**Capítulo 4: Furia de la Batalla**

Mientras la aldea se sumía en la actividad frenética de construcción de la muralla, Kosuke y Sylphy trabajaban codo a codo con los aldeanos. El poder de Kosuke para crear y fortalecer estructuras era invaluable en esta tarea. Cada vez que sus manos tocaban la madera y la tierra, las estructuras crecían y se reforzaban, transformando la aldea en un bastión defensivo.

Mientras tanto, Ignis se encontraba en una parte apartada de la aldea, enfocado en crear una vivienda provisional para sí mismo. Utilizando su habilidad para controlar la tierra, esculpió las paredes y el techo con destreza, logrando una estructura simple pero funcional. Una vez terminada la vivienda, se dispuso a darle mantenimiento a su armamento y reflexionar sobre las posibilidades que ofrecía su habilidad.

En medio de su tarea, un suave susurro del viento llamó su atención. Miró hacia el lado y vio a Luna, la misma elfo que había encontrado previamente. Ella observaba con curiosidad la vivienda que Ignis había creado. Decidiendo tomar la iniciativa, se acercó a él con una sonrisa intrigada.

"Veo que has encontrado un rincón tranquilo para asentarte", comentó Luna, su mirada fija en la vivienda.

Ignis asintió, ofreciéndole una sonrisa amistosa. "Sí, pensé que sería más conveniente tener un lugar donde descansar y cuidar de mi equipo."

Luna asintió, admirando la construcción de Ignis. "Tienes un don asombroso para trabajar con la tierra. Es un poder que pocos poseen."

Ignis bajó la mirada con modestia. "Es solo una habilidad que he aprendido a utilizar para proteger a los demás. En este mundo, parece ser una ventaja valiosa."

Luna asintió con comprensión. "Entiendo. La protección es esencial, especialmente en tiempos como estos."

A medida que conversaban, Ignis notó que Luna irradiaba una energía positiva y amigable. Su presencia era reconfortante, y Ignis se sintió agradecido por el encuentro casual. La conversación fluyó fácilmente entre ellos, como si fueran viejos conocidos.

"¿Qué te parece si vamos a la celebración que están organizando?" propuso Luna, señalando hacia la aldea donde la gente se reunía para festejar.

Ignis contempló la idea por un momento y luego asintió. "Suena como una buena oportunidad para conocer mejor a los habitantes de esta aldea."

Juntos, se dirigieron hacia la celebración, donde la música, el baile y la comida llenaban el aire. A pesar de su apariencia inusual, Ignis fue recibido con curiosidad y una mezcla de admiración y desconcierto. Mientras compartían historias y risas con los aldeanos, Ignis se sintió parte de la comunidad de una manera que no había experimentado antes.

La noche avanzaba, y la celebración estaba en pleno apogeo. Ignis y Luna compartieron un momento en medio de la multitud, y sus ojos se encontraron con una chispa de complicidad. Luna le sonrió suavemente, como si compartieran un secreto.

Sin embargo, la tranquilidad se rompió cuando un estruendo resonó en la distancia. Monstruos emergieron de las sombras, avanzando hacia la aldea con ferocidad. Ignis rápidamente cambió su enfoque, sacando sus armas modernas y preparándose para enfrentar la amenaza.

Los guerreros de la aldea también se movilizaron, pero la aparición de Ignis con su armamento moderno generó sorpresa y desconfianza. A pesar de las miradas despectivas, Ignis se concentró en repeler a los monstruos con precisión y eficacia. Los disparos de su ametralladora Browning llenaron el aire, y los monstruos caían uno tras otro.

Sin embargo, Ignis tenía un as bajo la manga. Utilizando su habilidad para controlar la tierra, había posicionado varias ametralladoras M2 Browning en puntos estratégicos, junto con trincheras y barricadas improvisadas. La artillería y la defensa hicieron estragos entre los monstruos, que caían derrotados ante la combinación de la habilidad de Ignis y su armamento moderno.

Viendo la amenaza repelida, algunos de los guerreros de la aldea se acercaron a Ignis con curiosidad. Miraron las ametralladoras con asombro y respeto, desconcertados por cómo Ignis podía manejarlas con tanta facilidad.

"¿Cómo puedes cargar y moverte con esas máquinas tan pesadas?" preguntó uno de los guerreros con una mezcla de admiración y incredulidad.

Ignis les explicó la mecánica detrás de las armas modernas y su entrenamiento en su mundo de origen. Les proporcionó una breve demostración y enseñó a algunos guerreros cómo manejar rifles M16 para aumentar su capacidad de defensa.

Sin embargo, no todos en la aldea estaban dispuestos a aceptar la ayuda de Ignis con gratitud. Algunos guerreros orgullosos, heridos en su orgullo, intentaron mover una de las ametralladoras M2 Browning por su cuenta, creyendo que podrían manejarla. Pero el peso de la ametralladora y su munición completa demostraron ser demasiado, y la máquina se desplomó, provocando risas entre los presentes.

La batalla había dejado en claro el valor de Ignis como aliado en la lucha contra los monstruos. Aunque algunos aún mantenían sus reservas, la mayoría había presenciado de primera mano su habilidad y determinación para proteger a la aldea.

La noche continuó con una mezcla de gratitud y respeto hacia Ignis. Luna observaba con admiración y gratitud, reconociendo la importancia de la ayuda que brindaba. La sensación de camaradería y unión entre Ignis  y los habitantes de la aldea estaba enraizada en la lucha y la victoria compartida.

A medida que las estrellas brillaban en el cielo, Ignis y Luna compartieron una mirada que transmitía el inicio de una conexión más profunda. El ruido de la celebración se mezcló con los latidos de sus corazones, marcando el comienzo de una relación que trascendería las adversidades y desafíos de su mundo.