Capítulo 01


Sempiterno.
"Que durará por siempre; que, habiendo tenido un principio no tendrá fin"

Era una definición que consideraba perfecta para explicar mi amistad con Bennet Vides. Es que consideraba que nuestra amistad era algo que ya estaba predestinado, después de todo nuestras madres habían sido las mejores amigas en el instituto, ambas eran como mugre y uña, estaban siempre presente en los momentos importas de una de la otra, era tan cercanas que cuando ambas se casaron decidieron comprar casas cercanas al vecindario para seguir cerca una de la otra, planearon sus embarazos para estar juntas los nueves meses y si no fuese porque yo decidi apresurarme para decir darle la bienvenida al mundo estoy segura que incluso sus partos lo hubieran sincronizado. Así que, tal como ellas Bennet y yo también fuimos cercanos, aprendimos a caminar juntos, compartir nuestros juguetes y dulces, compartimos siempre las mismas clases al igual que actividades extra, se nos cayó juntos los dientes de leche, aprendimos a andar en bicicleta juntos, hacíamos travesuras y compartimos los castigos también, eramos tan cercanos que bastaba con una simple mirada para saber lo que otro pensaba.
Y es que Bennet estuvo en los mejores momentos de mi vida, en mis cumpleaños, en mis premios academicos, en mis logros pequeños así como grandes pero, en especial estuvo en mis momentos malos, como cuando creia que había monstruos en el armario, para levantarme en todas mis caídas, en los dias de tormenta, estuvo conmigo cuando mamá se fue y al poco tiempo papá tambien lo hizo. Estuvo siempre sosteniendo mi mano, abrazándome fuerte, limpiando mis lágrimas, consolando con palabras tiernas, siempre buscando tréboles para darme suerte y cediendo sus deseos de cumpleaños para hacerme sonreír.
Por eso pensé erróneamente que nuestra amistad era algo Sempiterno, sin embargo en tan solo un parpadeo todo cambio y aquello me destrozó.
Aún recordaba como había ido a su partido a animarlo, gritaba con emoción cada una de sus anotaciones y tal como siempre celebramos su victoria en casa con pizza, vimos una película, reímos a carcajadas y nos despedimos con la promesa de vernos al día siguiente pero, Bennet nunca se presentó a mi puerta como era costumbre, al principio pensé que se había quedado dormido o que estaba enfermo puesto que no contesto mis llamadas ni mensajes así que me fui sola a clases por primera vez después de tantos años, tontamente me preocupe por él sin embargo al llegar al instituto lo ví en clases, por un momento senti un gran alivio pues estaba bien sin embargo ese alivio se esfumó, cuando me acerque con la intención de hablar con él ignoro mi llamado, él solo ignoro mi presencia sin más. Una enorme tristeza dió lugar y no pude evitar pensar sin parar si había hecho o dicho algo que lo hiciera sentir mal, que lo hiciera enojar tanto como para ignorara de esa manera, incluso trate de justificar lo que solo había tenido un mal día y que al día siguiente todo se iba a solucionar pero, los días se fueron convirtiendo en semanas y las semanas en meses, nosotros de un día para otro nos habíamos convertido en desconocidos y ese cambio sin definición fue tan doloroso, lloraba por las noches, parecía ser el fin del mundo y aunque soy consciente de que hay cosas más importantes que pueden terminar con el mundo que el simple hecho de que tu mejor amigo se olvide de tu existencia, lo que representaba mi mundo, esa persona que me acompañaba en mis días buenos y malos ya no estaba,ese vacío que dejó se sentía como el fin de mi mundo. Y lo peor es que no podía hablarlo con nadie pues no quería que mi familia tuviera una discordia con la familia por algo que ni siquiera yo tenía definición además, sabía que no podía lamentar por siempre, quería convencerme que era parte de crecer el distanciarme, quería convencerme a mi misma de que estaba bien. Ademas, la vida continúa y no se detiene por nada ni nadie, en especial el último año del instituto, debo prepararme para continuar mi camino como universitaria y al parecer será algo que deberé hacer sola...será un largo recorrido hasta entonces.

