Capítulo 13
Flynn Can es el tipo de persona que puedo mirar a los ojos y sentir una gran tranquilidad, es divertido estar con ella porque a pesar de que la hago enojar tanto ella sigue ahí, molesta pero está a mi lado, lo cierto es que ni siquiera tengo que preocuparme por dar una buena impresión ya que no la necesito para estar a su lado, tiene tantas cualidades pero la que más admiro es su paciencia por soportar a alguien como yo, tan solo el día de ayer cuando la acompañe a aquel partido y me percate del hecho de que aquel antiguo amigo nos dejaba de mirarnos con cierta molestia no pude evitar el querer vengarme un poco, no le agrade ni un poco y el sentimiento fue mutuo así que aproveche la oportunidad, confieso que tuve cierta duda sobre que Flynn me acompañará nunca pensé que fuese a aceptar al menos no tras solo pasar cinco minutos del partido pero cuando ella me miró con una media sonrisa y tomó mi mano me sentí como un gran ganador. No hace falta hacer cosas maravillosas a su lado pues algo tan simple como caminar a pasos tortuga por el campus hasta llegar al estacionamiento fue suficiente, una charla con varias bromas de mi parte y una búsqueda sobre donde había dejado mi auto se había convertido en la tarde perfecta.
—Te lo dije.
Me aleje de mis pensamientos para ver a Mindy quien sonreía de oreja a oreja.
—¿De qué hablas?
—Sobre darle una oportunidad al centro de ayuda, incluso hiciste nuevos amigos.
—Bueno, no es como si ella tuviera otra opción —admití —además Flynn no es mi amiga solo es mi no se que de que.
—¿Que? —pregunto confusa.
—Así es como ella llama nuestra relación, ¿por qué? Ni siquiera yo lo sé pero es divertido escucharla decir eso.
—Es una buena chica, escuche que es la mejor de su instituto.
—Y por escuchar te refieres a que en realidad la investigaste.
—¿Que? No, yo solo lo escuché por ahí.
—Te va a crecer la nariz.
—Bueno, tal vez si la investigue un poco.
—¡Ja! Y se supone que soy yo el de los malos modales.
—Admito que no está bien pero tenía algo de curiosidad.
—¿Y?
—¿Y?
—¿Que descubriste?
—No voy a decirte.
—¿Por qué? Yo solo tengo algo de curiosidad.
—Estoy segura que te gustara más averiguarlo por ti mismo.
—Pero aún así no está de más un dato sobre ella que me sea de ayuda.
—No te contaré nada.
—¿Nada de nada?
—Nada de nada.
—Bien, pues espero que hayas disfrutado de mi rostro sonriente porque ya no la veras mas, esto si que arruinó mis momentos de alegría.
—Supongo que tendré que vivir con ello.
—¿Hace cuanto que ya no funciona mis chantajes?
—Tu mismo sabes la respuesta.
—Bien, me lo merezco.
Lo que pasó ese día ni siquiera yo lo olvido, ese sentimiento, la sensación de paz pero en especial la tranquilidad que me invadió por ese par de minutos, mire por el espejo retrovisor el auto que nos seguía soy consciente de que mi tía contrato a alguien para que me vigilará de cerca para no cometer alguna estupidez de nuevo, lo único que me agrada de este guardia es que es prudente y mantiene una distancia considerada así que no tenía problemas con que fuese una molestia aunque también era consiente que mantenía a mi Mindy informada de todo.
—¿Realmente no vas a decirme nada? —pregunté una vez que llegamos.
—Nada de nada.
—Pues que decepción —baje del auto gire para cerrar la puerta y note una breve sonrisa en ella.
—Eliot solo un consejo, si esto no es serio, si tus intenciones sólo son pasajeras no continúes, quiero saber si ella realmente te importa y que no le romperas el corazón, ella ya a sufrido bastante.
—Lo se... Y esto si es serio, si me importa Flynn.
—Bien. Ten un lindo día.
—Claro, tu igual.
