Capítulo 24

Abrí mi ropero nuevamente para sacar un vestido, me mire en el espejo pero lo hice a un lado para volver a tomar otras prendas pero seguía sin gustarme, lance los vestidos en algún lugar de la cama para esta vez buscar entre los cajones algo que me gustara, tal vez el problema no era la ropa sino el peinado, debería hacerme una coleta o dos, fui al espejo para tratar de peinarme pero este el cepillo se enredo entre mis rizos solté una maldición, ahora recuerdo porque casi no tomo un peine.
—Flynn, te estoy
llamando desde hace un rato, ¿esta todo bien?
Gire para ver a la abuela quien se puso de pie en la entrada, yo le sonreí mientras quitaba el peine de mi cabello.
—Hola, abuela.
—Veamos, ¿que tenemos aquí? ropa por toda la habitación, con una cara con algún tipo de crisis, estar frente al espejo probando peinados. Tendrás una cita con Eliot.
—No le digas al abuelo.
—Como si fuese a poner el cuchillo en el cuello del pobre muchacho —soltó una risa para entrar en la habitación —y bien, ¿cual es el problema?
—No se que usar.
—Pensé que solo ibas a hacer las compras.
—Si, ese es el plan, hacer las compras pero bueno esta vez Eliot me va a acompañar y bueno, nunca pensé estar nerviosa por esto, es decir no es la primera vez que salimos juntos, sin mencionar que solo es una cita entre amigos, es más ni siquiera se porque quiero impresionarlo cuando ya me a visto con un atuendo horrible mientras mi rostro esta cubierto por pastel y con mi cara de voy a matarte... Necesito ayuda, abuela.
Aquello la hizo reír, se acercó a mí para tomar el peine para cepillar la punta de mis rizos.
—Bueno una chica enamorada siempre actúa así. Incluso después de tantos años de casada cuando llega una cita quieres verte bien aunque él por las mañanas te ve con saliva recorrer tu mejilla, la boca bien abierta y con el cabello hecho un desastre.
No pude evitar reír por el comentario de mi abuela.
—Pero más que querer vernos lindas para ellos es más el sentimiento que nos llena cuando ellos nos ven con una sonrisa y nos dicen que somos hermosas incluso aunque ya nos vieron en nuestro peor momento.
—Abuela, ¿crees que le gusto a Eliot como algo más que una amiga?
—Cariño, lo que se ve no se pregunta.
—Es que a veces es confuso para mí, se que le gustó pero a veces parece que él me quiere lejos.
—Puede que tenga una lucha interna... Sabes cariño, cuando uno pasa por ciertas circunstancias te cuestionas si tu mera existencia sirve de algo y cuando te das cuenta que eres todo para una persona te aterra lastimar o incluso no ser suficiente para esa persona. Así que si él no da el primer paso atrévete a darlo tu, solo ten un poco de paciencia, los chicos son algo torpes a veces, de acuerdo todo el tiempo.
Medite en las palabras de mi abuela y es que nunca lo había pensado de esa manera, puede que Eliot no se sienta del todo cómodo conmigo por las circunstancias en las que nos conocimos, se que tiene un problema y la razón por la cual va al centro, tal vez tiene miedo de una recaída y lastimarme en el proceso o incluso que mi opinión sobre el cambie pero aunque pueda que sea difícil quiero estar con él. Mire a mi abuela para darle un abrazo el cual ella correspondió.
—Bien cariño, ahora no tenemos tiempo que perder. Vamos a vestirte de una manera impresionante para esta "cita de amigos".
—No te burles, abuela.
—Que te puedo decir cariño, si me das razones lo haré.
—¿Crees que deba ir en vestido?
—La verdad tengo algo mas en mente.
Cuando mi abuela me dijo lo que tenía en mente pensé que era buena idea, es decir era algo sencillo y tenia en mi armario muchas opciones al respecto pero al final las cosas no fueron como esperaba.
No se si deba preocuparme el hecho de que entre sus cosas mi abuela sacara una falda de mezclilla corta o el hecho de que me animará a que se me vieran las piernas para seducir al chico que me gusta, a veces la abuela es extraña pero bueno si tenia razón en algo es que solo se vive una vez y no se deben dejar pasar las oportunidades.
