Charla Y Entrenamiento

En el Área Recreativa de la academia, Leo acababa de perder un combate contra el Pawmo de Mencía.

Mencía: No lo haces nada mal, July.

Juliana: G-gracias.

Mencía: Pero, vas a necesitar más que esto para ganarle al Excavador de Acero.

Juliana: - Regresó a un derrotado Leo a su pokeball - ¿Mucho más?

Mencía: A ver, July, está claro que combatir es cosa de Florian, pero no lo estás haciendo nada mal. ¡Incluso tendrías oportunidades de ganarle a e-Nigma, que ya es decir! A Florian le costó mucho.

Juliana: ¿Podrías no mencionar a Florian todo el rato?

Mencía: ¿Por qué? ¡Puedes aprender mucho de él!

Juliana: He visto todos sus combates de gimnasio y solo ha ganado por suerte. 

Mencía: Tienes un poco de razón, pero eso es porque no se prepara lo suficiente. En menos de una semana se ha hecho con tres medallas. Si hubiera esperado más, no le habría sido tan difícil ganar. ¿Y tú qué, Damián? ¿Por qué no te nos unes?

Damián: Todavía estoy lisiado - dijo mientras señalaba su pierna escayolada.

Mencía: Eso no importa. Venga, combate contra mí, porfi. Te lo pondré fácil, lo juro.

Juliana: D-déjalo, Mencía. Está estudiando.

Mencía: ¿Y por qué ha venido aquí a estudiar? Me ha hecho ilusiones de que íbamos a combatir.

Damián: ¡No he venido, me has traído! Por si no lo recuerdas, estaba preguntándole una duda de biología a Juliana cuando de la nada llegaste tú y nos llevaste a los dos aquí para poder combatir con ella. 

Juliana: Sí, recuerdo algo como: - imitando la voz de Mencía - "¡Juuuuuuuly! ¡Me han contado que quieres entrenar para tu búsqueda del tesoro! ¡Eso es genial! ¡A la próxima avísame a mí y yo te entreno encantada! ¡De hecho, ¿por qué no vamos a entrenar ahora mismo ignorando lo que estéis haciendo o lo que queráis hacer! ¡Sí, es una idea maravillosa! ¡Quaquaval, agárralos para que no puedan escapar y vamos al Área Recreativa! ¡Nos vamos a divertir muchísimo!"

Mencía: No seas tan exagerada. 

Juliana: Te agradezco la intención, pero podrías haberme preguntado en vez de arrastrarme.

Mencía: Perdón. Bueno, sobre tu equipo...

Juliana: - Pensando - Aquí vamos de nuevo.

Mencía: Para no combatir tan a menudo, se defienden bastante bien. 

Juliana: - Pensando - ¿No combatir tan a menudo? He combatido más en la búsqueda del tesoro que en toda mi vida.

Mencía: Peeeeero, hay algunos problemas que deberías solucionar. Para empezar, los únicos que tienen espíritu combativo son Spring y Zany, lo que no sería malo si Nieve hiciera algo más que dormir o si Eve pudiera dar algo de pelea. 

Juliana: - Pensando - Yo no tengo la culpa de eso.

Mencía: Luego, Leo tiene la habilidad rivalidad, lo que le da desventaja contra prácticamente la mitad de los pokémon. 

Juliana: Y también le da ventaja contra la otra mitad.

Mencía: Ya, pero no deja de ser peor habilidad que nerviosismo. Nunca sabes cuando un rival puede tener equipada una baya. 

Juliana: No he visto a mucha gente usar objetos equipados. 

Mencía: En muchos combates regulados están prohibidos, y los casuales suelen preferir no usarlos. Para lo que tú quieres hacer, te vendría muy bien pasarte por el Delibazar.

Juliana: Ya iré si eso.

Mencía: Muy bien. ¿Qué más, qué más?... Oh sí, los tipos. El tipo normal es muy bueno por poder pegarle neutro con STAB a muchos pokémon y no tiene debilidades, pero que cuatro de tus cinco pokémon sean tipo normal... Hace que tu equipo sea muy débil ante algún tipo lucha. 

