CAPÍTULO 45
POV NOAH
(UN AÑO ANTES)
En cuanto Alison salió corriendo de la cocina, me desplomé y caí abruptamente al suelo. Mi respiración empezó a faltarme y el nudo en mi garganta acrecentarse cada vez más impidiendo hasta el hablar.
Me sentía la persona más asquerosa, maldita y estúpida del mundo, era lo peor y lo más difícil es que había decidido serlo.
¿Cómo había sido capaz de dañar de tal manera al amor de mi vida?
No entendía en donde había sacado las fuerzas para hacerlo, no entendía como no me largué a llorar frente a ella, aun no entendía como había aguantado ver sus lagrimas y como se destrozaba cada vez más en frente de mis ojos y yo sin hacer algo al respecto.
Me odiaba como nunca, odiaba a las personas que me habían obligado hacerlo y lo único que esperaba, era que pagaran.
Alison se estaba llevando todo de mi y sabía que jamás me lo regresaría, estaba consciente que posiblemente era la ultima vez que la viera, era consciente que jamás me perdonaría, era malditamente consciente que acababa de perder para siempre al amor más puro de todo este puto mundo de mierda.
—¿Noah?, ¿Noah donde est...¡cariño! —gritó mamá, quien había estado arriba para darme una especie de apoyo—. Dios, ¿Qué te pasó?
Se sentó a mi lado y me abrazó, no dijo nada mas y la verdad no se necesitó de nada más. Pude soltar todo lo que sentía y empecé a llorar como nunca en mi vida había llorado. Sentía como si cada minuto que pasara eran los últimos minutos de mi vida, estaba desesperado, angustiado, aterrado como nunca, tenía tantas emociones en ese momento que solo me aferré a ella, tratando de aferrarme a algo, estaba en el completo limbo.
—Ma...má, se...se...fue —traté de hablar y cuando volví a recordar su mirada, grité, ese gritó venía desde adentro, mi alma enojada, rota, iba a morir, era seguro—. A-Ali...son.
—Oh mi bebé —gimió de dolor, aferrándose aun mas a mi—. Lo siento, lo siento...no sabes cuanto me duele. Te juró, qu-que todo estará bien...sé que en dos años volverán a estar juntos bebé...tal vez este tiempo les ayude a ir por sus sueños y ya cuando lo hayan logrado, sea el momento para reencontrarse.
—¿Pi-Piensas...que...que Ali m-me perd-perdonará? —quise saber, limpié mis lágrimas, aunque era absurdo, aun seguían saliendo muchas.
—El tiempo todo lo cura.
No respondí, solo me quedé pensando en esa frase y me aferré a ella con todas las fuerzas que aún me quedaban, no tenía nada más...solo una frase de una de las personas más sabias del mundo...una madre.
No sé cuánto tiempo pasamos ahí tirados en el frio suelo, pero creería que mucho, tanto que no supe en que momento me quedé dormido y en que momento fui llevado hasta mi habitación, claro que había sido mi padre, mi madre no podría conmigo.
Abrí los ojos pesadamente, el sonido de mi teléfono me había despertado y empecé a buscarlo, el dolor de cabeza era terrible.
—Mierda —susurré, llevando una de mis manos a mi cabeza—. H-Hola.
Ni siquiera había visto quien era.
—¡Malditaseas Noah! —el gritó de Mia me aturdió por completo—. ¡¿Qué mierda le hiciste a mi mejor amiga?! ¡¿Qué?!
No respondí, solo suspiré dándome cuenta que no había sido un puñetero sueño...era real todo.
—Ah...¿es necesario que responda? —murmuré.
—¡Claro que es ne... —se calló de repente y maldije para mis adentros, Mia no podía darse cuenta—. ¿Por qué estas tan deprimido?, ¿has llorado? ¡¿Mierda Noah que carajos hiciste?! ¡inmediatamente iré a tu puta casa y me contaras toda la mierda o juro que la sacaré de ti!
