Engaño

- Debemos llevar esto a la policía. -

- Si. - la mire sería.

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Después de enseñarle a Uzumaki-san la conversación le dije que nos veríamos hoy a las 9:00, ella quería ir ahora mismo, pero le dije que no podía por todo el trabajo y porque tenía que ir por mi hermana, además de que sería muy repentino, ella acepto y se fue, yo le dije que se quedara, ella me dijo que estaría bien, yo desconfíe un poco pero al final cedi, me quedé trabajando hasta que dieron las 7:00, me fui por Hanabi-chan, ella se sorprendió al ver que no íbamos a la casa.

- Hinata Onee-sama, ¿A dónde vamos? - me preguntó con un tono preocupado.

- A la comisaría. - le dije sería.

- ¡¿Nani?! ¡¿Por qué?! - pregunto igual pero ahora sorprendida.

- Tengo que hacer algo. - contesté seco.

Al llegar vimos a Uzumaki-san en la puerta de entrada, yo asentí y ella entró acompañada de nosotras, fuimos hasta la "recepción" y pedimos ver a quien estaba a cargo de caso de Uzumaki Naruto, en ese momento un hombre hablo.

- Soy yo el que está a cargo. - dijo un hombre de cabello negro y un cigarro en la boca.

- Tenémos una pista de dónde y quién podría tener a mi hermano. - hablo Naruko

- Por aquí. - dijo el pelinegro serio y entraron a una oficina.

- Mi nombre es Asuma Sarutobi y soy el encargado de la desaparición de Uzumaki Naruto. - apagó su cigarro.

El pelinegro les pidió que se sentarán y que le contarán como es que estaban seguras de tener evidencias, Hinata le contó como conoció a la perra esa, omitiendo la escena que vió, como era su comportamiento etc, Naruko dijo que su hermano tenía fama con las mujeres por lo cual no sería sorpresa si utilizarán a una mujer para secuestrarlo.

- Bien y ¿Cómo pueden probarlo? - cuestionó a las dos mujeres.

- Yo pase a la computadora de esa mujer y en uno de esos chequeos ví está conversación, no es invasión de privacidad ya que antes de desaparecer Uzumaki-san me dió la autorización ya que en esos momentos también sospechabamos de ella. - dijo Hinata mostrando una USB.

- Bien, conecte la a esta computadora. - dijo dándole permiso para acceder a la computadora frente a el.

- Gracias. - se paró y conecto la USB en la computadora de Asuma.

Cuando fue conectada aparecieron conversaciones, pero había algo que cambio, no encontraba las conversaciones, en realidad ninguna de ellas estaba, Hinata y Naruko se miraron sorprendidas, pero siguieron buscando hasta llegar a la conversación final, no había nada.

- Le juro que no se que paso, esas no son las conversaciones. - dijo Hinata mirando con los ojos como platos a Asuma

- Pues ahí no hay nada. - hablo Asuma con cierto tono molesto.

- Le juramos que no sabemos que pasó, yo misma ví las conversaciones. - hablo la rubia apoyando a la oji-perla

- Las conversaciones no pudieron haber cambiado por arte de magia. - hablo irritado. - Les pediré que salgan y que no interfieran más, o si no serán arrestadas. - dijo caminando hasta la puerta y abrirla. - Valla se. - les ordenó.

Hinata y Naruko salieron sin saber que había sucedido, al estar a fuera de la comisaría Naruko le hablo a Hinata.

- Hyuga-san, no comprendo, estaba ahí, las conversaciones estaban ahí. - se puso en frente de Hinata.

- No lo sé. - dijo y después vio a su hermana. - No lo sé, yo sabía lo que hacía y yo sabía que ahí estaban esas conversaciones. - mordío la uña de su dedo pulgar

Llegaron al caro de Naruko y en ese momento Hinata pensó en lo que pasó cuando hicieron revicion de computadoras.

- Uzumaki-san. - llamo la atención de la rubia.

- ¿Que sucede Hyuga-san? - la miró desanimada.

- Creo que ya se cómo pudo pasar, pero no estoy segura, es una suposición. - dijo para no darle falsas esperanzas.

- Bien, pero dilo, escupelo. - se puso sería.

- El día que había revicion de computadoras Naruto-san reviso la de ella, ya que yo sabía y ahora estoy segura de que había algo, pero al revisarlo no encontramos nada y no decimos cuando hay revicion, para que así no tengan tiempo para borrar nada, pero de alguna manera Sesame, no me importa su nombre, pero bueno, ella lo descubrió y mando un mensaje a alguien y ya para cuendo nosotros la revisaramos no hubiera nada. - le contó.

