EXTRA #2



"Todo estará bien cariño" "estaremos nuevamente los tres"

Sus palabras de aquel día no abandonaban mi mente, las había dicho cuando llegamos a Nueva York , era lo único en que pensaba desde su muerte y ya habían pasado dos semanas desde aquello.

Mi hermano Jay estaba bien, estaba recuperándose de algunos huesos rotos, pero estaba con vida y era lo más importante... él no me había abandonado.

Empezaron a tocar la puerta y miré rápidamente hacia ella.

-Ali soy yo, tenemos que hablar -una lágrima cayó de mi rostro al escucharlo y suspiré.

Jayden había estado inconsciente un día completo y cuando despertó, yo no estaba...me encontraba en Canadá trayendo el cuerpo de nuestra madre junto con Noah, quien en ningún momento me había dejó sola.

Cuando llegamos, no pude mirar a mi hermano a la cara, no pude y me alejé de cierta manera de todos e incluido de Noah, quién entendió que necesitaba espacio y eso hizo, lo agradecia tanto, porque justo ahora era lo que necesitaba... tiempo a solas.

-Pasa -anuncié.

Segundos después ya estaba abriendo y entrando como podía en aquella silla de ruedas.

-Pensé que hoy tampoco me dejarías entrar -lo escuché hablar.

-En algún momento tenía que hacerlo -me limité a responder.

No respondió y al pasar los segundos seguía sin hacerlo, cuando pasaron varios minutos levanté mi rostro y nuestras miradas se encontraron después de tanto.

-Mamá lo sabía -comentó, con ojos vidriosos.

Tragué duro al escucharlo, no quería hablar sobre ella, no.

-¿Qué?

-Estaba a su lado cuando tuvieron la videollamada -mi ceño se frunció, ella había dicho otra cosa-. Lloró después de despedirse... mucho, demasiado y pensé que era de tristeza, pero no, no era así Alison.

Yo también había llorado ese día... demasiado.

-¿Y por qué lo hacía entonces? -me atreví a preguntar, preparada para recibir la última puñalada que hacía falta para destrozarme por completo.

-Le pregunté la razón, le dije: "Por qué lloras de esa manera, mamá. Solo tienes que darle tiempo, ella te perdonará, Alison lo hará" -las lágrimas empezaron a caer y poco después las mías.

-N-No sigas -susurré, mientras negaba.

-Ella dijo que estaba feliz -sonrió de repente-. Porque el hecho de que tu le dijeras que ella estaría presente en tu graduación, le hacía saber que ya la habías perdonado en tu corazón y a su vez, se sentía tan avergonzada y... estaba tan orgullosa de ti, que solo podía llorar y arrepentirse por hacerle tanto daño a su pequeña hija.

Tenía un nudo en mi garganta muy grande y un vacío en mi cuerpo, escuchar aquello era difícil.

-Sentí el...el impulso de decirle que se quedara, que no fuera a Canadá, sentí la misma sensación que con mi padre aquel día, pero a ella no la detuve...me guardé todas las palabras para mi.

-A pesar de todo no dejaste de amarla y ella lo sabía -lo miré nuevamente y negué-. Alison, a veces no es necesario decirlo, hay muchas maneras de demostrar ese amor y tú lo hiciste.

-Se fue por mi culpa...mu-murio por mi...

-¡Ni siquiera lo digas! -aclaró algo sobresaltado-. ¡Murió porque era su momento! ¡Murió porque no somos eternos! Todos en algún momento tenemos que morir, uno antes que otros, pero es el final...

-¿Por qué no estás gritando y odiandome? -lo interrumpí.

-Porque no fuiste la culpable de su decisión, llevaba meses pensándolo, no fue por ti, fue por ella queriendo un comienzo alejada del padre de Noah, fue ella queriendo sanar y cambiar, ella lo quiso así y creeme que se fue sabiendo que ya la habías perdonado.

-Solo lo dices para que tenga un poco de paz -aun me negaba a creerlo y es que, hasta que no aceptara que no era mi culpa, no podría creer la verdad.

-No Ali, lo hago porque ella habría querido que lo supieras... todo para que no cayeras nuevamente, debes de ser fuerte, aceptar y entender, no te cierres más.

-Es difícil -susurré.

