CAPÍTULO 34
No tenía nada por hacer, todos mis trabajos los había entregado, los parciales empezaban la próxima semana y estaba un cien por ciento segura de todo, tenía un sistema de repaso muy estructurado que nunca fallaba, ahora solo tenía que ojear mis apuntes y listo.
Estaba sola en casa y era mi día de holgazanear mientras comía pizza y veía mi serie favorita del momento, Gotham.
Supe por mi hermano que hoy había noche de chicos, así que era obvio que Noah no se aparecería por estos lares. Fruncí mi ceño cuando el timbre sonó, no esperaba a nadie. Me levanté de mala gana y maldije para mis adentros cuando vi quienes estaban en la entrada de mi hogar.
Olivia, Ava y Mia.
—¿Qué mierda? —pregunté confundida, cuando las tres pasaron sin ser invitadas—. ¿Qué hacen aquí?, estoy ocupada.
Reproché mientras las seguía a la sala, donde tenía la caja de pizza que había pedido que obviamente no me comería entera. Cada una agarró un trozo de ella y se sentaron con toda la confianza que puede haber en este mundo.
—Aun sigo esperando una respuesta —comenté, queriendo que se fueran.
Las amaba, enserio lo hacía y amaba hablar con ellas, pero era un día solo para mí y quería ver Gotham.
—Debido a que los chicos están en su...noche de testosterona, nosotras tendremos una noche de hormonas —exclamó Ava.
—Para ello invitamos a tu mejor amiga, así estaremos entre mejores amigas —concluyó Olivia.
—Mia no es mi mejor amiga.
—Ali no es mi mejor amiga —Ambas hablamos al unísono, sorprendiéndonos de inmediato.
—¿Entonces no soy tu mejor amiga? —cuestioné totalmente herida—. ¿Qué mierda, Mia?
Dije lo contrario porque sabía que ella lo negaría, no quedaría como la sentimental...aunque lo era, pero ellas no tenían porque saberlo.
—Eso mismo te pregunto, ¿Qué hay de mal contigo?
—Y por eso mismo son mejores amigas —habló Ava, mientras nos señalaba—. Jamás había visto una relación de amistad como la de ustedes, son... diferentes.
—Pero adorables —A veces Olivia daba diabetes.
—¡Ya! —chillé frustrada—. ¿Qué haremos?
La mirada que se dieron una a una no me gustó para nada, ojalá nunca hubiera preguntado.
[...]
—¿Qué mierda con sus retos?, ¿por qué haría algo así? ¡No! —estaba por levantarme del suelo donde estábamos sentadas en circulo, pero Mia me agarró.
—Mierda Alison, elegiste reto...¡tu elegiste y Ava te reta a que le escribas a Noah y se lo digas! ¡es simple mujer!
—Vamos Alison, cumple con el reto...todas nosotras lo hicimos —insistió Olivia.
—Pero porque a ninguna le tocó que terminarle al chico del que estas muy enamorada por chat. ¡No lo haré! ¡no! —me crucé de brazos—. Es mi ultima palabra.
—Yo que tú lo reconsiderarías, prometimos que la que no cumpliera tendría que tatuarse el brazo... —tenía esa mirada perversa que conocía bastante bien—. Y no algo muy bueno que digamos.
Me tensé de inmediato y sí, había aceptado sabiendo de antemano que cualquier reto que ellas me pusieran lo haría y es que, ¡soy muy competitiva! Pero quien iba a pensar que me pondrían algo como eso...
No me tatuaría cualquier cosa horrenda, jamás.
Mi amor, perdóname —pensé, antes de agarrar el teléfono y escribirle.
A: "No sabía cómo decirte esto, pero creo que será más fácil por chat"
Mi corazón latía tan rápido, que juraba y me sentía en las últimas. Sentía un vacío enorme dentro de mí y se acrecentaba cada vez más al pasar lo segundos.
No respondas Noah, no respondas, no lo...
N: "¿Qué me quieres decir?"
—¡Ah, respondió! —me sobresalté y tiré el teléfono lejos de mí, ese aparato era del diablo en estos momentos—. ¡No puedo, chicas! ¡No puedo herirlo, aunque solo sea por un par de horas!
—¿Horas? —frunció el ceño Ava, agarrando el teléfono muy tranquila y devolviéndomelo, todo lo contrario a mi—. Noah no estará aquí en "horas".
—Apuesto que ya está subiéndose en el automóvil, valiéndole verga la noche de chicos —intuyó Mia.
Pensar que lo estaba haciendo solo me hacia sentir peor, eso solo demostraba lo mucho que nos queríamos y respetábamos esta relación.
Inhalé hondo y nuevamente le escribí, esta vez mis ojos se llenaron de lágrimas. Sí, sabía que era un puta broma, pero dolía horrores.
A: "Extraño mi soltería, me siento muy aburrida en esta relación y...el sentimiento no es el mismo, disminuye."
Rápidamente Noah respondió y pude imaginármelo, lo que me partió el corazón.
Él no me perdonaría.
