CAPÍTULO 51


POV ALISON

No había podido dejar de pensar en mi madre y hermano, no entendía, no lograba entenderlo, era como si mis peores enemigos fueran ellos, no le veía otra respuesta más lógica a lo que hicieron.

Utilizaron una herida que ya estaba cicatrizada, un miedo que había sido superado gracias a Noah, vieron lo mal que la pase, estuvieron ahí, en todo el proceso y a pesar de todo, utilizaron esta vieja herida contra mí, era la peor traición.

Le había mentido a Jayden por mensaje de texto diciéndole que requería hacer una videollamada muy importante con mamá y él, para ello necesitaba que estuvieran los dos juntos en casa, aunque me preguntó el porqué, solo pude decirle que era una noticia de la que me había enterado hace muy poco.

Sé que podría pensar que posiblemente estuviera embarazada, porque jamás en su vida se imaginaría que se trataba de ellos, de lo mal que habían obrado.

Cuando el taxista se detuvo frente a casa, recién fui consciente en que había pasado un año desde la última vez, los recuerdos poco a poco empezaron a llegar, logrando afectarme.

Tenía muchos recuerdos con Noah en este lugar.

Pagué rápidamente y salí con mi maleta, agarraba fuertemente la manija en mis manos mientras poco a poco me acercaba a la gran puerta, tenía nervios, tal vez en el fondo sabía que nuestra relación no sería la misma, tal vez hoy se quebrará un lazo con ellos, no sabía que sucedería y por esa razón estaba nerviosa.

Toqué el timbre varias veces e inhalé hondo.

Estaba sucediendo y no había marcha atrás.

Mi corazón se detuvo cuando la puerta fue abierta y vi a mamá, sus ojos se abrieron grandemente y se llenaron de lágrimas rápidamente.

—¡Alison! —gritó emocionada y cuando estuvo por acercarse para abrazarme, alcé mi mano deteniendola de inmediato.

—No —susurré, alejándome un poco por si no le importaba mi rechazo y me abrazaba.

—¿Qu-Qué pasa? —cuestionó totalmente desconcertada—. ¿Por qué no dejas que te abracé, hija?, no te veo desde hace meses.

—¿Está mi hermano? —pregunté, importándome muy poco su pregunta, en unos minutos entendería la razón por la que no había dejado que me abrazara y por la que estaba aquí.

—Eeh sí, estábamos preparándonos para...

—¿Dónde está? —cuestioné, no dejando que terminara.

—En la sala —susurró totalmente confundida.

—Por favor ven, necesitamos una reunión familiar —me adentré a la casa y dejé mi maleta en la entrada.

Rápidamente fui hasta la sala, viendo de reojo como varias cosas habían cambiado por aquí. Una pequeña sonrisa se posó en mi rostro al ver que se encontraba Olivia con mi sobrina Sofía.

Fui hasta ellas dos y saludé de beso a Olivia y le pedí que me permitiera cargarla.

—Oh por dios, eres tan hermosa —susurré, besando delicadamente su cabecita—. Es tan pequeña.

Tenía mis hormonas a mil, así que fue inevitable que no llorara al verla y tenerla en mis brazos, era realmente perfecta.

Fui consciente que todos me estaban viendo sorprendidos y tuve que entregarla de vuelta, pues no tenía tiempo y debía de hablar esto rápidamente para irme y no volver a ver sus rostros, al menos por un buen tiempo, lo que sabía terminaría siendo años.

—Sé que todos están sorprendidos al verme aquí, la verdad yo también lo estoy... jamás pensé que volvería tan pronto, pero... —fruncí mi ceño y asentí—. Así es el destino, así tenía que ser seguramente.

—¿Por qué estás aquí, Alison? —Jay tenía su ceño totalmente fruncido y por su rostro, sabía, que él sabía que algo verdaderamente malo había sucedido como para que yo regresara de nuevo a casa—. Pensé que estabas en Europa y haríamos una videollamada.

—Cambié de opinión —sonreí—. Olivia, te amo demasiado, pero no creo que tengas que estar aquí en este momento, necesito hablar con ellos un tema algo delicado —confesé, suplicándole con la mirada para que entendiera que no era nada personal.

En cuanto terminé de hablar Jayden estaba alegando que Olivia era de la familia y estaría aquí escuchando todo, que me comportara y no la tratara de excluir.

—No importa Jayden, si Alison no quiere que esté aquí es por algo, yo iré a la cocina mientras tanto —sonreí asintiendo, pero era claro que mi hermano no lo dejaría así.

