Capítulo 38

Nuevamente había vuelto a este vacío, nunca pensé volver a sentirme tan solo pero en especial tan agobiado. Miré a mi derecha donde se encontraba Joel observando desde una esquina, parece que volví al principio de todo, después de todo Mindy dejo muy claro que perdi todo privilegio tras mi último intento de suicidio, solte un bufido para seguir observando la película, timbre capto mi atención y giré a ver a Joel quien ni siquiera parpadeaba, cierto, su trabajo es vigilar. Solte un largo suspiro, me levante de mi lugar para ir a abrir la puerta, vi a Flynn empapada, de acuerdo esto es extraño, mire hacia la ventana para observa el sol para luego ver como llovía sobre ella, ¿por que esta lloviendo sobre ella?

—Eliot, necesito que me escuches...

—Ve a casa Flynn—pedí y senti como un gran chorro de agua cayo en mi rostro fue entonces cuando vi a Alex.

—Idiota —dijo tras mostrarme su dedo medio y yo solo asentí para cerrar la puerta.

—Te dije que no iba a funcionar —escuche la voz de Amara.

—Yo que iba a saber que iba a estar mas idiota de lo normal —dijo casi a gritos la ultima palabra Alex.

—Ahora Flynn parece un chihuahua—dijo Hugo y escuche una musica triste seguramente que fue colocada por Julia. No pude evitar soltar una pequeña risa, me acerque a la ventana para ver como todos se marchaban, debo admitir que llegue a pensar que insistirán mas en este loco plan que tenia.
Siempre fui consciente de la terquedad de Flynn, pero tras ese día, cuando paso aquello, pense que ella ya no iba a insistir, quería que me odiara pero de alguna forma no lo hizo y aquello me era mas aterrador, ¿como aceptar a alguien como yo?
Volví a la sala para observar la película pero no pude evitar observar a Joel quien soltó un suspiro para luego negar, cuando se trata de ella él solo reacciona.

Al día siguiente durante media clase escuchamos como las bocinas fueron activadas, el sonido de las trompetas capto mi atención, esa melodia era muy familiar, escuché con atención la letra de la canción que yo le canté una vez a Flynn, durante aquel partido, la risa de las chicas llamo mi atención, varias se habían puesto de pie a pesar de la advertencia de la profesora sobre permanecer en nuestros lugares, cuando todos giraron a verme y fue entonces que decidí ponerme de pie, me acerque a la verdad para ver como varias flores violetas formaban un corazón y tenía mi nombre, Flynn estaba en medio del corazón con un enorme letrero que decía, Sigo siendo tu ratoncito.
Vaya que tenia mucho ingenio para este tipo de cosas, note como Alex se acerco corriendo hacia ella y fue entonces cuando ella también comenzó a correr pues el guardia de seguridad estaba persiguiendo a los demas.

—Todos a sus asientos—ordenó la profesora.

—No se que sucedió entre ustedes pero si estuvo dispuesta a hacer algo tan vergonzoso al menos dale la oportunidad de hablar —menciono una compañera a lo cual yo solo asentí en respuesta.

Yo solia pensar que conocia a Flynn pero lo cierto es que no, sigo sin comprender porque insiste en hablar conmigo pero mas que eso el por que sigue queriendo a alguien como yo.
Ese mismo día cuando entre al centro vi a Flynn quien se acerco.

—Vamos a empezar una nueva lección —evité el hablar pero ella me miro—te recuerdo que sigo siendo tu guía.

—Y yo te recuerdo que yo tengo una orden de alejamiento, ve a casa Flynn—le pedí mientras entraba al baño, me mire en el espejo y tras soltar un largo suspiro mire a Joel quien también entro al baño—¿Ya se fue? —pregunté a lo cual nego, creo que sera una larga espera en el baño.
Después de un tiempo decidí salir pero ella seguía ahí, era difícil intentar ignorarla cuando ella se comportaba de esta manera tan linda.

—No puede permanecer en el baño por siempre, de igual forma que no puede ignorar a la señorita Can.

—Me caes mejor cuando no hablas—le dije a Joel quien solo me dio una media sonrisa. Se que tiene razón pero no puedo solo seguir estando a su lado, no cuando soy un peligro a ella misma.

Pense que despues de un tiempo y tras varios intentos de Flynn por querer hablar conmigo sin ningun tipo de exito ella se rendiría, pero no lo hizo, ella solo siguió buscándome despues de clases, durante los partidos, también en mi casa, incluso en el centro, ella seguía intentando hablar conmigo, aquello me hacia feliz pero hasta cierto punto también me entristeció, yo no podría volver a corresponder sus sentimientos, no,  esta vez mi adios seria definitivo pero aunque no pudiera corresponder esperaba poder compensarlo, se que lo material no lo es todo pero quiero que ella sepa que todos sus intentos no fueron en vano, quiero que sepa que mis sentimientos por ella nunca cambiaron y que todo en ella esta perfectamente, solamente soy yo la persona que no es suficiente para alguien como ella.
Flynn Can, es toda la definición de mis alegrías.
Me levante de mi asiento para sacar del armario una chaqueta la cual guarde en una caja, la selle correctamente y coloque aquella fecha que nunca olvidare, mire aquella caja y sonreí un poco, volví a mi escritorio para escribir en aquella lista el orden de las cajas y como estan debían ser entregadas.

—Creo que deberia agregar una carta...

