XXXIII: Omar (Final)


Aquella fue toda una mañana de revelaciones y yo seguí sin dar crédito a lo ocurrido; no obstante, la sorpresiva confesión final de mi niña me dejó todavía más anonadado. En cuanto me pidió un momento para hablar a solas, accedí, aunque fijé la vista en Kevin y él en mí durante largo rato hasta devolverme un gesto condescendiente y salir de la recámara; eso me preocupó, temí que volviera desaparecer.

Sin embargo, debía hablar con mi niña primero. Siempre creí que su amigo Ceni estaba interesado ella y que el sentimiento era recíproco, pero Mari ladeó la cabeza confundida al escucharme y me devolvió una negación silenciosa:

—Ceni y Gus son novios, papi, lo de ellos viene desde otra vida —respondió sonriente y fue inevitable reír.

—Entonces, a ti te gustan las niñas —le dije en tono bajo, ella negó con la cabeza y la observé confundido.

—Es que, en realidad no. Papi, ni las chicas ni los chicos; es raro, complicado... —Suspiró con pesar, como si le costaste dejar salir algo que llevaba atorado dentro desde siempre y por un instante me vi reflejado en ella. Apreté su mano sobre el colchón, quería demostrarle que estaba allí para escucharla y que sin importar nada, tenía mi apoyo; me devolvió una sonrisa antes de seguir—: no sé cómo explicarlo, pero con Sofi ha sido distinto. Pa, creí ser un bicho extraño, veía a Mike cambiar de pareja todo el rato o escuchaba a mis amigos y compañeros hablar sobre citas o crush y yo desencajada en todas esas conversaciones.

—Cariño, pudiste hablar conmigo, contarme cómo te sentías. Sabes que siempre estoy abierto para ustedes.

—Lo sé —respondió con la cabeza gacha, algo apenada, así que decidí jalarla para envolverla en un fuerte abrazo. Ella se acomodó entre mis brazos y pude oír un nuevo suspiro, esa vez como una especie de alivio—. No sabía cómo hacerlo, pero luego de comprender lo que tú pasaste, decidí que era el momento —añadió en tono bajo, una débil sonrisa se me escapó—. Cómo sea, empecé a sentir algo por mi mejor amiga; aunque fue ella quien tomó la iniciativa al besarme, no me disgustó, pero tampoco puedo definirme como "Les", ¿me entiendes?, porque no me siento así, pero a la vez quiero a Sofi y soy feliz a su lado, incluso cuando se pone intensa con el feminismo y todo ese rollo. No lo sé, ¿acaso estoy mal de la cabeza?

Apreté a mi niña con más fuerza, ¿cómo podía creer que yo consideraría mal, de algún modo, su felicidad? Jamás me opondría, sería hipócrita de mi parte hacerlo. Besé su cabecita y le susurré al oído:

—Eres perfecta. Sé feliz, mi niña, yo te apoyo al igual que tú a mí. Qué interesan las etiquetas, solo cuenta tu felicidad y si por ahora está al lado de ella, nada más importa.

Luego de eso le escuché una risa baja y me devolvió el abrazo con la misma intensidad, un rato después, se removió para volver a hablarme:

—Gracias, papi.

—Gracias a ti, mi niña, no solo por todo lo que hiciste, sino por confiar en mí. —Besé su frente y le acomodé un mechón de cabello tras la oreja. Sentí algo de melancolía al contemplarla, ¿en qué momento creció para convertirse en esa bella mujer que me sonreía con cierta picardía y suspicacia?

—Espero que también tomes tu propio discurso para ti.

—Dalo por hecho. —Me atreví a afirmar, aunque pude percibir el rubor en mis mejillas; pero luego de saber todo lo que hizo, no estaba dispuesto a permitir que el miedo siguiera dominando mi vida.

—Papi, ¿me ayudas con tía Olivia? —Ladeé la cabeza algo confundido y ella continuó—: Sofi se ha quedado conmigo muchas veces y no quiero que piense que abusamos de su hospitalidad.

—Tranquila, cariño, yo hablaré con ella. Creo que le debo una larga charla.

Compartimos una sonrisa de complicidad y después de besar su frente otra vez, decidí erguirme para salir en busca de mi hermana; la mañana de revelaciones no pareció sentarle nada bien. Cuando abrí la puerta de la habitación, hallé a Sofía en el corredor, me observaba algo apenada mientras se sostenía un codo con la mano contraria. La envolví en un fuerte abrazo de bienvenida a la familia y pude sentir cómo su cuerpo liberó tensión de golpe mientras suspiraba.

