CAPÍTULO 11


—¿Te la has pasado bien? —preguntó Mason a mi lado.

Salíamos del cine después de ver una película de terror. Había sugerido una de romance, pero alegó que no le gustaban y quería disfrutar el momento.

¿Acaso yo lo había hecho?

Odiaba con mi vida las películas de terror, era muy asustadiza y claramente no las disfrutaba en absoluto.

¿En donde quedaba el hombre caballeroso que complacían a su bella dama?

Él no es Noah, idiota —me recordó mi subconsciente.

Estúpida Charlotte.

Estúpido Noah.

Estúpida película de terror.

—Realmente no, Mason —me miró atónito.

¿Y encima se hacia el sorprendido? ¿Qué mi cara en toda la película no demostró el descontento? ¿no agarraba ni una indirecta?

—¿Por qué? pensé que te había gustado, Alison.

A veces los hombres eran tan idiotas.

—Odio las películas de terror —fue lo ultimo que dije, antes que mi vista se dirigiera al frente de nosotros, donde estaba apoyado en una pared de una manera muy sexy el idiota y estúpido sexy, ¿ya dije sexy? Mariscal.

—¿Qué hace él aquí?

Pude percibir molestia en su pregunta y lo entendía perfectamente. Noah siempre nos interrumpía de la misma manera que hacían con nosotros dos.

—No tengo idea, pero hay que irnos ya —agarré su mano y caminamos rápidamente hacia otra dirección.

No quería verlo y mucho menos tener que cruzar palabras con él, se podía ir al mismísimo seol. Lo de irse con la barbie horas atrás y encima dejarme plantada era algo que no se lo perdonaría.

Por muy doloroso que era lo había tomado como una clara, pero muy clara señal para alejarme de Noah Anderson y no tener problemas. Eso haría, claro que sí pero primero, ¿Cómo mierda podría hacerlo?

¡Hablábamos de Noah Anderson!

—Alison detente —escuché su voz detrás nuestra. Fingí como si no hubiera escuchado y apuré el paso, no podía alcanzarnos.

—No te detengas Mason —susurré—. Por nada en el mundo lo hagas.

Lo siguiente que pasaría no se lo esperaría ni el mismísimo Noah. ¡y eso que él mismo lo haría! ¿Acaso estaba loco?

—Alison —agarró mi mano libré, jalándome hacia él e inevitablemente solté a Mason—. Basta.

Literalmente escupió esa última palabra en mi boca. ¡En mi boca! ¡nuestros labios se estaban rozando! ¡Que me agarrara, que estaba por irme al otro lado!

—No —susurré, separándome al instante de su presencia. ¿Qué como lo había logrado?

Esa y mas preguntas no me dejarían dormir en la noche. Un misterio sin resolver en toda regla.

—Ya la escuchaste, así que márchate —Mason pasó su mano por mi cintura y me jaló hacia él.

¿Qué? acaso era un puto juguete que andaba de mano en mano. Sí, era baja, si me sacaban mas de una cabeza, pero era humana.

—No interfieras en esto, Harris.

Era la primera vez que veía a Noah tan serio, tan intimidante, tan autoritario, ¿Por qué se veía caliente de esa forma?

Alo polimasoquismo24hr, acabo de escaparme de rehabilitación.

—No lo hagas tú, estoy en una cita con mi chica así que lárgate —lo miré como si le hubieran salido tres cabezas.

Paren el bus que aquí me bajo yo.

—¿Una cita? ¿tu chica? —preguntó totalmente incrédulo mientras se acercaba a él.

¿Era Noah capaz de pelear en pleno centro comercial? No, claro que...mierda.

—¡Basta! —me interpuse entre los dos, estaban por irse a los golpes y empezábamos a llamar la atención de las personas—. Me avergüenzan, así que se calman o juro que llamaré a seguridad.

—Tu hermano esta preguntando como loco por ti, esa es la razón por la que estoy aquí...tú decides si irte con él a pesar de la situación, Walker.

Claro que no lo haría, si Jayden se enterara que estaba nuevamente en una salida con Mason esta vez sí se volvería loco y lo golpearía, su rostro era muy hermoso como para estar con moretones.

—Hablaremos mas tarde, Mason —me disculpé, rogándole con la mirada para que entendiera.

—Claro, no hay problema —respondió secamente y se fue, no sin antes matar con su mirada a Noah o era, al contrario.

La verdad parecían dos leones a punto de pelear por sus tierras.

¿Yo era las tierras? ¿Acababa de compararme con un terreno?

¡Basta! Lo importante aquí era que se había enojado a mas no poder y tenia que hacer algo para contentarlo, no quería perder su amistad. Mason era un buen chico y disfrutaba de su compañía, aunque con lo de hoy seria bueno tomar distancia. No quería dañar ninguna ilusión y mucho menos su corazón.

