Capítulo 19


Desde el momento que salimos de aquella casa me di cuenta que ese tal Bennet tomó el papel de vigilante, desde una de las ventanas de su casa nos vio cruzar la calle para luego subir al auto y a los pocos minutos seguirnos también creo que no espero que solo fueramos a comprar algo en la tienda para volver a la casa de ratoncito , espero dentro cuando ella entro y yo me quede en el auto pensé que se acercaría a decirme algo debo confesar que esperaba algo de drama de su parte pero solo se quedó mirando a la lejanía hasta que finalmente llegamos al cine y entró a la misma sala que nosotros.

—¿Que crees que quiera decirme? —le pregunté quién me miró, se que también se había dado cuenta que su antiguo amigo, nos seguía pues no dejaba de verlo por el espejo retrovisor sin mencionar que arrugó su rostro cuando lo vio entrar a la sala del cine.

—¿Que te hace pensar que te quiere decir algo?

—No lo sé, aunque puede que este celoso de este atractivo novio tuyo —acerque mi rostro al de ella pero solo soltó una risa sarcástica para alejarse.

—¿Donde estarán los demás? Dijeron que fuéramos entrando ya que llegarían un poco tarde pero la función no va a tardar en empezar.

—Quién sabe, puede que les surgiera un imprevisto y no vengan.

—Un imprevisto, ¿a los cuatro?

—Es una gran posibilidad.

—Eliot.

—Ratoncito.

Me miró y sacó su teléfono de inmediato para verla escribir en el grupo en busca de una respuesta. Julia fue la primera en responder mencionando que tenía ensayo con la banda, Amanda fue la siguiente mencionando que fue castigada debido a que reprobó una materia, Hugo el siguiente mencionado que se sentía mal y por último Alex quien simplemente dijo que ya no tenía ganas de ir, quise reír pues como siempre no se molesto en decir una excusa pero tras agregar un mensaje indicando que se divirtiera conmigo ella me miró.

—En ningún momento escribí que estaba contigo o que ya habías llegado.

—Creo que era lógico que me encontraba ya aquí.

—Vas a decirme la verdad o me voy de aquí y te dejaré aquí.

—Tal vez les pedí que no vinieran.

—¿Tal vez?

—Fue una opción, no estaban obligados a obedecer.

—Aja.

—Es enserio, la propuesta no venía con un soborno.

—¿Por qué les hiciste tal sugerencia?

—La verdad quería estar a solas contigo por otro lado Alex iba a terminar golpeando a Bennet al notar que nos sigue como un acosador.

—No sabía que te preocupara tanto la seguridad de Bennet.

—A mi no, voy a confesar que hubiera disfrutado del momento por otro lado tu, bueno se que hubieras preocupado tal vez no tanto por él pero si por el hecho de que sus padres estarían preocupados... Pude notar en esa comida que te aprecian y el sentimiento es mutuo, son buenas personas y por esa misma razón no les has dicho que su hijo es un idiota contigo.

Ella me miró asintió con una media sonrisa.

—¿El gato te comió la lengua? Porque yo no recuerdo hacerlo.

—Oh pero que gracioso.

—Soy todo un cómico tu por el otro, bueno...

—¿Por otro lado? ¿Bueno? ¿Es todo lo que dirás?

—Creo que mejor me callo.

—Si, suena mejor.

—Sabes algo.

—¿Que?

—Era un niño muy inquieto.

—¿Eras?

—Vaya un chiste, bien punto para ratoncito. Como sea mi madre me entretenía contando los hombros de las personas.

—¿Y realmente funcionaba?

—Solo por un par de segundos después me distraía con cualquier otra cosa.

—Porque no me sorprende

—¿Lo intentamos? Empiezo yo, uno—toque mi hombro izquierdo —dos—continuó con el derecho—tres—toco con delicadeza su hombro izquierdo— cuatro—pasó si mano atrás de su nuca antes de tocar su hombro— continúa tu.

Miró me mi mano sobre su hombro luego giro a verme, le pedí que mirara al frente a lo cual suspiro para seguir contando.

—Cinco, seis, siete, ocho...

