La Reclamación de Sylphy
Capítulo 2: La Reclamación de Sylphy
El sol ya se ocultaba en el horizonte cuando Ignis y Kosuke se adentraron en el bosque. El aroma a tierra y hojas llenaba el aire mientras buscaban leña para encender una fogata. Ignis llevaba consigo su espada templaria irrompible y sus armas modernas, listo para cualquier eventualidad.
"Kosuke, asegurémonos de recolectar suficiente leña para la noche", sugirió Ignis mientras cortaba unas ramas secas con su machete táctico.
Kosuke asintió y comenzó a recoger trozos de madera cercanos. "¡Sí, tienes razón! Con una fogata, al menos podremos mantener alejados a los depredadores nocturnos."
Mientras Kosuke y Ignis trabajaban juntos, la tranquilidad del bosque fue interrumpida por un sonido suave pero ominoso. Un crujido de ramas quebrándose y pasos sigilosos alertaron sus sentidos.
Ignis se puso en guardia, sosteniendo su espada con firmeza. "Kosuke, prepárate. Alguien se acerca."
Kosuke miró alrededor con nerviosismo. "¿Quién podría ser? No esperaba que encontráramos a nadie más en este lugar."
Justo cuando las palabras escapaban de sus labios, una figura emergió de la penumbra. Era una elfa oscura, su piel pálida contrastaba con su cabello negro como la noche. Sus ojos carmesí brillaban con intensidad mientras examinaba a Kosuke con interés.
Ignis mantuvo su espada en posición defensiva, mientras la elfa oscura se acercaba a Kosuke. "¿Quién eres tú?", preguntó, su voz cargada de una mezcla de curiosidad y autoridad.
Kosuke se sintió incómodo bajo la mirada penetrante de la elfa. "Soy Kosuke, vine a este mundo de manera inesperada."
La elfa oscura sonrió de manera intrigante. "Interesante. No esperaba encontrar a un humano aquí. Mi nombre es Sylphy, y este bosque es mi hogar. Ahora te perteneces a mí."
Kosuke parpadeó, desconcertado por las palabras de Sylphy. "¿Pertenecerme a ti? ¿A qué te refieres?"
Sylphy se acercó a Kosuke con gracia felina, mirándolo a los ojos. "Las leyes de este mundo son claras. Quienquiera que encuentre a un humano tiene el derecho de reclamarlo como su propiedad. Y yo te he encontrado, Kosuke."
Kosuke estaba atónito. "¿En serio? ¿No hay alguna manera de evitar esto?"
Ignis, que había estado en silencio observando la interacción, decidió intervenir. "Sylphy, comprendo las costumbres de este mundo, pero es importante recordar que cada ser tiene libre albedrío. No puedes forzar a alguien a seguir un camino que no desea."
Sylphy miró a Ignis con desdén. "¿Y quién eres tú para decirme qué hacer, guerrero?"
Ignis no vaciló. "Soy Ignis Umbrarum, un caballero templario y protector de los débiles. Mi deber es asegurarme de que se respeten los derechos y la dignidad de todos."
La elfa oscura analizó a Ignis por un momento, aparentemente impresionada por su aura de autoridad. "Muy bien, caballero Ignis. Pero no te atrevas a interponerte en mis asuntos."
Ignis asintió. "No tengo intención de interferir en tus decisiones, Sylphy. Sin embargo, te insto a considerar el valor de la libertad y el respeto por la voluntad de otros."
Sylphy se dio la vuelta, ocultando sus pensamientos detrás de una máscara de desinterés. "Veremos, caballero. Por ahora, este humano me pertenece."
Mientras Sylphy se alejaba con Kosuke a su lado, Ignis reflexionó sobre la complejidad de este nuevo mundo y las dinámicas entre sus habitantes. Sabía que su camino estaba destinado a cruzarse con el de Kosuke y Sylphy, y estaba decidido a asegurarse de que cada uno encontrara su propia libertad y propósito en este lugar desconocido.
Continuará...
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