N: "Es una broma, ¿verdad?"
A: "No jugaría con algo como eso, lo mejor es terminar Noah".
Apagué el teléfono y lo lancé nuevamente, no quería tenerlo cerca, no quería saber que había respondido, estaba tan nerviosa que mis manos empezaron a temblar.
—¿Qué ganan con esto? —quise saber, empezando a molestarme—. ¿Qué ganan con preocupar a Noah o herirlo?, ¿creen que se lo merece?
—Cálmate Alison, nada malo sucederá...solo será una pequeña broma, los chicos están acostumbrados a ellas —Oli trató de calmarme, pero nada lo lograría hasta que le dijera a Noah que todo era un puto reto.
—Lo de nosotros no es nada comparado con lo que hacen —replicó Ava encogiéndose de hombros—. A veces hacen pequeñas apuestas sobre quien... ya sabes con que chica.
¿Qué mierda?
—¿Noah a participado? —pregunté totalmente fría.
—No —respondió rápidamente Mia—. Bueno no que nosotras sepamos —ambas chicas la fulminaron con su mirada—. ¿Qué? es la verdad, jamás hemos escuchado que Noah haya hecho algo como eso, pero no sabemos que pasa en las duchas o en sus entrenos privados.
Ella tenía razón, esos momentos era muy intimos para el equipo y por lo que habia escuchado de mi hermano, eran muy fieles y los secretos lo respetanaban al máximo, pero Noah era diferente y jamas podría imaginarlo haciendo algo como eso.
—Noah no sería capaz, el único capaz es Aiden.
—Siempre Aiden —susurré, viendo mi teléfono y queriendo ir tras él—. Aun no podía escribirle que era un reto, tenía que esperar dos horas...dos largas horas, dos horas en las que podría suceder cualquier cosa.
—Bueno, quien sigue —miré sin creer a Mia, ¿acaso no fue suficiente por hoy? —. ¡Olivia! —gritó, dando aplausos—. ¿Verdad o reto?
Iban a seguir jugando, pero ellas tres porque ni loca lo haría yo, jamás en mi hermosa vida.
—Verdad —respondió rápidamente, ella sabía lo que le convenía.
—¿Qué pasa con Jayden? —bueno, esa pregunta si que me interesaba.
—No estamos juntos —alzó las manos, mientras lo aclaraba—. Él me ha pedido que sea su novia, pero le he dicho que no...no quiero que su propuesta tenga que ver en que seré la madre de su hijo, quiero que sea porque enserio quiere que sea su novia, así que no somos nada.
No deje de mirarla directamente a los ojos, ella era muy buena escondiendo sus sentimientos, pero la mirada jamás podía engañar y le estaba doliendo cada palabra.
—Jayden esta enamorado de ti —susurré—. Me di cuenta desde que llegué y simplemente fue muy estúpido para reconocerlo.
Me levanté y fui hasta ella para abrazarla, quería que supiera que yo estaría ahí siempre.
—Gracias —susurró.
Gracias al cielo decidieron parar y ver alguna película, lo que me alegró al instante. Tal vez eso haría que mi mente dejara de pensar en él... tal vez, pero cuando la película llevaba veinte minutos, supe que no podría pensar en otra cosa que no fuer Noah Anderson.
—¿Puedes dejar de mover la pierna? —preguntó Ava, quien se encontraba a mi lado, había empezado a llover y todas estábamos pegadas las unas con las otras para poder darnos calor, debido a que la calefacción estaba dañada—. Empieza a estresarme, todo estará bien con...
El timbre sonó de repente y salté en mi lugar. Ya, si antes estaba ansiosa ahora me encontraba en una crisis total.
—¿Sera Noah? —musité.
—No lo sabremos si no vas abrir —Mia como siempre con sus respuestas acertadas.
Corrí hacia la entrada, no sin antes señalarles que se quedaran en la maldita sala.
Por lo general cuando tocan tu puerta un día de semana, después de las diez de la noche y menos cuando no esperas a alguien, te aseguras de preguntar quién es, pero tanta era mi ansiedad que no pregunté y solo abrí.
Algo me decía muy dentro mío que se trataba de Noah, no sabía como explicarlo, pero ahí estaba él...mojado hasta la mierda y temblando de frio, pero eso no fue lo que me dejo fuera de base, no señores, sino sus ojos...esos malditos ojos que estaban rojos.
—Noah —susurré sin aliento—. ¿Qué haces aquí?
¿Enserio Alison?
—No —exclamó, era la primera vez que lo veía así...tan seriamente, rudo—. No puedes pretender terminar conmigo por chat sin mirarme a los ojos y decirme que en realidad no quieres estar conmigo, no lo aceptaré...no lo haré. Esto es como un matrimonio y yo me reúso a dejarte.
No pude decir absolutamente nada, acortó los pasos que nos separaba y bruscamente me acercó a él para besarme.
¡Diablos! Este Noah rudo me gustaba...¡me encantaba!
—¡¿Qué mierda, Noah?!
OK, PERO LAS AMIGAS DE ALI
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top