Capítulo 07
Mire el pequeño florero de la entrada este era blanco con algunas margaritas, nuevamente trajo el florero equivocado pues recuerdo muy bien que el otro era gris con lirios, en fin si mi abuela no decía nada yo tampoco tenia porque hacerlo.
Salí de casa para buscar en el garaje mi vieja bicicleta azul la cual me sorprendía mucho que aun funcione tomando en cuanta que la dejo arrinconado mucho tiempo en una esquina, reconozco que no soy alguien que le guste dar vueltas y sentir el aire fresco, lo cierto es que no me gustan mucho las actividades que me hagan sudar y hacer un gran esfuerzo físico pero no quería que mis abuelos sospecharan sobre mi destino por lo que tenía que hacer este esfuerzo además podría ser una buena excusa que podría utilizar para explicar mi ausencia después. Al llegar baje de la bicicleta para terminar el recorrido a pie, camine un par de kilómetros, dejé la bicicleta recargada sobre un árbol para poder acercarme a la tumba de mi padre, respire hondo mientras leía aquella inscripción en la lápida, de mi pequeña bolsa saque un pequeño pañuelo para retirar el polvo aunque mis visitas no eran muy seguidas su lugar siempre estaba en orden y limpio, vaya que tenían un buen mantenimiento en este lugar, una vez limpio me senté para recostar mi espalda contra la fría lápida, cerré los ojos recordando esos momentos de mi niñez donde él me sentaba en sus piernas para contarme historias, fueron buenos momentos hasta que llegó la hora de decir adiós.
—Últimamente la vida es más difícil de lo normal, se que tengo mucho tiempo sin verte y que no debería estarme quejando pero no tengo a quien mas recurrir,y si, lo sé, se que los abuelos son mas personas mas confiables y me darán los mejores consejos pero no quiero seguir preocupado después de todo ya estuvieron cuidando por mi durante mucho tiempo y en cuanto a Bennet, bueno digamos que él es el problema, creo, sinceramente no sé qué pasó él solo se alejo de un día para otro, él se marcho y tratar de ocultar ese hechos es, bueno, ya sabes...
—Algo muy deplorable.
Solté un pequeño grito debido a la impresión mezclado con el miedo de escuchar una voz a mis espaldas, me levante casi de un salto para girar y ver a la persona a quien pertenecía aquella voz, no pude evitar hacer un mal gesto.
—¿Me estas acosando?
—No te creas tan importante, digamos que solo es una coencidencia.
—Ajá.
—Habló con la verdad, también me gusta venir a conversar como loco la lapida de alquilen que ya es uno con la tierra.
—No te burles de esto.
—No lo hago, aunque te cueste creerlo soy sincero. La tumba a la que vengo es la que esta cerca del jardín —señalo hacia la derecha gire para ver la única tumba con un gran ramo de flores—le traje lirios, eran sus favoritos y ya tras el soborno vine a quejarme.
Me quedé callada eso no me lo esperaba, creo que me había quedado atorada en el resentimiento y la molestia por la burla del momento para ser sincera conmigo mismo también me habría reído y mucho si hubiera visto lo que él vio.
—Creo que es un lindo detalle.
—Eso creo. ¿Y quien se murió?
—Por un momento creí que podríamos llevarnos bien pero esa pregunta, ¿enserio? Ten algo más de tacto, que si yo te pregunto a ti, ¿quien es la persona muerta a quien le llevas flores?
—Es mi madre.
Se formó un silencio entre ambos me sentía algo confundida respecto a su respuesta pero cuando lo escuché soltar una breve risa supe que había sigo engañada pero también me equivoque al respecto.
—Entiendo tu confusión, Mindy en realidad es mi tía, cuando mi madre murió, Mindy tomó mi custodia.
Nuevamente el silencio, no sabía que más decir me aclare un poco la garganta para ver la tumba.
—Es mi padre —respondí por fin al no saber que decir. Eliot se acercó para ver la tumba de mi padre me miró y se empezó a reír —¿Que?
—Tu nombre completo es Flynn Can.
—No te atrevas a hacer un chiste al respecto.
—Podría hacerlo pero me odiaría más así que lo dejaré pasar esta vez puedo notar que ya no hay tantas vibras negativas en mi dirección.
—No me parece gracioso.
—Parece que su hija perdió el sentido del humor señor Can.
—Tengo un gran sentido del humor.
—Además se volvió mentirosa, en la noche debería jalar las piernas de esta joven para que aprenda la lección.
—¿Que? Él no haría eso, deja de hablar así frente a la tumba de mi padre.
—¿Por qué? No noto que a él le moleste,¿verdad señor Can?
No pude evitar hacer un pequeño puchero por la actitud tan confianzuda de este muchacho pero a pesar de todo me agrada el hecho de que hable de esta manera frente a la tumba de mi padre, la sentía como una conversación real como si en verdad pudiese escuchar como si él estuviera vivo, y de hacer así me molestaba el hecho de pensar que a mi padre le hubiera agradado mucho Eliot.
—Su hija si que tiene todo tipo de problemas pero no tema ante su lamentable situación yo puedo ser su amigo.
—Ni en tus mejores sueños.
—Nunca digas nunca.
—Me atrevo a decirlo porque se que nunca lo seremos.
—Nuevamente el aura negativa, haga algo al respecto señor Can.
—Deja de meter a mi padre en esto, yo puedo decidir por mi misma quienes serán mis amigos.
—Y la última vez te salió tan bien que ahora estás sola.
Aquello fue un golpe bajo, en verdad me sentí ofendida pero no es como si fuese mentira. Si estaba sola.
Me cruce de brazos para evitar verlo.
—No se medir mis palabras así que creo que me pase un poco, lo siento.
—¿Pasarte un poco? No tienes nada de consideración sin mencionar que escuchaste una conversación ajena. No eres más que un...
—Lilipendo, lo sé.
—¡Eliot! ¡Eliot! —escuche gritar sin para, levante la vista para ver a la tía de Eliot quien se veía aliviada al verlo a mi lado.
—Parece que es tu don él de complicarle la vida a las personas.
—Lo acepto, soy alguien difícil.
—No deberías serlo, se un poco más considerado con la persona que te cuido.
—Consejo del año, lo mantendré guardado en mi corazón.
—No seas sarcástico conmigo.
—Tal vez no lo sea, en cuanto a ser considerado tal vez necesite a alguien que me enseñe, ¿te gustaría ser voluntaria?
—No.
—Oye, al menos piénsalo un poco más.
—No lo haré.
Eliot me sonrió para asentir.
—Nos vemos después chica betún.
—No me llames de esta forma.
—Esta bien, diccionario andante.
—Tampoco me llames así.
—De acuerdo, te buscaré un mejor apodo.
—No me gustan los apodos.
—Que mal.
Soltó con un tono socarrón mientras se marchaba lo vi acercarse a su tía quien se despidió a la lejanía correspondi el gesto para verlos marcharse volví mi vista al frente para observar la lápida de mi padre.
—Además ahora también batallo con este chico molesto, y se que parece una buena persona pero no lo es bueno tampoco digo que sea malo, solo no es del todo de mi agrado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top