CAPÍTULO 24



Hay situaciones en la vida en la que jamás estamos preparados para enfrentarlas o vivirlas, y tal vez nunca lo estemos. Podía recordar cada pensamiento que tuve con respecto a este hombre, cada suspiro que salió de mi al ver sus fotos, cada latido desmesurado que tuve al escuchar su nombre, podía recordar cada cosa, lo hacía, pero, solo era un sentir, una emoción, un hecho que jamás se haría realidad, era consciente de la situación en la que estaba y por eso me permitía que ese gusto, ese querer llegara hasta donde quisiera.

Todo cambió desde el primer día en que pise Nueva York, jamás pensé que tendría esas atenciones tan especiales por parte de Noah, fueron especialmente sus hechos que me hicieron creer que había algo, que no le era indiferente, pero, aunque sabía que existía algo entre los dos, me era imposible imaginarme justamente lo que acababa de pasar.

Mi corazón se saltó varios latidos, pero seguía viva, mis pulmones habían dejado de recibir oxígeno, pero seguía viva, todo se había detenido y seguía viva.

¡No era un puñetero sueño! ¡estaba sucediendo!

Tome una bocanada grande de oxigeno y me contuve de gritar, ¿enserio lo había dicho?, mierda no podía creer.

—¿T-Te...gusto? —lo miraba totalmente sorprendida y es que, esto era algo increíble... ¿Quién se iba a imaginar que le gustaría a mi crush?

Agarró mi rostro entre sus manos y junto nuestras frentes hasta que cerró sus ojos, quería hacerlo igual pero no me perdería por nada en el mundo este momento...se veía tan vulnerable, que quería abrazarlo y cuidarlo de todas las personas malintencionadas.

—Mas que eso...mucho más, Ali.

Ali

Un suspiro de idiota enamorada salió de mí, no sabía el porqué, pero mis ojos se habían llenado de lágrimas.

¿Mucho más? ¿significaba que era más que un gusto?

—¿Qué estas esperando, Noah? —pregunté de repente, ya no podía contenerme más. Se alejó un poco con su ceño fruncido—. ¿Qué estas esperando para besarme?

Una sonrisa arrebatadoramente sexy y peligrosa se abrió paso por sus labios.

—Pensé que nunca lo dirías —susurró.

Iba a responder, mierda siempre lo hacía, pero en cuanto terminó la última palabra, sus labios se posaron sobre los míos y cualquier pensamiento racional abandonó mi mente.

¡Estaba besando a Noah Anderson! ¡CORRECCIÓN! ¡Noah Anderson me estaba besando como si no hubiera un mañana!

Dios, todo era tan intenso y malditamente perfecto que temí desmayarme y me agarré de su cuello, al mismo tiempo que profundizaba el beso. Cuando nuestras lenguas se encontraron, ambos gemimos inevitablemente, encajaban, era como si se conocieran desde siempre. Sus labios, su lengua, él era el paraíso en la tierra y no quería irme jamás, ¡jamás!

Tiempo después sus manos empezaron a bajar por mi espalda situándose en mis caderas...ahí estuvieron, quietas, si las movía un poco más ya estaban tocando mi culo, pero vamos, era Noah y él no haría nada de lo que yo no quisiera. Lastimosamente debíamos de respirar o moriríamos, pero ninguno quería separarse y lo comprobé con el gruñido que emitió al separarse.

No sabía que decir o hacer, así que solo me propuse respirar y regular mi respiración, aun no podía creer lo que estaba sucediendo, tenía que procesar todo.

—Me convertiré en un adicto, Alison.

Agarró mi rostro para que lo observara, todo mi cuerpo temblaba y por muy extraño que pareciera, tenía muchísima pena y estaba siendo difícil verlo a los ojos, el cerró los suyos y nuevamente unió nuestras frentes. Estaba acorralada entre la puerta de la habitación y él.

¿En qué momento nos movimos?

—¿Adicto?, ¿de qué? —pregunté.

—De tus labios —susurró a milímetros—. Siempre pensaba en como seria besarlos, su sabor, las sensaciones que despertarían en mi...siempre los deseé.

¿Lo escuchan? ¿escuchan los latidos erráticos de mi pobre corazón?

—¿Siempre? ¿Cuánto tiempo?

—Mas de un año...mucho más.

Mis ojos se abrieron como platos ante su confesión.

¿ Q u é m i e r d a ?

Esto significaba que...le gustaba desde hace mucho...le gustaba aun cuando no nos conocíamos...él, oh por dios esto era demasiado.

Él era mi crush y yo el suyo... ¡¿en qué mundo sucedían estas cosas?!

—Este es el momento donde confiesas, estúpida —me regañó mi subconsciente.

—Y-Yo...mm, tú...yo —mejor me callaba y me controlaba antes de seguir perdiendo... ¿qué? no tenía nada que perder—. M-Me gustas desde hace tres años.

Ok, lo había dicho. Ya lo sabía, ya lo sabía y no había muerto en el proceso. Mi corazón latía, respiraba y lo mejor, no había tenido un derrame...todo estaba bien.