No pude evitar reír, me gustaba mucho cuando me seguía la corriente, se que no es ninguna tonta y que es totalmente consciente que solo quería poner mi mano sobre su hombro, aunque no entendiera del todo la razón. Me gustaba su cercanía esa pequeña paz que me transmitía por un momento, me acerque un momento queriendo jugar otra broma pero un dulce aroma me distrajo, ese olor a vainilla era nuevo.

—Es perfume lo que percibo, vaya alguien si se tomo una ducha hoy.

—¿Me estas molestando otra vez?

—No, solo digo que realmente hueles bien.

Giro su cabeza, su mirada estaba tan cerca de la mía.

—No habías usado este perfume, ¿es nuevo?

—¿Ahora eres un sabueso?

—Es una posibilidad pero creo que me gusta mas la posibilidad de que usaste ese perfume por mi y no voy a preguntar que estoy en lo correcto porque se que es así.

—Pero que finchado.

—No se que es pero diré que si.

—Tu por otro lado no hueles muy bien, tu aliento apesta a pasta.

—Pensé que era tu favorito —me aleje para verificar mi aliento y efectivamente era así, eso no era nada atractivo ella empezó a reír y gire a verla con la intención de seguir bromeando pero las luces se fueron apagando.

—Ya va a empezar la película.

—Que manera tan sutil de callarme.

—Me alegro que lo entendieras.

Quise reír pero la película ya estaba empezando pero aunque ya no pude decir nada más aún pude mantener mi brazo a su alrededor.

⭐⭐⭐

—Fue lo más tonto que vi en toda mi vida.

—Esto es nuevo, ¿por qué dices eso?

—Si te gusta alguien solo lo dices, ¿por qué tanto drama?

—No es sencillo para todas las personas el decirlo y ya, no a todos les gusta aceptar las consecuencias.

—¿Que consecuencias?

—No se, tal vez perder la amistad o la incomodidad.

—Le tienen miedo al éxito. Es que aún no puedo con ello, te gusta alguien y crees que es la persona más grandiosa en el mundo y que es para ti lo mejor te a pasado entonces, ¿por qué negarlo?

—No todas las personas pueden con el rechazo.

—Simple cobardía solamente, por ejemplo nosotros.

—¿De qué hablas? ¿No hay un nosotros?

—Eso piensas tu, yo por otro lado y otras personas lo vemos diferente.

—¿Que? ¿De qué hablas? Porque en verdad estoy muy perdida en la conversación.

Avance un par de pasos para estar frente a Flynn la mire a los ojos y ella retrocedió un poco pero se veía confundida.

—Eres la mujer más grandiosa que conozco, hermosa, sin mencionar divertida, eres un bello ratoncito que me tiene como loco y quiero seguirte a todos lados como un gato callejero... La verdad que no es difícil decirte lo que siento, sale las palabras sin pensarlo mucho y por eso creo que son muchos puntos a mi favor para ser un fantástico novio.

—Es increíble como en todo esto logra a salir tu arrogancia.

—Pará qué fingir ser algo más, además, es parte de mi encanto. Y si no hiciera esto no te encantaría.

—Oh, vaya, ¿me encantas?

—Se que estas loquita por mi.

—¿Enserio? No me digas.

—Ya lo dije, no hay vuelta atrás.

Soltó una risa bastante tímida, nunca pensé dejarla sin hablar, un asunto que me gustaría mencionar pero sentía que en este momento las palabras sobraban pero las acciones no, me acerque a ella para besarla pero sentí como alguien me jalo de la chaqueta con fuerza para luego sentir un fuerte golpe que me hizo caer contra el pavimento, ¿que demonios paso?

—¿Que demonios te pasa Bennet? —ella se acercó a mí pero ese chico se coloco en medio de ambos.

—Nos vamos a casa Flynn.

—No eres nadie para darme órdenes, además, ¿crees que me iré contigo después de lo que hiciste?

—Él no es bueno para ti.

—¿Y tu si?

—Nos vamos Flynn—tomo su mano a lo cual me levante con prisa para tomar su mano—. Suelta al menos que quieras otra golpiza.

—Adelante, niño bonito.

