La guerra apenas comenzaba, al principio México se mostraba neutral ante tal evento catastrófico y eso era un alivio para USA quien agradecía que el mexicano no se viera envuelto en problemas, pero esa paz duró poco, barcos petroleros de México fueron atacados por submarinos alemanes en el golfo, una noche de 1942 Alejandro estalló en ira, se empezó a mostrar hostil ante los países del eje hasta que se declaró en estado de guerra, todo México se puso en movimiento, planeó simulacros, apagones temporales e incluso varios jóvenes pasaron a Estados unidos para hacer de mano de obra, en poco tiempo el tranquilo México pasó a ser un país a favor de la guerra. Fue entonces que se creó el escuadron 201 el cuál era liderado por el mismo México

- ¡Señor! - quien había sido llevado de mala gana por Alfred, el rubio se mostraba en contra de que México estuviese en la guerra pero conocía perfectamente al azabache y sabía lo testarudo que podía llegar a ser - Es un placer pelear a su lado

- México ¿Cierto? - Rusia miraba cómo el más bajo se paraba firme con su mano sobre su frente, un soldado echo, esa era su primera impresión - Descanse, me sorprende que hayas cambiado de opinión tan rápido ante el ataque de Alemania, creí que te mantendrias firme ante tus propios ideales

- Me habría mantenido neutral si solo hubiesen pasado por mis territorios, pero atacaron a mi gente...mis hijos e hijas, asesinados por manos alemanas - aquellos ojos dorados brillaban cada vez más y más, mostraban el odio que mantenía en su corazón y que estaba dispuesto a dejar salir - Mi equipo no será un estorbo, seremos de utilidad en ésta guerra y lo llevaremos a la victoria

- La derrota no es una opción en ésta guerra, puedes retirarte por ahora, mañana habrá una junta a las 0700 horas

- Si, señor - El mexicano salio de la habitación a dónde lo había llevado su gringo amigo a conocer al ruso - ¿Ese era realmente el tripalosky?

- Tripa..¿Qué? Alejandro ¿Ya le estás poniendo apodos raros a la gente?

- Tranquilo mi gordis, será solo entre nosotros - dijo con diversión el moreno mientras caminaba por el largo pasillo, encontrándose de vez en cuando con algún sirviente de la enorme mansión - Sus ojos eran hermosos, cómo las plumas que solía usar mi madre en sus ropas, incluso su voz era dulce....pero fría y cortante cómo el crudo invierno

- Dejame adivinar, Quetz...Quetza... - el rubio intentaba hacer memoria, el mexicano hablaba del ruso cuál si fuese la pintura más hermosa del mundo, ni con él se había expresado de esa manera antes

- Quetzalcóatl, Alfred, Quetzalcóatl - bufó con molestia el azabache, tenía esa esa rara costumbre de buscar conexión entre sus allegados y los dioses a los que su madre solía rendirles homenaje al igual que él - Pero no, no es un Quetzal

- Entonces ¿Qué es?

- Aún no lo sé, espero poder descubrirlo en ésta guerra, mi querido Tlaloc - Alfred solo pudo quedarse en su lugar admirando la belleza del moreno y el cómo se iba alejando de su lado hacia algún lugar del elegante edificio, al mismo tiempo, repasaba la eterna incógnita de la vida ¿Porqué Alejandro lo asimilaba con el dios de la lluvia? El de ojos dorados le había dicho que era cómo el dios de la lluvia Tlaloc, pero solo eso, ni siquiera le había dado una razón o un significado sobre ese dios y cuando preguntaba sobre él

- ¿Porqué soy el dios de la lluvia? - Alejandro siempre respondía de la misma forma

- Porqué puedo verlo en tu interior, tal vez no ahora, pero un día serás la viva representación de Tlaloc - una sonrisa dulce acompañaba aquellas palabras, un sirviente se acercó a México para llevarlo hasta su habitación dentro del enorme edificio aunque el moreno se negó y le dió la habitación al gringo, alegando que un líder siempre debe estar junto a sus hombres y más cuando la guerra está cada vez más cerca