- Ok, comprendo, pero ¿Cómo pudo hacerlo en la USB? - pregunto confundida.

- No lo sé, posiblemente aya alguna clase de virus que entro en mi USB y tal vez al ver que ya no solo la computadora de Sasami tenía la conversación lo borró. - dijo intentando encontrar lógica.

- Bien, pero si la policía no las ayudará, creo que sería mejor que tomen las riendas del asunto. - hablo Hanabi interrumpiendo a las mayores.

- Hanabi-chan, no te metas esto es tema de adultos. - le dijo Hinata.

- Pero tiene razón, la policía no nos ayudará, después de lo que pasamos allá adentro dudo de que nos quieran ayudar. - Naruko se cruzó de brazos.

- Bien, entonces nos vemos mañana en la oficina de Naruto-san, pero... - en el rostro de la peli-azul se vio preocupación.

- ¿Que sucede? - pregunto Naruko acercando se con cierta preocupación.

- Temo el que le hagan algo a Hanabi, digo posiblemente la usen para amenazarme o algo por el estilo. - miro a Hanabi y está la miró con tristeza.

- Descuida, si quieren puede, más bien, piden quedarse a vivir en mi casa mientras se arregla todo este embrollo. - le sonrió cálida.

- ¿En serio? Muchas gracias Uzumaki-san, en verdad se lo agradezco. - Hinata y Hanabi le dieron una reverencia en forma de agradecimiento.

- Si, descuida, pero deja las formalidades, no me agradan mucho, solo dime Naruko o Naru-chan. - le guiño el ojo.

- Emm, ¿puede ser Naruko-san?, Es que yo soy muy apegada a las formalidades así que me llevará un tiempo acostumbrarme. - Naruko miro a la Hyuga menor y está asintio con una cara que le afirmaba.

- De acuerdo, tu igual puedes llamarme Naruko, pero ahora hay que ir a su casa y llevar sus cosas a mi casa, mientras más pronto mejor ¿No? - entro a su Ferrari y ambas oji-perla himitaron su movimiento.

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Se encontraba un joven atado a una silla con varios golpes en la cara y moretones, su boca estaba sangrando, su camisa de manga estaba cubierta de sangre y maltratada, en frente de el había un hombre grande y musculoso, de sus nudillos goteaba sangre alguna fresca y otra ya seca.

- Mira pesado de mierda, si no quieres seguir sufriendo habla de una vez. - hablo el hombre con una voz ronca y seca que inspiraba terror.

El joven rubio sonrió y luego le escupió saliva, pero está era roja por toda la sangre que tenia.

- Sigue soñando. - se relamio el labio volviendo a escupir.

- ¡Ya me tienes hartó, te voy a... - la voz de una mujer algo grande lo interrumpió.

- Cho, déjalo. - una mujer bajaba de unas escaleras.

La mujer se veía de unos 30 o 35, más sin embargo, tenía una belleza singular, vestía con un traje negro y llevaba un pirsing en su barbilla.

- Pero no e logrado que hable señorita Konan. - dijo el hombre agachando la cabeza y con una mano en su pecho en forma de respeto.

- Ya no importa, ya sabemos a quien atacar para que hable. - en su teléfono había una foto de una rubia igual a él joven.

- ¡Naruko! - grito Naruto el nombre de su hermana.

- Para ser sincera es una mujer muy bonita, su nombre es Uzumaki Naruko de 25 años, una de las bailarinas más famosas de todo Japón y decendiente del gran Namikaze Minato y de la poderosa Uzumaki Kushina. - dijo volviendo a ver su aparato.

- ¡Bien! Hablaré, pero no le hagan daño, por favor. - suplico.

- Mm, me encanta ver cómo los hombres suplican, pero ya es muy tarde, adiós. - le mando un beso y le guiño el ojo mientras volvía a subir. - ¡Cho! - lo llamo y en seguida el hombre se fue tras de la mujer y salieron.

- Tengo que salir de aquí. - dijo y comenzó a forsejear las cuerdas. - Descuida Naruko, tu hermano no permitirán que te hagan daño, Hinata, apresúrate, yo sé que me salvarás. - hablo pensando en las dos mujeres.

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Un Ferrari se paró frente a la reja de una casa de tres pisos, la reja se abrió y el carro pudo pasar, se estacionó y tres mujeres salieron de el.