Baje del auto para dirigirme al punto de reunión que le había indicado a Eliot, lo vi a lo lejos tomando un jugo, él miraba alrededor seguramente buscándome y cuando nuestras miradas se encontraron levante la mano para saludarlo pero solo vi como el jugo se cayó entre sus manos.
—¿Sucede algo? Has dejado caer todo tu jugo.
—Ah.
—¿Ah? —interrogue pero no preste atención a su comentario más bien preste atención al desastre que hizo a media entra, cuanto trate de inclinarme para tomar el recipiente Eliot me detuvo.
—No te agaches, yo lo hago—dijo tomando el recipiente para luego tirarlo.
—¿Estas bien?
—Si, ¿por qué la pregunta?
—Es que estas muy bonita hoy.
—Ah.
Bien ahora era yo la que se quedó sin palabras. Asentí brevemente para luego mirar la entrada del supermercado.
—Entonces, ¿entramos?
—Si.
Eliot me siguió en silencio, debo admitir que es bastante extraño que este muy callado, incluso se veía algo incómodo y eso me incomodaba a mi. Me detuve para sacar mi celular para observar la lista que el abuelo me había dado.
—Y exactamente, ¿que es lo que haremos?
—Las compras para navidad.
—Compras de navidad, ¿en mayo?
—Si. La verdad es que mis abuelos hacen eventos en el centro cada navidad y bueno, se ocupan tanto en la organización que no tienen tiempo para hacer las compras de regalos, sin mencionar que el abuelo se queja todo el tiempo que las cosas se vuelven más caras y que sólo es una estafa lo de las promociones navideñas, así que estuvo investigando y por esta temporada las cosas tiene un precio más accesible así que me da una lista para que haga las compras.
—Pues no encuentro ninguna falla a tu explicación.
—Si, se acostumbro tanto que siempre compras con anticipación así que él ya tiene en algún lugar de la casa mis regalos de cumpleaños, navidad y estoy seguro que también de graduación.
—Ese hombre si que es sabio, así si se le olvida alguna fecha importante ya tiene el regalo.
—Ni lo menciones, la abuela se molesta con él porque suele olvidar su aniversario pero no puede gritarle porque ya tiene un regalo preparado.
—Una táctica que comenzaré a utilizar.
—No cabe duda que ustedes los hombres son tan prácticos.
—¿Tu no lo haces? Suena a una buena táctica.
Negué para soltar una breve risa.
—Que si quiero algo que no estará disponible hasta Octubre, ¿simplemente vas a darme otra cosa que ya planteaste con antelación a ese algo que ya sabes que quiero?
—Sería un doble regalo.
—Ingeniosa respuesta.
—La tenía bajo la manga—bromeó, mire alrededor para tomar su mano a lo cual él me miró confuso.
—Vamos. Tenemos que pasar a una tienda antes de hacer las compras y no quiero que te distraigas viendo otras cosas.
—Me conoces tan bien—respondió tomando mi mano.
Nos encaminamos en silencio por la tienda y pude notar como muchas chicas miraban a Eliot pero desviaba su mirada al notar su mano con la mía y aquello por alguna razón me hizo sonreír, pues era consciente que nos veíamos como una pareja de verdad.
Al llegar a la enorme tienda con decoraciones antiguas y muchos dragones Eliot me miró confuso y no lo culpaba, esta tienda realmente es extraña pero si que tiene mucha mercancía sin mencionar que es la única que puede vender cosas navideñas en pleno Mayo.
Ambos entramos juntos y el sonido de unas campanas resonó por todo el lugar para luego el de un pequeño tambor.
—Pero miren quien llegó, mi clienta número uno y al parecer llegó con su novio —la señora Lin miró mi mano entrelazada para luego darme un gran pulgar arriba.
—Eliot, la señora Lin. Señora Lin, Eliot.
—Mucho gusto, sabes si no fuese tu novio te lo robaría.
Aquello me hizo soltar una pequeña risa pues Eliot apretó más mi mano para acercarse más a mi lado.
—Suerte para la próxima.