—¿En donde esta mi hermano? —cuestioné, cruzándome de brazos. No quería hablar mas de lo estrictamente necesario con él.

—Sígueme.

[...]

—Ok Noah, no hay que ser muy inteligente para saber que Jayden no esta aquí.

Me había llevado al estacionamiento donde estaba su carro, ¿no imaginaba que me montaría en él o sí?

—No, no está aquí —confesó con descaro—. Era una mentira para que vinieras.

Enserio, era muy difícil molestarme con él. Lo hacía realmente un desafío cuando a pesar de todo, esa mirada tan intrigante y creería especial, seguía ahí, mientras me miraba.

—Pues ahora me iré porque contigo no saldré ni a la esquina, ¿me escuchas?

Me iba a voltear para irme, pero ya era costumbre el agarre en mi brazo por su parte.

—Alison sé que estas enojada, pero todo tiene una explicación —chasqueé mi lengua y fijé mi vista en otra cosa que no fuera él—. Por favor escúchame, en realidad el enojado tendría que ser yo y mira, no lo estoy.

Me reí por lo sínico que se escuchaba y lo alejé de mí.

—¿Tu él enojado? —quise saber, alzando una ceja totalmente incrédula—. Acabemos con esto ya, déjame ir.

—No lo haré hasta que me escuches —insistió, nuevamente acercándose a pesar de la distancia que ponía con mis brazos en su fuerte abdomen.

Tocarlo era una cosa loca —pensé.

—¡No! ¡Aléjate y vete con tu novia! —agg no podía aguantar otro segundo mas sin soltar el veneno—. ¡¿Quién crees que soy?!

—¿Qué?

—Mira, aléjate de mi y no compliques las cosas...eres el amigo de mi hermano y esta claro que ambos no podemos ser amigos...debemos conformarnos con ser conocidos.

Su ceño se frunció y ladeo su rostro.

—¿Qué estas diciendo? —preguntó algo confundido—. ¿conocidos? ¿eso quieres que seamos?

¿Acaso podríamos ser algo diferente?

—Sí —No.

—Pues yo no —dijo desafiante.

—Me parece perfecto —ay dios, llévame mejor—. Quiero decir, cada quien es libre de pensar, pues es su mente y nadie puede obligarte...ya me callo.

¿Cómo una persona podría pasar por tantas vergüenzas delante de alguien como Noah?

—Alison, no me casaré con Charlotte —susurró, agarrando mis manos y apartándolas para acercarse—. Nuestros papas así lo quieren, pero no es la vida de ellos y no la amo...en realidad nunca lo hice. El día que me case será con esa persona.

¿Acaso me hipnotizaba con su voz? No le encontraba otra razón a mi aparente rendimiento por mi parte para que hablara.

—¿Por qué te fuiste con ella?

—Porque quería hablar en lugar donde nadie pudiera escuchar y reiterarle que no nos casaríamos —respondió rápidamente—. Cuando salí de la universidad tu no estabas y llamé a Mia quien me dijo que te fuiste con Mason.

—Pues sí, me fui con él cuando evidentemente tendría que irme contigo, pero no me arrepiento —me cruce de brazos, no cedería tan fácil.

—Tenía una reservación en el carmine's para nosotros dos —susurró—. Quería que fuera especial.

Abrí ligeramente mi boca por la sorpresa que tenía al escucharlo. Ese restaurante era excesivamente caro, una reservación la conseguías con más de tres días de antelación.

¿Noah había estado pensando en invitarme desde ese tiempo?

Mi corazón se oprimió y quise llorar de la impotencia. Me había comportado como una total perra al no dejar que se explicara, pero no tenía forma en el mundo para saber que estaba equivocada.

—Para ir a carmine's tienes que pedir una reservación con mas de tres días de antelación —dije, queriendo saber la respuesta a mi pregunta.

—Cinco, fueron cinco —una pequeña sonrisa nació en sus labios.

Inhalé hondo, tratando de calmar las millones de mariposas que sentía en mi cuerpo.

A pesar de no haber estado, él había pensado en mí, no había sido la única.

—¿Por qué especial? —susurré sin aliento.

Noah se estaba acercando cada vez mas y no tenia las fuerzas para separarlo, tampoco quería hacerlo. Sus ojos me envolvían y mis neuronas no coordinaban ni una. A como él se acercará más, juraba que era mi fin definitivamente. No podría resistir más tiempo, quería besarlo.

—Me preguntaste en qué términos, pero los términos ya los había pensando desde el momento en que reserve...una cita Walker, nuestra primera cita. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top