Capítulo 11 ✔
P.O.V. Natalia
Ya había salido del edificio y decidí tomar bus, volví la vista a mi celular y sin dudar dos veces llamé a Estefa, dos tonos y contesta
-Hola, ¿cómo estás? —preguntó
-Hola bien gracias —suspira— voy al grano, quiero disculparme, pero una persona que se asemejaba mucho a ti me empujo y luego desapareció o eso fue lo que vi, en fin, sé que eres mi mejor amiga y que de pronto solo fue un malentendido y.... —es interrumpida por mi voz.
-Tranquila te quiero mucho, sí pudo ser un malentendido no te preocupes a todas las personas les suele pasar —cambió el tema porque confió en que todo lo que dijo era sólo producto de su ira— ¿cómo te ha ido en las clases?
-Bien gracias por preguntar, hay algo que no te he contado y... —siento como su respiración se empieza a cortar— mi-mí —solloza— mi mamá ha fallecido-—suelta todo el aire y supongo que debe estar llorando.
—Lo siento mucho —es lo único que sale de mi boca no sabía qué decir la verdad, es una sorpresa como un balde de agua fría— ¿en dónde estás? —pregunto y no responden en la otra línea— Estefa está ahí.
Si —responde absorbiendo los mocos— en el dormitorio —dice en susurro
-No te muevas voy para allá —digo y ella hace un sonido con su boca afirmando y cuelgo; vaya esa noticia me ha dejado fría, pienso en Esteban y la cita que tenemos planeada en la noche y pienso debería acompañar mejor a Estefa en vez de salir
Por supuesto es tu amiga, hay que apoyarla —me digo a mí misma
-Hola —pregunto había marcado ya al número de Esteban-creo que no puedo salir a cenar esta noche —digo sin dejar que responda el hola, suspira y habla
-¿Por qué aún sigues con ese? —dice haciendo referencia a Tomás se nota el fastidio hacia él
-No que te pasa, pasó un inconveniente con Estefa su mamá acaba de fallecer y la acompañare —digo y suelta todo el aire que había comprimido
-¡Oh vaya! —es lo único que dice— no te preocupes, me gustaría acompañarla también no sé si moleste, llevo pizza —dice y no puedo evitar sonreír hago un sonido de aceptación— Ya nos vemos —dice y yo cuelgo. A veces soy muy grosera al hablar por teléfono me impaciento.
〰〰〰
Estuvimos durante toda la tarde en el dormitorio animando un poco a Estefa, eso si no quitaba la vista a mi anillo. Está pasando por momento muy difíciles en su vida así que la entiendo mucho, Annie la mamá de Estefa también yo le tenía mucho cariño a ella.
Inicio Flashback
-Hola mamá —dijo Estefa mientras hablaba a su computador, éramos aún nuevas en la universidad
-Hola hija, ¿cómo te tratan en esa universidad? —respondió la mamá
-Bien mami me toco una buena compañera, ya me encariñe con ella —dijo la escuché mientras me dirigía a la nevera y al abrirla me sorprendí porque no estaba la pizza que había dejado en la noche
-Estefa! —grité a todo pulmón y ella sobresalto en su computador, la mamá se rió pues sabía que algo había hecho ella— te has comido mi pizza —dije mientras avanzaba hasta ella, en respuesta a mi pregunta negó con la cabeza y la mamá literalmente estaba a punto de morir de tanto reír— por supuesto que sí.
-Es que la pizza me dijo cómeme y no me negué —dijo Estefa
-A qué belleza —la mire mal luego dirigí mi mirada a la pantalla- hola, señora Annie le parece justo eso— dije y ella negó, empezó a tener hipo por haberse reído mucho.
-Hola Natalia me hiciste acordar cuando mi hija hacía travesuras y se inventaba unas escusas muy absurdas —dice y Estefa le responde
-Tú también la apoyas, adiós a las dos —dijo Estefa mientras se levantaba de la silla, no soporte y solté mi carcajada ella tenía una goma de mascar pegada en su cola, ¿por qué? no lo sé.
Fin flashback
Desde ese día me empecé a comunicar con la señora Annie a Estefa le molestaba porque yo le informaba de cosas, igual ella con mi mamá. Terminamos esa tarde entre risas finalmente para mejorar el animó de Estefa y Esteban se despidió me dijo que tenía que terminar con un trabajo y se fue, quedamos mirando televisión para no aburrirnos hasta que lentamente fui a apagando mis ojos el cansancio me había ganado.
〰〰〰
Dos semanas pasó exactamente desde el funeral de Annie, yo acompañe a Estefa y ya ha logrado superar un poco ese momento. Hoy era un día muy especial para mí cumplía un mes de estar con Esteban era muy poco tiempo para ya estar comprometidos, pero el amor es amor. Por otra parte, aún practicaba para la obra de teatro con Tomas; no pude presentarme a la entrevista con mi jefe, los trabajos no me han dado el espacio y hoy pues...
