cap 25


Lucy jaló una vez mas a natsu del brazo mientras que lo arrastraba de una tienda a otra. Se detuvo al frente de una tienda colegial, en donde entraron y se dirigieron a la sección de ropa escolar femenina.

- ¿La puedo ayudar en algo, señorita?- le preguntó amablemente una vendedora, aunque en vez de estar mirándola a ella, se comía a natsucon la mirada. Lucy le dedico una mirada glacial.

- No gracias.- dijo irritada, tratando de que se fuera pero ella no entendió.

- Bueno, cualquier cosa no duden en llamarme.- y dedicándole una última mirada ardiente a natsu , se giró y caminó con un movimiento exagerado de caderas. Pareciera como si no tuviera otra cosa que hacer.

Lucy se aclaró la garganta, y solo entonces natsu le quitó los ojos de encima a la vendedora para verla a ella con la boca abierta.

- Cierra la boca, que se te cae la baba.- gruñó, cogió unas cuantas faldas y camisetas de su talla y caminó hacia el probador. natsu la siguió por detrás.

- Vamos, no te enojes pequeña. Sabes que la muñequita de mis ojos eres tu.- dijo y trató de tocarle el hombro, pero antes de que pudiera hacerlo Lucy se volteó y lo espetó con la mirada.

- Eres un cabrón, yo no le miro el culo a los hombres cuando pasan al lado mío.

- ¿Ah, no?- dijo alzando una ceja y cruzándose de brazos.- bien sabes que eso es mentira. Te quedas pegada mirándolos.

Lucy se sonrojó.

- Es diferente.

- No lo es.- la tomo de los hombros y la giró quedando de espaldas a él. Apoyó su barbilla en su hombro y susurro muy cerca de su oído.- ahora ve, pruébate el uniforme y enséñame como te quedo.- y dándole una fuerte cachetada en el culo, la adelantó a entrar al probador.

Lucy cerró las cortinas y natsu se sentó en uno de los sillones que estaban ahí a esperarla. Miró a su alrededor, habían unos cuantos sillones mas esparcidos y mujeres sentadas esperando a sus hijas, tal vez. Se podría decir que era el único hombre ahí, y las miradas y comentarios que hacían las mujeres entre sí respecto a él era algo imposible de evitar escuchar.

Pero los pensamientos de natsu estaban solo puestos en Lucy. Centró sus ojos en la cortina, y vio a Lucy sacarse las zapatillas por debajo. Sonrío cuando vio sus lindos calcetines rosados adornados de pequeñas flores. Pero toda su mente se torno en blanco cuando sus shorts cayeron al piso, seguido de su camiseta. natsu se tensó, y tejió en su mente una bonita imagen de ella en ropa interior. Y joder, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no entrar y hacerle el amor ahí mismo. Era demasiada la tentación por la cual estaba pasando.

De repente, Lucy giró sobre sus talones y natsu desvió su mirada hacia el techo. Las cortinas se abrieron y Lucy apareció vestida con su bonito uniforme colegial.

- Natsu.- lo llamó ella.

- ¿Ah?- dijo y solo entonces la miró.

- ¿Qué crees tu? ¿Cómo me queda?- preguntó y salió del probador para que él la pudiera ver por completo.

Lucía estupenda con aquella falda, ceñida a las caderas, estrecha, dejando ver sus largas piernas. Y con la camiseta puesta, algo transparente, que dejaba ver su sostén y algo más a la imaginación, mmh... perfecta.

- Gírate.- le ordenó.

Y lo hizo. Natsufijó sus ojos en su trasero, al mismo tiempo que se relamía los labios.

- Te queda perfecto. Venga, quítatelo y lo vamos a comprar.

Lucy sonrío y se giró para adentrarse nuevamente al probador. Se desvistió y se coloco su ropa, para luego salir con la falda y la camiseta en las manos. Caminó junto a Natsu al cajero, y al hacerlo, se encontró con la misma vendedora hace minutos atrás. Lucy la fulminó con la mirada.  

  - ¿En efectivo o con tarjeta?- le preguntó la chica, al mismo tiempo que mordía su carnoso labio inferior.

- Con tarjeta.- contestó Natsu.

La vendedora cogió y dobló la falta junto con las camisetas que Lucy a duras penas se las entregó. Lucy fulminó a la mujer con la mirada por enésima vez cuando se giró y se agachó, buscando unas bolsas, o tal vez... para colocarle todo su culo en la cara a Natsu. Lucy lo codeó al ver que no le quitaba los ojos de encima. Él por su lado carcajeó.

