CAPÍTULO 50
POV ALISON
—¿Segura que estas bien, Ali? —preguntó como por quinta vez Bryan—. Es que pensé que iríamos a mi apartamento después de la cena y...
Yo también pensaba lo mismo, pero el hablar con Noah en la terraza, el verlo, el simplemente tenerlo cerca era frustrante, porque se sentía la vibra, se sentía esa conexión, se sentía tan bien estar a su lado, que me incomodaba y me enojaba conmigo misma.
Sí, sané, lo perdoné y ahora consideraba que era muy madura, estaba en el mejor momento de mi vida y lo estaba disfrutando al máximo, sin ningún compromiso, sin temer en defraudar a alguien, pero mis sentimientos hacia él era lo único que no había cambiado y es que era difícil, era un proceso y no te levantas un año después y ya olvidaste al amor de tu vida, no, ese amor era complicado de superar e incluso jamás se olvida. Se sana, se supera, pero no se olvida y yo no lo había olvidado.
—Lo siento, pero me siento muy cansada, solo quiero dormir y si duermo hoy en tu apartamento —entrecerré mis ojos y sonreí—. Haré todo menos descansar —soltó una risa y asintió.
Ambos no podíamos engañarnos, cualquier cosa que hiciéramos siempre terminaba en sexo, solo era eso, sexo del bueno tenía que admitir.
—Esta bien, entonces que descanses —me atrajo hacia él y me besó—. ¿Nos vemos mañana?
—Tal vez —murmuré suavemente, dándole un ultimo beso y entrando a mi casa. Cerré los ojos mientras suspiraba en cuanto estuve resguardada en las cuatro paredes que habían visto lo peor de mi—. Mierda, ¿Cómo es posible?
—¿Cómo es posible, ¿qué? —preguntó de repente Mia, me sobresalté asustada al escucharla a mi lado.
¿En que momento había llegado?, la respuesta a esa pregunta seria un misterio. ¿Qué le pasaba?, ¿con que clase de bruja estaba conviviendo todo este tiempo?
—Empiezas a darme miedo —confesé, empezando a quitarme la ropa para cambiarme por algo mas cómodo—. ¿Qué manía tuya la de estar siempre en el momento correcto? —empecé a preguntar, mientras retiraba mi vestido y tacones.
—Oye Alison...
—Si eres bruja ya es momento de confesar —la interrumpí, mientras la señalaba con un tacón—. Ya es hora que lo sepa, ¿no crees?
—No creo que debas de...
—¿No crees que pueda entenderte? Claro que lo haré —exclamé efusiva, llevando mis manos a mi espalda para alcanzar el sujetador—. Por fin tendría respuesta a las miles de preguntas que me hice... —fruncí mi ceño rápidamente—. Que me hago sobre ti.
—¡No! —gritó de repente—. No creo que debas de hacer lo que estas haciendo, por favor para que...
—¿Acaso es secreto?, ¿te mataría tu jefe si alguien se entera?, espera...¿la brujas tiene jefes? —cuestioné realmente intrigada con la pregunta—. ¿A quién le..
—¡Cállate! —me agarró de los hombros mirándome fijamente y habló—. Te estas desnudando —asentí lentamente, no le veía el problema, estaba en mi casa—. Vinieron a despedirse de mi —poco a poco el aire fue abandonando mi cuerpo—. Noah se encuentra literalmente, detrás de ti.
Asentí lentamente, mi cara ardía como nunca lo hizo y miré el suelo por inercia, esperando el momento donde se abriera y me escupiera lejos, pero jamás en mi vida había sucedido y nunca lo haría.
Ya empezaba a preguntarme cuando iba a volver mi mala racha, llevaba mucho tiempo sin sentir vergüenza por las estupideces que hacia y solo era que Noah volviera a entrar a mi vida para ser aún más estúpida de lo que era antes, pero era Noah...Noah estaba detrás mío, así que me relajé de inmediato y no porque ya conociera mi cuerpo, no claro que no, lo hice porque estaba cien por ciento segura que sus ojos se mantendrían arriba, lo confirmé cuando volteé y nuestras miradas conectaron, ese pequeño instante me hizo recordar aquel domingo en la mañana, cuando sin saber había bajado con poca ropa y el me había salvado de las miradas hambrientas de Aiden.
Ni siquiera agarré mis cosas, solo me fui rápidamente para cambiarme. Cuando pasé por su lado, su delicioso aroma invadió mis fosas nasales y cerré mis ojos de inmediato.
Como amaba su aroma.
Cuando estuve con mi ropa de dormir, empecé a tener ansiedad, quería saber si ya se había ido, quería verlo, quería tener cualquier excusa para salir e ir hasta la sala y verlo, simplemente quería hacer eso, verlo una última vez, pero cuando tuve las fuerzas para ir hasta ellos, solo estaba Mia, él ya se había ido.
—Tarde, acabo de irse —comentó, sin siquiera voltear a verme.
—No entiendo que tratas de decir —me hice la estúpida y fui a sentarme a su lado para ver que mierda hacia en su celular.
—Traté de retenerlo Alison, porque sabía que saldrías, pero tuvo una llamada y se tuvo que ir —volteó a mirarme con compasión—. ¿Por qué querrías verlo una última vez?, si al verlo te bajó considerablemente la calentura, por esa razón no te fuiste con Bryan.
—¿Por qué tienes que ser así? —cuestioné molesta de que todo lo supiera.
Ni siquiera tenía la necesidad de hablar, ella ya sabía todo.
