responder esta vez.
—Bueno, te veo mañana—se despidió el chico.
Jojo bajó las escaleras, recogió sus cosas de la mesa de la sala y se dirigió a la salida.
—¿Espera, ya te vas?—preguntó Ichika.
—Sí, con todo lo que pasó será mejor dar como finalizada la presentación de este día, regresaré mañana para comenzar oficialmente con las tutorías.
—Te acompaño a la salida—se ofreció la quintilliza mayor.
—No es necesario.
—Vamos, no te pongas de humilde o modesto ahora, andando, regreso en un rato Miku.
La quintilliza restante solo se despidió con la mano y ellos salieron. Fueron al elevador y empezaron a descender en silencio.
—Lamento mucho lo que pasó con Nino, Joestar-kun—dijo ella mientras hacía una reverencia como disculpa.
—No te preocupes, no pasa nada.
—¡¿No pasa nada?! ¿¡Acaso ya olvidaste lo que hizo y lo que pasó con Itsuki!?
—Pero Itsuki está bien, eso es lo importante. Y respecto a Nino, ya hablaré con ella, no voy a negar que me molestó lo que hizo pero no me rendiré en enseñarles a todas ustedes.
Poco después salieron del elevador y salieron del edificio donde vieron que ya estaba atardeciendo, entonces Ichika pidió un taxi y a los pocos minutos llegó. Cuando Jojo subió se sorprendió al ver que Ichika también subía y se sentaba junto a él.
—¿Qué estás haciendo Nakano-san?
—Puedes llamarme por mi nombre y respondiendo a tu pregunta, pues acompañándote, pagaré este viaje por tí.
—No es necesario Ichika-san, puedo pagar yo.
—Insisto, además es lo menos que puedo hacer como agradecimiento por salvar a mi hermana.
Jonathan finalmente accedió y después de dar su dirección al taxista se pusieron en camino. Conforme avanzaban, Ichika veía como el lugar en el que estaban era ocupado por lujosas casas, incluso más que las de su sector.
Cuando llegaron a su destino, Ichika se sorprendió del lugar en el que Jonathan vivía, era un gran espacio verde protegido por una valla que cruzaba por todo el lugar además de un gran portón de hierro con intercomunicador. ¿Y la casa? Bueno, eso más que una casa básicamente era una mansión con toques y colores llamativos junto con una fuente a unos metros de la puerta principal.
La chica salió de su asombro y pagó por el viaje para que Jonathan saliera del taxi, iban a despedirse cuando en ese momento el portón comenzó a abrirse y salió una niña que corrió a abrazar al peliazul. Era una niña con cabello negro, ojos de color ámbar y un ahoge en la parte superior de su cabeza atado con un moño rosado. Pocos segundos después salió un chico rubio de gran altura y ojos del mismo color de la niña.
—Raiha, ya te dije que no deberías salir así—dijo el rubio—¿Qué tal si te pasa algo?
—¡Pero Dio!—protestó la niña con un puchero aún abrazando al peliazul—¡Jojo por fin regresó y lo extrañé mucho!
—Yo también te extrañé Raiha—dijo Jojo con una sonrisa—¿Tú también me extrañaste Dio?
—En tus sueños Jojo—respondió mientras mantenía una sonrisa burlona—¿Cómo estuvo tu primer día como tutor personal?
—Sí... bueno, sobre eso...—intentó explicar Jonathan hasta que Raiha vio a la pelirrosada en el taxi por lo que se separó de él y se acercó hacia la chica.
—¿Ella es tu alumna Jojo?—preguntó la niña muy emocionada.
—Sí, una de ellas. Raiha, Dio, ella es Ichika Nakano. Ichika, ellos son Raiha y Dio, mis hermanos.
—Ara ara Jojo, ya pensaba que no nos presentarías—dijo el rubio con una sonrisa de galán dirigiendose a la chica—. Es un placer conocer a una de las alumnas de mi hermano. Soy Dio Brando, es un gusto mademoiselle.
El rubio extendió su mano a través de la ventana abierta y ella, con un pequeño sonrojo, la estrechó.
—¡Ya sé!—dijo Raiha captando la atención de todos—¿Por qué no te quedas a cenar con nosotros?
—No es necesario Raiha—dijo Jonathan—, ella debe regresar a su casa, sus hermanas están esperándola.
—Vamos Jojo—acotó Dio—, seguro debe tener hambre y de paso pueden contarnos sobre las tutorías de hoy.
—Por favor hermanito—suplicó Raiha mientras hacía una mirada de cachorrito—¿O acaso... no quieres?