- Pues bueno, bienvenidas a mi humilde hogar, vengan pasen y sientance cómodas. - abrió la puerta de la casa y pasaron.

La casa ya era grande por fuera, pero por dentro era aún más, los muebles de madera muy bien ordenados y limpios, el suelo muy bien pulido en el cual hasta podías ver tu reflejo, la casa era de colores pasteles claros y una luz suave con la cual se podía ver muy bien, era tibia y los muebles suaves si que se veían suaves, ambas Hyugas se quedaron con la boca abierta al ver tal casa y la rubia río por su reacción.

- Jaja, vengan, sientence. - se sentó en uno de los sofás de la sala.

- Gracias, con permiso. - me senté junto a Hanabi.

- Con permiso y gracias Naruko. - se sentó.

- ah, cierto Hanabi-chan, pon tu celular a todo volumen, yo igual, por cualquier emergencia. - ambas sacaron sus teléfonos de ladrillo (ya saben esos chiquitos que parecen ladrillos, si no busquen lo)

- ¡¿Cómo?! - grito Naruko con sorpresa.

- ¡Ha! ¿Que-que sucede, Na-Naruko-san? - le pregunto un poco asustada Hinata.

- Hinata, trabajas en la empresa de tecnología más grande del mundo, con los teléfonos celulares más avanzados y ambas tienen un teléfono de ladrillo, ¿Cuanto te paga mi hermano? - le pregunto con ojos saltones.

- Etto, preferimos gastar el dinero en la escuela, gastos de la casa, comida y otras cosas, además por la zona en donde vivimos, no es muy conveniente tener un teléfono caro. - dijo Hinata con una gota de sudor en su cabeza estilo anime.

- Pues bien, recuérdame que cuando todo esté problema se resuelva que te encuentre una casa aquí y se muden. - Hinata y Hanabi gritaron sorprendidas.

- Naru-Naruko-san, no hace falta, luego nosotras encontraremos un mejor lugar... - Naruko la interrumpió.

- No, yo te buscare una casa, fin de la discusión, te ves de 17 o 18 años y ya estás manteniendo a tu hermana así que no olvídalo. - fijo mirando de arriba a bajo.

- En realidad tengo 19. - murmuró.

- Pues te ves muy pequeña, aún así, no te preocupes, yo encontraré una casa para ambas, se que no me dejaras hacer más así que por ahora solo concéntrate en la presa de mi hermano y en vigilar a esa... Mujer. - dijo con asco y desprecio.

- Si, por cierto, Naruko-san, ¿Por qué usted no se hace cargo de la empresa? Digo, es la hermana de Uzumaki-san. - le pregunto con mucha duda.

- Bueno, en mi familia es tradición que el hermano mayor es el que se llevará a cargo de la empresa, lo mismo pasa con los gemelos, por lo cual se tiene que estar muy al pendiente, Naruto nii-chan es mayor que yo por un minuto, el menor no puede hacerce cargo de la empresa, motivos los cuales desconozco, el hermano menor por según ser más noble y puro tiene que practicar o estudiar arte, ya sea cantante, pintor, bailarín, etc, en mi caso soy bailarina de danza aérea. - explico Naruko.

- En nuestra familia se hacía algo parecido, nuestra familia era dueña de una cafetería llamada la Perla de Oro, esa cafetería ya tiene o tenía más de 100 años, normalmente si habían dos hermanos, no importaba si uno era mayor que el otro, ambos combatían por ver quién se hacía cargo, no era un combate a fuerza bruta sino uno de inteligencia, el que mostrará más desempeño es el que se quedaría a cargo. - explico resumida.

- Y ¿Que paso contigo y tu hermana y ¿Por qué dices tenía? - pregunto algo confundida.

- Bueno, la cafetería calló, por unos problemas económicos, Hanabi y yo nunca quisimos hacer esa tradición de combatir, así que en si el puesto de hacerce cargo, si aún existiera esa cafetería, sería para mí. - dijo normal.

- Comprendo, pero creo que ya debemos dormir. - dijo mirando a la pequeña Hanabi que se había quedado dormida en el hombro de su hermana.

- Si, además mañana será otro día agotador, hoy nos engañaron, pero no nos volverá a pasar. - dijo con decicion.

Después de eso Naruko le indico a Hinata su habitación y la de su hermana, puso mucha seguridad en su mansión y al final ella se fue a dormir con la esperanza de encontrar a su hermano

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