🌌💐LXXIV💐🌌

Rumbos distintos.
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[Ⅴ]

Continuación:.


Debes decirle que se debe mantener en silencio, de su boca no debe salir absolutamente nada ¿me entiendes?.—cuestionó.

El turco que estaba tendido en su cama lo miraba aterrado, atrapado por la estupidez del griego a quien supuestamente ama, apenas en la penumbra se puede notar las características faciales de quien lo ha venido a visitar a altas horas de la noche. El inquietante halo en los orbes ajenos resaltan con extrañeza y brillo infernal en la completa oscuridad de una noche plutónica, tal cual lo definirá Grecia en su ápice de gran poeta.

—Hice todo lo que estaba a mi alcance para callarlo, ya no puedo más... Entiende...—se le notaba agobiado, cansado de estar en alerta durante varias noches.

—Suplica a los cielos para que Allah te escuché si no quieres que mi atención se dirija a aquello que más amas...—su tono de voz se hacia más amenazante a medida que salia de la oscuridad revelando parte de su rostro.

Turquía se quedo en silencio, uno que le incomodaba, teniendo los sentidos más agudos que los de un gato. Pequeños y sonoros llantos exigían su presencia a como de lugar.

Ambas miradas se dirigen a la puerta, el turco más pendiente que la entidad  que lo fue a visitar y que lo fue a amenazar en plena madrugada donde los espectros están más activos que nunca.

Turquía intento levantarse pero quedo atrapado por una esposa, esposado en uno de los pilares de su cama.

—Por favor...no le hagas daño...—suplicaba al mismo tiempo que intentaba zafarse de la esposa.

—Descuida Turquía, a tu abn no le va a pasar nada...—salio con una inquietante mirada que demostraba disfrutar su sufrimiento.

El silencio abordo aquella pequeña casa donde subsistía por obligación que por voluntad propia. Todo por que no quería que el mundo se enterase de su "secreto".

✠✠✠✠✠

El alba llega y el astro incandescente posee un halo cegador. Todos despiertas a excepción de aquellos que pasaron la noche en vela. El insomnio había tomado como una más de sus víctimas a Grecia.

Tantas noches que paso observando el horizonte durante la madrugada en la completa oscuridad de su soledad, sintiéndose de lo peor por las cosas que estaba obligado a hacer y entre ellas estaba la callar la verdad.

—sabah alkhayr!!.—saludo Egipto, adentrándose a la habitación y perturbando un poco la poca tranquilidad del griego.

—¿eh?.—estaba desconcertado, volteo su mirada y vio la preocupación en el rostro ajeno.

—Esta...todo bien?.—preguntó observando a detalle los enrojecidos ojos griegos, observando a detalle los mismos.

Había algo en aquella mirada que le decía a gritos algo que no lograba entender, como si fuera un mensaje cifrado que no podía descifrar. Era algo inquietante.

—Solo...solo no puede descansar bien...eso es todo...—se excusó encogiéndose de hombros con simpleza y mostrando una sonrisa pequeña pero forzada.

—Esta bien...vamos a desayunar en el puerto ¿que te parece?.—sugirió entusiasmado, dudando de las palabras que salían de la boca del griego.

—Vale, dame un tiempo que te alcanzo en el mismo, adelantate si deseas.—sugirió desanimado.

Egipto lo notó y se hizo de la vista gorda, había algo que le sucedía al griego, algo de lo que no quería hablar, algo que de seguro seria demasiado importante. Si solo supiera que se trataba de él y su pareja hubiese intentado a toda costa sacarle la información a quien llamaba su mejor amigo.

✠✠✠✠✠✠


Eran las primeras horas del día, casi las 09:00 am, todos estaban en un hermoso y elegante comedor, todos degustando de un delicioso desayuno, por un lado estaban Holanda, Francia, UK, Bélgica y por otro aquellos que lo habían acompañado el día anterior. Ahora estaba a lado de América quien charlaba un poco con con el holandés que hace muy poco se les había acercado.

—Dobré ráno, Izraeli, jak ses dnes probudil? (Buenos días Israel ¿como amaneciste hoy?).—preguntó de forma amigable sacando una pequeña sonrisa en el rostro hebreo.

—Buenos días Chequia, amanecí muy bien por la gracia del señor, tú ¿como amaneciste?.—saludo y preguntó al mismo tiempo, entendía su idioma pero no podía expresarla a perfección.

La checa tomo asiento a su lado, observando lo que ahora estaba degustando, algo saludable como ser un yogurt blanco junto con moras azules y frambuesas acompañado con un jugo fresco de durazno.

—Se ve delicioso ¿puedo?.—pidió.

Israel asintió con la cabeza de forma positiva, mientras observaba como la checa comía un poco de su ensalada frutal, parecía una niña, una tierna y hermosa niña de ojos verdes.

—Te parece si salimos de aqui, descuida...solo saldremos a pasear.—dijo de forma dulce mientras tomaba su mano con delicadeza.—pero antes termina tu desayuno que tendremos un largo viaje...

Ella se fue, encaminándose hacia el eslovaco quien sonreía al verla, cada día desde que había empezado el foro, aquel muchacho siempre, aun cuando lo embargaba la tristeza se le dibujaba una sonrisa deslumbrante. Aquella que solo la checa sacaba de su rostro.

Su mente se clava en el recuerdo de lo sucedido la noche pasada, aquella en la que vio en vida a un fantasma, aquel a quien alguna vez agradeció con toda su alma la liberación de las crueles manos de una mujer que parecía no tener misericordia. Aqueménida vivía en su mente, revivió aquella noche en un recuerdo que alberga lo fatídico del destino del mismo.

—Lo siento.—murmuro por lo bajo para si mismo mientras degustaba con desgano su desayuno.

Era el peso de la conciencia la que amargaba su día, de no ser por él, aquel a quien vio en sueños de seguro pudo haber vivido poco o mucho más de lo que vivió. Tal vez una muerte más pacífica lo habría llevado al descanso eterno en el paraíso que deparaba su creencia.

Cuando termino de desayunar la checa lo tomo de la mano y en conjunto de 5 personas salieron del lugar, era un regalo de la checa para dos personas que habían sufrido en carne propia los vejamenes del nazi, aunque solo uno de ellos tuvo el atroz encuentro con la furia de aquel que fue corrompido por la venganza y el odio además de la indiferencia y discriminación.

El nazi no fue aquel monstruo que todos conocían...él solo era la víctima que los males del mundo moldearon para ser el arma con la cual conllevar sus metas. Era un ángel que fue tomado por las oscuras garras de la venganza y lo convirtieron en el peor temor del mundo. Un demonio encarnizado sediento de venganza...un verdadero monstruo....


Continuara....

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