Por favor, música original de O&P

Mayo de 1806 , Meryton ,
Condado de Herstfordshire .
Inglaterra.

Elizabeth Bennet tardó algún tiempo en descifrar y releer esas escuetas pero precisas líneas escritas en una carta por Mr Darcy hasta que de se poco la joven comprendía que eran sinceras.

«La niebla del final del invierno solo me deja ver hasta la mitad de río Meryton, la brisa se mueve como jugando con los débiles renuevos de los viejos robles , recuerdo aquel día como si fuera hoy...

Mr Darcy al declararme su amor en Hunsford fue absolutamente ofensivo para conmigo y mi familia cuando me recalcó a viva voz :

"Llegué hasta aquí con la única idea, de verla a usted .
He luchado en vano contra el sentido común, las expectativas de mi familia,su inferioridad social, mi posición y sus circunstancias, pero estoy dispuesto a dejarlas de lado y que ponga fin a mi agonía, ¡La amo! Señorita Elizabeth.

Fue muy grosero, creo que a quién se le dice amar nunca se le debería hablar de esa forma.

Pero todo pude haberlo olvidado si no se hubiera interpuesto en el noviazgo de mi amada hermana Jane con su amigo Charles(...)

Con su actitud orgullosa hizo que le respondiera de la misma forma-:
"Usted es el último hombre con quién yo me casaría " -.Entonces al recordar secó unas lágrimas con las manos y se prometió a si misma que eran las últimas en derramar.

Mr Darcy se encargó tiempo después no sólo de reparar ese error, sino que también, salvó el buen nombre y honor de mi familia cuando el oficial George Wickham se fugó con mi pequeña hermana Lidia de tan solo quince años y pagó la dote de diez mil libras obligándole a casarse con ella.

Creía que ese desgraciado era una persona de bien y hoy merece que lo deteste profundamente , pudo arruinar a Lidia como intentó hacerlo para siempre con el honor de mis padres y el de mis hermanas ...

Hoy las miradas de Wickham para conmigo me irritan y me intimidan hasta el punto hacer que sienta temor. »

Ahora he comprendido que me siento en dudas  con mis sentimiento y culpas por la falta de dicernimiento para con el orgulloso amo de Pemberley .

En tan solo unos días se casa Jane, sus maletas serán despachadas a su nuevo hogar en Londres.
Mi adorable hermana mayor es muy bella, la más hermosa del Condado como dice mi madre; ella se enamoró de un hombre muy dulce que le corresponde.
Siempre  charlábamos en nuestras tertulias :
"casarnos con amor o vivir solteras para el resto de nuestras vidas " , ahora comprendo que esas refexiones fueron dichas  únicamente para mí, sé que he de vivir soltera para siempre y espero solamente tener fortaleza para empezar de nuevo.
Jamás tuve alguna noticia de él por qué nunca me atreví a preguntar por él...

Y lo ha dejado bien en claro jamás podrá perdonar mis defectos y mis errores, tampoco mis circunstancias ; si hubo detestado a mi familia ahora sentirá el rechazo más profundo.

Aunque duela mi decisión lo he salvado de manchar su apellido ante la sociedad.
Seguramente tendrá oportunidades con señoritas suficientemente cultas y preparadas para estar a su lado; por ejemplo : la señorita Caroline Bingley, ella es dueña de todas las bondades de la naturaleza y pertenece a la más alta clase social...

Siento que preferiría otro tipo de persona para que lo hiciera felíz y comparta su vida , lo deseo con todo mi corazón.

La señorita Bingley me aborrece y siempre me lo hizo notar, hoy no siento ningún tipo de resentimientos solo estoy invadida por la tristeza.
Ella en tiempos pasados me provocó de diferentes maneras y le he tolerado cientos de desprecios y desplantes pero, siempre supe defenderme con ironías y hasta a veces con humor.
Debería tratar de olvidarlo, sé que es muy difícil pero también, sé que tendré que agradecer lo que hizo por mi familia.

Hoy llegarán desde Londres mis tíos y mis primos e inevitablemente también Lidia y su esposo , si a eso le sumamos los nervios de mi madre, el desenfado de Kitty , los silencios de mi padre y la reserva de Mary... serán días difíciles.

Prometí regresar a casa pronto por que tengo mucho por hacer, ya nada volverá a ser como antes.—pensó Lizzie al guardar aquella carta entre las hojas del libro de poemas y retomaba el sendero rumbo a casa con el sol tibio que asomaba tímidamente sobre el horizonte primaveral .

-¿ HIJA, SE PUEDE SABER POR DONDE ANDUVO?-vociferó la Señora Bennet.
LE HE DICHO MIL VECES QUE NO ANDE SOLA DERROCHANDO EL TIEMPO LEYENDO NOVELAS POR AHÍ.
¡ES SU CULPA SEÑOR BENNET!
Los alardes presuntuosos de su querida madre eran intolerables , muy poco le interesaba si el señor Bingley era alto, moreno o rubio , tampoco si el joven amaba a su hermana; lo único que la desvelaba eran las fabulosas rentas anuales 5000 libras que tenía para ofrecer...

-Lo siento madre hoy me he sentido atraída por el amanecer, no reprenda a mi padre ni se enfade con él. -Elizabeth sabía muy bien que su espíritu estaba alicaído pero esperaba que de a poco iría  a retomar sus viejas costumbres.

-Señora Bennet, no rompa la paz de este bendito día se lo pido por favor, se que sus nervios se encuentran más alterados que de costumbre, apiádese de mi tranquilidad y la de mis pequeñas florecillas silvestres que aún quedan por llevarse .

-¡¡Usted tiene que considerar que(...) !!
La escasa paz de Longbourd parecía que en esos momentos se iba a romper en mil pedazos cuando llegó Mrs Hill el ama de llaves.

-El desayuno esta servido señora Bennet.

-Muchas gracias -respondió Mr Bennet soltando el aire de golpe eludiendo las fanfarronadas de su mujer.

Longbourd se había convertido en un embrollo , la familia convulsionaba aún más que de costumbre , de una u otra forma alteraba a todos sus integrantes, si a ello le agregaban la llegada de visitantes con más confusión, ruido y griterío.

Su tía Gardiner le había traído desde Londres un vestido de fiesta de seda bordado  y aunque la había halagado, estaba desganada, sabía perfectamente que Mr Darcy ya se habría olvidado de ella y seguramente tendría alguna que otra con aspiraciones serias para ser cortejada con lo que él como hombre significaba.
Ella sabía que había actuado con mucho prejuicio el mismo que no le dejaron ver que era un hombre íntegro...tarde, muy tarde se había dado cuenta que debió darle al menos el beneficio de la duda y escucharle.
Él había actuado siempre con mucho orgullo y altanería desde que se habían conocido y quizás la había ofendido producto de su imprudencia o de su forma de ser.

El desayuno nupcial se celebraba en la mansión de los Bingley y lo preparaban las familias de los contrayentes...
Lizzie sabía perfectamente que llegaba el mejor día en la vida de su hermana, y que nada debería empañarlo , también  que era inevitable volver a ver al Señor Darcy y que posiblemente, la última vez...

Elizabeth se llevó una mano al mentón y observando a los suyos cayó en la realidad que quizás era lo mejor que había sucedido, consideró que no estaba preparada para ser una carga u oprobio para nadie , que debía agradecer a ese caballero y quedar aunque sea como buenos amigos.

Continuará...