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Se sentía como criminal, un criminal que escapaba de su propia casa.

Gulf lo había levantado al alba como si fueran cadetes militares en un fuerte entrenamiento, y juraba que nunca en su vida había incluso observado el amanecer en donde tuvo que esconderse entre arbustos, rosales y cualquier cosa que Gulf consideraba un buen escondite, había sido peor que hgacer ejercicio.

Cuando habían salido de la propiedad Mew sudaba por todas partes y se sentía pegajoso sin mencionar que tenía tierra, hojas secas así como verdes. Era un desastre.

—Nunca pensé que el matrimonio me llevaría a escabullirme de mi casa como vil criminal además de terminar peor que adolescente hormonal transpirado —Gulf casi se rio de ello, pero observando que Mew estaba mirando un asco su ropa decidió mejor cerrar la boca.

—Cuando lleguemos a mi departamento tomas una ducha —ni siquiera esa información le había puesto de mejor humor.

— ¿La tomas conmigo? — Gulf levantó las cejas de impresión aunque después su semblante cambió a diversión.

—No

—Entonces escabullirme de mi propia casa y terminar haciendo un asco ha sido para nada.

Antes de que pudiera decir algo Mew se había metido al auto que los estaba esperando con una cara de resignación y asco puro que Gulf pensó que se había casado con un hombre con trastorno de limpieza.

Cuando recorrieron la carretera Mew prácticamente iba pegado a la ventana para que al menos el aire lo limpiara un poco y bueno Gulf solo estaba intentado aguantarse la risa del actuar del hombre.

Cuando por fin llegaron a su destino Gulf decidió hacer todo lo más rápido posible y se auto agradeció de haberse adelantado comprando ropa para Mew y que intuía que ya estaba en su departamento-estudio.

Mew había prácticamente acaparado el baño y bueno Gulf empezó a empacar todo porque había tomado una de las habitaciones de invitados que tenía suficiente luz para poder poner su estudio.

No había contratado algún servicio porque no quería que nadie se metiera con sus cosas o que algunos diseños de futuras colecciones se filtraran así como borradores de antiguas; era muy celoso de su trabajo.

Tenía quizás unas tres cajas ya empacadas solo de trabajos que ya estaban clasificados cuando Mew salió de la ducha.

Mew observó el departamento que en solo un simple vistazo era un estudio. Había fotografías en las paredes en donde se veían diferentes culturas ya sea de forma arquitectónica, cultural o religiosa.

También había un gran librero con grandes carpetas que estaban clasificadas por culturas, etnias, paisajes y un sinfín de cosas, además también cerca de la ventana había una mesa de trabajo con diferentes cristales o diamantes, aún no estaba muy seguro.

Sin embargo, también en el lugar más apartado y oscuro había una mesa de diseño y alrededor muchos elementos que sabían eran especiales para diseño, también había notado como había un gran librero en donde alcanzaba a leer títulos raros.

Acercándose más al librero notó que eran una recopilación de leyendas, historias, mitos y algunos relatos que desconocía sin embargo eran de diferentes lugares, dejando de lado el librero siguió recorriendo el lugar notando que todo el lugar era como un tributo a la historia e investigación de situaciones extremadamente raras, románticas o quizás bizarras.

No tuvo el valor de preguntarle a Gulf o al menos intentar abrir una de esas cosas que le llamaban la atención, primero porque sería invasivo hacia la privacidad de Gulf y en segundo porque temía encontrar algo que no le gustara y como tercero si le preguntaba al doncel éste lo enviaría directo al infierno.

— ¿No preguntas? —le cuestionó el doncel al verlo tan pensativo.

— ¿Responderás? —le respondió.

—No—fue la respuesta contundente del doncel quien tenía esa suave sonrisa de burla.

—Ahí tienes tu respuesta—era divertido no siempre discutir entre ellos.

Mew no dijo nada más e inició a ayudarle a Gulf y debe decir que tuvo que tener un cuidado extremo porque con cualquier descuido sentía la mirada del doncel taladrándole la maldita cabeza.