—¿Tres años? ¿gustabas de mi desde hace tres años? —preguntó incrédulo.

Bueno, no había mucho que decir, ¿no?

—Sí, en realidad eras mi crush...pero en cuanto supe que tenías novia me obligué a mí misma a terminar con eso... —sentía todo mi rostro caliente. Aun quedaba algo de vergüenza en mí. Eso era bueno.

—No puedo creerlo —casi gritó y me dio un pequeño beso—. Tendremos toda una vida para confesar los sentimientos que teníamos con respecto al otro, aun cuando no nos conocíamos, podríamos empezar hoy...en una cena, ¿te parece?

¿Toda una vida? ¿ósea que esto iba para largo? ¿Qué significaba todo esto? ¿éramos novios? ¿esposos? ¿qué?

—Sí, pero ahora tienes que irte porque Jayden te busca —recordé, señalando la ventana atrás de él—. No puedes bajar por las escaleras, sabría que estabas conmigo así que romeo...es hora de irte.

Dios, no me cansaría para admirar cada sonrisa que este hombre tenía para cada ocasión. Como era posible que se viera tan hermoso haciendo algo tan simple como lo era sonreír.

—Puedo lastimarme —murmuró, acercándose peligrosamente a mi rostro.

—No lo harás —entrelacé mis manos en su cuello.

—¿Por qué? —agarró mi cintura y me acercó más a él.

—Eres el quarterback —respondí simple, como si eso explicara todo.

Una ronca risa llenó mis oídos.

—Te recojo a las siete.

Cuando estaba por irse lo agarré de su camisa y lo besé, había descubierto que el besarlo sería mi pasatiempo favorito y quería hacerlo constantemente. Mas acción y menos charla por favor.

—A las siete —sonreí esta vez y lo eché a empujones de mi cuarto.

Aunque para alguien tan alto como Noah y atlético saltar de un segundo piso no supondría tanto problema, fue inevitable que me contuviera de gritar al verlo saltar. Mi alma volvió a mi cuerpo cuando con una sonrisa y un todo esta bien, me hizo saber que no había pasado nada malo. Le tiré un beso y cerré mi ventana con una puta sonrisa que nadie podría quitármela, absolutamente nadie.

Me acosté en mi cama y recapitulé todo lo acontecido minutos atrás y grité de la emoción.

—¡SOY TU FAVORITA DIOS! —chillé.

Siempre me había quejado en que no era así, cuando en realidad era su favorita. Estas cosas no sucedían, ¡no!

Agarré mi teléfono rápidamente y le marqué a Mia, no podría seguir viviendo hasta las siete si no le contaba esta gran noticia a alguien.

—¿Entiendes lo que significa el espacio entre amigas? —preguntó en cuanto contestó, rodé mis ojos y suspiré.

—¿De que espacio me hablas? Hasta donde recuerdo eres tú la que no lo respeta —objeté—. Además, ambas no podemos vivir sin la otra.

Se hizo un silencio en la línea y supe que estaba sonriendo justo en este momento.

—Maldita sea contigo, ¿Qué quieres?

—Noah me confesó que le gustaba desde hace mucho, ¿puedes creer eso?

—Claro que lo creo, lo sé desde hace mucho... ¿Qué no te lo dije?

Fruncí mi ceño, intentando recordar si lo había hecho, pero no, la muy idiota nunca lo hizo.

—¡Claro que no, perra!, ¿en qué pensabas?

—Ups, ja ja ja, no podía Sonli, además Noah también es mi amigo... estaba en una situación muy difícil, pero siempre te aclaré que le gustabas...espera un momento, ¡mierda! —gritó de repente.

¿Qué había sucedido?

—¿Qué pasa? —pregunté de inmediato.

—Mamá me acaba de enviar un enlace, es un sitio web de una revista donde hablan sobre Noah y un accidente que tuvo...al parecer lo encubrió y ¡mierda! ¡atropello a un hombre el cual quedo lisiado! ¡¿Qué mierda acabo de leer?!

Me levanté rápidamente y agarré ropa decente para cambiarme mientras colocaba en alta voz la llamada. Tenía que saber si Noah aún seguía en la casa y si así era, contarle para que estuviera al tanto de todo, pero si no estaba...debía encontrarlo y estar con él.

—¡¿Eso es posible?! ¡¿Cómo es que Noah... —en ese momento recordé lo que me había dicho noches atrás, él y la barbie compartían un secreto que podría des...ese era el secreto entonces... ¡ella lo había revelado! —. Tu prima lo hizo, tu prima les dio esa información a esas personas, ¡tu prima metió en grandes problemas a Noah! ¡la mataré!

—No si lo hago yo antes —la línea se colgó.

Oh por dios, ¿Cómo había sucedido ese accidente?, ¿Quién era ese hombre?

Su padre acabaría con él, esto dañaría su imagen. 


LOSSSSSSSSSSS AMOOOOOOOOOO


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top