—Porque te conozco, a veces mas que tu misma —se encogió de hombros y apagó el teléfono—. ¿Pudieron hablar?
Negué.
—No le permití que lo hiciera, es que, aunque quería hacerlo, no terminé haciéndolo... Tal vez no quería que lo que dijera me afectara y terminara nublándome el juicio.
—Noah tenía algo verdaderamente importante que decir, la verdad no pensaba hacerlo y menos cuando supo que estas saliendo con alguien, pero le insistí en que ya estabas bien y podrías tomar decisiones poniéndote a ti en primer lugar, pero no lo dejaste.
Fruncí mi ceño de inmediato al escucharla. Algo estaba pasando y yo ni enterada.
—¿Qué sabes, Mia? —cuestioné con una ceja alzada—. ¿Qué es lo que sabes que yo no?
Mi corazón empezó a latir rápidamente ante la expectativa de que lo que sea que supiera, era verdaderamente grave.
—Amaría poder decírtelo, pero no puedo hacerlo... yo no soy la indicada y...
La miré fijamente y negué, claro que era la indicada.
—Dímelo, ¡necesito que lo digas! —exclamé un poco fuerte—. Lo siento por gritarte, pero si sabes algo que pueda cambiar esta situación o pueda entender todo, no te puedes quedar callada, no me puedes ocultar algo como eso, no tú Mia.
Se acomodó en el mueble y suspiró fuertemente, mientras rascaba su cabello y volteaba a mirarme nuevamente.
Estaba nerviosa.
—Alison, quería que fuera Noah, no yo... pero esta bien, te diré todo y espero seas lo suficiente madura como para afrontar lo que te contaré.
Tragué fuerte y asentí rápidamente.
—Hazlo, por favor.
—Noah te mintió, lo que viste ese día en su cocina no fue verdad, lo que te dijo no fue verdad, él te ama Alison.
—Detente —exclamé rápidamente, levantándome del mueble y empezando a caminar de un lado a otro, mis ojos se llenaron de lágrimas que rápidamente empezaron a salir—. No digas esas cosas, yo sé lo que vi... yo sé lo que escuché, él no me ama... no dañas a la persona que amas, no lo haces.
—Él te ama —rectificó, caminando hasta mi—. Te ama tanto que fue capaz de sacrificar su amor por tus sueños, por lo que ambos querían desde niños, él no te ha dejado de amar.
—¿Quieres decirme que me mintió, me volvió mierda para que yo viniera hasta acá?, ¿quieres decirme que no le importó mi decisión y quiso decidir por mí? —cuestioné totalmente incrédula—. ¿Acaso no ves lo que estas diciendo? ¡no tenia el derecho! ¡NO! ¡Tenía que dejar que me equivocará! ¡tenía que dejar que yo misma entendiera que mis sueños estaban por encima de cualquiera! ¡Yo tenía que estrellarme! ¡yo!
—¿Acaso he dicho que fue Noah? —inquirió. La miré seriamente y negué levemente.
—No entiendo, ¿Qué estas tratando de decir?
—Tu mamá y Jayden fueron a casa de Noah, le exigieron que mintiera y que te hiciera creer que eras una apuesta, obvio Noah se negó y tú mamá lo amenazó con que, si no lo hacía, que, si tú no te montabas en un avión con destino a Reino unido, hablaría para que Noah no fuera parte de los buccaneers, si tú no cumplías tu sueño, él tampoco lo haría —Tragué duro y me sostuve de la pared, estaba mareada—. Ambos sufrieron Alison, independiente de lo que eligiera, ambos sufrirían o en el presente o en el pasado. La culpable fue tu madre con ayuda de tu hermano.
No dije nada, solo corrí hacia mi habitación y fui hasta mi closet para agarrar la maleta y empacar algunas prendas, ni siquiera sabía que estaba empacando y si me serviría, ni siquiera podía pensar algo coherente. Empecé a buscar mi bolso, mis documentos, todo esto mientras temblaba de la ira.
—¿Qué estas haciendo, Alison?, ¿a dónde iras?, detente Alison, no puedes irte...Alison, no te vas a ir.
Detuve lo que estaba haciendo y grité de la impotencia que estaba sintiendo en ese momento.
—¡Claro que me voy! ¡¿Cómo pretendes que me digas algo como esto y no viaje para ver... ¡¿Cómo los puedo llamar familia cuando me hicieron algo como esto?! —empecé a sollozar y golpear la maleta—. ¡Tengo que irme! ¡tengo que hacerlo y no lo vas a impedir!
—Sé lo difícil que es saberlo, pero estamos a finales, los exámenes... ¡no puedes dejar todo tirado!
—N-No lo dejaré —confesé—. Solo faltaré mañana y mañana mismo estaré en un avión de regreso, solo necesito verlos, necesito que me digan la razón, necesito confrontarlos... necesito —caí en el suelo y empecé a llorar como una niña pequeña.
—Oh cariño —Mia me abrazó rápidamente.
—No... de-debieron —musité—. ¿Cómo le haces algo como esto a tu hermana, a tu hija?, utilizaron uno...uno de los dol-dolres más grandes, para... ¡AAAAAAH! —Cuando recordé todo lo que había hecho en este año, me dolió aun mas el corazón, porque no estaba segura de que Noah me perdonará por esto, por... —Noah...Noah no, no me perdonará.
Mia no respondió, solo quedó en silencio y ese silencio bastó para decirme que tal vez era cierto lo que pensaba. Ella decía que me amaba, pero...¿podría soportar que estuve en una relación de beneficios con otro hombre?
No tenia idea, pero lo sabría pronto.
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