Cuando terminaron ambos estaban exhaustos y había una pila enorme de cajas en espera de que se iniciaran a cargar para llevarlos al que sería su nuevo hogar, Mew sonrió ante el pensamiento estando tirado en el sofá como estrella de mar, y Gulf estaba en la misma posición solo que en el frío piso.

—Siento que haberte traído aquí es como si conocieras mi interior —comenta Gulf observando el techo de color blanco.

—Me encantaría conocer tu interior —fue la respuesta de Mew y el doncel no le había procesado hasta que escuchó la segunda parte —En realidad estoy muy desesperado por conocerlo —Gulf se quedó quieto unos segundos y luego empezó a reír.

—Eres un asco en coquetear—le comentó el doncel mientras seguía riendo logrando poner una sonrisa suave en Gulf.

—Considero innecesario esforzarme en coquetear contigo—Gulf abrió la boca ofendido ante el descaro del hombre.

— ¿Por qué? No es que me gustes o algo parecido, pero lo encuentro tan ofensivo porque estamos casados —Mew solo soltó una carcajada gigante.

—Porque estamos casados es que no tengo que coquetear así contigo porque ya puse mi anillo en tu dedo y solo me falta poner algo en tu interior, pero sé que no me dejarías, eres muy malo.

Gulf volvió a reír tanto que le dolió hasta el estómago y algunas lágrimas salieron de sus ojos, lo malo que era Mew con su sucio coqueteo y el hecho de que estuviera desesperado por sexo, muy desesperado...

—Necesitas sexo—le dijo el doncel cuando la risa se le había calmado lo suficiente.

— ¿Te ofreces como voluntario? Mew giró su cuerpo colocando su brazo sosteniendo su cabeza para poder observar a Gulf.

—Estás tan desesperado que creería que llevas meses sin sexo —cuando Mew no dijo nada Gulf rápidamente se giró observando a Mew.

—No, no puede ser cierto —le dijo observando como las mejillas de Mew se ponían levemente rojas— ¿En verdad? ¿Meses? — Mew asintió y Gulf solo se volvió a reír de la miseria de su marido.

—Soy un hombre de principios y antes de casarme estaba sufriendo una terrible depresión amorosa, sin embargo luego me case y lo único que logre con ello fueron viajes internacionales de huida y nada de suaves piernas abiertas durante la noche y nada de arrumacos y mucho menos amor.

Gulf se quedó pensativo ante ello y lo observó concentrado como si estuviera contemplando la razón del universo.

— ¿Quieres un verdadero matrimonio? Si es así es porque no te divorcias de mí —la mirada fue algo que no supo identificar para el doncel fue ilegible.

—Porque hicimos un circo mediático acerca de nuestro matrimonio, mandaste a tu hermano al hospital y tus padres están furiosos contigo sin mencionar que tienes algo raro con tus abuelos además mi familia me repudiaría si nos divorciamos tan rápido así que solo me queda seguir casado y como eres más difícil que novicia a punto de terminar el noviciado tengo complicaciones —oh por todos los cielos el hombre quizás tenía voluntad de acero ¿debería comprobarlo? Pensó el doncel.

—Eso quiere decir que si yo aceptara podríamos tener un matrimonio normal, con sexo, hijos, peleas, chantajes y todo lo que eso implica —no era un cuestionamiento, era una decidida manifestación y Mew solo observó cómo su esposo divagaba y sin quererlo su corazón latió más rápido y no pudo contenerse al imaginarse una vida con el doncel.

Como si las energías le volvieran al cuerpo rápidamente se bajó del sofá y luego se colocó entre las piernas del doncel que para su suerte habían estado abiertas por su postura de estrella de mar. Sin embargo cuando el doncel sintió el rose de sus cuerpos rápidamente se tensó.

—Siempre te tensas cuando estoy cerca y siento que es muy lindo—Mew le dijo y Gulf sintió una corriente que le recorrió todo su cuerpo.

—Quizás me disgustas —la sonrisa depredadora de Mew le indicó que nada bueno saldría de lo que planeaba al menos para él.