Las 0700 se hicieron presentes, los que ahora serían aliados de México ya se encontraban en la sala de reuniones, solo hacía falta cierto moreno quien ahora mismo corría por los largos pasillos desde el lugar dónde se encontraban sus chicos, la noche anterior se la habían pasado bebiendo y hablando sobre aquellos a los que habían dejado atrás para defenderlos, entre lágrimas y risas se fueron a dormir cerca de las 0200 horas, con algo de suerte (Por no decir que a un soldado le dieron ganas de orinar) Alejandro fue despertado a las 0650 horas dándole solo algo de tiempo para verse presentable aunque aún apestaba a tequila y un poco a mezcal, a las 0703 llegó por fin al lugar designado por los sirvientes y en su interior se hallaban un molesto Rusia, un bobo USA quien ya se lo esperaba, un confundido China por la presencia del moreno y un cejón Inglaterra con ganas de golpear al mexicano

- Antes de que me griten o algo, sepase que de dónde vengo es normal llegar así - explicó el moreno después de tomar algo de aliento y entrar triunfante al lugar, bajo la pesada mirada de Rusia - No se enoje, jefe ¿Qué son tres minutos?

- En ésta guerra, lo es todo - explicó un molesto Inglaterra quien estaba cruzado de brazos, todos en la sala de reuniones trataban de ignorar el aroma a alcohol del mexicano aunque Alfred ya estaba más que acostumbrado - Además, apestas a alcohol, de haber sido tu tardanza por el cambio de horario entonces ésto habría sido pasado por alto pero es obvio que te estuviste divirtiendo

- Corrección, estuve tomando con mis chicos para relajarlos antes de la guerra, solo porqué ellos hayan decidido venir conmigo no quiere decir que deba dejarlos con los nervios a flor de piel ¿O si?

- Eso no importa, esos hombres no son más que recursos humanos desechables, ellos están condenados desde que se enlis.. - el inglés fue callado por el golpe de un puño contra la madera del escritorio, eso había sido el límite del mexicano quien nuevamente tenía aquel brillo en sus ojos dorados, a pasos lentos pero largos se acercó a Arthur sin borrar aquella sonrisa mezquina que ahora se había apoderado de su rostro

- Ellos no son recursos desechables, son vidas, son mis hombres, ellos decidieron venir conmigo para defender nuestra patria y acabar con ésta guerra para así poder ver nuevamente a sus familias, uno de mis chicos dejó atrás a su esposa quién solo tiene 8 meses de embarazo - con cada palabra el inglés retrocedía hasta que se vio apresado entre la pared y el molesto mexicano quien escupía veneno con cada palabra, un veneno que quemaba y derretía en el interior de sus víctimas - Y es mi deber regresarlo con vida a nuestro hogar ¡Jefe!

- ¿Qué sucede? - preguntó el nombrado desde la comodidad de su silla, Inglaterra pudo volver a respirar al ver cómo México se alejaba de él para ahora acercarse al albino, Alfred de inmediato fue a ayudar a su antiguo tutor

- Ésta vez sin duda me mantendré firme en mis ideales, así que ¿Qué te parece una pequeña apuesta?

- Te escucho..

- Si me mantengo firme sin importar lo que pase durante ésta asquerosa guerra, tu invitas el tequila - aquella brillante sonrisa había regresado, el México de siempre era quien iba a sellar aquella apuesta

- Bien, pero si te quiebras y empiezas a ver a tus hombres cómo recursos que se pueden desechar entonces...entonces tus tierras y tú pasarán a ser míos ¿Qué te parece? - el resto de los presentes se mostró sorprendidos ante lo que pedía el ruso, era demasiado, perderlo todo solo por unos hombres

- Pff, pensé que me pedirías litros y litros de vodka, ya me habías asustado jefe - con un apretón de manos selló aquella absurda apuesta dónde un paso en falso los haría perder todo, México perdería sus tierras y su propio cuerpo mientras Rusia perdería todo el dinero en su poder, sin duda era una apuesta de ganar o perder - Que gane el mejor, Rusia

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Nota.- Todo esto salió de estar leyendo cómics de CountryHumans y ver Hetalia al mismo tiempo, espero les guste :3

Hasta la próxima OwO, Bye bye bi~