The Corrs

Sabiendo que él seguiría vivo en sus recuerdos y ya no tenía nada que esperar , temer o reprocharle, ni siquiera sentir rencor, solo debía dejar que pase el tiempo y tratar de soportar lo mejor que pudiera con el único consuelo de saber que no había sido más que una ilusión sabiendo que nadie más que ella había salido perjudicada.

Después del almuerzo a la hora en que todos iban a tomar una siesta, Elizabeth cogió unas hojas el tintero y una pluma , luego pasó por la cocina a buscar algunas galletas y se encaminó rumbo al quiosco del parque, su lugar preferido para escribir , aveces leer o tomar el té con sus dos hermanas .

Al llegar se sentó bajo las sombras de la enredadera , acomodó sus cosas tratando de dominar sus emociones y comenzó a escribirle a sus padres ya que tenía planes de regresar.

Darcy tomó los libros y se encaminó directamente hacia la mansión de su amigo .
A cada paso que daba él oía el crujir de la grava bajo sus botas y sentía en el rostro el calor de la canícula veraniega que era insoportable pero más que todas esas sensaciones sentía muchas ansias de poder encontrar rápidamente a Elizabeth , a solas.

Todo salió mejor de lo que esperaba cuando al cruzar el jardín la vio distraída escribiendo bajo la glorieta florida.
Él comenzaba a recuperarse del golpe de encontrarla tan inesperadamente y ella se sintió alarmada por la sensación de que ya no estaba sola , allí lo vio venir , sus ojos azules la miraban intensamente, como con un propósito que no lograba comprender y un fuerte rubor de sorpresa trepó por su rostro

-Sr Darcy (¿?) --Ella se vio tontamente sorprendida sin saber que decir bajó el rostro.

-Srta. Bennet, me disculpo por molestarla- su voz era en susurros envolventes y su mirada muy cálida y dulce.

-Vine a traer sus libros.

-Pensé que se había olvidado de (...) m-mí -murmuró al final.
Habiendo escuchado él, le respondió rápidamente...

—No... no me he olvidado de usted... Señorita.

—Su ausencia me dejó pensando que usted estaba ante nuevas y mejores expectativas.
Perdón, señor no quise entrometerme—dijo con cierta angustia y agregó—:usted no debe hacerme caso.

Darcy comprendió de inmediato que su conclusión apuntaba directamente a que ella había  pensado que habría aceptado comprometerse o quizás peor , que se había enamorado de Melody Dupont.
Al oírla se quedó mudo y sintió terror por no poder haber armado una estrategia más inteligente para poder abordarla.
«¡Di algo, maldita sea!» Se dijo para sí mismo.

Elizabeth miró los libros que tenía en sus manos queriendo desaparecer...

—Ya que tuvo la gentileza de acercarse hasta aquí necesito hablarle—ella volvió a bajar el rostro, pero escuchó de él una pregunta:

—¿Nuevas y mejores expectativas?
¿A que se refiere precisamente?—Darcy habló para sus adentros:
« me duele que esté tan triste, pero de alguna manera para bien o para mal extrañó mi ausencia .»

-Creo que no me debí ser atrevida, señor . Lo siento.
Lo hacía fuera de Londres -los nervios la habían traicionado y se maldijo al haber dejado al desnudo aquellos pensamientos.
—Gracias por los libros, en realidad no tenía razón  alguna de traerlos...

-Sí que debía traerlos.

—Bien, los llevaré para mi casa y los leeré con muchísimo gusto, pero también debo agradecer  el haber ayudado a salvar mi familia, le juro que si pudiera le devolvería cada libra que destinó para  mi hermana menor.
Esto lo tenía que decir desde muchísimo tiempo atrás y sabrá que las cosas cuando se deja pasar el tiempo las  convierte en injusticia. -Lizzie le envió una mirada bastante triste mientras retorcía el listón que envolvía las novelas...

-Señorita Elizabeth le ruego que no se vaya y sepa que no lo hice por su familia que lo hice por usted , los libros fueron una excusa solo para venir a verla , tampoco esperaba su gratitud(...)solo vine a hablarle con el corazón.

-Dígame entonces porqué de un día a otro dejó de venir(?)

-Yo dejé de venir porque la cité para hablar y usted no acudió a la cita (...) le escribí dos cartas.

-¿Qué cartas? ¿A qué se refiere?

-¡Las dos que envié!

-Yo no he recibido ninguna carta.

-Mis Elizabeth, yo no miento.

-Señor, ¡yo tampoco miento! , no he recibido ninguna carta.
¿Usted dice la verdad?
Darcy se acercó y comenzó a comprender que su primo tenía razón, algo que escapaba a sus errados pensamientos había hecho que entre los dos hubiera un malentendido , un malentendido que hubiera sido fatal , alguien les había tendido una miserable trampa.

-Pensé que usted se había fijado en Lady Melody—ella prosiguió y le habló de la única manera que sabía...

-Entiendo a que se refiere, nada de lo que usted cree ha prosperado ... en cuanto al viaje (...) el viaje solo necesitaba hacerlo hasta aquí para que me escuche .

-¿Qué decían esas cartas?

De repente él dijo:
En la primera le pedí disculpas por mi lamentable comportamiento y la cité para verla en el parque para hablarle de mis sentimientos sin embargo como un último recurso, me animé a escribir una última para renovar mis sentimientos pero todo fue inútil yoooo...