- Gracias por su compra.- dijo la vendedora, inclinándose en el mostrador, haciendo que la abertura del cuello de su camisa se abriera dejando a la vista unos grandes y vultuosos pechos blancos. Natsubajó la mirada, pero al instante la quitó.

- Gracias a ti, guapa.- dijo, esforzándose por mirarla a los ojos.- volveré mas seguido a esta tienda.- sonrío y cogió las bolsas.

- ¡Me llamo Lisanna, por si acaso!- gritó para que la escuchara, en cuanto Natsuy Lucy se alejaron.

Natsu solo río por lo bajo. Lucy rechinó los dientes, roja de rabia y golpeó a Natsu en el hombro. Aunque leve, logró captar la atención de Natsu.

- ¿Qué?

- Con que soy la única muñequita de tus ojos, ¿Eh?- dijo irónica.

- Vamos, no te enojes pequeña...

- Eres un cerdo que le mira las tetas a la primera mujer que se te cruza por delante. Estúpido, tonto.- masculló.

- Mmh... te vez jodidamente sexy cuando me insultas.

Ella se sonrojó. Era imposible tener una conversación seria con él sin que digiera algo que la hiciera sonrojar.

- Tú siempre mezclando las cosas, eres tan... tan...

- ¿Tan qué?- pregunto Natsu alzando una ceja, divertido.

- ¡Tan terco! Un idiota que no piensa solo mira las tetas de las chicas .....

Natsu entrecerró los ojos.

- Eso no era lo que me decías el otro día cuando hisimos el amor no?

Lucy sintió sus mejillas arder, por enésima vez.

- Es toda tu culpa.

- ¿Mi culpa? Ni que yo fuera el único calentón por aquí.

- Tú me pones así.

- Me alegra oír eso.- dijo, sonriendo pícaramente.- me encantas, pequeña.

- ¿Aun así con mis celos y todo eso?- preguntó con una inocencia que él no le creyó por ningún segundo.

- Absolutamente toda. Me fascinas.- dijo y tomo su rostro con las manos, para luego acercarla hacia él y devorarla en un beso hambriento.

Lucy suspiró enamorada cuando se separaron. El hecho de que Natsula besara en público le encantaba. La hacia sentir mas segura, fascinada por qué no tenían que ocultar su relación fuera de la casa de su padre.

Después de haber recorrido unas cuantas tiendas más del centro comercial, compraron útiles escolares y zapatos para Lucy. Decidieron tomarse un descanso, al sentarse en una de las bancas mientras tomaban de sus bebidas antes de volver a casa.

- ¿Sabes, Lucy?- habló Natsu, con la mirada fija en su bebida.- he estado pensando en algo...

- ¿En qué?- dijo y bebió de su coca-cola.

- Creo y es tiempo de dar el segundo paso. Quiero que nuestra relación sea más formal.- dijo, tratando de que ella entendiera la indirecta. Pero Lucyno la captó.

- ¿A que te refieres?- preguntó, frunciendo el ceño.

- Me refiero a decirles a jude y a grandine sobre nuestra relación.

Lucycasi escupió la bebida en su cara. ¿Había escuchado bien?

- ¿Hablas en serio?

- Si.- suspiró.- yo... ya estoy cansado de las mentiras. Quiero que lo sepan... que sepan que a la mujer a quien amo eres tú.

- Yo... no lo sé....- agachó la mirada.

- Amor.- le levantó el mentón con un dedo.- mírame, sabes que tarde o temprano lo sabrán.

- Lo sé, pero esque....- suspiró.- ¿Y si se lo toman mal?

- Tendrán que tomárselo bien, les guste o no. No te preocupes, ¿Por qué tanto miedo? No soy tu tío de sangre, ¿O si?

Ella solo negó con la cabeza.

- Vamos, no estés nerviosa, corazón.

- Está bien.- dijo insegura. Sabía que la decisión sobre decirle a su padre y madrastra sobre su relación, seria un gran paso. Estaba conciente de ello, pero al igual que él, ya estaba harta de las mentiras. Ya no quería ocultar el amor que sentía por Natsu, y menos con su propia familia.- quiero hacerlo.

- Vale.- sonrío.- le diremos primero a grandine y después a jude, ya que ella es más tranquila en comparación a él.

- Perfecto. ¿Cuándo se lo diremos?

- Pronto.  

Continuara :)

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