Capítulo 02

Estoy comenzando a recordar la razón por la cual no tengo más amigos y es que no soy muy sociable, no es como  si quisiera excusarme pero las palabras no salen, me pone muy nerviosa el hecho de no saber que decir sin parecer alguien extraña, este lado mio fue algo que nunca me agrado por otro lado para Bennet siempre fue sencillo hacer amigos, creo que ya estoy comenzó a ver la verdadera razón de su alejamiento y es que la posibilidad de que yo sea el problema aumenta con rapidez. Vamos Flynn, no seas pesimista aún puedes lograrlo solo trata de ser natural y olvida el hecho de que estas en tu último año de instituto y que todos ya tienen sus círculos sociales desde primer año con vínculos especiales y... Creo que puedo esperar hasta la universidad para tener nuevos amigos.
Tome mis cosas al percatarme que el receso terminaría pronto pero antes de entrar a clases me dirigí al baño para lavar mi rostro, hacer una guía de estudio para alguien que nunca usará era algo muy agotador, en cuanto entre escuche como alguien maldijo pero no preste atención solo quería despejar mi mente pero cuando escuche como empezó a llorar me hizo sentir un poco inquietante, cerré la llave gire para ver en dirección hacia la puerta del baño luego mire la entrada, se que no debo meterme en los asuntos que no me importan pero por lo menos quería saber si aquella persona estaba bien por lo que indecisa me acerque para tocar la puerta.

—Hola, si, yo... ¿Estas bien?

—Mierda. ¡No! Detesto ser mujer.

—Oh—golpee mi frente ante la expresión tan absurda de mi parte pero, ¿que se supone que debo responder en estos casos?

—¡Mierda! —grito provocando un pequeño susto a mi corazón —Oye, extraña, ¿como mierda puedo extirpar mi útero? Quiero mandar a la mierda el periodo.

—Oh ya, si, si, el período es una completa bazofia.

—¿Que mierda es eso?

—Es una expresión para decir que algo es despreciable.

—Pues si, en efecto esta mierda es una completa bazofia.

Vaya que a esta persona le gusta decir mierda.

—Yo tengo una toalla sanitaria y siempre traigo una falda extra conmigo, que tal si pruebas si te queda.

Hubo un silencio para luego una gran escuchar una gran carcajada.

—¿Quien mierda trae una falda extra? Bueno, admito que es de utilidad, te lo agradeceré infinitamente extraña.

Abrí mi mochila para sacar las cosas y pasarlo por debajo de la puerta, el sonido de la campanilla anunciando el final del receso me alarmó un poco.

—Yo, debo volver a clases, espero que estés mejor. Adiós.

—Adiós, extraña salvadora. ¡Te llevaré en mi corazón!

Aquello me hizo reír mientras salía del baño de manera apresurada para dirigirme a clases, al visualizar al profesor por los pasillos corrí para alcanzarlo.

—Señorita Can, que sorpresa verla tan apresurada—bromeó el profesor mientras me veía limpiar el sudor de mi frente al llegar a su lado.

—Yo tuve un pequeño retraso.

—Eso note, adelante —el profesor Bruno me permitió entrar antes lo cual agradecí con un a sentimiento, me senté en mi lugar para verlo saludar a la clase—Muy bien clase, página trescientos, hoy hablaremos acerca de la soledad, la primera definición fue desarrollada por Salinas, entendiéndose como "la distancia interior que percibe una persona en relación a otros" pero sabemos que otros autores han dado más definiciones a este sentimiento que también puede definir como—el profesor hizo un pequeño silencio suspensivo par a luego mirarme —Señorita Can, que tal si ayuda a sus compañeros a dar otros sinónimos a esta  palabra.

—Añoranza —el asintió mientras movía su mano para que continuará —nostalgia, melancolía y tristeza.

—Muy bien señorita Can, lo que esto nos lleva al hecho de que este sentimiento implica más que un solo sentimiento de hecho hay varios tipos de soledad que se pueden clasificar por su duración incluso cada uno de ellos tiene sus propios síntomas. Puede decirse que este sentimiento es como la gripe, no puedes escapar de ella ni evitarla lo cierto es que en algún momento de tu vida la soledad se va a manifestar y nadie está a salvo de sentirla.

Mire por un segundo atrás de mi para ver a Bennet quien no parecía muy interesado en la clase pues reía de manera disimulada con su compañero de alado, creo que después de todo era la única que estaba experimentado este sentimiento que era como la gripe, una horrible, molesta e irritante gripe que sabía que tenía que curar por mi misma.

—Señorita Can, ¿esta bien?