Esa mirada fue lo último que necesitó Ichika para ceder ante los deseos de la niña. Poco después los 4 se encontraban en el interior de la mansión Joestar donde fueron recibidos por George Joestar y algunos mayordomos, George se presentó ante Ichika además de saber que quintilliza era y todos pasaron a la gran mesa para comer. En todo el trayecto, la pelirrosada veía cada detalle en la mansión y se sorprendía con cada cosa nueva que veía, sin embargo, había algo que llamó especialmente su atención, se trataba de una máscara de piedra colgada en una de las paredes.
No sabía por qué pero sentía una especie de presión e incomodidad al ver esa máscara por lo que apartó la vista para fijarse en otra cosa. Cuando llegaron a la mesa todos se sentaron excepto Raiha que fue corriendo a la cocina, Jonathan e Ichika quedaron intrigados ante esto pero al poco rato la niña volvió con una bandeja mientras era seguida por mayordomos con bandejas también quienes fueron dejándolas frente a la familia y a su invitada además de que Raiha fue quien dejó la bandeja de Jojo frente a él.
—¡Ta-dá!—exclamó la niña mientras quitaba la tapa de la bandeja revelando la comida que contenía—¡Por tu comienzo en tu nuevo trabajo, hermanito, preparamos tu comida favorita, "Beef Wellington" acompañado de "Bubble and Squeak" al estilo Joestar-Brando!
—Muchas gracias Raiha, estoy seguro de que estará delicioso—dijo Jonathan bastante halagado y conmovido por ese gesto.
—Puedes estar seguro de eso—dijo George con una sonrisa—, se esforzó bastante en preparar esto con el resto de cocineros. Estoy seguro de que se convertirá en una gran y reconocida cocinera.
La niña había vuelto a su puesto al lado de su padre y le sonreía tiernamente y después se dirigió a la chica.
—Espero que disfrutes la comida Ichika-chan.
—Luce delicioso, gracias.
Comenzaron a comer en silencio y así estuvieron por poco tiempo pues Raiha hizo la pregunta que todos en la familia estaban esperando.
—¿Y cómo te fue en tu primer día de trabajo, Jojo?
Ichika y Jonathan se tensaron ante eso y si bien no fue percibido por Raiha o George, si lo fue por Dio.
—Bueno... sobre eso...—comenzó Jojo pero fue interrumpido de inmediato por la chica.
—Fue increíble—dijo ella dando su mejor sonrisa—, Joestar-kun es un gran profesor. Estoy segura de que nos ayudará a todas a mejorar en este tiempo.
—Lo sabía, responsable como siempre ¿verdad Jojo?—dijo George mientras su hijo le dirigía una sonrisa.
Por suerte para el peliazul y la pelirrosada lograron desviar el tema de conversación hasta algo completamente diferente y así con el paso del tiempo todos terminaron la cena. Después de que se llevaran los platos, ellos se encontraban en la entrada principal mientras Ichika agradecía una vez más por la cena y George pedía que saludara a su padre de su parte.
—Ichika-chan—la llamó Raiha—vuelve para cenar otro día ¿sí?
—Claro—dijo ella con una sonrisa—, para la próxima veré cuanto has mejorado.
Jonathan se ofreció acompañarla a la salida y esperaron durante unos minutos hasta que llegara el taxi que ella pidió.
—No necesitas este trabajo ¿sabes?—cuestionó Ichika al chico—, tienes una vida de lujos, no creo que te falte dinero.
—No lo hago solo por el dinero. Cuando conocí a Itsuki, prometí que la ayudaría con sus estudios pero ahora que las conocí a todas pienso que esa ayuda debería ser para las 5, estoy diciéndote la verdad ahora y lo seguiré haciendo cuando te digo que las ayudaré a todas a que se superen cada vez más y se gradúen. Te pido un favor, reúne a las demás mañana.
—S-sí, lo haré.
Poco después llegó el taxi y ambos se despidieron.
En otra parte, en el departamento de las quintillizas, se encontraban las otras cuatro, al parecer Nino si se había disculpado con sus hermanas y ahora todo había vuelto a la normalidad, casi.
—¿Crees que Jonathan lo sabe?—preguntó Miku mientras estaba en su celular.
—No—respondió Itsuki—, dudo que sepa que cambiamos de escuela porque estábamos a punto de repetir curso.
To be continued...
Ok, primer capítulo, este debe ser el capítulo más largo que he escrito, espero que les haya gustado, por mi parte esto ha sido todo, soy Mirzen y nos vemos en la próxima locura mientras me voy haciendo una jojo pose.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top