—No te mueves Olivia, estarás aquí con nosotros.

—Jayden —exclamé totalmente seria—. Amo a Olivia, es la tía de mi única sobrina, claro que la considero de la familia, eso ni siquiera hay que ponerlo en duda, pero no lo estoy haciendo por egoísmo o por tratar de excluirla, lo hago por ella —la señalé—. Lo hago para que el amor que te tiene, si es que aún lo tiene, no se vaya a la mierda con lo que diré, pero si estás empecinado en que este, no hay problema, que se quede y se enteré la clase de persona que eres tú y mi madre.

Se hizo un silencio en la sala terrible, era muy sofocante la tensión que empezaba a subir cada vez más.

—¿De qué estás hablando, cariño? —quiso saber Madison, mientras Jayden no dejaba de mirarme fijamente.

—De lo que le hicieron a mi relación con Noah, de lo egoístas que fueron —confesé, viéndolos fijamente, no quería perderme ningún gesto de ellos—. ¿Cómo pudieron hacerme algo como eso?, ¿acaso pensaban que no me enteraría?, ¿por qué?

Ambos se miraron fijamente por unos breves segundos, su rostros mostraban lo sorprendidos que se encontraban.

—¿De qué hablas? —preguntó Jayden.

—Por favor no me mientan más —murmuré—. Era estúpido el que tuviera una mínima esperanza de que fuera mentira, quería creer que era mentira, quería creer, pero no... al verlos así, tan sorprendidos, sé que es verdad y no saben cuánto me está doliendo mi corazón, está roto, está sangrando y es una herida que posiblemente jamás sane.

No tenía que aclarar lo obvio y era que estaba llorando.

—Hija —se intentó acercar y negué rápidamente—. Por favor, tienes que entendernos —miró a Jayden y después se señaló así misma—. Entenderme, estabas cegada y no podías ver la realidad.

—¿Cegada?, ¿estar enamorada es estar cegada? —inquirí con una risa sarcástica.

—No Ali, mamá quiere decir que... tenías una dependencia de Noah que hacía que no te importara tus sueños, estabas poniendo una relación que no sabias que iba a durar por encima de tus sueños, no lo permitiríamos.

Tal vez si solo hablaran de lo mal que se sentían y lo arrepentidos que estaban, el dolor podría menguar...solo un poco y eso crearía alguna esperanza para nuestra relación después de este día.

—¿Y aun eres capaz de estar convencido que lo que hiciste fue lo correcto? —pregunté totalmente atónita.

—Hija, entiéndenos tú..

—¡Basta! —grité—. Supongamos que los entiendo, ¿bien? Ahora, ¿Quién me entiende a mí?, ¡¿Quiénes de ustedes dos tiene unos minutos para tratar de entenderme?! ¡respondan! —ambos bajaron la cabeza y asentí—. Exacto, ninguno y tampoco lo están haciendo ahora, ¡tomaron una decisión que solo me competía a mí!

—Pero es mi deber como madre hacerte entender cuando no estás haciendo las cosas bien, tenía que hacerlo para que vivieras tu sueño, ahora lo estás haciendo y no me arrepiento, no al ver que funcionó y te diste cuenta que primero estas tú.

—¡No, Mamá! ¡No! —grité nuevamente, esta vez desesperada—. ¿Qué es lo que dices?, Eres mi madre, pero el ser mi madre no te da el derecho de tomar las decisiones de mi vida, ¡Es mi vida! ¡no es la vida de ninguno de los dos!

—Y dejar que cometas el error.

—Sí, dejar que cometiera aquel error, porque es lo que quería en ese momento...¿Qué si estaba mal?, tarde o temprano lo sabría, si era necesario que me estrellara y aprendiera a no depender emocionalmente de nadie, ¡pues lo haría! ¡pero no, así como ustedes lo hicieron! ¡no dañándome! ¡no dejando mi corazón en nada!

—Jhon habría querido —alcé mi mano para que se detuviera.