Lo comprobó cuando sintió como Mew juntó sus pelvis y como sus muslos fueron acercados y posteriormente sus muñecas fueron apresadas. Gulf se mordió el interior de la mejía para no emitir ningún sonido.

Mew le sonrió y Gulf juró que era una preciosa sonrisa que causó que su corazón latiera rápidamente.

—Dices que te disgusto, pero en cada ocasión que tenemos el mínimo roce tu piel se eriza —Gulf sintió el sabor de la sangre por morder el interior de su mejilla y aun así no emitió sonido alguno.

—Cuando estamos así de cerca tus mejillas son de un lindo rosa —Mew intentó acercarse más como si fuera a besarlo sin embargo el doncel giró su rostro y el beso fue a dar a su barbilla. Esto no lo detuvo porque bajó los labios hasta colocarlos sobre el pulso de su cuello.

—Siento tu pulso acelerado y desde aquí puedo escuchar como tu respiración se agita cada vez que bajo mis labios un poco más en tu cuello—para comprobar su punto nuevamente bajo sus labios dejando sus besos tan dulces y tiernos para luego levantar su cabeza y mirar directamente los ojos del doncel.

—Y si miro lo suficientemente tus ojos puedo observar como tus pupilas se dilatan —Gulf sintió como su vientre bajo sentía esa sensación sabiendo que se estaba excitando.

—No sé si estás consiente de tus reacciones o decides cegarte a ellas, pero tu cuerpo me indica que no te disgustas sino todo lo contrario, te atraigo lo suficiente para excitarte, para despertar ese deseo que te niegas a aceptar.

Sus terminaciones nerviosas cedieron así como su cerebro y cuando supo que tenía la boca de Mew junto con la suya sus manos estaban sosteniendo fuertemente el cabello del hombre que lograba negarlo ante cualquier situación justo como ahora.

El beso era sumamente placentero tanto que sus labios ardían y su corazón podía salírsele del pecho por lo rápido que latía, pero ahí no terminó todo porque los besos bajaron a su cuello y cuando menos lo supo ya tenía la camisa abierta y Mew sobre sus pezones dándole un placer tan adictivo.

Gimió y no se detuvo en contenerlos porque deseaba hacerle saber de alguna manera al hombre que estaba sobre él que en verdad lo estaba disfrutando, así que no se detuvo e incluso se arqueó.

Las manos que le temblaban buscaron su propio camino debajo de la camisa de ese hombre sintiendo cómo sus músculos se tensaban en cada ocasión en donde tocaba y daba leves rasguños y cuando sus pelvis se tocaran ambos gimieron ante la placentera sensación que eso causó.

—Por favor, te necesito —aunque fue un susurro, ambos supieron que fue una autorización para llegar a más.

—Te amo—la confesión dicha fue antes de cerrarla con un beso.

El suave balance que se inició a formar entre ambos era placentero tanto que los dos no sabían en dónde colocar sus manos porque sus cuerpos estaban desbordados de sensaciones; fue rápido, precoz y muy gratificante porque ambos se tensaron cuando tanta lujuria acumulada explotó en un orgasmo.

Ambos gimieron fuerte y luego solo se escuchaba la respiración agitada de ambos hasta que la voz rasposa de Mew se escuchó.

—Por fin logre llegar a tu centro de lujuria —Gulf se rió ante ello aunque la risa no le duró demasiado.

Los labios de Mew rápidamente habían tomado los propios en un beso cargado de lujuria y en medio de besos y caricias ambos supieron que ese era el consentimiento que necesitaban entre ellos para que su relación pasara de una farsa a una totalmente verdadera.

Gulf observaba como desde lo alto los autos lucían tan pequeños y las personas casi diminutas, y era tan contradictorio porque él también se vería de esa manera si estuviera tan abajo como ellos. Observaba todo esto desde lo alto de su oficina en el edificio Kana.

Había estado revisando algunos posters sobre el lanzamiento de su próximo libro y sabía que Mild no lo dejaría de hostigar hasta que terminara de elegir tantos gráficos, y en cierta forma tenía razón porque era una novela ilustrada.

