otros besos

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Los días de visita mejoraron mucho el humor del silencioso amo de Pemberley, tanto que después de ir a ver a Elizabeth llegaba a su casa silbando o riendo, esa tarde fue a visitarla con Richard con el único objetivo de conocer a Mss Mary.

—¿Cómo estás ?-preguntó luego se tomó las manos,   las aunó y  las besó con afecto.

-Muy bien, ¿usted?  , ahora que la veo, muy bien -contestó al sentarse y cambió de conversación .

-¿Cómo siguen sus estancias en Bingley House?(...)deben ser más que tranquilas.

- ¡Extraordinaria!; por supuesto que sí... la señorita Bingley ya no molesta, si es a lo que se refería.

-A eso me refería.—aseguró.

-Mi cuñado comentó al pasar que quedó bajo la tutela de su hermana mayor, al parecer, seguida muy de cerca por el señor Hurts.

-¡Qué vergüenza que con casi treinta años tengan que custodiarla(...)-Mary interrumpió -¡Qué mujer tan desagradable y reprochable en todas sus  maneras ! (...)
Fíjense señores que hasta discute con sus dos pequeños e inocentes sobrinos.
Voy a confesar algo, al retirarse, no me privé de hacerla trastabillar con una zancadilla antes de bajar esos escalones.-la jovencita muy suelta de cuerpo señaló con la mirada la puerta de entrada y ambos caballeros rieron.

-Se pegó un flor de porrazo y yooo, yo miré de costado haciéndome la tonta, se la tenía jurada y me prometí que no será la última vez si vuelve a sus andadas—agregó riendo .

-Le juro Señorita Mary que yo sentí los mismos deseos- murmuró Darcy .

-Camina derecho a la soltería-acotó Elizabeth- cualquier hombre que esté en su sano juicio que pretenda unirse a ella en matrimonio , seguramente, será por su renta anual para vivir por siempre sin hacer nada , pero pobre, sería un castigo celestial y digno de ser compadecido por siempre.
Pero, ¿ ustedes no creen que no merece la pena que perdamos el tiempo en hablar de ella?

-Claro que no, para mi es un tema absolutamente terminado , hablemos de otras cosas .

-Hemos traído limonada, ¿les apetece? Los primos aceptaron gustosos.
Después de tomar un sorbo, Darcy preguntó.

-¿Cómo fue tu infancia?

-Bella , muy tranquila y feliz...

-Si claro -Interrumpió Mary - excepto que al nacer mi padre y mi tío te habían preparado el cajón mortuorio blanco.

-Es cierto, nací casi muerta y la primera noche ya me habían desahuciado .

-Ohhhh. -Darcy pasó saliva con dificultad por el relato, para luego llevarse una mano a la boca .

-Pero desde esa noche fría comenzó mi terquedad con muchas ganas de quedarme con ellos -Ella lo dijo como si nada, como si hubiera dicho que le habían puesto un hermoso ajuar rosa y que sus padres estaban felices por haberla traído al mundo.

-Gracias al cielo.

-No se libraron de mí; usted verá señor, -dijo entusiasmada entre dientes.
Desde que era una niña de tres o cuatro años iba con mi padre a la ciudad a vender cerdos otras , mientras él hacía cuentas me sentaba sobre sus piernas, y allí yo me ponía a contar,
le decía a mi madre con orgullo:
"¿Cuántos niños de esa edad son capaces de jugar con números mayores de diez, o incluso de cien?" .
A los seis años, hacía sin dificultades sumas de varias cifras.
Papá decía dos o tres números y yo, como si tuviera delante de la cuenta escrita , era capaz de ver la suma de cada columna, pues el resultado se formaba en mi cabeza casi instantáneamente.
"Mira  esta niña ...es muy lista ",
"Mi pequeñita que casi no vive y hoy , es una luz para los números " , repetía y repetía.