"La amo señorita Elizabeth, la amo , la amo, no me pregunte desde cuando, pero déjeme decirle que desde que empecé a ver cuán atrevida que era...

-¿Atrevida?

-Atrevida, sí ; atrevida por ser la más linda, por mirarme así, por meterse en mi vida cómo un vendaval, por robar mis pensamientos y hacerlos suyos.

-Señor Darcy...
Usted no puede imaginar la pena que sentí desde aquel día , me sentí tan sola y apesadumbrada que en mi pobre mente se tejieron ideas nefastas .
Creí que me comparó y vio la naturaleza de una mujer muy hermosa , sofisticada y talentosa  que pertenece a su medio , además, más conveniente a sus necesidades .

- Créame que no, ella no es la mujer que quiero para mí vida...

-¿Ni siquiera lo anima ?

-No.
Conozco a Miss Melody menos que a su hermano, digamos que es como una cierta amistad lejana. Esa señorita no sabe quién soy y poco me interesa que lo sepa .
Si viste alguna expresión de afecto, estate tranquila que en lo que a mi respecta no tiene absolutamente nada que ver con el amor.

Su padre fue el hacedor e insistente para proponerla , sabe muy bien cómo se dan estas cosas, a veces son las madres en cambio otras, los padres y no conoce escalas sociales.

-Si, de hecho mi mamá lo hizo con nosotras...

-Si... la señora Bennet lo hizo y de verdad, en su familia cobra algún sentido.
Elizabeth, en cuanto a su belleza, no existe una mujer más hermosa que usted...
Y le ruego que dejemos atrás las disputas del pasado.-Se quedó mirándola durante unos segundos.
-Quiero que me responda si tengo la suerte de ser correspondido .
Ahora es usted la que calla quíteme la agonía que siento.

Darcy podía ver como ella apretaba la boca y esos hermosos ojos negros estaban en una lucha feroz de sentimientos a punto de llorar .

-Usted es correspondido, sí-con lágrimas en los ojos ella le aunó las manos, las besó y se las llevó a las mejillas.

Él no podía ver ni dónde terminanban o comenzaban sus sentimientos profundos con la alegría que sentía en su corazón , le respondió con una sonrisa.

- Señor Darcy-musitó mientras él rozaba muy suavemente su mejilla con el dorso de su mano y levantó el mentón con un dedo para que lo mire.

-Elizabeth , míreme a los ojos le ruego...
Mi verdadero y único propósito era verle y tratar de averiguar si podía albergar alguna esperanza con usted , no pregunte desde cuando la quiero porque no lo sé .

Elizabeth miró en blanco -: Le prometo que trataré de nunca avergonzarle

-¿Avergonzarme? ¿de qué, de quién?
Elizabeth eres a quien quiero para mí, los demás que digan o piensen lo que le venga en ganas por qué siempre lo van a hacer, yo he vivido apartado y tan lejos de todos estos imbéciles como he podido .
Será un orgullo poder lucirme llevándole del brazo.

Pero él se quedó pensando otras promesas que aun no eran oportunas para decir...
«será un honor que algún día se convierta en mi señora Darcy, el ama de Pemberley, el ama de mi vida, la que va a reinar mi vida, sé que tendremos que afrontar inconvenientes pero juntos por el mismo camino será más fácil.

-Hablaré con su padre , hablaré con Charles nuevamente.

-¿Nuevamente?

-Si, ya le había permiso para visitarte y...

-No lo sabía...

-¿Vamos a caminar? Le propuso para estar un poco más alejados de la posible mirada de algún curioso y ella asintió... Él le extendió el brazo y al guardar el suyo con la otra mano le cubrió la suya sonriendo .

Hicieron un camino conocido por ellos rumbo a la la fuente del león , al llegar , él se puso de frente para hablar tomándole las manos las besó.
Te das cuenta, tu te das cuenta lo que hubiese pasado , te das cuenta que hubiera sucedido ,-Darcy comenzó a enfurecerse cuando recordó el sin destino de sus cartas.
-Quiero saber ya mismo que es lo que pasó .
Imagino que el diablo metió la cola e hizo que no llegaran a sus manos.

-Yo no tengo en-enemigos...-El le tomó el mentón, para mirarla.

-Debo actuar con cautela e inteligencia para pillar al desgraciado ...
Elizabeth hoy es el día más felíz que no recuerdo en toda mi existencia -y, sonrió .

-Deberías hablar más señor ...a veces me cuesta mucho querer interpretar sus silencios , también debería sonreír más...
El se acercó y suspirando apoyó su frente a Elizabeth , no quería volver a equivocarse nuevamente y ser indecoroso...

Pero no pudo , al separase con timidez ella pestañeó con su gracia tan natural y su vivacidad y fue suficiente para tomar aire y animarse ...

-¡Elizabeth!-respiró profundo varias veces hasta que reunió suficiente coraje Darcy sintió un impulso de deseo por ella.-¿puedo?-le pidió permiso para besarle .
Con las mejillas vivamente coloradas, Elizabeth no contestó
Elizabeth cerró sus ojos ante el panorama de su rostro tan cerca suyo, y sólo un momento después, sintió su cálida respiración en su mejilla, seguida por la suave presión de sus labios en los de ella. Una exquisita sensación corrió dentro de ellos. Nunca antes había experimentado tal deleite, quedaron atónitos por el placer que le provocaban las caricias de sus labios. No había pasado, ni futuro en ese momento, ni recuerdo de todo lo que contenía sus historias, era el comienzo entre ellos.

Continuará...