Juliana: Pero Eve perderá el tipo normal cuando evolucione.

Mencía: Y Spring ganará el tipo siniestro, haciéndolo también débil al tipo lucha. Deberías pensar en añadir un poquito más de variedad.

Juliana: ¿No te has dado cuenta de que solo voy capturando los pokémon que me parecen monos?

Mencía: Pues claro que me he dado cuenta, July. Pero eso no quita que tu equipo tiene una debilidad muy explotable. Deberías capturar algún pokémon capaz de hacerle frente a los tipo lucha. 

Juliana: Si encuentro alguno que me guste, lo haré.

Mencía: Bien, bien. Ahora vayamos a lo peor: Spring es muchísimo más fuerte que el resto, ¡deberías entrenar a todos por igual!

Juliana: Sabes de sobra que no entreno. Ella simplemente es muy fuerte y me ha ayudado en muchos combates.

Mencía: La sacas a combatir mucho, ¿verdad? Si dependes de uno solo de tus pokémon, es normal que el resto se queden atrás. ¡Ya sé, combatamos!

Juliana: ¿Otra vez?

Mencía: Sí, pero ahora será un combate real. Y tú no podrás utilizar a Spring.

Juliana: ¡¿Qué?! ¡No es justo! Sin ella ya sí que no tengo ninguna oportunidad. ¿Por qué iba a combatir contra ti entonces?

Mencía: - Su expresión decepcionada no es lo que Juliana esperaba recibir - Te lo pondré más fácil, ¿vale?

Juliana: V-vale.

Mencía: Aunque no vaya en serio, un combate es un combate, ¿no? - Retomó su expresión alegre habitual - ¡Venga, July, divirtámonos!

Juliana: U-un momento. ¡Chicos, reunión estratégica!

Spring, Leo, Eve y Zany se reunieron junto a ella; solo faltaba Nieve.

Juliana: Nieve, ven, este combate es importante - el pokémon la ignoró completamente -. Sé que no estás dormido, es imposible dormir tanto. Vamos, ven, combatir un poco no te hará mal. 

Damián: Me da a mí que no va a moverse. 

Juliana: Ya, es que como estaba enfadado conmigo por obligarle a combatir le dije que solo tenía que luchar cuando fuera imprescindible. 

Damián: Yo creo que es muy débil y tiene miedo de perder.

Nieve no iba a quedarse quieto ante tal apuñalada en su orgullo. Dio un pequeño brinco para ponerse de pie y observó furioso a Damián, alzando su cola estirada.

Juliana: - Pensando - Istvan ya hizo algo así para que entrenara, pero no creí que fuera a funcionar otra vez. 

Damián: Si de verdad eres fuerte, no tendrás problema en enfrentarte a alguien como Mencía, ¿o sí?

El Persian le dedicó una última mirada severa antes de caminar hacia su entrenadora con una elegancia que Juliana nunca antes había visto. 

Juliana: - Acariciando la cabeza de su pokémon - No le hagas caso. Yo sé lo que vales.

Damián: ¡Pero no lo mimes!

Juliana: No me gusta verlo así. Te has pasado con él, Damián.

Mencía: July, no creo que seas la más indicada para decir eso.

Juliana: ¿Por qué?

Mencía: Tú a veces eres peor. Todavía recuerdo cuando intentaste envenenar a Florian.

Damián: ¡¿Que intentaste qué!?

Juliana: ¡Fue solo una vez y me dijo que no se lo contaría a nadie!

Damián: ¡¿Cómo que "solo" una vez?!

Juliana: Y creo que el veneno no era letal.

Damián: ...Podrías haberte ahorrado ese "creo".

Mencía: Y pensar que la famosa estudiante farmacéutica Juliana empezó su carrera con un veneno para acabar con su hermano. ¡Sería increíble que pusieras eso en una autobiografía! 

Juliana: No creo que tenga una autobiografía.

Damián: Y yo no creo que deberías añadir eso si la tienes. 