Le rete a lo cual lo solté, el miró a Flynn soltó su mano para prepararse para soltar el siguiente golpe pero retrocedió cuando un tenis blanco cayó en su rostro, gire para ver a Flynn quitar su otro tenis para lanzarlo en dirección de Bennet.

—Tu pelafustán, bucéfalo  y trapisondista. No tienes ningún derecho de estar aquí, ni de decidir qué está bien o no para mí.

—Él te está mintiendo Flynn, crees que es un chico fabuloso pero no es así, ¿tienes al menos idea de por qué está en el centro rehabilitación?

—Sí, lo sé muy bien, ¿y que? Aún sabiendo quiero estar con él por que a diferencia de ti no me a dejar solo por que si.

—Flynn.

—¿Que? ¿Acaso estoy equivocada en algo? Un día no te levantaste por la mañana y simplemente decidiste ignorar mi completa existencia, me convertí en una completa desconocida en menos de veinticuatro horas. Pensé que había hecho algo mal, fui detrás de ti buscando una solución sin embargo solo me sentía cada vez peor pues no había respuesta a ello, no pensaste si eso me iba a hacer sentir mal o si tan siquiera iba a hacerme llorar porque lo hice, llore muchas noches mientras pensaba sin parar que había hecho mal—la vi apretar los puños con fuerza, esa mirada sabía que estaba conteniendo las lágrimas me acerque para decirle que nos fuéramos pero ella tomó sus tenis y golpeo sin para el pecho de Bennet— y por si no entiendes mis palabras anteriores, te insulte y mucho, eres más que un gran idiota así que no vuelvas a acercarte a mi, te recuerdo que solo somos simples extraños. Vámonos Eliot.

Ella se dio la media vuelta para comenzar a caminar fui detrás de ella pero me detuve cuando ella lo hizo, trato de ponerse sus tenis pero el talón quedaba por fuera, nunca la había visto tan molesta así que no sabía si era seguro hacer una broma, así que cuando giro a verme me sorprendió un poco cuando alzó sus brazos en mi dirección.

—Cárgame.

Me ordenó de una manera tan tierna que me acerque para cargarla de manera nupcial.

—¿Y a donde deberíamos ir? Por que no es que quiera ser negativo pero el auto esta en dirección hacia el idiota de Bennet.

—Maldita sea... Solo, solo sigue caminando, por favor.

Pidió y nuevamente un silencio se formó.

—Deberías cargarme mejor a mi.

—¿Por qué haría algo así?

—Fuiste mi grandioso caballero de brillante armadura.

—¿Ahora te vas a burlar de mi?

—Hablo con la verdad, eso fue grandioso. Ahora me doy cuenta que no hace falta de una espada para defender a alguien.

—Si, bueno se que si no hacia algo al respecto terminaría en una pelea... ¿Estas bien?

Llevo su mano con delicadeza a mi mejilla, me miró con cierta preocupación pero ese tacto tan suave me resultó tan familiar, una calidez que extrañaba mucho.

—Estoy bien.

—Vamos a mi casa, debemos poner algo en ese golpe.

—Con un par de besos estaré bien—comente cómico en espera de uno de sus comentarios sarcástico incluso un golpe de su parte con su tenis pero ella levantó un poco el rostro para besar con cuidado mi mejilla, aquello me tomó por sorpresa, me sentí bastante avergonzado, la mire incrédulo por su acción y entonces la solté —Ay, pero... Miércoles, ratoncito perdón es que bueno eso fue muy sorpresivo y bueno, yo este, dios.

Esta en total pánico, era mi oportunidad de verme mejor o por lo menos yo hacerla sentir avergonzada para terminar riendo pero en cambio aquí esta con nervios a flor de piel, ella miró pero cuando empezó a reír me llegó cierta paz.

—Parece que este ratoncito tomó por sorpresa al gato.

—Si, la verdad es que si... Debes recompensar esto

—Tal vez lo hago.

—Hazlo, yo en verdad entre en pánico, necesito calmar mi corazón.

Ella sonrió y nuevamente ese nerviosismo volvió.

—Claro, ¿que quieres como recompensa?

Le mire ladeando  un poco mi cabeza, aquello era una buena pregunta, ¿que era lo que pediría?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top