-Ya estas lista —exclamaba Esteban detrás de la puerta, era la milésima vez que preguntaba mientras Estefa me arreglaba.
-¡Que no, cállate y lárgate que fastidioso eres! —exclama Estefa— estas lista —dijo susurrando para que Esteban no escuchara, me levanté de la silla y me observe, llevaba un lindo vestido de color rojo con blanco y flores, una sombra como café o gris en fin quede lista. Esteban me tenía preparado una sorpresa.
-Ya —digo yo y Estefa abre la puerta y se encuentra Esteban con un hermoso esmoquin, color azul rey y un ramo de rosas blancas en sus manos eran mis favoritas, me las ofrece y me lanzo a sus brazos para darle un beso— gracias —digo acercándome cada vez más y escuchó un carraspeo por parte de Estefa
-Chicos aún estoy aquí —dice rodeando los ojos— ya váyanse me producen asco —dice y yo le lanzo un beso y hace una mueca de desagrado.
Subo al auto de Esteban me lleva a un edificio muy alto, lo subimos y al llegar al último piso tocaba subir escaleras llegamos a la terraza y veo un helicóptero, Esteban le hace señas a un muchacho y el piloto enciende el helicóptero. Yo quedó sorprendida no puedo creer que Esteban me vaya a llevar en helicóptero, nunca he montado en uno y me da nervios.
-Esteban, pero que haces —dije y él me muestra su mejor sonrisa
-Todo por mi princesa —me besó y yo sonrío no puedo creer lo que está haciendo por mí.
Caminamos al helicóptero con la cabeza gacha y subimos, nos ponemos los cinturones de seguridad y el muchacho que recibió señas por parte de Esteban también lo hice supuse que era su guardaespaldas.
Guardamos silencio en todo el viaje, pude observar cómo nos alejamos de los edificios y me empecé a estremecer me daba mucho temor.
-¿Qué tienes? —preguntó Esteban
-Me da miedo —me mira con cara de no me digas— nunca había montado un helicóptero —digo y suelta una risa burlona
-Pues ya lo hiciste —dice y yo bufo, al llegar bajamos del helicóptero y puedo ver que estamos en un edificio que tiene espacio para que el helicóptero pueda aterrizar. Bajamos del edificio y nos dirigimos a un auto diferente el muchacho era quien conducía ahora, Esteban y yo nos sentamos en la parte de atrás con las manos entrelazadas, este deposita un beso en la planta de mi mano puedo ver que nos acercamos a alguna costa ya que solo puedo ver palmeras, no puede ser pienso
Vamos a la playa —me digo a mí misma
-Bueno a partir de ahora no podrás ver- dice Esteban mientras sostiene un antifaz para dormir con espuma— No me mires así solo no puedes
-¿Por qué? —preguntó mientras hago un puchero
-Es una sorpresa- dice y me lo tiende me lo coloco en la cara y no puedo ver nada — llegamos —dice y me jala con delicadeza del auto para salir puedo escuchar al mar- solo no hagas trampa —dice y yo respondo:
-Si tranquilo, no me gusta hacer trampa, pero si me caigo por culpa tuya tendrás problemas Esteban —digo seria y lo único que hace es soltar una risa, me agarra de la cintura para que camine y tenga más seguridad— ¡Ya casi!, me estoy aburriendo de estar a oscuras y también siento como si hubiese aumentado la gravedad —suelta una carcajada
-Si eres dramática —dice y yo digo:
-Sí claro, soy realista no ves que me puedo convertir en Hulk por todos los músculos que me están saliendo por caminar en esta arenas —suelta un bufido— crees que no me di cuenta de que era arena —digo y él se detiene
-Llegamos llorona —dice y me quita ese antifaz
Me quedo corta en palabras no sé qué decir al ver un camino con pétalos y una mesa con velas rojas muy romántico para mi quien diría que yo estaría en una relación y con una persona tan cursi, y veo un mono caminando hacia nuestra dirección— Es enserio —digo y Esteban alza sus manos en rendición
-Algo fuera del común no es malo —dice y yo río, pasamos en la cena hablando sobre nosotros hasta que llega su guardaespaldas y dice:
-Señor, tenemos que irnos —Esteban hace una mueca— Es por la seguridad de los dos —un estruendo resuena en mi oído y quedó con un pitido en mi oreja izquierda.
Fue un disparo
Hola me demore en actualizar esta semana pero lo que prometo lo cumplo. Mañana segundo capítulo de la semana, espero que les guste.
Un abrazo
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