01
Cabello perfectamente peinado con algunos pequeños brillos en él, maquillaje completamente para la ocasión y el típico traje blanco.
Gulf Kanawut estaba a punto de casarse en una gran boda de la alta sociedad sin embargo no sentía nada de lo que se supone que debía de sentir, el día de tu boda debes de tener esa gran sonrisa que no se te borra además de un hormiguero en el estómago causado por los nervios y que durante todo el proceso de planeación contaras los días para que el gran día llegara.
Bueno si eso era cierto en definitiva él no lo sentía primero porque al verse al espejo lo primero que notaba era esa sonrisa tensa y que desde kilómetros se notaba que era falsa no sentía ese nerviosismo más bien se sentía asqueroso por haber accedido a esa farsa.
La familia Kanawut desde siglos atrás habían formado parte de la alta sociedad y ahora eran una adinerada familia en la cual los reporteros se fijaban para sacar cualquier nota que atrajera al público, ahora era simplemente que estaban al borde de la quiebra envueltos en deudas y según su padre todo caía sobre él.
No sabía cuáles negocios le habían salido mal a su padre, pero sin embargo debieron de ser terribles para que todo su patrimonio estuviera comprometido y la única opción que se le ocurrió era casarlo con un hombre muy adinerado que estaba dispuesto a saldar todas las deudas de la familia solo por el placer de tener su mano.
Gulf realmente creía que el hombre solo necesitaba un esposo para poder presumirlo y creía que él era el indicado por ser de una familia de estatus además él tenía el dinero para comprar a un esposo y él era el vendido.
Al inicio no había accedido en lo más mínimo a la orden de su padre porque nadie en su sano juicio accedería, le había ofrecido a su padre todo el dinero que había obtenido de todo su trabajo para poder ayudar a su familia sin embargo su padre no lo acepto porque en sus pensamientos eran migajas que no les alcanzarían en lo más mínimo para pagar sus deudas, invertir más capital a sus negocios y mantener el estilo de vida que siempre habían llevado.
Llevaba semanas negándose incluso corto las visitas con su familia sin embargo las cosas se le complicaron cuando su hermano tuvo un accidente que resultó con graves heridas que no le permitirán trabajar durante su larga recuperación por lo que debían de hacerse cargo de las facturas del hospital además de mantener a su esposa y tres hijos.
Con toda la presión que su padre ejerció y las súplicas de su cuñada y ver el estado deplorable de su hermano al final cedió en casarse con un completo desconocido al cual conoció en su fiesta de compromiso y aunque fuera educado además de demasiado amable nunca debía de confiarse solo de eso.
Todo eso lo había traído al nefasto día en que se encuentra ahora en donde está listo para salir hacia la iglesia italiana en donde se iba a casar.
—Es hora de irnos hijo —su madre parecía neutral al asunto aunque en algunas ocasiones sentía como si quisiera decirle algo de suma importancia.
—Si claro vamos con mi príncipe azul —su padre no dijo nada, pero no era como si tuviera el derecho a decir algo.
Ambos bajaron de esa vieja casa propiedad de su futuro marido, su padre fue el primero en subirse a un auto que lo esperaba para que llegara más rápido a la iglesia y él tendrá que irse en esa limusina que lo estaba esperando.
Al ingresar sintió una corriente de frío por el aire acondicionado aunque era lo de menos porque sentado ahí todo lo sintió tan real sabiendo que en pocas horas cerrarían el trato de una venta donde él sería la mercancía y durante la noche tendría que abrirle las piernas solo esperaba que lograra excitarlo lo suficiente para al menos poder disfrutarlo.
—Está un poco pálido tomé un poco de agua para calmar los nervios —el chofer le tendió una pequeña botella de agua que él la tomo con manos temblorosas.
—Gracias estoy muy emocionado y a la vez nervioso —mentira lo que tenía era cualquier otra mezcla de emociones menos las que le decía al chofer.
—Es comprensible el día de su boda, muchas felicidades por su gran día —al menos alguien lo felicitaba genuinamente no como todos que lo hacían de manera forzosa.
—Gracias creo —los parpados le iniciaban a pesar y sintió un hormigueo que se extendió sobre su cuerpo recostándose sobre el asiento y en cuestión de minutos quedo inconsciente.
La limusina había cambiado de dirección, pero Gulf obviamente no lo noto estando en su inconsciencia, auto se dirigió hacia una pista privada en donde un jet lo esperaba junto con quien había dado las órdenes de que lo raptaran.
Desde que había estado en la vista de un Suppasit Gulf no había tenido opción porque los hombres Suppasit siempre obtenían lo que deseaban.