Mencía: ¿Bueno qué? ¿Combatimos?

Juliana: Todavía no he pensado una estrategia. 

Juliana: - Pensando - Su equipo es variado y los movimientos de mis pokémon no dan para mucho... Tendré que confiar en la potencia de mis pokémon y en la ventaja de tipos. 

Juliana: - Susurrando - Pss, pss. Eve, este combate va a ser duro y tú aún no eres muy fuerte. Si te quedas a combatir, seguramente acabarás cayendo como un sacrificio al cambio. Puedes retirarte si quieres - la pequeña negó con la cabeza y dio unos saltitos motivada -. ¿De verdad? Gracias.

Mencía: ¿Habéis acabado ya?

Juliana: ¡Sí!

Mencía empezó con Rockruff y Juliana con Nieve. El Persian comenzó con sorpresa potenciada por experto, haciendo retroceder a Rockruff, para después conectar un muy potente mordisco, recibiendo sin problemas un lanzarrocas. Un mordisco más y Rockruff cayó derrotado, por lo que Mencía tuvo que sacar a Pawmo. Con el objetivo de conservar a Nieve, Juliana cambio a Eve, quien se estremeció por su habilidad anticipación antes de recibir un empujón de dos golpes. Eve redujo el ataque de Pawmo con ojitos tiernos justo antes de ser derrotada. Juliana ahora sacó a Zany y, viendo venir un ataque tipo lucha, lo teracristalizó a tipo veneno.

Mencía: Nada mal.

Zany utilizó tambor, sacrificando la mitad de su salud para aumentar su ataque al máximo. 

Mencía: Esa era tu estrategia, ¿no? Volver a Zany resistente al tipo lucha para poder utilizar tambor y barrer.

Juliana: ¡Sí! Zany es más rápido que cualquiera de tus pokémon y tiene potencia suficiente para derrotarlos de un golpe.

Mencía: Has aprendido mucho sobre combates en tu búsqueda del tesoro, July. ¡Estoy muy orgullosa de ti!

Juliana: G-gracias. 

Mencía: Pero, me olía venir algo así.

Juliana: ¿Eh?

Pawmo usó onda trueno, paralizando a Zany para reducir su velocidad. Ahora, Pawmo golpeó con chispa, dañando bastante a Zany, pero una puya nociva logró derrotarlo de un golpe. Crocalor entró al campo de batalla y con calcinación derrotó al Zangoose, por lo que Juliana sacó a Leo. Nadie atacó este turno, sino que Leo mermó la ofensiva de Crocalor con rugido de guerra y este lo puso somnoliento con bostezo. Se atacaron con teraexplosión y canon, pero ninguno causó un gran daño y Leo cayó dormido. Mencía cambió a Goomy, quien logró usar dos veces hidropulso antes de que el Litleo se despertara y contraatacase con teraexplosión. Aún así, un hidropulso más tumbó a Leo, no dejando a Juliana más opción que sacar a Nieve. Una sorpresa y una teraexplosión consiguieron derrotar a Goomy sin que el Persian recibiera daño. Mencía después sacó a Crocalor y lo teracristalizó a tipo fuego para aumentar su poder. Nieve no logró derrotar a su oponente con joya de luz, y recibió una calcinación que consiguió derrotarlo aunque le quedaba bastante vida.

Juliana: Dijiste que me lo pondrías fácil.

Mencía: Oh, vamos, lo has hecho muy bien. Te dije que te lo pondría fácil, no que te dejaría ganar. 

Juliana: Con Spring te habría ganado. 

Mencía: Sí, pero ese no es el punto.

Juliana: ¿Qué quieres que haga si Spring se hace los combates sola? 

Mencía: Tú dale más protagonismo al resto y ya verás como no te decepcionan. Oh, por cierto, ten. A Eve le vendrán genial.

Le entregó un buen puñado de caramelos raros y no dudó en dárselos a su pequeño pokémon. 

Juliana: Estas cosas son bastante caras. Muchas gracias.

Mencía: No me las des. Tú le vas a sacar mayor provecho.