-Lo es aún más cuando te alejas de todos y... necesito a mi pequeña hermana, te necesito porque nadie más que tú entenderá lo que estoy sintiendo aquí -señaló su corazón-. Solo quedamos los dos y te quiero pedir perdón por casi morir -soltó una pequeña risa.

-No te rías -lo regañé-. No es gracioso Jayden, ya no están nuestros padres, pero júrame que siempre estarás tú.

Me levanté de la cama y fui hasta él, agachándome para estar casi iguales.

-Sabes que no puedo prometer algo así, pero puedo prometer ser muy prudente en todo... y estar para ti cada que me necesites.

Más lágrimas empezaron a salir de mis ojos y asentí rápidamente abrazandolo.

-Es suficiente -murmuré.

[...]

Un mes después.

-Alison, termina todo tu plato -ordenó seriamente Grace.

-No puedo, te juro que no puedo más o vomitaré -confesé un poco avergonzada-. Sabes que amo todo lo que cocinas, pero estoy muy llena... me sobrealimentas.

Grace me miró fijamente por varios segundos, hasta que sonrió y asintió mientras se levantaba del comedor y venía hasta mi lugar para abrazarme.

Amaba sus abrazos y la amaba a ella. Era muy afortunada por tenerla como suegra.

-En la noche comerás todo lo que te sirvan -asentí rápidamente y se despidió.

-Oye, por si se te olvida... señora Grace -habló Noah, llamando la atención de ambas-. Tienes a un hijo aquí, solo lo digo, por si también te quieres despedir de él.

Fingía estar celoso, pero era solo bromas para obtener su dosis diaria de mamá.

Debido a que Noah había estado por mucho tiempo en otro estado y ya no vivía con su madre, habíamos decidido pasar con ella dos semanas antes de que él se fuera nuevamente por compromisos del equipo y yo entrara a mi último año de universidad, claro y también porque había adelgazado mucho y Grace había estado muy preocupada por mí e insistió que se quería encargar de que me estuviera alimentando bien.

Grace empezó a reír y rápidamente fue hasta él, llenándolo de besos por todo el rostro.

-Pero si eres mi niño -decía sin parar.

-Y tu mi mamá hermosa, divina, que tanto amo.

Al ver esta escena recordé algo que había escuchado hace mucho.

Mira cómo aquel hombre que tanto te gusta trata a su madre, como es su relación con ella y ahí sabrás la respuesta de sí vale la pena un futuro con él o no.

Cuanta razón tenía y al ver a Noah con Grace, poder presenciar lo hermosa que era su relación, me hacía ver que con el mismo respeto y amor que tenía por ella, lo tenía para conmigo.

-Los amo chicos, se cuidan -fue lo último que dijo antes de salir e ir a trabajar.

Empecé a sentir una mirada muy pesada e instintivamente volteé a mirar a Noah y negué.

-No -sentencié, levantándome rápidamente para irme.

-¿Por qué, no? -cuestionó, mientras alzaba sus cejas una y otra vez.

-¿Acaso no estás cansado? -pregunté incrédula-. Yo lo estoy, aparte tienes que ir con tu padre, recuerda que quiere verte.

Se levantó y vino rápidamente, rodeándome con sus enormes brazos.

-Solo porque estás cansada, sabes que no es obligatorio que vaya a verlo.

-Lo sé, pero llevas mucho tiempo sin verlo.

Grace había perdonado a Thomas por su infidelidad e incluso consideró por un tiempo el volver con él, durante ese tiempo estuvieron viviendo juntos, pero entendió que no había nada que la atara a él, que Noah entendía perfectamente la situación y que ella merecía un buen amor, por lo que definitivamente se separaron, el proceso de divorcio Thomas trató de alargarlo lo más que pudo, pero a la final, nada podía hacer que Grace cambiara de decisión.

Ahora Thomas solo tenía su imperio, ni siquiera a su hijo, Noah no odiaba a su padre, pero no quería tener ningún tipo de contacto con él.

-Solo lo hago por ti -susurró en mi oído.

-No, lo haces porque entiendes que el mañana es incierto -me separé un poco y me incliné para besarlo-. Ahora ve con tu padre, necesito ir con Mia, ha estado muy rara.

Su ceño se frunció de inmediato y asintió.

-Me avisas si pasa algo malo -asentí.