Revisé el departamento en busca de Olivia, necesitaba hablar con ella y explicarle toda la situación, aunque a cada paso sentí formarse un nudo en mi garganta no solo por agotar los lugares para hallarla, sino también porque la ausencia de Kevin fue notoria y dentro de mí percibí un fuerte golpe, no quería dejarlo ir otra vez, ya no había un solo impedimento para estar juntos, aun así, él volvió a esfumarse. Tragué con dificultad cuando vi a mi hermana sola en el balcón con la vista fija en el horizonte.

—Liv —le dije en bajo desde la puerta, ella volteó el rostro para observarme, se veía triste o decepcionada, ese gesto realmente me dolió—, perdóname por ocultar esto tanto tiempo.

Olivia ladeó la cabeza un instante y luego negó en silencio conforme se acercaba a mí, tomó mi mano y juntos fuimos hasta la barandilla del balcón, una vez allí, liberó un suspiro antes de hablarme:

—Omi, entiendo que no le contaras a nuestros padres, papá podía ser un bruto a veces, pero ¿a mí?

—Liv...

—Lamento mucho no haberte dado la suficiente confianza para abrirte conmigo...

—Liv, no. —Abracé enseguida a mi hermana, lo último que quería era hacerla sentir culpable—. No hiciste nada, fue mi propio miedo.

—Pero cargaste con esto, en completa soledad, durante demasiado tiempo. ¡Dios, Omar!

—Perdón...

—¿Sabes? Tenía sospechas hace años, cuando éramos jóvenes y hermosos —me dijo en tono bajo, fue inevitable reír ante su pequeña broma, pese a sentir un mini infarto debido a sus palabras, creí disimularlo bien. Luego se separó de mí para observarme, atenta, y la vi sonreír—. Nadie lo notó, créeme, pero yo pude ver algo curioso en ti, hermano. Los nervios te atacaban en el gimnasio, playa o piscina, cuando otro hombre estaba muy cerca de ti.

—¿Lo dices de verdad, Liv? —sentí algo extraño dentro de mí, incluso me cubrí la boca con una mano, avergonzado, no tenía idea de que ella hubiese notado eso porque en efecto, solía asustarme mucho que en mi interacción con otros hombres se reflejara mi realidad.

—¿Recuerdas cuando me contaste que te casarías? —Asentí en silencio y ella continuó—: No quería que te forzaras a ser lo que papá y el mundo esperaba de ti, por eso te pedí pensarlo, quería que te atrevieras a experimentar primero quién eras realmente.

—Liv, de verdad amé a Milena.

—Lo sé —replicó con una sonrisa y posó su mano en mi mejilla—. Me hiciste pensar que, de verdad, cometí una equivocación.

—Liv...

—Pero ya veo que, después de todo, no. Aunque estoy impactada con lo que hizo Mari.

Sus palabras me hicieron reír, luego ella se sumó. Cuando las risas mermaron, tomó mis manos y sonrió.

—Eres un asaltacunas, ¡eh! —Una risa baja se me escapó y ella prosiguió—: Escucha, hablé hace rato con él, se nota que está loco por ti, no lo vi así por Mari ni una vez; así que realmente quiere contigo, pero tiene miedo y por eso huyó de mi charla.

—¡Liv...! —le dije con una fingida indignación y volvió a reír.

—¡¿Qué?! Eres mi hermano y en ausencia de nuestros padres, alguien debe hacer el papel de entrevistador protector. —Una vez más fue inevitable reír, luego continuó—: Omi, ¿estás listo para vivir este lado de ti? Espero entiendas que cuentas con todo mi apoyo.

Aún tenía demasiadas dudas dentro de mí, todavía temía a la opinión del mundo, pero al poner en una balanza ese terror comparado con el que experimenté al hallarme lejos de Kevin, peor al creer que no volvería a verlo; esta, indudablemente se inclinó a favor de luchar por mí y atreverme a vivir sin miedos como le dije a él la noche anterior en su departamento.

—No sé cuándo este miedo se esfume o si es que eso pasará algún día; de lo que sí estoy seguro es que no pienso perderlo otra vez.

Liv sonrió ampliamente; después de un fuerte abrazo me empujó hacia la puerta y propinó una nalgada.

—¡Olé! Entonces, agarra a tu macho, tío; no lo dejes escapar.

De nuevo fue imposible contener la risa ante la actitud y palabras de mi hermana. A paso veloz abandoné el departamento dispuesto a impedirle a ese chico desaparecer, aunque no tenía ni idea de cuánto tiempo había transcurrido desde su partida.