Mew Suppasit era el segundo hermano de cuatro hijos que nacieron en el seno de una familia italiana adinerada, su hermano mayor había amasado su fortuna gracias a la compra venta de empresas en decadencia para sacarlas a flote y luego despedazarlas para sus propios intereses económicos sus otros dos hermanos eran diferentes el tercero había decidido ser un abogado quien a pesar de no representarlos a ellos tenía una gran renombre así como una gran cuenta bancaria al final el menor de todos se había decidido por la política.
Y por último estaba el quien se había decidido por otra área totalmente diferente a la que su familia había escogido, se había comprometido al área petrolera en donde con esfuerzo y exceso de trabajo había acaudalado millones rivalizando con su hermano mayor y quizás ganándole.
Sus padres habían sabido cómo educarlos sin embargo al parecer la competencia, deseo e incluso el orgullo les venía en la sangre aferrados hasta la partícula más pequeña de su ser, cada uno de ellos había elegido áreas en donde no tuvieran que competir con sus propios hermanos para evitar disputas familiares por algo tan trivial como el dinero.
Sus padres les habían dado una suma de dinero que igualara las mismas oportunidades para sus cuatro hijos en el área que habían escogido, la cantidad que le fue entregada era casi igual que la de su hermano mayor sin embargo en el área en donde se desenvolvería tuvo que hacer muchas investigaciones para decidir sabiamente en donde invertir el capital que tenía.
Tuvo una oportunidad que no desperdicio y que logro que obtuviera beneficios muy altos y gracias a eso ahora era dueño de varias perforadoras en diferentes partes del mundo que valían millones además su fortuna personal ascendía casi al mismo monto.
Su vida era prácticamente monótona con un horario predecible y de vez en cuando un doncel o una mujer en su cama que solo le servía para saciar su pasión aunque de vez en cuando mantenían una breve aventura con alguien que lo atraía aunque no era como si duraran demasiado.
Sin embargo nunca pensó en una relación estable y la posibilidad de matrimonio jamás se le ocurrió porque en su familia un matrimonio era para siempre y él consideraba que nadie era digno para llevar su anillo o su apellido.
O ese era su pensamiento hasta que el maldito cupido lo flecho y quedo como un idiota enamorado.
La primera vez que lo vio fue cuando él se dirigía a casa de sus padres cuando su madre había tenido un resfriado y como toda buena madre los hizo sentirse culpables para que sus hijos llegaran a visitarla Mew estaba seguro de que si su madre hubiera trabajado seguramente hubiera conseguido todos los tratos importantes.
Lo había visto entrando a una de esas tiendas para novias o donceles sin embargo creyó que acompañaba a la mujer joven que iba con ellos principalmente porque observo su mano y no llevaba anillo alguno.
Se veía tan hermoso con esa tersa piel y esos ojos negros preciosos que resplandecían además tenía unas perfectas caderas en las cuales poner sus manos y ni hablar de su trasero que encajaría perfecto en su regazo.
Había caído ante el hermoso chico y si no se detuvo era porque sabía que su madre se pondría como loca si seguía postergando el encuentro, pero desde que lo observo sabía que tendría que ser suyo y lo que desea lo obtenía como todo un Suppasit.
Ese mismo día había contactado a un diseñador de joyas para que iniciara con el diseño del anillo de compromiso que sería para ese chico, incluso había mandado a su jefe de seguridad para que averiguara el nombre y todo lo relacionado con ese chico porque sería suyo definitivamente.
Nunca espero enamorarse y menos a primera vista como un crío hormonal de diecisiete años, pero ahí estaba teniendo sueños con ese hermoso doncel y deseándolo en su cama, en su casa y en toda su vida.
Cuando recibió el informe tuvo un tipo de desacuerdo personal porque el doncel de su vida se iba a casar lo que lo dejo en una difícil decisión, ser egoísta y aun así tenerlo o dejarlo ser feliz con el hombre que había elegido antes que él.
Sin embargo cuando tuvo que realizar más investigación porque el chico era el amor de su vida encontró que al parecer el matrimonio era solo por negocios y eso fue lo que termino por hacer que tomará una decisión.
El dulce Gulf Kanawut sería su esposo y que se jodieran los negocios que su familia podía tener, él tenía más que el dinero suficiente para mantener a su dulce esposo y a toda su jodida familia así que eso no iba a ser impedimento.
Sin embargo cuando decidido las cosas solo hacía falta tres días para el matrimonio así que tuvo que tomar medidas drásticas como que uno de sus guardias se infiltrara y le llevara a su futuro esposo sin ningún error.
Y eso fue lo que hicieron, Gulf Kanawut pronto un Suppasit estaba durmiendo en su jet a su lado dirigiéndose al lugar más cercano que tuviera una boda exprés porque Mew no dejaría que ese dulce doncel se le escapara.
Creado: 28/11/2022
Publicado: 03/01/2023
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