El sonido del timbre anunciando el final del día captó mi atención, guardé mis cosas en mi mochila, me levanté de mi lugar para poder retirarme sola a casa, gire un poco y observé a Bennet quien reía a carcajada con una de las chicas que pertenecía al equipo de animadoras, ella era tan bonita y esbelta, era alguien popular, alguien con un circulo social importante y es que cuando la comparaba a ella conmigo entendia el porqué de su lejanía, después de todo no contaba con ninguno de sus atributos, no brillaba de la misma manera que ella. Cerré los ojos para negar, ya había decidido no estar lamentando por algo como esto, me prometí concentrarme en los estudios, así que tome mi mochila y decidí marcharme a casa.

—Señorita Can, ¿podemos hablar un momento?

Me detuve cuando la voz de la profesora se hizo presente, gire para verla, le sonreí por un momento un tanto nerviosa y solo di un asentimiento de cabeza como respuesta para después  seguirla por los pasillos. Me puse a pensar en la posibilidad de estar en problemas pero, no había ninguna opción después de todo las últimas semanas solo paresco una estatua a un alumno, estoy tan quieta en las bancas que estoy segura que hasta las moscas se me paran.

—Tu dedicación como siempre es extraordinaria—hablo la profesora Vega antes de hacer una pequeña pausa—pero,me preocupa el hecho de que tu hoja de orientación aún está en blanco, ¿esta todo bien?

¿Solo era eso?
Lo admito, me hizo sentir un poco más tranquila.

—Si—asegure aunque no era del todo verdad, las últimas semanas no me he sentido de muchas formas menos bien— es solo que aún no encuentro esa vocación a la cual deba dedicar toda mi vida.

—Es una decisión que parece bastante aterradora en especial cuando lo pones para toda la vida, sabes a tu edad también estuve muy  indecisa sobre esa decisión pero algo que me ayudó fue experimentar un poco.

—¿Experimentar? —pregunte confundida por su propuesta.

— Si, ver nuevos horizontes, tal vez como clases extras, actividades extracurriculares, nuevas amistades —dijo y giro a verme, se que incluso ella es consciente de mi distanciamiento con Bennet, despues de todo fue la unica que noto que él se cambio de lugar en clases, aún recuerdo como arrugó su rostro confundida mientras nos miraba respectivamente—aunque también hay un programa escolar que puede ayudarte a darte una idea sobre el tipo de vocación que quieras, si quieres intentarlo puedes buscarme.

—Muchas gracias profesora Vega, lo tendré en cuenta.

—Es un placer... Por cierto señorita Can, ¿esta todo bien?

Hubo un pequeño silencio de mi parte mientras miraba a Bennet pasar por el pasillo, se que pregunta por mi bien pero no era algo que quería discutir o al menos no con mi profesora, volví a ver a la profesora Vega para luego asentir un par de veces tratando de mostrar seguridad.

—Esta todo bien. Bueno, debo volver a casa, que tenga un buen fin de semana profesora Vega.

—Igualmente, cuídate mucho.

Normalmente la pregunta, ¿estas bien?, nunca fue algo difícil de contestar, por mi parte siempre trato de ser lo más honesta posible pero, ahora mismo me era difícil de responder, lo cierto es que no estoy del todo mal pero tampoco me encontraba del todo bien, ni quería entrar en detalle sobre la extraña situación que pasó entre Bennet y yo, solo quería evitarlo tanto como se pueda por eso finjo que todo está bien cuando no es así, a este paso voy a volverme loca.

Al salir del instituto tomé mi bicicleta para ponerme en marcha para ir a casa, al menos estos recorridos me tranquilizan y despejan mi mente o al menos hasta que llegaba a casa y volvía nuevamente esa realidad que quería evitar.
Dejé que la bicicleta cayera en el césped del jardín de mi abuela, miré alrededor notando que no se encontraba el auto eso significa que mis abuelos no estaban por lo que tenía un par de minutos sola, entre a casa para dirigirme a mi habitación, pero me detuve al escuchar la voz de mi abuelo.

—Vaya que tienes prisa —mi abuelo salió de la cocina me miró y luego a su alrededor como si estuviera buscando algo o más bien a alguien —¿todo bien?

—Si, solo iba a mi habitación. ¿Le sucedió algo al auto?—pregunte con la intención de evitar esa pregunta que lo dejaba de hacer las últimas semanas—No está afuera.