Conforme crecía, comenzó a enseñarme a leer, me indujo a la literatura, a estudiar historia, geografía, pero también aprendí a administrar la finca, cuestión que hasta ahora continúa y me he convertido en su mano derecha.

-Un verdadero maestro.

-Si...
Se estableció entre él y yo una relación muy estrecha cosa que mi madre nunca logró entender.

-y yo, la pobre del medio-Dijo Mary con halo de resignación.

-Como yo Señorita Mary.-respondió el coronel-en el medio de tres hermanos acomodándome a las circunstancias .

-Demás está decir que admiro a Jane profundamente, que la adoro de la misma forma que ella a mí pero, ella me supera en todos los más amplios sentidos de la belleza porque siempre fué mucho más hermosa y refinada que yo.

-En mi opinión no es tan así-respondió con galantería Darcy.

-¿Usted lo cree?

-¡por supuesto!

-Señor...
Mí madre siempre se ocupó de malcriar a las más chicas y de alabar la belleza de Jane.
Ponía mucho empeño en enseñarnos a bordar y coser, pero debo admitir que en ese aspecto fui un fracaso .
Luego me enseñó a cocinar , considero que me gusta y que en eso soy diligente ,ella me hizo entender que una buena mesa era una buena forma de brindarse y el atender, el servir no empequeñece, al contrario, despierta un sentimiento de alegría muy grande.

A Jane le encantaba la idea de vivir en Londres, en cambio mis ambiciones divergían mucho de las suyas.
Yo quería vivir en el campo, aprender a montar a caballo, caminar , leer , soñaba con hacer algo útil con mí vida . Cosas de jovencitas.

«permíteme soñar amada mía (...), me gustaría que algún día me ayudes ...»dijo él para sus adentros.

-¿Y su Infancia, señor?

-Yo fui bastante duro para aprender y sentí muchos bastonazos y coscorrones en mi cabeza venidos por parte del maestro que me instruía.
¿Ves la marca en el labio? -Él se incorporó y se tocó el labio superior.

Él me abofeteó partiéndome la boca , luego, me corrió por todo el salón a los gritos , cuando me alcanzó me sacó de sus manos la señora Reynolds .

-¿La señora Reynolds?

-Es el ama de llaves .La señora que gobierna a los criados de Pemberley desde que tengo uso de razón.
Demás está decir que mi padre lo despidió , yo no era un ningún santo pero tampoco un demonio , no entendía y él creía que me burlaba.

-¡bien hecho!... santo cielo.
La violencia física con los niños me indigna , creo que hay otros métodos para educar, en sí toda violencia es indignante.

-pienso del mismo modo.

-Hace una tarde espléndida,
de hecho , señor Darcy , podría invitarnos a dar un paseo por el parque. ¿no le parece?

-Me parece muy bien, vamos a caminar —estaba más que bien, había llegado el momento de salir a buscar unos besos.

Darcy miró por encima del hombro a Mary y al coronel que estaban a poca distancia delante de ellos hablando tranquilamente.
Al pasar bajo las frondosas ramas de un roble detuvo la marcha, ella no pudo evitar alzar la vista cuando se vio encerrada  con un brazo sobre el árbol y se percató de la mirada cautivante de su joven novio era distinta. Se quedó inmóvil mientras intentaba decir algo.

-Creo que su hermana está oyendo las aventuras de primo en la guerra .

-Me lo imagino, esperaba algo por el estilo.
Ambos son muy parlanchines .

-¡Elizabeth ! ¡ que inesperado placer!

-¡Señor Darcy ! Le obsequió con una sonrisa tierna.

¡Oh Elizabeth !  Él tomó su rostro en sus manos y le plantó un beso rápido en los labios.
De repente por primera vez se vio a sí misma acunada entre sus brazos, el señor Darcy no estaba seguro que hacer ahora que la tenía tan cerca pegada a él.
Se dejó llevar por sus instintos más ardientes e intensificó un segundo beso perdiendo el control de sí mismo, tanto, que gimoteó su nombre en la oreja una y otra vez de manera posesiva y pasional, le descubrió un hombro e hizo un camino de besos hasta allí, se detuvo un instante y se aflojó el nudo de la corbata suspirando .

