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Las revisiones médicas no eran sus favoritas pero Shinobu le obligó a tomar una apenas despertó. La regañada que se ganó cuando vio las marcas rojas en sus brazos solo bajó sus ánimos; pensando en que merecía una recompensa por la desastrosa mañana que tuvo compró algunos dulces y se sentó en una banca cerca de un lago. No le apetecía hablar con sus compañeros después de lo sucedido en los últimos días, aún no sabía como acercase a ellos.

El paisaje era tan tranquilo, seguro que a Akaza le gustaría, su mente imagino todos los escenarios posibles en los que ambos pasarán tiempo juntos: darle de comer a los patos, recoger flores que no fuesen las suyas, ir tomados de la mano por toda la orilla del lago o disfrutar de un festival. Suspiró al darse cuenta que no sería posible en esos momentos.

Le dio una mordida a su dulce de arroz para tratar de alejar esos pensamientos tan tristes y así no arruinarse el día. Sin darse cuenta alguien se sentó a su lado, no fue hasta que giró un poco su cabeza que al fin notó a la persona a su lado.

-Tokito, me asustaste -El chico dejó de mirar el cielo para ver al otro.

-Hola Tomioka -Regresó su vista a lo alto, el silencio le era algo incómodo tras algunos minutos.

-¿Acabaste tu entrenamiento? -El niño solo asintió, a decir verdad le hubiese gustado participar pero su nivel había bajado mucho en todo el tiempo que estuvo dormido.

-Te gusta Akaza -Esa declaración lo tomó por sorpresa haciendo que sus mejillas se tornaron rosas y se atragantase con la comida -¿Por qué?

-Yo, bueno es algo complicado -pensó en todos los momentos que estuvieron juntos y por inercia su mano fue directo al broche que le regaló, desde hacía días no lo soltaba.

-¿Te lo regaló? -Parpadeo un par de veces antes de entender que se refería al accesorio.

-Sí -la sonrisa en su rostro se amplió de solo pensar en él -dijo que le recordaba a mis ojos, fue muy lindo de su parte.

-Ya veo, ¿Las personas normalmente regalan cosas en ese sentido? -Al observarlo notó como bajaba su rostro pensando en algo.

-Creo que dependen del mensaje que dan, ¿Por qué? -preguntó con interés.

-Nada, Shinazugawa menor siempre me da almuerzos con notas agradables, trató de guardarlas -Tomioka miró enternecido la expresión del joven, seguro que volvía loco a Genya.

-No soy el mejor con las emociones pero creo que quiere ser más cercano a ti, intenta salir juntos a comer, se que eso estrecha lazos a veces -Pareció tomar nota mental de lo dicho, solo esperaba que no lo olvidará.

-¿Te dio algo más? -Claro que así fue.

-Se que hacía muchas pulseras de flores a juego, también coronas. Lastima que se marchitan rápido -En sus sueños siempre le aparecían esos arreglos frente suyo, además de escuchar como muchas veces batallaba para hacerlas bien o decía que ninguna flor era tan hermosa como las suyas.

-Pero si decían que el paramo era siempre fertil, ¿Por qué morían?

-Él nunca hizo esos regalos con mis flores, temía que me doliera si arrancaba alguna -En su voz se podía denotar el amor que sentía, ¿Y cómo no hacerlo? Siempre le demostró cuan importante era para él.

-Eso es lindo -Se preguntó si a Genya le gustarían esas cosas.

-Lo es -Ambos se sonrojaron al pensar en las personas que flecharon su corazón, estaban en las mismas ahora. Hablaron un rato más antes de que el Pilar tuviese que irse, por lo que el pelinegro optó por retirarse a su antigua Finca. Agradecía de gran manera que lo dejasen quedarse ahí.

Ya en su hogar una idea le surgió en la cabeza, buscó tinta y papel, y se puso manos a la obra. A palabras de Akaza él nunca estaba en un mismo lugar, de hecho la mayoría de las Lunas Superiores siempre estaban en movimiento buscando lo que Muzan pida. Todas a excepción de dos, la Cuarta Luna Superior y la Sexta Creciente, los últimos eran más fácil de acceder pues su área era el Distrito Rojo.

Cerró la carta para irse a buscar a su cuervo, esperaba con todo su corazón que aun viviese y no tuviese otro dueño, a decir verdad tenía un gran cariño por el ave, aun recuerda cuando Kanzaburo le contó como igual le sirvió en su tiempo a su maestro.
Al explorar el patio encontró colgado en uno de los arboles una gran casa para aves con un comedor a lado y demás accesorios, al asomarse fue recibido por un curioso sonido. Antes de darse cuenta estaba en el suelo llenó de plumas y lágrimas.