—No seas una presumida solo por tener un novio lindo, ahora ve a escoger lo que ocupes, ya sabes lo que tienes que hacer.
Mire a Eliot quien seguía estático mirando a la señora Lin, no se si era por el hecho de que esa mujer asiática vestía un apretado vestido rojo de estampado de dragones o por su extravagante peinado repleto de piedras rojas que combinaban con sus extravagantes accesorios de oro o por el hecho de que le coqueteaba sin ninguna pena aunque había dicho que no lo haría pero aún así cuando yo me encamine el también lo hizo, ambos subimos al segundo piso y solté la mano de Eliot para tomar de uno de los gabinetes su revista de la próxima mercancía ahora en navidad.
—¿Ahora me vas a presentar como tu novio? —interrogó Eliot cuando tomé asiento.
—Es eso o que la señora Lin este detrás de ti coqueteando contigo y créeme que es bastante incómodo. Bennet solo me acompañó una vez a esta tienda pues la señora Lin tiene una manera bastante única de invitar a salir.
—Pero esa mujer, es decir podría ser...
—Es mayor que mi abuela pero se cree un alma joven. Así que puedes decidir por ti mismo, ¿prefieres ser mi novio o la conquista de la señora Lin?
—Me gusta ser tu novio—dijo tomando asiento a mi lado para colocar uno de sus brazos sobre mi hombro para finalmente recargar su cabeza sobre la mía —debemos vernos bien por si viene la señora Lin.
Me limite a dar un pequeño asentimiento con la cabeza, lo cierto es que esto me puso muy nerviosa, su acercamiento, el olor de su perfume, mire la revista donde tenía la fotografía de varias luces navideñas comencé a pasar las páginas sin presentar atención para finalmente cerrar la revista, me aleje un poco para ver a Eliot quién me miró con atención y bueno, me están sudando las manos y no estoy segura de esto pero quiero hacerlo, me acerque a él con la intención de besarlo pero me aleje al escuchar la risa escandalosa de la señora Lin.
—Flynn por cierto recuerda es mi lugar de trabajo no un stand de los besos.
Por primera vez quise gritarle a una persona mayor y arrojarlo una revista pero solo me reí nerviosa.
—Tenía algo aquí—dije quitando algo inexistente del cuello de la camiseta de Eliot—más bien será que usted tiene una mente muy vivas señora Lin.
—También fui joven. Además si pasa a algo más no podré ocultarle la verdad a tu abuelo, sabes que me encanta hacer renegar a ese hombre.
—Y por esa misma razón la abuela no lo deja venir.
—Es una linda persona pero de mente cerrada, ¿que tiene de malo un trio? Uno ya no puede ser liberal porque se molestan—mencionó mientras se volvía a marchar, yo solo negué para tomar una hoja y lápiz para anotar lo que pediría.
—Esa mujer, ¿enserio propuso algo así?
—Es mujer es la razón por la cual mi abuela dejo de lado tus principios de no violencia pero a pesar de todo la señora Lin no presento cargos, es mas hace muchas donaciones al centro y siempre nos da descuentos por eso le seguimos consumiendo aunque obviamente ahora soy yo la que está a cargo de realizar esas tareas.
—Flynn, no se porque pero, tengo miedo así que no me vayas a dejar solo en este lugar.
—No te preocupes, estas bien a mi lado, te cuidare bien.
—Tengo a la mejor novia de todas.
—Si y yo tengo un novio lindo al cual tengo que cuidar si no quiero que una mujer madura se lo lleve—bromee, deje el lapicero de lado para ponerme de pie.
—Mi caballero de brillante armadura—Eliot me abrazo por la espalda, mire sus brazos sobre mi cintura.
—Eliot, no puedo caminar.
—Es que si te suelto esa mujer mala va a llevarme, en verdad estoy aterrado.
—Tranquilo, ya te dije que voy a cuidarte—recargue mi cabeza sobre su pecho, levante las manos para tocar su rostro, sentí como me soltó lentamente para elejsrse.
—Bien, entonces confío en ti.
Lo mire, esas eran sus palabras pero sus acciones decían otra cosa pues estaba alejado de mi, yo solo asentí para ponerme en marcha junto con Eliot para ir hasta el mostrador donde la señora Lin nos miró pero para mí sorpresa no dijo nada solo tomó la lista para entregarme un par de galletas de la suerte.