—Los chicos lo necesitan para llevar unas cosas.

—Oh, ya veo, iré a mi habitación, tengo mucha tarea que hacer—dije subiendo los escalones pero, me detuve al escuchar esa pregunta que quería evitar.

—¿Y esta noche si vendrá Bennet a cenar?

—Yo, no lo sé pero,le preguntaré—menti.

Terminé de subir los escalones para dirigirme a mi habitación, dejé mi mochila en el suelo para luego tumbar mi cuerpo contra la cama solté un largo suspiro mientras sacaba mi celular del bolsillo de mi pantalón para ver el último mensaje que le envié a Bennet y el cual él nunca respondió, con cierta duda comencé a escribir para invitarlo a cenar a casa pero, sabía la respuesta, no quería seguir siendo ignorada por él y lastimarme a mi misma por lo cual bloquee nuevamente el celular para contemplar mi fondo de pantalla donde ambos nos encontramos haciendo muecas, dejé el celular de lado para levantarme estoy comenzando a pensar que soy una masoquista, me senté en la silla frente a mi pequeño escritorio notando todas las fotografías y regalos que él me dio, quería deshacerme de todo esto pero,solo levantaría sospechas, en verdad no sé cómo es que mis abuelos se han tragado mis mentiras sobre la ausencia de Bennet aunque conociendo a mis abuelos se que sospechan algo o al menos la abuela lo hacía, sin embargo yo seguia firme en mis excusas, ahora me encontraba molesta, no entiendo cómo es que lo sigo protegiendo e inventando excusas cuando lo sencillo sería decirles la verdad y ahogarme en mi soledad.

—Maldita sea—tomé el pequeño peluche de panda que Bennet me regaló en mi cumpleaños número diez y lo lanze lejos, debí haber hecho más amigos a parte de él.

🐭🐭🐭

—¿Necesitas ayuda? —le pregunté a mi abuela en cuanto entré a la cocina.

—Solo hace falta poner la mesa—asentí para acercarme para tomar los platos—. Escuché que invitaste a cenar a Bennet, ¿si vendrá?

—El está ocupado.

—¿Ocupado? —giró a verme con sospecha, tomé los platos para evitar su mirada, esa mujer es muy perspicaz así que con cualquier movimiento extraño se que va a sospechar.

—Esta entrenando fervientemente—mentí mientras dejaba los platos en la mesa.

—¿Enserio? Es extraño, aunque estaba muy ocupado siempre hacia espacio para venir a casa a cenar.

Trate de mantener la calma pues ese comentario me hizo ver qué la abuela ya sospechaba algo, era de esperarse, se que puedo engañarla una vez pero, tantas semanas solo levanta muchas sospechas y lo cierto es que ya estaba harta de fingir ir a su casa a cenar, esconderme en algun lugar y luego volver a casa con hambre para después ir a la cocina a hurtadillas para poder comer algo en plena madrugada.

—Es que es un entrenamiento especial—dije tratando de mostrar seguridad —no sólo debe ser un buen deportista, también un buen estudiante si quiere conseguir una beca para esa universidad prestigiosa a la cual quiere asistir, en verdad que está pensando con mucha seriedad un buen futuro profesional.

—Debe estar muy ocupado.

—Lo está—le asegure a la abuela y evite suspirar con alivio al notar que ha creido  en mi mentira —pero, aún nos vemos en clase, de hecho estudiamos juntos. Pienso hacer una guía para sus estudios.

—Eso es muy considerado de tu parte, entonces creo que le voy a  hornear su postre favorito para que se anime.

—Sí.

Maldita sea, ahora tendré que hacer una guía de estudio para que no note que miento. Nunca me gustó mentirle a mi abuela pero sabía que le dolería más el hecho de que mi único amigo ya no es mi amigo, no se si lamentaría más ese hecho o el ya no ver a Bennett pues era como un nieto más para ella.

—Algo huele realmente delicioso, espero que... ¿Y Bennet? —preguntó el abuelo  cuanto entró a la cocina.

—Al parecer se está preparando para entrar a una universidad muy prestigiosa así que evita ser una molestia para él—dijo la abuela con advertencia.