Mire a profesor confundida, él se acercó para extender un pañuelo el cual tome para verlo señalar mi boca, pasa el pañuelo por mi boca notando un pequeño rastro de sangre ni siquiera me di cuenta en que momento mordi tanto mi labio que provoque que sangra debido al coraje, lleve mi mano hacia mi boca para luego asentir pero el profesor me miró con desconfianza.

—Vaya a la enfermería señorita Can, creo que debería descansar un poco.

Yo solo asentí para tomar mis cosas y salir de clase, mire el pañuelo para tirarlo en un cesto para poder dirigirme a la enfermería, en cuanto abrí la puerta la doctora me miró con una sonrisa.

—Cuanto tiempo sin verte por aquí Flynn, déjame adivina otra vez Bennet se lastimó.

—No, de hecho del profesor Bruno me envió, dijo que necesitaba descansar.

—Vaya, es raro que el envíe a alguien aquí, ¿sucedió algo?

—No, yo solo mordí mi labio por accidente.

—¿Accidente?

—Estaba tratando de comer un dulce a escondidas.

—¿En media clase? Lo creo de otros alumnos pero de ti es algo difícil de creer.

—Lo sé, es que últimamente me e estado desvelado por hacer una guía de estudio.

—Es cierto, es tu último año, los alumnos realmente se vuelven locos por esto. Adelante, que tal si descansas un poco.

—La verdad es que estoy bien y...

—No lo estas, puedo percibirlo —la doctora se levanto para tomarme de los hombros y llevarme a la camilla para sentarme —que tal si tomas una siesta.

—Pero yo no...

—Solo descansa un poco, yo iré a tomar un postre pero no te preocupes también traeré algo para ti.

Quise volver a negarme pero la doctora salió de la enfermería a lo cual yo solo me quedé en silencio y nuevamente en soledad, mire alrededor notando lo limpio que era este lugar y también muy tranquilo, tal vez pueda convertirme en médico a quien engaño aún recuerdo cuando Bennet cayó de la bicicleta y se rompió del brazo él era el herido pero sin embargo fui yo la que se desmayo.
Tras resignarme me recosté sobre la cama para cerrar los ojos por un momento que terminó convirtiendo en varios minutos cuando volví a abrir los ojos ya habían pasado más de quince minutos pero había sentido como una gran eternidad, me levante sintiendo como la baba aún recorría por mi boca la cual me limpie un tanto avergonzada menos mal que no había nadie, el sonido de la puerta captó mi atención y sonreí ante la idea de que fuese Bennet el que entrará pero cuando esta se abrió pero mi sonrisa se borro al ver a mi abuelo.

—Pero que mirada de decepción, parece que estabas esperando a uno de esos famosos asiáticos.

—¿Que? No, claro que no abuela, yo solo... No es nada.

—Pues Fabiola llamó diciendo que si era algo, pensé que la crisis adolescente ya había terminado.

—No tengo ninguna crisis adolescente.

—Y yo no tengo ninguna crisis de los sesenta.

—¿Tienes una crisis?

—Obvio que no, estoy bien, como sea no es importante vamos a casa y por supuesto no hablemos sobre esto con la abuela.

Mire a mi abuelo con rareza pero aún así no dije nada más al respecto solo tome mis cosas para marcharme junto con él.
Me sentía un poco extraña es decir el camino por los pasillos hasta el auto fue muy silencio lo cual era algo muy extraño en él ya que le encanta hablar, creo que mi abuelo si tiene una crisis y debería hablarlo con la abuela.

—Estuve pensando en algo—habló por fin mientras ponía el auto en marcha—ya que tienes mucho tiempo libre y debido a que necesitas un buen currículo para entrar a la universidad que necesitas.

Ay no, no me gusta como va la cosa.

—Abuelo...

—Eso soy, ahora no interrumpas. Como sea no solo necesitas buenas calificaciones así que pensé que tal vez...

—No, abuelo, no lo digas.

—Muy tarde ya lo voy a decir, podrías ir de voluntario al centro de ayuda.

—No,abuelo.

—Si,abuelo... Escucha cariño se que algún día vas a agradecerme por esto o tal vez no pero ya veras que sucederán cosas buenas o tal vez no.

—Si tratas de animarme déjame decirte que no esta funcionando.

—Escucha linda, se que estas triste por que ya no puedes pasar tanto tiempo con Bennet como quisieras pero créeme que esto te ayudara a mantener la mente ocupada y cuando menos lo pienses ambos volverán a estar juntos haciendo tonterías que harán que te caigas sin parar en el suelo.

—Abuelo.

—Si, si, ya se nada de bromas con tu rostro sobre la cera pero ya no hay vuelta atrás, ya te inscribí como voluntaria, ya veras como me vas a agradecer por esto.... Oh tal vez no.

Mire a mi abuelo pero no dije nada solo solté un pequeño quejido para recostarme sobre el asiento, esto si que es una completa bazofia.

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