— Diviértanse jóvenes y hagan todo lo que esta anciana no puede hacer.
Yo solo le sonreí en respuesta para salir de la tienda junto con Eliot quien estaba alejado a un par de pasos de mi, lo mire y respire hondo, la abuela dijo que debía ser paciente así que no debo desanimar ante este pequeño rechazo, me acerque a él para tomar nuevamente su mano.
—Bien, prepárate que este día va a ser largo y tedioso.
—Si pude pasar todo un fin de semana con Mindy en una gala de moda y pasear por todo París solo comprando ropa, puedo con esto. Andando, ratoncito.
🐭🐭🐭
—Eres peor que Mindy, ¿quién demonios pasa más de tres horas en una tienda para solo compras estambre? —Eliot se tumbo en el suelo para soltar un largo quejido.
—Levántate de ahí, está sucio.
—Necesito un descanso. Llevo toda la mañana contigo de tienda en tienda, comprando y dejando las cosas en el auto. Es un constante ir y venir pero lo mas frustrante es que no veo que esa lista tenga fin, así que solo dime que ya casi terminamos.
—Falta poco. Y como recompensa que tal si te invito a comer algo.
Lo escuche quejarse, me miró desde su lugar para luego levantarse, se sacudió su vestimenta para luego tomar mi mano.
—Si, estoy hambriento así que solo llévame a cualquier lugar donde tengan hamburguesas yo te seguiré ciegamente —cerró los ojos, soltó un largo bostezo para sacudirse—. Estoy tan agotado.
Me acerque a él para sacudir un poco su chaqueta, le mire para percatarme que seguía con los ojos cerrados, por lo cual me acerque para besar su mejilla, abrió los ojos de inmediato para verme muy sorprendido.
—Lo haces bien, vas a sobrevivir y mira que funcionó el truco de mi abuela.
—¿Cual truco?
—Transmitir energía por un beso, te mando mis buenas vibras.
Bromee para encaminarme junto con él, seguía en silencio mientras tocaba con su mano libre la mejilla que había besado.
—Creo que ocupo otra recarga de buena vibra—hablo por fin lo cual me causó gracia y negué.
—Solo funciona una vez —me excuse cuando en verdad lo único que tenía era vergüenza, sabía que no podía volver a hacer eso al menos no mientras me miraba con tanta atención.
—Entonces mañana, estoy seguro que estaré cansado después de este día.
—Ya veremos que pasa.
—¿Es un si?
—Es un tal vez.
—Eso no es una respuesta.
—Si, si la es.
Ambos entramos a un pequeño restaurante de comida rápida, pedimos un pequeño combo y nos dirigimos a una de las mesas de afuera pues no había lugar adentro.
—Olvidaron darnos servilletas.
—Yo iré —se ofreció Eliot a lo cual volvió adentro, yo deje la bandeja con nuestros pedidos sobre la mesa, cuando pensé sentarme sentí como pise algo mire abajo para notar que el cordón de mi agujeta se había desatado por lo cual me incline para atarlo de nuevo rápidamente, trate de reincorporarme para ir a mi asiento pero sentí como alguien toco mi trasero, no fue un simple golpe accidente, un tipo literalmente tocó mi trasero e incluso tuvo el atrevimiento de apretarlo gire hecha un revoltijo de sentimientos pero el que más prevalece es la molestia por cual mire furia a un tipo quien reía con un grupo de chicos.
—¡¿Que demonios te pasa cretino!?
—Oh perdón, me falto tu otra nalga—comentó burlón a lo cual sus amigos rieron y yo me sentí avergonzada, quería darle una enorme paliza.
—Si no quieres ser tratada así no vistas como una ramera.
—Oye, ¿cual es tu maldito problema? —Eliot salió de la tienda enfurecido.
—No te metas amigos—comentó uno de ellos para extender su mano y hacer un gesto indicando a Eliot que se retirara pero él azotó la mano del chico lejos.
—Es mi novio, ¿como se atreven malditos infelices a tratar y hablarle de esa manera?