Juliana: Oye, Mencía, ¿recuerdas de lo que hablamos el otro día?

Mencía: ¿Cuándo estabas con Noa?

Juliana: Sí. Sobre lo de seguir a...

Mencía: - Rápidamente corrió hacia ella y le tapó la boca con su mano - No lo digas tan alto. Por como lo dices, me haces parecer una acosadora.

Juliana: Eres una acosadora.

Mencía: ¡Qué no!

Damián: ¿Pasa algo por ahí?

Mencía: ¿N-no, nada? Tú estudia tranquilo.

Juliana: Bueno, ¿quería preguntarte por qué lo haces?

Mencía: ¿No te lo dije ya? Pues porque quiero ver como mejora y enfrentarme a él. ¿No es eso lo que hacen los rivales?

Juliana: No sabía que los rivales eran acosadores.

Mencía: Ya, ya, muy gracioso.

Juliana: Aparte, se supone que los dos deberíais impulsaros mutuamente a mejorar, pero parece que solo quieres que él te gane.

Mencía: Es que él a veces es un poco...

Juliana: ¿Inseguro? No te cortes, no le diré nada que me cuentes aquí.

Mencía: Tengo miedo de que una derrota le desmotive y deje de enfrentarse a los líderes de gimnasio.

Juliana: ¿En serio eso te preocupa? Florian combate para divertirse y nada más.

Mencía: Sí, pero ya lo viste contra Araceli y Brais. No se lo estaba pasando bien. No le gusta que le vean perder. Cuando combatí contra él hace un tiempo estaba más centrado y se divirtió, pero tal vez si le hubiera ganado lo habría hecho desmotivarse más.

Juliana: Pero contra e-Nigma se lo estaba pasando bien, ¿no? Y eso que le estaba viendo mucha más gente que antes.

Mencía: Sí, pero no puedo evitar preocuparme. Espero que se tome las cosas con más calma y no esté ya enfrentando a Fuco. 

Juliana: ¿Y por qué no le dices que le estás aco... observando sutilmente desde la distancia? Saber que estás tan pendiente de su avance seguro que lo motiva.

Mencía: Siempre se alegra cuando nos encontramos "por casualidad". Si sabe que estoy detrás de él, perdería la gracia. Y ya tengo bastante con que tú me llames acosadora.

Juliana: - Pensando - Supongo que tiene razón ahí.

Damián: ¿Estáis hablando de Florian? No le conozco mucho, pero parece alguien bastante majo.

Juliana: ¿Florian majo? ¿Cuándo has hablado tú con él?

Damián: No muchas veces. La primera fue cuando te conocí. También recuerdo una vez en la que me avisó de que tuviera cuidado contigo si te enfadabas, y cuanta razón tenía. Y ayer también estuve hablando con él un rato.

Juliana: ¿De qué exactamente?

Damián: De... tu búsqueda del tesoro.

Juliana: - Pensando - No se refiere a las especias ocultas. ¿Por qué Florian le habrá preguntado por el Team Star? Tiene que ser que no se fía de mí. Se creerá que le estaba intentando engañar para manipularlo. 

Mencía: Bueno, ya no os molesto más.

Juliana: ¿Ya te vas?

Mencía: Sí. Voy a buscar a Florian. Tanto hablar de él ha hecho que me entren ganas de combatir. 

Juliana: Pues nada, adiós. Buena suerte encontrándolo.

La chica del sombrero se sentó al lado de Damián, mientras que Eve se tumbó en sus piernas y se dejó acariciar, cansada por el combate. 

Juliana: ¿Por qué no me habías dicho que has hablado con Florian?

Damián: Te lo iba a contar hoy. Me preguntó por lo del Team Star y Casiopea.

Juliana: ¿Y qué le contaste?

Damián: Pues... ¿Todo? Primero me pidió que le contara detalladamente que pasó y después me hizo una especie de interrogatorio. Tenía hasta una libretita para apuntar cosas.

Juliana: Seguro que es para comprobar que no le estaba mintiendo. Igual cree que lo del secuestro de Sprigatito es mentira y solo quiero utilizarle para acabar con el Team Star.