-¡Mi querida Elizabeth!-dijo envolviendo su cintura con sus manos pegándola más al cuerpo .
Ella era inocente, y al sentirlo tan cerca sintió que su cuerpo no le respondía... estaba consciente que los hombres tenían ciertas libertades y necesidades pero no era lo debido.
Ella quería hacerle saber abiertamente que lo amaba pero aún era muy cauta para manifestar sus profundos sentimientos más que con las miradas, aceptación y sonrisas cándidas y besos.
Él sintió que se había dejado llevar por un impulso,  cerca de ella se flanqueaba y era irrefrenable lo que sentía , estaba enamorado y apasionado por su hermosura, por el aroma de su piel , por sus inmensas ganas de descubrir y sentir su cuerpo pero al ver su mirada sombría, acariciándose el pelo con los dedos hacia atrás la miró sintiendo culpa .
Ella se puso tensa sabiendo que aceptaba sus caricias, sus besos, su familiaridad, y hasta le había permitido ciertas libertades que probablemente si antes le hubiera dicho que se detuviera lo hubiera hecho .

Su mente repetía— :
«¡Esto no está bien,esto no está bien ¡»Sus ojos se abrieron un poco sorprendidos, pero se dominó.

—Esto no debió ocurrir ;  dijo mientras que con las manos se apartó suavemente sin ofenderle, Elizabeth recordó su historia de haber perdido los estribos con él y se obligó a ser un poco condescendiente.
¿Por qué? exigió en silencio, se alisó el vestido para abajo y poniendo un manto de olvido y con distancia le dijo—:es hora de seguir con el paseo señor Darcy , no tengo intención de caminar sola hasta la fuente.

-Perdóname—tartamudeó culposo ante la falta.

El paseo se inició en silencio entonces ahora ella fue quien lo detuvo.

—Señor Darcy (???)  ¿¡qué piensa!?
¡¡Ilumíneme por favor!! Juro que no puedo leer su mente...

—en usted—respondió cuando quien parecía ir a la horca era él... Ella consideró que nunca le había visto tan vulnerable y culposo como hasta ahora.
Por primera vez sintió que daría su vida para hacer feliz la suya .
Le prometió a su corazón que haría todo lo que pudiese para mantener aquella sonrisa tan abierta en su cara y encender aquel brillo en sus ojos azules como antes .

—Pues, que tal si en vez de pensar en mí , no aprovecha esta tarde hermosa en charlar conmigo ...
Luego ella agarró sus manos entre las suyas, asintiendo de puntillas estiró el brazo y acarició sus hoyuelos en la cara suavemente y por primera vez ella le dio un beso , entonces el sonrió con alivio .

—Así que,- dijo bromeando ,-el señor Darcy tiene dos hoyuelos , los acabo de descubrir.

-¿Los tengo?(?) —él preguntó.

-Los tiene, debería sonreír más para que yo los vea—Él respiró hondo pensando por un momento que todo se había ido al demonio sintió que le volvía el alma al cuerpo.
Elizabeth sintió culpa por incitar , por hablar de los hoyuelos y besarlo pero también recordando una mil veces que no iba a perder su virtud hasta la noche de bodas y que debía comprender.

Darcy sabía que debía irse con el primo por unos cuantos días porque el viaje a sus industrias en Leed era impostergable. También advirtió al mirarla el dejo de tristeza cuando se lo dijo.
Antes de regresar a casa, Darcy encontró un momento para despedirse de ella :

—Le pido por favor, cuídese señor.

—Lo haré— entonces él volvió a besarla.

Continuará...

Me despido con esta joyita del final alternativo de la película 🥰

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