—Ni siquiera nombres a mi padre en tu boca —señalé secamente, no tenía derecho de hacerlo—. ¿Saben que habría querido mi padre?, que cumpliera mi sueño de ir a estudiar a Oxford, ¿pero saben que también habría querido por encima de todo? —cuestioné, limpiando duramente el rastro de lagrima en mi rostro—. Habría anhelado, deseado que fuera lo feliz que era en ese momento de mi vida, deseo ese amor para mí y sí, me habría dado consejos y posiblemente no hubiera estado de acuerdo con mi decisión, pero la respetaría y me apoyaría, porque eso hace la familia, te aconseja y te apoya no importa la decisión que hayas tomado, no importa que esa decisión vaya en contra de todo lo que alguna vez soñaste, porque justo en ese momento, nada más importaba, nada más y sí, tenía una dependencia emocional hacia él, ¿Quién no la tendría al tener al mejor hombre del mundo a tu lado? —cuestioné—. Estoy segura que dos meses después me daría cuenta que necesitaba cumplir mi sueño y necesitaba con urgencias ir a terapia, yo misma, porque así soy.

—Si lo dices de esa forma, nos haces ver como los malos.

—¡Porque lo son malditasea! —me giré de inmediato a ver a Olivia—. ¿Cómo pudiste hacerle eso a tú hermana y a tú mejor amigo?, no entendía la razón por la que su amistad se había distanciado tanto, pero ahora que sé... creo que Noah es la persona más grandiosa del mundo, porque yo no volvería a verte, jamás Jayden.

—Olivia tú no sabe...

—¡No! Sí sé, tengo una hija y jamás le haría algo como eso...jamás dejaría que le hicieras algo como eso. Me hablas de amor, de reconstruir nuestra relación, pero eres el primer causante de una relación maravillosa, por ti ellos dos sufrieron por todo un año, por ustedes, no quiero que mi hija se crie con personas tan desagradables como lo es tu mama y tú.

Por esa razón no quería que estuviera presente, pero él así lo quiso así que aceptara las consecuencias.

Olivia se fue rápidamente y cuando estaba por perseguirla lo detuve.

—Déjala que se desahogue, déjala que piense porque si vas tras ella en este momento te mandaría a la mierda y te lo juro que no te sacará más de allá.

—¿Por qué me dices esto?

Aunque estábamos cerca, no se atrevía a verme a la cara.

—Porque ambos se aman y estoy a favor del amor, no como tú y mi madre.

—Alison, lo hicimos porque pensamos que era lo correcto y ...

—Basta mamá, no quiero escuchar más sus estúpidas excusas de como destruyeron mi relación con Noah, ya ni siquiera me importa todo el sufrimiento que pasé por ustedes, solo me interesa recuperar mi relación con el amor de mi vida.

—¿Qué? —exclamó sorprendida—. No volverás con él, claro que no. Viajaras ahora devuelta a Oxford y olvídate es...

—¡Basta mamá! —sentenció Jayden—. Ya le hicimos mucho daño, basta.

Fruncí mi ceño confundida, no lograba entender porque era así.

—¿Qué es lo que te pasa conmigo, mamá? ¿acaso no quieres que sea feliz?

—Claro que sí, pero no con él... no es el hombre para ti, nadie que tenga ese maldito apellido puede serlo.

Gemí de la sorpresa al escucharla y retrocedí lentamente dolida.

—¿F-Fue por eso? —pregunté sin aliento, mientras llevaba mi mano a mi pecho—. ¿Por eso lo hiciste?, ¡Fue por eso! —chillé sin poder creerlo—. Me alejaste de Noah por tu maldito amor hacia su padre. ¡¿Fue por eso?! ¡responde malditasea! —no dijo nada, simplemente continuaba mirándome fijamente sin siquiera parpadear o sin un atisbo de arrepentimiento—. Eres la persona que más daño me ha hecho en esta vida, se suponía que eras mi madre, pero solo eres una egoísta que no pudo soportar que fuera feliz con el hijo del hombre del que te enamoraste.

—Alison —susurró.

—No te quiero volver a ver en mi vida, Madison...lárgate lejos y llévate esos celos, ese amor enfermizo, llévate todo y lárgate —de repente empecé a reír sin saber la razón, pero es que estaba sintiendo tanto dolor en mi interior que no sabía cómo canalizarlo—. ¿Quieres que te dé un consejo? —pregunté, pero rápidamente respondí—. No preguntaré, lo haré de todas formas... a tú manera. ¡Thomas Anderson jamás te amó y jamás te amará!, ¿sabes por qué?, porque está loco de amor por su esposa, la ama ¿y qué crees?, ¡su hijo me ama aún más y me casaré con él! —sentencié, señalándome con orgullo—. No lo sabe aún, pero lo sabrá y no estarás en mi boda, porque desde este momento, no eres nadie para mí. 


AAAAAAAAAAAAAAH

MUEROOO

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