—Dile a tu novia que si no quiere ser vista ni tocada no utilice ese tipo de vestimenta.
—Su vestimenta no es ningún problema, el del maldito problema eres tú infeliz. No tienes ningún derecho de tocar a una mujer de esa manera.
—Pues entonces viste mejor a tu novia.
—Lo que va a pasar es que voy a vestir esa cara con lindo moretones, maldito.
—Eliot, ya basta. No valen la pena.
—Escucha a tu novia.
—No, no voy a dejar esto así. Él no tiene ningún derecho de tocarte de esa forma, una falda no es una invitación a ser agredida ni acosada.
—¡Ja! Adelante niño bonito, ¿tu y quien más?
Provocó el chico junto con sus amigos quienes dejaron de reír cuando un hombre alto y corpulento se acercó, escuche como los nudillos de este señor tronaron, los chicos se alejaron lentamente pero el hombre tocó a uno de ellos por el hombro.
—Tengamos una charla caballeros. Joven Eliot, debería retirarse con la señorita Can, yo me haré cargo de esto.
—Solo no los hagas llorar Joel.
Y con este comentario un tanto burlón, Eliot tomó mi mano para salir de la tienda, yo le mire confundida para luego llevar mis manos detrás de mi espalda, eso había sido tan incómodo, la sensación tan extraña sin mencionar que sentía que iba a llorar en cualquier momento. Mire a Eliot cuando sentí como soltó mi mano, él se quito su chaqueta para colocarla sobre mi cintura, tomó mi mano nuevamente y me miró.
—Lo siento.
—¿Por qué?
—Por esto, por no poder evitar que te sintieras de esta manera.
—No fue tu culpa Eliot.
—Posiblemente no lo sea pero si es mi responsabilidad de cuidar de ti y hacerte sentir segura... Y yo, no se, no se como hacerlo, es decir quiero golpear a esos tipos pero eso no te hará sentir mejor así que si hay algo que pueda hacer para hacerte sentir bien solo dilo, no importa que sea, lo haré.
Se veía tan angustiado, solté su mano para acercarme más a él y abrazarlo, sentí sus manos alrededor de mi cuerpo.
—Ahora mismo solo quiero que estés a mi lado de esta manera... Tu mera presencia ya me hace sentir segura, así que no te alejes.
—No digas cosas de las cuales puedas arrepentirte.
—No podría arrepentirme de esto.
Sentí como me abrazo con un poco más de fuerza para luego plantar un beso en mi cabeza.
—Flynn... Yo, también me siento seguro a tu lado.
Cerré los ojos para disfrutar de su tacto respire profundo pero no podía evitar pensar en algo.
—Por cierto Eliot, ¿quién era ese hombre?
—Es mi guardaespaldas, Joel.
—No sabía que tenías uno.
—Si, mi tía lo contrato tras varios problemas que posiblemente fueron mi culpa.
—¿Posiblemente?
—No vamos a hablar sobre la estadística de culpa.
Aquello me hizo reír.
—Se ve agradable.
—Lo es, aunque es muy callado. Las primeras palabras que me dijo fue que le agradabas.
—¿Enserio? ¿Y eso es bueno?
—Eso creo.
—Espera un momento si es tu guardaespaldas y te sigue a todos lados eso significa, ¿que también me vio caer en la cera sobre el pastel?
—Posiblemente.
—¿Y también lo sucedido con la ardilla?
—Por algo mi tía ya no me presta la lamborghini.
—Entonces él... —no pude evitar sentir vergüenza entonces también a visto mis pésimos intentos por besar a Eliot—no puedo creerlo.
—Tranquila no habla mucho y no cuenta nada que no afecte a mi seguridad así que si algún día te sacaste un moco mientras yo no veía él no le contará a nadie.
—Ya sueltame Eliot.
—¿Que? Eso es de lo más normal, que no te de vergüenza.
—Nunca me e sacado un moco.
—Todo el mundo lo hace, es natural, como los gases.
—Eliot, enserio, ya sueltame.
—No puedo si te suelto alguna mujer mayor podría llevarse a este lindo chico que tienes por novio.
—Realmente no tienes remedio.
—¿Y eso es malo?
—No, no lo es.
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