Damián: O igual simplemente tú eres muy paranoica. Deja a tu hermano en paz un tiempo. 

Juliana: ¿Qué preguntas te hizo?

Damián: Juliana, ya vale. ¿Cuánto llevas sin ver a tu hermano?

Juliana: No hace ni una semana.

Damián: Y aún estás preocupada por lo que vaya a hacer. Ya te ha dejado claro que no va a participar en acabar con el Team Star; deja ya de molestarte por eso. Lo más probable es que él estará haciendo cosas que nada tienen que ver contigo. 

Juliana: Me molesta que no confíe en mí. 

Damián: A mí no me parece que tú confíes mucho en él. 

Juliana: Pero yo tengo motivos para desconfiar. 

Damián: Primero: No, no los tienes. Segundo: Él seguramente pensará lo mismo y con más razón.

Juliana: Que se haya hecho tan amigo del Team Star y que tenga miedo de que le ganen es un buen motivo para desconfiar de él. ¿Y por qué iba a desconfiar de mí?

Damián: ¿No dijo antes Mencía algo sobre un veneno?

Juliana: ¡E-eso fue hace mucho!

Damián: La llamada que le hiciste hace insultándolo no fue hace tanto.

Juliana: Sí, pero...

Damián: Si sigues así, podrías perder a tu hermano.

Juliana se quedó en silencio. Sabía que su hermano podría odiarla, pero llegar hasta ese punto le parecía algo imposible. Pensaba que, con el tiempo, Florian le terminaría dando la razón y pidiéndole perdón; como siempre había pasado. Plantearse la posibilidad de que él esta vez se mantuviera firme en su decisión le provocó una creciente angustia en el pecho. No sabía que hacer con su hermano, solo sabía que esta noche le costaría dormir incluso más que las anteriores.

Damián: ¿Juliana?

Juliana: ¡Mejor cambiemos de tema! - Hablaba tan apresuradamente que Damián ni siquiera lo entendió; tuvo que hacer un esfuerzo para relajarse y hablar más normal - ¿Tú ahora no tenías clases?

Damián: Creo que sí, pero no pasa nada si me salto una.

Juliana: ¡De eso nada! ¡Ya te has saltado muchas clases!

Damián: ¿Y cómo haremos para recolectar las especias ocultas?

Juliana: Supongo que para eso sí tendrás que saltarte clases. ¡Motivo de más para que no faltes ahora!

Damián: Vale, vale.

Después de decir eso, agarró sus muletas y Juliana le ayudó a ponerse en pie. Ella también agarró sus libros y demás cosas que estaba usando para estudiar. 

Juliana: Sigo creyendo que deberías subirte a lomos de Koraidon. Quaquaval ya te trajo hasta aquí.

Damián: Sería un problema ir con él a los pasillos. ¿Nunca te han dicho nada por tener a un pokémon así de raro?

Juliana: Antes no lo sacaba en el colegio, pero ya ha pasó un día entero aquí cuando me trajiste, así que no pasa nada.

A un ritmo evidentemente lento, hicieron su camino hasta el aula de Damián. La clase ya había empezado y solo se escuchaban la explicación de Cinio. Se detuvo por un momento para observarlos, pero no tardó en sonreírles.

Cinio: No esperaba verte por aquí, Juliana.

Juliana: Y-yo le estoy a-acompañando - levantó los libros y demás material escolar que llevaba como para demostrar que era verdad.

Cinio: No sabía que os conocíais. ¿Cómo te ha estado yendo en la búsqueda del tesoro?

Juliana: P-pues no muy bien... pero una hace lo que p-puede.

Cinio: No te preocupes, solo acaba de empezar. 

El profesor siguió hablando, pero Juliana se apresuró en dejar las cosas que cargaba sobre el escritorio de Damián sin hacerle mucho caso.

Juliana: A-adiós.

Como Cinio seguía hablándole, pudo llegar a sonar tajante, pero él no se lo tomó mal y se despidió cordialmente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top