Cuando bajé del elevador en la primera planta, corrí como demente, creí que era demasiado tarde, no estaba por ninguna parte. Para mi sorpresa, lo hallé sentado en su auto, todavía parqueado en el estacionamiento de visita con el motor encendido. Él permanecía aferrado al volante y perdido entre sus pensamientos; ni siquiera notó mi presencia a su lado, apoyado en la puerta.

—A pesar de cómo resultó todo, ¿sigues empeñado en desaparecer de mi vida?

Kevin giró la cabeza en mi dirección al escucharme, una nerviosa sonrisa se le escapó. Vi en su mirada todo un cúmulo de emociones y mucha confusión. Después de un suspiro apagó el vehículo y se recostó en el asiento con los ojos cerrados, parecía librar una batalla interna; aproveché ese momento para dirigirme a la otra puerta y abordar a su lado.

Cuando abrió los ojos, me observó atento, por largo rato intercambiamos una silenciosa mirada, quise transmitirle con la mía, el tremendo alivio que yo experimentaba si así conseguía calmarlo un poco a él que se veía nervioso.

—¿Seguirás pidiendo que no me enamoré de ti? —le dije en tono bajo y su mirada tembló— Conozco tu mayor secreto, Kev, eso tan terrible que te asustaba tanto... ¿y sabes qué? Ni siquiera así cambia en algo lo que siento por ti.

—Yo no sé qué esperas de mí. Omar, ni siquiera sé cómo ser un novio.

—No es lo que dijo mi hija —compartimos una risita y le apreté la mano que reposaba sobre la palanca de cambios, en ese momento me devolvió una nerviosa, aunque risueña mirada al hablar:

—En serio, mataré a tu hija por manipuladora.

—Déjala, lo hizo por un buen motivo —le dije sonriente y después de un suspiro añadí—. Kevin, ¿por qué no te fuiste?

—Estaba a punto de hacerlo, lo juro...

—Pero te quedaste.

—Omar, no quiero ser quien siempre te arruina la vida, por culpa mía se fue la mierda tu relación con Oliver, tu familia es lo más importante para ti y allí voy yo a joderlo todo.

Observé a Kevin contrariado, realmente se veía bastante afectado y arrepentido. Negué en silencio, yo no tenía nada que disculparle.

—Kev, ¿cuándo me arruinaste la vida como dices? —Intentó interrumpirme, pero se lo impedí con un gesto de mano—. Tú no tuviste la culpa de lo que pasó con Oliver, ni siquiera de lo que hizo Konrad con él. Kevin, me tomó demasiado tiempo comprenderlo, pero es así; me he culpado injustamente del quiebre de nuestra relación y ¿sabes qué? Fue mi hijo quien decidió pagar a un detective y arruinar todo entre nosotros.

—O-Omar...

—Kev, tú no me has arruinado la vida, me devolviste a ella y yo te fallé... —Kevin negó en silencio con desespero, pero yo seguí adelante, apretando su mano más fuerte—. Claro que sí, no te escuché y te mandé directo a caminar en la plancha como ese mal nacido quería. Lamento haberte fallado, pero no estoy dispuesto a renunciar a ti otra vez.

Kevin no dijo ni una palabra, sus ojos volvieron a temblar como en quien contiene el llanto, su respiración se notaba acelerada y la única respuesta que obtuve de él en ese momento fue un cambio de posición en nuestras manos, posó la suya sobre la mía y me apretó muy fuerte.

—Anoche me dijiste: "quiero ser tuyo"... —añadí sin dejar de mirarlo. Una escurridiza lágrima logró colarse desde su ojo derecho y procedí a limpiarla con mi mano libre, me devolvió una nerviosa y débil sonrisa—. Ese es mi deseo también: tenerte solo para mí, no compartirte con nadie más y al mismo tiempo, quiero ser solo de ti.

—Me aterra lastimarte —confesó con voz trémula—. Omar, te has convertido en alguien demasiado importante...

—Entonces no te vayas. Si desapareces de nuevo, acabarás por enterrarme.

Un larguísimo silencio volvió a sembrarse, yo no dejé de contemplarlo ni un pestañeo a la espera de una respuesta de su parte.

—¡Maldición! —gritó con la vista al cielo entre exasperado y nervioso, luego volvió a mirarme algo tembloroso, aunque al hablar, intentó sonar como el típico galán, ese chico coqueto que vi en aquel bar por primera vez— Sí que eres insistente, Bombón.

Kevin me obsequió esa sonrisa ladeada que dejaba a la vista uno de sus colmillos y lo hacía lucir como un vampiro, le devolví un gesto similar en cuanto su mano derecha se aferró a mi mejilla y aquella sensación de libertad y alivio se incrementó cuando su nariz acarició con leves círculos la mía.

