CAPÍTULO 52
Había visto cientos de películas románticas, había suspirado con muchas de ellas, había llorado, reído y sin duda había deseado ser en algún momento la protagonista en varias de ellas, pero jamás me imaginé que esta parte de mi vida se convertiría en una escena de película.
En cuanto salí de mi casa llamé a Mia, necesitaba que averiguara donde exactamente se encontraba Noah en ese momento, no tuve que esperar mucho. Cuando me llamó y comentó que estaba en casa de su madre, una esperanza llegó a mi e inmediatamente agarré un taxi y fui hasta allá, pero nada salía bien en mi vida, diez minutos después de nuevo me estaba llamando para decirme en un grito que estaba en camino al aeropuerto y que su vuelo privado salía en veinte minutos.
Estaba a dieciocho minutos del aeropuerto, no había manera en que llegara a tiempo, pero jamás tuve tanta fe como en ese momento, pedí el número de Noah e intenté llamarlo en todo el camino, pero simplemente no agarraba el teléfono y no sabía la razón, estaba desesperándome, mi pulso cada vez era más rápido, sentía que me moriría en cualquier momento.
Le di un billete de cien dólares al conductor y salí corriendo, corrí lo más rápido que podía con mi maleta, porque yo también tenía que agarrar un vuelo en menos de diez minutos, no podía perderlo porque si lo hacía no llegaría a tiempo y tenía una presentación muy importante.
Era una maldita locura.
El tiempo estaba en contra y lo único que hacía era tratar de vencerlo.
¿Quién vence el tiempo?
¡Nadie!
Agradecía conocer este aeropuerto, bueno al menos el lugar donde estaría Noah.
Me sentía como en una película, corría como si no hubiera mañana y todas las personas me miraban. El amor de mi vida estaba a punto de abordar un avión y no podía dejar que lo hiciera sin antes decirle lo que llevaba atorado desde hace mucho.
Cuando llegué a la sala de espera privada, claro después de alegar que conocía al chico y que era su novia para que me dejaran pasar, mi corazón se destruyó al ver que no había nadie, cuando pensé que ya había perdido, por el ventanal miré como Noah iba caminando con el piloto y otras personas más hacia su avión privado. Solté mi maleta y nuevamente corrí, pero esta vez gritando, no sabía que decía, pero sin duda haría que ellos se voltearan a ver, o al menos sus...¿guardaespaldas?.
¿En qué momento Noah se volvió tan malditamente importante?
Había muchas cosas que desconocía y claro que me pondría al tanto más tarde.
Uno de ellos se volteó y fue el que dio aviso a los demás, quienes lo hicieron unos segundos después, gracias a ello pude detenerme, ya no podía más, mi pecho subía tan rápido que no podía respirar, trataba de llevar aire, pero era casi imposible, estaba demasiado agitada, sudada, era lo más horrible que había estado en toda mi vida, pero tenía una maldita sonrisa en mi rostro al ver que Noah venia hacia mí, había valido la pena.
—¿Alison, que haces aquí? —preguntó un poco alto mientras se acercaba—. ¿Qué pasó?, oh por dios estas muy agitada —exclamó, empezando a preocuparse en cuanto estuvimos más cerca—. ¿necesitas agua?, ¿quieres....
—No —dije, inhalando hondo mientras miraba mi reloj, no tenía tiempo—. No...tengo tiempo —trataba de controlar mi respiración, pero era casi imposible, estaba muy agitada y el hablar me ahogaba—. Lo sé...
Su ceño se frunció de inmediato.
—¿Sabes qué?
Un guardia se acercó para informarle que debían despegar ya mismo si quería llegar a tiempo para la reunión que tenía con los directivos del equipo.
—Solo un minuto —pedí—. Solo necesito un minuto —le supliqué a Noah.
—Te daría todo el tiempo que quisieras —confesó, derritiéndome por completo.
¿Por qué tenía que ser tan...Noah?
El guardia se alejó y rápidamente agarré las manos de Noah, sintiendo como pequeñas corrientes eléctricas viajaban por mis manos.
—¿Te acuerdas aquella vez que fuimos a cine y vimos "A dos metros de ti"? —asintió rápidamente—. Te pregunté si eras capaz de dejar al amor de tu vida por su bienestar, aunque eso significara la muerte para ti —mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquel día—. Me dijiste que era difícil responder cuando aún no habías conocido a esa, persona.
—Lo hice —susurró—. Pero ya la conocía Alison, estaba justo enfrente de mí.
Mi corazón se saltó varios latidos al escucharlo e inmediatamente lloré.
—T-Te dije que era demasiado egoísta como para alejarme de alguien que amo, que era difícil y tú... tú —no pude seguir, pues un sollozo salió desde lo más profundo de mi corazón.
—El amar nunca es fácil, Walker —asentí—. Eso dije.
—Lo hiciste, elegiste mi bienestar aunque significara la muerte para los dos, porque yo jamás habría sido capaz de dejarte... porque soy egoísta —confesé, encogiéndome de hombros—. Y lo seguiré siendo si se trata de ti, tengo mucha ira por lo que nos hiciste, hay tantas cosas de las que debemos hablar, pero no hay tiempo y solo quiero que sepas que... te amo Noah Anderson —sus ojos se pusieron vidriosos e inhaló muy hondo—. Te amo como jamás he amado a ningún hombre, te amo tanto que duele, que me asfixia, pero al mismo tiempo me da ese aire puro que necesito —solté una risa nerviosa—. Lo sé, es algo loco llegar a describir el amor que siento por ti, pero es así y si permanezco un día más alejada de tu corazón... creo que definitivamente no lo soportaré —me alejé un poco y simplemente lo hice, no lo pensé, no tenía por qué pensarlo, era algo que quería—. Estoy a punto de cometer la mayor locura de toda mi vida, pero simplemente tengo que hacerlo, porque quiero y necesito.
Su ceño se frunció y lo hizo aún más cuando lo solté y me arrodillé sobre una pierna y lo dije.
—¿Puedo ser la mujer con la cual pases el resto de tus días, Noah?, ¿puedo ser tú esposa?
No, no era un... ¿quieres casarte conmigo?, no, era un dame el privilegio de ser esa compañía que estará a tu lado por el resto de tu vida, porque así lo veía en este punto en una relación de pareja.
Ambas partes dan ese privilegio a la otra persona de estar con ellos, porque cuando te conoces y tienes tanto amor propio y aún más, cuando sabes lo entregado que eres en una relación, tú decides si quieres darle esa franquicia a esa persona especial de estar contigo, yo lo había decidido, quería que Noah estuviera en mi vida, quería que él fuera la persona que me viera envejecer, pero necesitaba saber si él quería que yo fuera esa persona.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top