Escuche como algo golpeo con fuerza el vidrio de mi ventana, la última vez que me asome casi me muero de un infarto al verna Flynn, voy admitirlo tengo miedo de ver que sea ella otra vez, ahora entiendo lo que ella sintió cuando yo hice lo mismo, creo que también tengo que recompensar los sustos que le di, abrí la cortina pero no era Flynn, en cambio vi como una pelota volvio a golpear mi ventana, aquello fue extraño, abrí mejor la cortina y observe a Flynn en el jardín.

—¡ERES UN MALDITO CAVILOSO, ELIOT! ¡¿QUE DEMONIOS QUIERES QUE HAGA PARA QUE HABLES CONMIGO!? —volvio a lanzar otro balón —HICE DE TODO, TE CANTE, TE BAILE, INCLUSO TENGO UNA MULTA POR HABER ENTRADO A TU ESTUPIDO INSTITUTO PRIVADO... ¿POR QUE NO QUIERES ENTENDER QUE TE QUIERO A MI LADO? —Grito tras lanzar otro balón, ella miro arriba y nuestras miradas se cruzaron, se veia muy molesta, algo que confirme cuando lanzo otro balón hacia la ventana, habia olvidado que tiene una excelente puntería —¿Por que esta maldita abulia de tu parte?

La escuche toser, creo que el gritar mucho no es uno de sus talentos, ella me miro y volvio a lanzar otro balón.

—SE QUE ESTAS EN CASA... ASI QUE, POR FAVOR... SI NO QUIERES HABLAR CONMIGO, AL MENOS ESCÚCHAME —hubo un silencio luego nuevamente otros dos golpes en la ventana—QUE SEA AQUI ABAJO, NO PUEDO GRITARTE TODO.

Cerre la cortina y me acerque para apagar la luz, la escuche maldecir sin parar y tras otros golpes contra la ventana no pude evitar reír con tanta tristeza.
Realmente tengo mucho que recompensar.

⭐⭐⭐

—Escuchar su risa se había vuelto mi melodía favorita, todo el tiempo quería hacerla reir con alguna de mis tonterías con tal de escuchar esa risa suya, mirarla a los ojos me produce tanta tranquilidad, escuchar sus extrañas palabras me hace sentir como un tonto pero me encanta cuando me explica sus significados, me gusta que sea mas inteligente que yo, me encanta su sonrisa que me derrite el corazón pero en especial sus cálidos abrazos, incluso cuando me besa y me hace olvidar todo lo malo que hay en este mundo, lo que hay de malo en mi... Se que te prometí ser diferente y que amaría con todo lo que tengo, eso hago, realmente la amo pero temo no protegerla de mi, temo que la historia se repita.

Abrace la lapida de mi madre para finalmente comenzar a llorar.
Ese maldito día, ese maldito recuerdo de lo sucedido, ojala me hubiera quedado en aquel armario pero es que fue inevitable el no salir.
Aun recuerdo con claridad sus gritos, como ella le pedia clemencia, como le decia que parara por mi bien, ese dia que sali de aquel armario y lo vi sujetando su cuello, la movia de un lado a otro como un simple costal, ella sangraba y aunque ella estaba cerca de su lecho de muerte me pidió irme, queria que regresara al armario pero yo no pude, me quede de pie a lo que me pareció algo eterno, no fue hasta que me pareció verla sin aliento que decidí hacer algo, fui a la cocina tome ese cuchillo y corriendo fui detras de él, incluso con eso clavado en su espalda me siguió por la cocina mientras para maldecir sin parar, para recordarme que yo era una parte de él.
Mi padre mato ese dia a mi madre y yo ese día mate a mi padre, fui sobreviviente pero me sentía muerto.

—Joven Eliot, es hora —sentí como Joel toco mi hombro con cuidado, limpie mis lagrimas y yo solo me puse de pie para ir al auto.
Recuerdo que solia contener las lagrimas para que Joel no me viera llorar pero tras varios intentos de suicidio y crisis emocional deje ir la vergüenza, llorar ya no se había vuelto nada vergonzoso o al menos no frente a él, en momentos asi realmente agradecía su silencio.
Miraba por la ventana como el mundo parecía tener su vida con tanta tranquilidad, todos avanzaban pero yo seguía atorado en ese día y odiaba no poder soltarlo.

Una vez que llegamos al centro solte un largo suspiro, nunca pensé que me dejarían permanecer en este lugar tras lo sucedido con Flynn, lo cierto es que ni siquiera queria volver pues este lugar tenia tantos recuerdos con ella pero tras ese incidente no podia retroceder, debía seguir con mi tratamiento, nunca pense que estar loco tendría sus ventajas. Comence mi recorrido para ir hasta mi aula asignada, mire alrededor en espera de verla, lo cierto es que si me era confortable verla a los ojos y sentir esa pequeña paz que me trasmite, se que es egoísta de mi parte pedir algo asi pero es que sentia que era lo unico bueno que la vida me ofreció, mientras caminaba observe a Rafael, el solo me miro para luego entrar a una sala, se que sigue molesto y no lo culpo, despues de todo yo también sigo molesto conmigo mismo.
Una vez que llegue al aula entre para observar a todas esas personas que  me causan una cierta incomodidad, se supone que este grupo es de ayuda pero no es confortable saber que todas estas personas también estuvieron al borde al igual que yo, era como un concurso para saber quien era mas miserable, ademas el encargado es un idiota.
Tomé asiento en la silla que se encontraba lo mas lejos posible de aquel hombre y tal como siempre comenzó con su discurso de siempre, sera un día bastante largo.

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