-Giyū, volviste, te esperé por mucho tiempo -Pudo notar lo cansado de su voz, ya los años estaban sobre el ave. Lo abrazó con suavidad sobre su pecho para calmar los sollozos de su fiel mensajero.

-Lamentó hacerte esperar Kanzaburo, pero he vuelto -Le dio caricias en sus plumas para reconfortarlo. De repente sintió un peso sobre él, a lo cual levantó a Kanzaburo para hallar en su pecho un trío de jóvenes cuervos, ya no eran polluelos.

-Ellos son mis nietos Giyū -Olvido que su vieja ave ya era abuelo, la última vez que los vio apenas eran unos polluelos casi recién salidos del cascarón. Por su parte los cuervos reconocieron al antiguo Pilar del Agua.

-Veo que ya se reencontraron -Al alzar la mirada el pelinegro se encontró con la pareja que menos le agradaba a decir verdad, pero eso quedó en el pasado, los recibió como era debido.

-Sí, me alegra que siga aquí después de que me fui, pensé que lo asignarían con alguien más -confesó con una sonrisa de nostalgia.

-Kanzaburo se negó Tomioka-san, ni siquiera se fue de la Finca y espanto a cualquiera que quisiera entrar -le dijo Tanjiro con una sonrisa, le daría luego un premio -¿Pensaba en mandar un mensaje? -No debía demostrar nervios alguno, sino lo descubrirán.

-Sí, al señor Urokodaki, quería que lo supiera todo de primera mano -Luego tendría que escribir otra carta para tapar su mentira, se levantó del suelo y cuando uno de los nietos movió su pata derecha hacía el frente entendió el mensaje. En un susurró le indicó la verdadera dirección y lo dejó volar.

-Veo que te tiene cariño -dijo con alegría Rengoku -Debe ser por eso que no dejaron a ningún cazador usarlos -Su corazón se derretía de la ternura que le generaba que hasta de sus palmas brotaban violetas.

[•]

Tras una jornada de trabajo en el Distrito Daki descansaba recargada en su ventana, se cansaba de escuchar los falsos halagos de los hombres y tener que satisfacer sus deseos carnales. Frente a ella un cuervo aleteaba llamando su atención, quiso espantarlo pero seguía ahí, pensó en asesinarlo por lo ruidoso que era hasta que lo escuchó hablar.

-Mensaje de Tomioka Giyū, favor de entregar a Akaza, Tercera Luna Superior -Interesada quitó el papel de la pata del ave, ¡Esto era tan emocionante!

-¡Que romántico! Un amor secreto -Quería gritar pero se abstuvo de hacerlo para no llamar la atención. Salió rápido de la habitación en dirección a donde sabía se hallaba su compañero.

-Aun no entiendo porque te gustan tanto estas cosas sobre -escuchó decir a su hermano.

-Es que las historias son tan románticas ¡Quien sabe lo que será capaz de hacer por su amor! No como estos hombres que solo pagan por un acoston -dijo algo indignada por las palabras de su hermano pero no todos podían tener buen gusto en lectura.

Al llegar al lugar donde rondaba Akaza se abalanzó al demonio poniéndole la carta en la cara.

-¡Leela, leela! Dime qué es lo que puso -Juraba poder ver estrellas en los ojos de la demonio. Le pidió de favor moverse y abrió el papel.

Querido Akaza
Si te llegó esto significa que mi idea funcionó. A decir verdad te extraño tanto, cada momento despierto sueño con el momento de escuchar el sonido de tu voz hablándome. No puedo dejar de pensar en que hermoso sería tenerte a mi lado pero no quiero arriesgar a nadie.

Deseo que pronto nuestros caminos se encuentren y tener un momento a solas como solían ser nuestras noches.

Para mantener comunicación contigo he ideado un plan, uno de mis cuervos logró encontrar a Daki, ellos pueden ser la conexión entre nosotros porque no aguantaría no saber de ti. Mandariamos las cartas un día de la semana, como el miércoles. Ambos se las intercambiarán ese día y nos la darán.
Espero y se pueda.

Con a̶m̶o̶r̶, Giyū

Su rostro se tornó de un rojo intenso que opacaba su cabellos, pudo leer sin dificultad la palabra tachada.

-Daki, ¿Tienes papel y tinta en tu casa -Con emoción asintió, que hermoso era todo.

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Lamento la tardanza pero apenas me esta regresando la inspiración, además de tomar un descanso de todas mis actividades pero ya tengo varios borradores e ideas. Así que esperenlo

Los quiere, su autora <3

Significado de las flores:

♧Violestas: Uno de sus tantos significados es el de la ternura.

Curiosidades de la Era Reiwa:
◇Un headcanon que tengo es que Kanzaburo le perteneció a Urokodaki y cuando terminó su servicio el mayor de por pura casualidad le tocó a Giyū. Así que es mucho más cercano a él.