Nos besamos una última vez y se fue, pero justo cuando atravesaba la puerta del comedor, se detuvo.

-Se me olvidó contarte -volteó a verme sonriendo-. Aiden me escribió hace una hora y... se comprometió el día de ayer con su novia.

Sentí que me caería y agarré fuerte la silla que estaba a mi lado.

¿Qué mierda?

-¿Aiden?, ¿estas hablando en serio? -no podía creer esa mierda.

-Sí, también estaba sorprendido... no pensé que esa relación iba en serio, además es Aiden -dijo obvio, es que el simple hecho de que sea Aiden hace que algo así sea imposible -. Nos reuniremos en unas horas, así que supongo y me contará todo.

-Ok, cuídate, te amo.

-Te amo mucho amor, trataré de no tardarme -contestó.

No fui capaz de decir nada más, estaba muy sorprendida, no entendía absolutamente nada, tenía que decirle a Mia, pero primero debía saber que estaba pasando con ella.

Rápidamente subí por mi bolso y salí de la casa tomando el automóvil que Grace me había proporcionado para mi estadía, sabía que necesitaba comprar el mio propio, pero con Noah habíamos hablado y tomado la decisión de no comprar nada hasta que estuviéramos viviendo en nuestro lugar, lugar que ya habíamos encontrado y que en un mes empezaría la remodelación y la construcción de algunas áreas que queríamos incorporar en nuestra mansión, era un lugar muy grande, pero teníamos muchos amigos, mi sobrina, nuestros futuros hijos, así que era necesario que lo fuera.

Nos casaremos en cuanto terminé mi carrera, así que será a fin de año y para ese entonces, nuestro nido estará completamente listo.

Suspiré sonriendo mientras conducía, era cierto que hace poco había tenido una perdida, todos los días me dolía y sangraba esa herida... pero sabía que llegaría el día en que ya no dolería más y también era consciente que aunque no dolería constantemente, lo haría por ratos y... esta vez esos momentos dolería aún más, pues habían sido multiplicados por dos.

Me había prometido disfrutar mi presente y eso estaba haciendo.

No tardé mucho en llegar a casa de Mia, en cuanto los guardias de seguridad me vieron llegar inmediatamente abrieron las grandes puertas y ya la hermosa señora Jones, estaba esperándome en la entrada.

-Hola mi niña, ¿cómo estás?

La abracé fuertemente y la saludé, empezamos una charla corta pero amena hasta que me dijo que Mia se encontraba en su cuarto y no había querido bajar a desayunar.

-Yo le llevaré el desayuno -anuncié, acompañándola hasta la cocina y agarrando la bandeja para subir hasta su cuarto.

Mierda es mucho camino -pensé.

¿Por qué rayos no había un ascensor?, esto me hacía entender que necesitaba uno para mi casa, era imposible que las personas que nos ayudarían con ella tuvieran que caminar tanto diariamente.

-¡Mia abre! -grité, mis manos estaban ocupadas como para tocar-. ¡Mia!

-¡Alison! -escuché su grito y pasos rápidos-. ¡Alison!

Gritó al verme, estaba con muchas ojeras... había tenido una mala noche.

-¿Por qué no has dormido? -pregunté en cuanto entré-. ¡¿Qué mierda pasa?!

Dejé el desayuno en la primera mesa que encontré y volteé a verla.

-Necesito contarte algo -se notaba demasiado ansiosa y preocupada.

-Yo también y es importante -confesé.

-Ok -asintió con su ceño fruncido-. Igual, es muy importante, hay que añadirle drama a la situación... emoción, aunque no es una emoción... ¡mierda a la cuenta de tres! uno... dos...tres.

-¡Aiden se va a casar!

-¡Estoy embarazada!

-¡¿Qué mierda?! -gritamos al unísono. 

VOTEN Y COMENTEN

LOS AMOOO

Justo ahora tengo mucho trabajo, debo escribir dos libros, mi estudio, estoy terminando algunas historias que tenía pausadas, es mucho, peroooooo...

El otro año estaré escribiendo el libro de AIDEN Y MIA, todos lo esperamos y por el bien de nuestra salud mental, saldrá en enero. Les pido paciencia, estos dos meses me ayudarán a organizar mis ideas y darles un buen libro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top