CAPÍTULO 21


No había mas que decir, se habían besado, tenían sus manos entrelazadas. ¡Mierda! ¡mierda!

—¡CON EL PAPÁ DE NOAH! ¡CON ALGUIEN CASADO! —grité, sorprendiéndolos por mi reacción, mis ojos se llenaron de lagrimas que no tardaron en ser derramadas, mi respiración empezó hacer acelerada y arcadas llegaron a mi—. ¡Por dios! No lo puedo creer, no puedo creerlo.

Volteé a mirar a Noah, quien estaba congelado en su sitio mientras miraba fijamente a su padre, sus ojos estaban vidriosos y sus manos empuñadas.

—Todo tiene una explicación —dijo mamá, empezando acercarse, pero negué.

—La única explicación que hay es que eres la amante, ¡estas dañando una familia! ¡¿qué tan perra tienes que ser para hacer algo como eso?!

Sus ojos se abrieron como platos y se acercó rápidamente, cuando alzó su mano para pegarme Noah la detuvo.

—Suéltala Noah —exigió su padre—. Alison tiene que aprender a respetar a su madre.

—¿Y quien respeta a mi madre? —le preguntó, soltando a mi madre e interponiéndose entre las dos—. Nosotros los hombres proponemos, siempre avanzaremos hasta donde ustedes lo permitan. Señora Walker, ¿por qué lo permitió?

Aun cuando sabía que estaba hablando con la amante de su padre le guardaba respeto a mi madre y eso me dolió por la persona que él era.

Por dios, ¿Quién era él? ¿por qué era tan hermoso?

—Noah —fue lo único que dijo.

—¿Cuánto tiempo? ¿El tiempo? —pregunté, cruzándome de brazos—. ¡Cuánto tiempo pregunté!

Me importaba un comino si les estaba faltando el respeto.

—No lo sé, Alison...Uno, dos tres...no lo sé —se encogió de hombros, viéndome con preocupación y era claro que tenía que ser así.

Me agarré de un asiento para evitar caerme. Era una información muy dura y malditamente sorprendente.

—Alison, ¿estas bien? —preguntó Noah rápidamente y negué.

—¿Cuánto tiempo? —volví a preguntar, esta vez mirando el suelo...no podía alzar mi vista y verlos sin quebrarme—. ¡Responde!

Se hizo un silencio en todo el lugar, solo podía escuchar mi agitada respiración con mis latidos retumbando en mi oído. Tenía que ser una mentira, ella no podría, no...no.

—Tres —la confesión de Thomas Anderson me golpeó por completo y salí corriendo de la sala, siendo incapaz de permanecer un segundo mas respirando el mismo aire que ellos.

Tres años.

Tres años.

¡Tres años!

—¡NOOO! —grité en cuanto llegué a mi habitación. Empecé arrojar todo lo que encontraba en mi camino, golpeaba la pared, estaba volviendo un desastre mi habitación, mis nudillos sangraban y no me importaba.

Hoy supe como era matar a una persona sin disparar un arma.

—Alison, hija —volteé a mirarla con todo el odio que jamás tuve por una persona.

—Engañabas a papá, ¡engañabas a papá! —agarré la lampara y la tiré al lado de la pared donde se encontraba—. ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Cómo pudiste engañar a un hombre que te amaba?! ¡¿Cómo maldita sea?!

—No lo entenderás, pero yo amaba a tu padre, lo amaba tanto que por esa razón decidí que lo mejor seria separarnos y que no nos hiciéramos daño —caminaba lentamente hasta donde estaban—. Ya no había amor, cariño...mas adelante me entenderás.

Negaba una y otra vez, mientras todo mi cuerpo convulsionaba a causa del llanto.

—Él dijo que...ese día... ¡oh dios! —tapé mi boca con mis manos, no pudiendo aguantar—. Pa...papá, él...él lo supo...tú, él d-dijo que... que jamás t-te perdonaría.

Esquivó mi mirada por varios segundos y tuve que sentarme o me caería al suelo.

—Alison, perdóname...no quise que las cosas sucedieran de esa forma.

Estaba en una especie de trance mientras trataba de asimilar lo que eso significaba.

Mi padre era una roca para mí, una gran Montañana que iba detrás de mí, cada vez que me caí, cada vez que sentía que no podría, cada vez que lagrimas salían de mis ojos, estaba ahí...respaldándome, ayudándome, sintiendo mi dolor y haciéndolo suyo. Era la única persona a quien podía acudir en cualquier momento, era mi todo y lo amaba como jamás he amado a nadie.

Siempre decimos que no aguantaríamos la muerte de uno de nuestros padres, que moriremos con ellos y la triste realidad es que, aunque mueras por dentro, ese valle de muerte no durará, pero su estadía en ti dejará una huella que te hará recordar el resto de tus días, lo doloroso que puede ser llegar a perder a una persona muy importante, querrás morir, pero seguirás respirando y la vida continuará. Entonces trataras de continuar tu vida y cada suceso, cada hecho te hará recordarlo, siempre será así y gritaras al cielo exigiéndole a Dios el porqué, pero todos tenemos una fecha de caducidad en la tierra, tu padre la tuvo y tu la tienes y tarde o temprano tendrás que dejar este mundo, pero aun sabiéndolo no entenderás y desearías ser tú la que muriera, pero... ¿también no piden eso nuestros padres?

