el olvido

Tal vez se acercó a la música por ese recuerdo vago, borroso, tormentoso de estar escuchando música durante ese accidente, ese choque automovilístico en el se murieron sus padres, era como un souvenir que era producido cada que pasaba por aquel puente que marcaba la frontera entre las ciudades.

Aún recuerda todo, aunque por el tiempo, el recuerdo se volvió difuso, recordaba estar en emocionada, haber ayudado a su madre a empacar muchas cosas para un viaje, viajaban mucho, su padre tenía vacaciones del trabajo y se iban a ir a algún lugar mágico nuevo, porque así lo sentía, era mágico cada nuevo lugar al que iban, pero tenía no más de 6 años, tal vez tenía 5, pero no estaba del todo segura 

Estaban felices, emocionados de pasar tiempo juntos y conocer el, qué era lo que iban a conocer, lo había olvidado, a lo mejor era un la o no sabía, habían pasado tantos años que el recuerdo era cada vez más borroso, menos nítido y más perdido entre el tiempo, el día era nublado, era un buen clima para dormir, la camioneta de mami siempre fue muy cómoda para eso, era obvio que iba a llover, había aprendido a predecir el clima con estar fuera, con la intensidad del sol, del viento, la cantidad de temperatura en el ambiente, papi le había enseñado.

El caso es que iban a ir juntos, no importaba donde fueran, con tal y fueran juntos, empezó a llover conforme ellos se montaron a a camioneta de mami, pero algo se sentía raro, le dolía el pecho un poco, no dijo nada, una sensación le susurraba que no fueran, que ver películas con palomitas y jugo era un mejor plan para esa noche, dormirse los tres en el sofá cama era una mejor idea para esa noche, pero lo ignoró, iban a ir de viaje y eso era lo que le importaba.

Era  muy pequeña para saber qué era un presentimiento y más aún si era bueno o malo, era muy pequeña para un mundo en el cual ahora ella era huérfana y su madre ahora era una nana que cuidaba de ella y los demás niños del orfanato, le aterraba subirse a los automóviles, sin importar de qué clase fueran, si tenían o no techo, si tenían las mejores partes o eran de chatarra, no se había montado a uno desde el accidente. 

Se había dormido y despertó asustada un rato después, no supo nunca cuánto, tampoco le importó, mami la calmó y le dijo que tan sólo era una pesadilla, que iban de viaje, que iban  jugar mucho y que siguiera durmiendo que papi y ella la iban a despertar cuando llegaran, pero no le tenía sueño, tenía miedo.

Se asomó a la ventana y vio cómo el agua había adornado el sueño, el pavimento se veía hermoso con ese matiz oscuro a causa de la humedad, empezó a ver una figura negra, no le pudo ver la cara, era como un fantasma, producto de su imaginación y sus miedos, parecía un fantasma vestido con una túnica negra, tenía en la mano algo filoso,  iba a gritar, pero recordó que mami le dijo que estaban bien.

De repente el semáforo se puso en rojo, pero mami no pudo frenar y papi estaba dormido en el asiento del copiloto, mami estaba conduciendo y ella estaba acostada en los asientos de atrás como siempre, papi le había dicho que cuando estaba de color rojo el semáforo, no podían cruzar, tenían que estar quietos, pero mami no puso quieta la camioneta, mami dijo una grosería y papi despertó, papi pidió a mami que se calmara, mami no se calmaba, mami mencionaba el nombre de ella, papi le decía a ella que todo estaba bien, que mami estaba arreglando un problema 

Ella simplemente miró por la ventana, pero la ventana le mostraba a esa figura y ella se asustó, intentó calmarse para no preocupar a mami que lucía ya preocupada, de un momento a otro todo se volvió negro 

Despertó dentro de un lugar blanco, le dolía todo, no veía  ni a mami, ni a papi por ninguna parte, vio que unos señores vestidos de blanco corrían con dos camillas que tenían sábanas blancas encima, sus ojos pesaron y cuando despertó otra vez un doctor dijo algo que ya no recordaba, días después llegó su ahora nana y poco a poco se ganó su confianza, tiempo después la nana se ganó su confianza y se fue con ella.

Cuando preguntaba por mami y papi todos le decían que estaban durmiendo para siempre, fue a un lugar con dos cajones grandes de madera, los metieron a una pared y allí se quedaron, lloró porque mami y papi no la iban a ver más, ella estaba ahora con su nana, no había nadie más, en el lugar donde vivía con la nana, los otros niños no la entendían, ellos lloraban mucho, hacían mucho ruido, peleaban mucho, a mami no le gustaban las peleas y le había enseñado a no gritar a menos de que fuera necesario, a no pelear, a no contestar feo, a llamarlos papi y mami todo el tiempo, a cruzar la calle, que habían palabras que no se decían porque eran feas y ofensivas, que a las personas no se les dicen cosas feas, a muchas cosas que jamás olvidaría, todo lo que le enseñaba mami, papi lo ponía en práctica.

Una vez duraron cruzando la calle dos horas para aprender que cuando el semáforo marcaba rojo, se quedaban quietos, esperando a que ese aparato pintara el muñequito de color verde para poder pasar caminando, que no se corría nunca y que se revisaba a ambos lados para cruzar, cuando aprendió eso comieron un helado para celebrar y se tomaron una foto, esa foto la carga consigo a todo lado, para no olvidar sus rostros.

La nana le había enseñado un lugar mágico dentro del nuevo lugar donde ahora vivía, era un lugar con muchos aparatos y cosas que hacían ruido bonito, no como esos niños que vivían con ella, entonces escuchó la canción que sonaba cuando mami dijo la grosería, era "Para Elizabeth" mami amaba la música de piano para manejar y a mi para dormir.

La aprendió al derecho, al revés, con los ojos cerrados y de todas las maneras posibles, aprendió de todo y la música se volvió ella a partir del momento en el que entró a ese lugar mágico donde entre notas musicales se perdía de todo y recordaba a mami y a papi.

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