—Enamórate de mí. Te levanto la prohibición. Hazlo cada día, mil y un veces si así lo deseas, Omar. —Abrí mucho los ojos al escucharlo y lo vi sonreír, su mirada expresó en ese momento cada sentimiento albergado en mi corazón, aunque su tono era acelerado y tembloroso, una sensación de anhelo y alivio me colmó—. Porque estoy enamorado de ti en igual manera y ya no quiero alejarme otra vez. Lo intenté, pero ni siquiera pude partir.

—Kevin...

—Esperaba que aparecieras aquí y me impidiera marchar porque sí, Omar, quiero que seas egoísta y no me dejes huir otra vez de ti.

—Kev...

—Solo quiero ser tuyo.

Su boca buscó la mía con desespero, en un movimiento veloz; hubo amor y anhelo en cada beso o promesa susurrada, aunado al típico calor que su contacto producía en mí y me llevaba a la luna a contemplar la primavera interestelar. Ya no había un solo secreto suyo o mío que nos impidiera estar juntos y poder disfrutar uno del otro, éramos libres al fin para entregarnos al inefable sentimiento que vinculaba nuestros corazones.

Cuando Milena falleció, una parte de mí se fue con ella, creí que nunca sería capaz de sentirme vivo otra vez, pero cuando me atreví a explorar ese lado de mí mismo al cual temí durante tantos años, Kevin apareció de la manera más alocada e inesperada y se encargó de devolverme a la vida.

Pensé estar demasiado viejo para esas tonterías que mi niña proponía y descubrí mi error al darme cuenta de que el amor volvió a tocar a la puerta, esta vez para ayudarme a ver por mí mismo, mis deseos y lo que yo quería de verdad.

Y mi único deseo al estar entre los brazos de ese chico, sintiendo cada beso de su ávida boca era finalmente ser yo, disfrutando de su calor y compañía. Sabía que en adelante vendrían las opiniones no solicitadas de un mundo que disfruta juzgarte por romper el molde y en nuestro caso no solo sería por nuestra sexualidad, sino debido a la marcada diferencia etaria; pero en ese instante, perdido en el fuego de sus besos y el ardor producido por cada caricia, no me importó nada distinto a nosotros, mi único interés radicaba en él, era más que un sugar boy enamorado, era mi Chico, mi segunda oportunidad de amar y vivir, ese hombre especial con quien esperaba compartir hasta el último día de mi existencia.

Fin.





♡⁀➷♡⁀➷♡⁀➷♡⁀➷♡
Y bueno, mis dulces corazones multicolor 💛 💚 💙 💜 💖 aquí termina esta bonita historia, de verdad espero que la hayan disfrutado mucho, incluso más que yo al escribirla.

Si te gustó, no dudes votar, comentar y compartir para asegurarnos de que llegue a más personas. 😊

Algunas curiosidades:

🌈 Quienes llegaron aquí desde mis otras historias ya lo saben, pero para los que son nuevos a bordo de este viaje les comento, tiendo a realizar crossover con mis otras obras porque transcurren dentro del mismo mundo interno. En este caso, Ricky es Co-protagonista de mi novela No te esperaba; Cory, Cacius, Mike, Kay, R y el barman parchado de El Imaginarium pertenecen a la biología Arcoíris; de hecho, Cory inició la investigación acerca de la red de trata por allá. Ceni, Gus y Mariana son de Cenizo: bibidi babidi ¡¡¡BUM!!!

🌈Cuando inicié esta historia para el ONC no sería un BL, en realidad Mariana era la novia de Kevin desde el principio y cuando este conocía al suegro quedaba perplejo por saber que ese man había sido su sugar, Omar no quería a este weon con su hija y en fin nadie quedaba con nadie. 🤣 Sin embargo, cometí el "error" de dejar narrar a Omar desde el comienzo y ni modo, me enamoré de mi viejo hermoso😅 y pos se volvió un BL esto🙈

🌈Lo anterior también fue culpa de dos canciones de Artic Monkeys: I wanna be yours y Do I wanna know? 😅

🌈Kevin tiene una breve aparición en No te esperaba, consumando la venganza contra el torpe novio de Ricky que siempre la kgaba🤣

🌈Muy probablemente veamos a Kev más adelante cuando salga el libro de Cory, ya que allí se aborda el desmadre de la investigación.

Ya ni se me ocurre otra vaina, pero si quieren saber algo, pregunten😂🤣

Muchísimas gracias por todo el apoyo que brindaron a esta bonita historia y espero tenerlos a bordo de mis otros proyectos😊💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top