—¿Que? —preguntó con ofensa el abuelo mientras llevaba su mano hacia su pecho—Yo no soy ninguna molestia, soy un encanto, ¿verdad que soy un encanto?

Pregunto mientras me miraba.

—El más encantador, abuelo—le sonreí mientras tomaba asiento.

—Tu nieta sabe que soy un encanto.

—Pues aun así no quiero que lo molestes, incluso Flynn le está dando su apoyo, le hará una guía de estudios.

—En mis tiempos era más importante la amistad que los estudios. Además, aún falta mucho para preocuparse por esas cosas, apenas está empezando este año escolar.

—Cariño, se que tu trabajo te hace pensar que siempre tienes algo bueno que decir pero, cierra la boca.

—Yo solo decía.

—La amistad también trata sobre ser considerado y dar apoyo, el sueño de Bennet es ir a esa universidad prestigiosa de deportes, así que aunque ahora no pasen tanto tiempo juntos siguen siendo amigos además podrán pasar mucho tiempo juntos en las vacaciones.

Mi abuela me miró y yo solo asentí a lo cual ella me dio una sonrisa para ir por la comida pero, mi abuelo por otro lado se cruzó de brazos mientras me miraba con sospecha, necesito con urgencia un plan para evitar las sospechas del abuelo, creo que realmente debo conseguir más amigos ya que si nota mi soledad se como va a terminar todo esto y no va a gustarme nada.

—¿Y que hay de ti?—pregunto por fin el abuelo.

—¿Sobre que?

—¿A qué universidad asistirá?

—¿No dijiste que aún era muy pronto para pensar en eso?

—Pero tu planeas con cuidado tus movimientos así que, ¿a qué universidad?—pregunto con insistencia el abuelo y yo evite responder mientras me servía algo de agua de la jarra que colocó la abuela y solo me encogi de hombros, lo ví sonreír y entonces nego—No me digas que piensas ir detrás de Bennet.

—¿Que?—pregunte sorprendida para después negar con cierta vergüenza —No, claro que no.

—Lo sabía, sabia que ocultabas algo y al parecer es eso—aseguro el abuelo para luego reír —Flynn, ¿acaso quieres que te recuerde que la única vez que lograste patear un balón te golpeaste a ti misma?

—Abuelo—dije avergonzada.

—Rafael, no te burles de Flynn—le advirtió la abuela y el solo levanto sus manos fingiendo inocencia.

—Flynn se que te gusta pasar tu tiempo con Bennet pero, busca algo que te guste, tu propia esencia.

—En está ocasión le doy la razon a tu abuelo—menciono la abuela tomando asiento—. No hay como perseguir tus propios sueños y hallar eso que te haga feliz, ahora sí crees que aún no lo encuentras no te preocupes por ello, aún tienes tiempo, eres joven y sabes muy bien que no vamos a presionarte.

—Si, lo sé. Se que siempre me apoyan y buscan mi felicidad ante todo—guarde silencio por un momento, estaba nerviosa por tener que confesarles esto pero, sentía que ya no podía mantener este secreto—. La verdad es que Bennet, él y yo...

—¿Se te declaro? ¿Tu te declárate? ¿Te rechazo? ¿Tu lo rechazaste?—se apresuró a preguntar mi abuelo ante mi duda al hablar, la abuela lo miro para golpear su hombro y luego negar.

—¿Que? No, no es eso, nada de eso. Somos amigos, solo eso—asegure con un dolor en un pecho... Amigos, sería bueno que lo seguiremo siendo—Solo iba a decir que él estará muy ocupado así que se va a ausentar, sera solitario, solo es eso.

—No te preocupes linda, ya verás como el tiempo pasará rápido además, estamos nosotros —mi abuela me abrazó para después plantar un beso en mi cabeza .

—Ya verás como te vas a divertir con nosotros, nunca estarás sola es más te vamos a tener hasta el cansancio. Jamás te vas a liberar de nosotros.

Aquello me hizo reír, mi abuelo sonreía con alegría mientras que la abuela negaba, me dolía mentirles pero, no quería preocuparlo, aún no estaba del todo lista para decir la verdad, además aunque ellos no fuesen conscientes me habían animado mucho, creo que podría soportar esa pequeña soledad un poco más.

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