Tenía tantos elementos fantasiosos que se tomó a bien ilustrar algunos detalles y darles un toque personal a este libro en específico, su trabajo en específico era ser un escritor aunque tenía un seudónimo para mantenerse un poco en el anonimato en lo único que no se ocultaba era en el diseño de joyería.

A pesar de que no lo veía con un trabajo con horario fijo, él en verdad trabajaba y el saldo de sus cuentas bancarias lo confirmaban, sin embargo eso no importaba ahora porque al parecer tendría una batalla legal y también una pequeña charla con Suppasit.

Desde que se habían practicado en su antiguo estudio algo había cambiado entre ellos, era como si hubiera un entendimiento mudo de que estaban intentando tener un matrimonio normal.

Suppasit incluso les había pedido a sus abuelos que se quedaran el tiempo necesario para que obtuvieran la bendición que antes de casarse debían obtener, pero que ni siquiera se habían molestado en pedir y ahora estando ahí sintió como un dolor de cabeza se estaba iniciando.

Tenía sobre su escritorio los posters y gráficos que Mild le había enviado para que escogiera, a la par de ellos estaba una carpeta con el logo del banco, dentro de la bendita carpeta estaba una tarjeta negra que con letra dorada perfecta decía Gulf Suppasit...

La tarjeta no era nada si no fuera una extensión de la tarjeta del mismo Mew, además también había una chequera, así como los balances de las cuentas del hombre sin mencionar que el mismo gerente del banco había llevado todo para así registrar su firma electrónica y darle las contraseñas que Suppasit le había dado de manera confidencial en un sobre cerrado de sus cuentas personales...

Ahora tenía acceso a todo el patrimonio del hombre sin mencionar que también tenía una lista de las propiedades que este poseía, y como si eso no fuera suficiente al otro lado del escritorio tenía una pila de papeles de sus padres...

Al parecer lo habían investigado seguramente intentando buscar algo para comprometer su matrimonio y obtener un beneficio económico no solo de él sino también de Mew, por lo cual se enteraron de lo que en verdad hacía.

Lo estaban demandando primeramente por una cantidad de dinero por haberlo criado, era difícil que ganaran esa demanda, pero no imposible, además ella tenía una en donde le reclamaban otra cantidad para indemnizar la pérdida de los negocios debido a que al final no se había casado con Antonello.

Eran dos demandas y pensó que solo serían esas dos, sin embargo se equivocó. La tercera era por daños y prejuicios, específicamente a su reputación y en ella le pedían una elevada cantidad de millones o de lo contrario que cediera las acciones que tenía en la empresa de los patriarcas Kanawut y al final aunque no menos esperada estaba la de su hermano.

El descarado le pedía compensación por los daños ocasionados cuando cayó por las escaleras, pedía los gastos médicos y también compensación de por vida algo así como una pensión porque había quedado mal y no podría mantener a su familia.

La única forma de poder librarse de que ellos estuvieran cada año pidiéndoles aumento si ganaban la demanda era cediéndoles acciones de Kana en donde él era el mayor accionista.

Estaba más que seguro que sus padres y su hermano se habían coludido para hacerle esta mierda y ahora tenía que responderles y teniendo en cuenta que la demanda de su hermano provenía desde Italia, las mierdas legales serían una tortura.

Si al menos fuera sólo eso estaría más o menos tranquilo, sin embargo también había una demanda de secuestro hacia Mew la cual la habían puesto sus padres y se la habían mandado con las otras cuatro demandas.

Los Parasitos no solo querían apoderarse de su dinero sino también de una parte del de Suppasit sin notar que eso causaría problemas de reputación, tenía que hablar con Mew acerca de toda esa mierda, pero no estaba disponible ahora porque tuvo que resolver asuntos fuera del país y no llegaría hasta dentro de unos días.

Ahora él tenía que encargarse de toda esa mierda y teniendo en cuenta lo grande que era podía salir muy mal, por lo pronto iría a la reunión que había organizado con sus abogados para que estos le dieran orientación para que decidiera qué camino seguir.









Creado: 12/01/2024

Publicado: 25/04/2024

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