Que mis hijos me entierren, y no yo a ellos.

—Mataste a mi padre, Madison Walker...tú eres la única culpable —la miré, pero esta vez no había odio en mi mirada...en realidad ningún sentimiento—. Lo echaste y lo enviaste directo a la muerte, te rogué, te supliqué y no cambiaste de decisión... ¿Cómo puedes, mamá? —me miró sin entender—. ¿Cómo puedes dormir en las noches?, ¿te arrepentiste?, ¿de qué eran tus lágrimas en el entierro de mi padre?, te perdoné porque pensé que no tenías la culpa, pero, la tienes y no quiero cargar con este odio hacia ti toda mi vida, te perdono por haber orillado a mi padre, te perdono te todo corazón, aunque este destrozada, aunque mi alma este en llamas por ti. Te perdono.

—Hija —y por primera vez derramó una lagrima.

—Vete, lárgate de esta casa, no quiero verte más.

—P-Pero tú...tú

—Te perdoné, pero no quiero vivir bajo la misma casa de la causante a que una familia se destruya... ¿con que cara miraré a Noah? ¡¿con que cara si la causante del dolor que su madre sentirá eres tú?!

—Ese matrimonio hace mucho que dejo de ser uno real, te lo juro —agarró mis manos desesperadamente—. Ellos se divorciarán, él será un hombre libre y podremos vivir como una familia.

La miré sin poder creerlo y me solté de ella.

¿Qué?

—¿¡Te escuchas?! —grité horrorizada y con asco—. ¿Me pides que viva con ese señor? ¡¿Acaso quieres que le llamé papá?! ¡en tu vida vuelvas a decir que seremos familia! No me incluyas en tu familia, no seré parte y lárgate de esta casa...fue comprada con el dinero de mi padre y ese maldito está aquí...sácalo o juro que llamaré a seguridad.

POV NOAH

Tres años.

No dejaba de mirarlo mientras trataba de encontrar alguna pisca de arrepentimiento, pero no, no había nada.

— ¿Cómo pudiste vivir una doble vida durante tanto tiempo?, ¿Cómo podías dormir con mamá después de ...? —cerré mis ojos siendo incapaz de poder decirlo—. ¿Cómo?

—De tener sexo con Madison y después con tu madre, ¿eso me quieres preguntar?

Apreté mi mandíbula y manos tratando de contenerme, quería golpearlo, quería que sufriera.

—¡¿Y lo dices tan tranquilo?! ¡Engañaste a mamá con la madre de mi mejor amigo! ¡¿Estas viendo la magnitud de todo?! —saqué lo que estaba reteniendo—. ¡¿Cómo podría hablar mal de ella si es la madre de Jayden?! ¡¿Cómo puedes ser tan desvergonzado?!

—Cálmate Noah —tres zancadas y tenía a Thomas Anderson delante de mí—. Esto es normal en un hombre, tal vez cuando tengas novia no la engañaras, pero...cuando llevas tantos años de matrimonio te aburres y quieres probar nuevas cosas, tener aventuras, placer, vivir y es lo único que hago... ¿crees que dejaría al amor de mi vida por alguien como ella? —la forma tan despectiva en que lo dijo me dejó sin palabras—. Es solo una aventura y admito que ya son tres años, pero en estos años no ha sido la única...al punto que voy es que, tranquilo a tu madre no la dejare, yo la amo y seguirá siendo mi esposa y nosotros una familia... ¿está bien?

Su mano apretó mi hombro y la retiré, su toque me repugnaba.

—No te entiendo y nunca lo haré por la sencilla razón que no soy igual a ti...nunca lo seré y que orgullo me da ser diferente —limpié las lagrimas que empezaba a derramar—. No mereces a alguien como Grace Anderson, no la mereces...jamás lo hiciste y no entiendo que vio ella en ti porque nada bueno tienes.

—Ten mucho cuidado como me hablas —agarró mi brazo ejerciendo fuerza—. Soy tu padre y tienes que respetarme.

—Lo perdiste en el momento en que empezaste menospreciar a las mujeres y recuerda, fue una quien te llevó nueve meses dentro de ella —agarré su mano y la quité—. Ahora, se lo dices tu a mamá o lo hago yo.

Eran pocas las veces en que lo veía sorprendido ante algo y esta fue una de ellas, ¿acaso pensaba que me callaría? ¿Qué no diría absolutamente nada de lo que sé?

—No lo harás, Noah —sentenció con una sonrisa—. Porque si lo haces, Jayden se enterará del amor que sientes hacia su hermana y te aseguro hijo que después de ello y de ver las fotos que tengo...no querrá volver a verte en su vida. 


LA TIENE DIFICIL, NOAH. :(

VOTEN Y COMENTEN. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top