Me sonrió de una manera bastante tierna y sabía la razón pero no pensaba darle el gusto de admitir que venir a este lugar me hizo bien. Entre al edificio para buscar alrededor a la única persona con la cual me gustaba estar, la visualice a lo lejos, vistiendo un overol de mezclilla, se había hecho una coleta de caballo con un listón azul, empezó a reír lo cual me hizo detenerme por un momento quería capturar este momento en mi mente, ella conversaba con sus abuelos de una manera tan alegre que no quería interrumpir el momento al menos no por ahora. me acerque de manera sigilosa para colocar mi mano sobre su cabeza una vez que llegue a su lado.
—Ratoncito, buen día.
—Deja de llamarme así, y por favor baja tu mano de mi cabeza.
—Cierto, podría arruinar tu bello peinado—bromeo. Mire al frente notando una sonrisa juguetona en la mujer pero una mirada molesta en el hombre—Hola, Rafael, amigo.
Me miró luego a su nieta volvió a verme miró a su esposa esta vez, volvió a verme luego a su nieta.
—¿De qué me perdí? Necesito una explicación, ratoncito—dijo marcando la última palabra, miro a su nieta.
—Soy su guía aventurera.
—Pero, ¿por qué él...
—Soy Rita—la mujer extendió la mano en dirección una vez que empujó a su esposo lejos, yo la tome a lo cual ella sonrió —ya nos conocimos antes pero creo que no alcanzaste mi presentación.
—La recuerdo perfectamente, y solo porque no volví a su grupo no significa que usted no me agrade, de hecho el libro un día dura tres otoños me fascino, tiene un bello mensaje ante las pérdidas y la vida.
—Tengo otros libros que serán de tu gusto si ese te encanto.
—¿Realmente leíste el libro? —pregunto Flynn sorprendida mientras me miraba.
—Por supuesto que si, no iba a desechar el libro que me diste con esa bella sonrisa amable.
—Ahora entiendo porque mi nieta está muy ocupada—mencionó Rafael poniéndose en medio de ambos—pero bueno te llevaré a tu próxima actividad.
—Pero yo escogí a Flynn como mi guía aventurera—comenté sacando el folleto— y de acuerdo a esto no hay cambios si estoy siguiendo todas las reglas.
—El chico tiene un buen punto —comento Rita.
—¿Aún guardas el folleto?
—Digamos que es mi garantía para estar a tu lado y recordarte que no me puedes desechar.
—Eres increíble.
—Lo sé, y gracias.
—Sabes muy bien que no fue un halago.
—Cada quien decide como tomar las palabras de otra persona y para mí fue un halago.
—Eres tan inusitado.
Negó con una media sonrisa en sus labios, la mire con atención, el como acomodaba con cuidado aquellos cabellos rebeldes detrás de su orejas y como de alguna forma se sentía intimidada por mi mirada, es que había descubierto que me gustaba mucho verla pues si, en efecto tal como ella dice soy el chico mas inusitado pero no me importaba ese hecho pues aunque dice que soy una molestia se que en verdad le gusta mi compañía.
—Si, así es. Entonces, ratoncito, ¿como piensas sorprenderme el día de hoy?
—Que tal llendo a un club, el de yoga —comentó Rafael colocándose en medio de ambos.
—Oh, no—Rita tomó del brazo a su esposo para alejarlo—Vayan y diviértanse chicos.
—Pero...
—Vamos Rafael, nos están hablando en algún otro lugar que no es aquí.
Rita me guiño el ojo, yo sonreí para darle un pulgar arriba pero lo baje con rapidez al ver la mirada de Rafael sobre mi a lo cual negué, me despedí de ambos con un gesto de mano pero Rafael arrugó su frente, creo que ya se a cual lado de la familia sacó Flynn.
—Creo que tu abuelo me odia.
—No lo culpo.
—Sin embargo creo que le agrado a tu abuela.
—Si, no entiendo el por qué.
—No, no también debiste haber dicho "no la culpo"
—¿Por qué?
—Bueno es que soy un encanto.
—Vayamos a la siguiente actividad de ayuda.
—¿Y cuál será divertida actividad?
—Ajedrez.
—Estas bromeando, ¿verdad?
—¿Alguna vez e bromeando contigo?
No pude evitar reír, si, ciertamente ella nunca bromea conmigo pero que se puede hacer. Flynn también es el tipo de persona que me hace realizar aquellas actividades que detesto con tal de estar con ella.
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