Colgó y salí de mi cama para bañarme e irme cuanto antes de aquí, si estaba cuando llegara enserio me sacaría toda la mierda y no había hecho sufrir por nada a Alison. Me bañé en tiempo récord y salí de la casa sin un rumbo fijo, no tenía ni la menor idea de donde iría, pero de lo que si estaba seguro era que quería despejarme, desestresarme...tal vez escuchar un te lo dije y el perfecto era Aiden, era uno de los mujeriegos en potencia de todo el equipo de futbol, pero en situaciones seria era extremadamente maduro, algo que nos sorprendía a todos.
Veinte minutos después estaba estacionando mi automóvil en su casa, el guardia ya me conocía así que no fue necesario que me anunciara, la ama de llaves me abrió y me indicó que estaba en su sala de juegos.
Abrí la puerta sin tocar y milagrosamente no lo encontré teniendo sexo con una chica random, volteó a mirar rápidamente y frunció su ceño cuando me vio.
—Después seguimos jugando, Ethan...me ocuparé.
—Ok.
Cerró la sesión y me señaló para que me acercara.
—¿Qué pasa, hermano? —preguntó en cuanto me senté a su lado—. La única forma en que vengas acá sin ser invitado es porque pasó algo grande.
Asentí.
—Vengo a que me digas él te lo dije —me miró confundido y segundos después asintió.
—¿Qué pasó con Alison?, ¿te diste cuenta que no era la mujer para tu vida o al revés?
—Ojalá hubiera sido eso —inhalé profundo para detener las ganas de llorar que nuevamente tenía y empecé a comentarle absolutamente todo de principio a fin, sin saltarme nada...si quería que me ayudara, tenía que saberlo todo.
Diez minutos después había terminado de relatarle con lágrimas en mis ojos y empezando a sollozar sin parar.
—Menuda mierda, odiaría estar en tu posición en este momento —asentí entendiéndolo—. Mierda, amaría decirte te lo dije...no te metas con la hermana de tu amigo, pero...¡mierda con su madre y Jayden! ¡que hijos de puta! —Solté una leve risa, era exactamente lo que pensaba—. Los entiendo ambos, todos tienen la razón porque si Alison tiene dependencia emocional...amigo, ella no estaba pensando en sus sueños y muy posiblemente mas adelante se hubiera arrepentido...¿y que harías si eso pasaría? Te sentirás pésimo, pero tomó la decisión, tiene que ser madura y entender que fue ella quien quiso que sucedieran las cosas de esa manera, nadie la obligó a quedarse... todos tenían la razón, ¡mierda!
—No sé qué haré sin ella, moriré cada día un poco más.
—Lastimosamente no morirás, amenos que te ... —señaló el cuello—. Aprenderás a vivir con el dolor, no ahora...pero si dentro de varios meses, te ayudaré, pero...¿piensas decirle en algún momento como sucedieron las cosas?, ella merece saber la verdad, no merece creer que fuiste el malo de la historia, merece saber que el amor que sientes es malditamente real.
—¿Crees que quiera verme en algún momento de su vida después de esto? —pregunté—. Te responderé...no lo hará.
—Está muy enamorada, así que querrá verte y demostrarte lo que ha logrado sin ti, que es capaz y que ahora estas en el puto olvido...así son las mujeres —se encogió de hombros—. Y lastimosamente estará con alguien a su lado.
Cerré mis ojos por varios segundos, asimilando la triste realidad.
—No podré...no podré ver a un hombre al lado de ella y saber lo malditamente afortunado que es —limpié mis lagrimas y suspiré—. Me largaré en dos días, no quiero estar aquí...solo vendré para reuniones importantes, también aun no quiero ver a Jayden...entiendo su punto, pero...no deja de doler.
—Iré cada fin de semana —anunció y asentí, así no me sentiría tan solo, aunque me pondría como su niñero cuando no pueda ni siquiera ponerse de pie de lo ebrio que estará—. Es lo mejor, solo cuando sientas que puedas controlar tus emociones con respecto a este tema, vuelve...de lo contrario no —achiné mis ojos al ver la cara que había puesto, sabía que venía cualquier mierda para hacerme reír—. Es nefasto que nuestro capitán y futuro integrante de los Buccaneers, sea un puto llorón...dañas la imagen.
Juntos empezamos a reír sin parar, después empezamos a beber y a escuchar música triste, para poder llorar con mas ganas. Agradecía el gesto que había tenido conmigo, sabía que en algún momento de nuestras vidas se lo regresaría.
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