🌌💐LXIV💐🌌

Salida en Parejas
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Mes de Febrero llega con el aroma del amor que cubre sus esencias por completo. Aunque para ambos resultaba ser un día ordinario de una vida rutinaria, para el griego era un día especial y que mejor que pasarlo en parejas, él con Turquía y Egipto con Israel.

El día de San Valentín volvían al griego más enamorado que nunca del turco, lo mismo pasaba con Turquía solo con la diferencia de que aquel amor no iba en dirección al griego más al contrario iba indirectamente hacia el hebreo quien tenia un lugar especial en su corazón roto.

También esta fecha era la más desastrosa de Turquía y para el tenia un significado totalmente diferente a lado del griego que para ser ciertos aquel hombre obviaba el acontecimiento que se llevo a cabo aquel fatídico día. 14 de Febrero, en el día de los enamorados Grecia lo abandonó en el altar, era tan joven para entender que el griego no era lo suficientemente maduro para dar el siguiente y gran paso de toda una bonita relación. El matrimonio no era para Grecia como tampoco él lo era para el griego, una fuerte lección que aprendió de la peor y humillante manera.

Encaminados y tomados de la mano se dirigían a la morada de Egipto e Israel, aquellos que pudieron cumplir el sueño que cultivo en su mente y que espera con ansias que el hebreo se de cuenta que eligió mal a la persona con la cual pasar toda su existencia. Que lo more con otros ojos que no sean el de un buen amigo, que vea en él la pareja de sus sueños.

Mientras tanto en la morada de los mencionados...

—Qué fue eso!?.—se exaltó el hebreo al observar una escena espantosa a su gusto.

Calmate, solo es el inició, no tienes porque alarmarte.—mencionó tranquilo el egipcio mientras comía uno que otro puñado pequeño de palomitas.—aún...—pensó.

Era un pasatiempo de ambos ver algo para distraerse y evitar que sus vidas se conviertan en la monotonía de la rutina, acurrucados en plena tarde veían una película de terror que había escogido Egipto tras una larga lista de posibles selecciones maravillosas había escogido lo que se denominaba "La posesión de Verónica".

Con cada escena el pavor se apoderaba del cuerpo y espíritu de Israel mientras que Egipto simplemente lo veía con suma tranquilidad, riendo de las muecas y de las acciones que realizaba su pareja, reía por lo bajo al verlo taparse los ojos y dar uno que otro pequeño salto sobre el sofá, veía el miedo en sus ojos que temblaban a medida que la trama conseguía engancharlo evitando a toda costa poner aquella atención que le pedía a gritos la película.

El timbre sonó mientras que Israel se había cubierto con aquella pequeña manta color crema que cubría ambos cuerpos de la frialdad de la habitación a la cual los rayos del sol nunca llegaban.

—Ah!!.—gritó asustado el hebreo ante repentino llamado a la puerta.

—Tranquilo, solo es el timbre.—dijo con tranquilidad el egipcio, dando ligeras caricias sobre la espalda ajena.

Israel simplemente asintió con la cabeza aun cubierta con aquel manto mientras Egipto se alejaba de él en dirección a la puerta para saber quien llamaba a la misma.

—Hola...—saludó algo confundido por tan repentina visita, estrecho las manos ajenas con notoria extrañeza y alegría mezclados a la vez.

—Hola Egipto! Tengo una maravillosa idea que compartiere pero antes ¿podemos pasar?.—comentó algo incómodo el griego recibiendo una respuesta positiva de parte del egipcio.

—Claro! Pasen por favor.—cedió el paso.

Turquía mostraba una mueca seria, tenia el peinado claramente recortado y amarrado en una pequeña coleta que terminaba en un moño dejando suelto parte de su cabello rojizo, aquella mirada parecía buscar algo en particular, era muy obvio a quien buscaba y eso le provocaba cierto enojo y a la vez unos celos que no  podrían describirse.

Mientras tanto Israel estaba atento a la película comiendo grandes puñados de palomitas a medida que su corazón amenazaba con salirse de su pecho y echarse a la fuga. No era para tanto aquellos pequeños screamers que aparecían de vez en cuando y le provocaban gritos silenciosos que nunca salían de sus labios y que ni sus cuerdas vocales articulaban. Solo el silencio de su mudez acompañaban su ambiente sin saber que tenia visitas.

—En este día he pensado en algo muy espectacular para pasarla bien.—comentó alegre el bicolor tomando poco a poco el té que le había ofrecido el egipcio.

—Y que tiene de especial este día?.—preguntó el egipcio, mostrando una mirada llena de curiosidad y manteniendo sus labios en la taza.

—En nuestras tierras es el día de San Valentin.—comentó el griego tomando con sus manos las manos del turco y entrelazando forzosamente sus dedos intentando simular un amor que ya no existía.

Egipto mostraba una cara de confusión mientras que observaba atento las muecas de disgusto mal disimulado que ejercía el rostro del turco.

—Es día del Amor, Egipto.—aclaró el turco separando sus manos de las griegas que lo forzaron a ejercer algo que odiaba.

Hay marcas que no puede borrar de su mente, aquellas marcas que alguna vez lo engañaron y lo lastimaron de la peor manera posible.

—Je je, me tomas por sorpresa Grecia, lo conversare con Israel.—comentó nervioso mientras se encaminaba en dirección a donde estaba su pareja.

Egipto se adentro a la habitación que ambos compartían encontrándolo ahí, ensimismado y con la mirada perdida en algún punto remoto de la habitación, parecía haber entrado en trance.

Israel, amor ¿estas bien?. —chasqueaba los dedos frente a su mirada perdida volviéndolo a la realidad.

Eh, oh Egipto, eres tú. —suspiró aliviado abrazándolo por encima del cuello.

—Esperabas alguien más?. —dijo burlón dando un tierno beso en los labios ajenos y repartiendo unos cuantos en sus mejillas pálidas.

—Quién era?.—preguntó el hebreo, rompiendo el aire de romanticismo que hace un momento los envolvía.

—Oh! Son Grecia y Turquía.—dijo con simpleza palpando el lado vacío de la cama donde estaba sentado.

Israel tomo asiento a su lado, estaba algo confundido. Egipto siempre que trataba de decirle algo era un hombre de pocas palabras, no se andaba de rodeos y era muy directo aunque aquello nunca se vio mientras él lo cortejaba.

—Qué pasa?.—preguntó.

—Vinieron a invitarnos a una salida en parejas.—respondió.

Israel estaba sorprendido por lo cual Egipto tomo rienda de la conversación.

—Hoy para ambos es el día de Amor y es por ello que nos invitan a pasar un día fuera del hogar y congeniar entre parejas ¿qué dices?.—sugirió tomando las manos hebreas entre las suyas dando ligeras caricias.

Un silencio acompaño la conversación y a sus presencias en aquella habitación que guarda aquello que presencia y escucha. Israel dibujo una pequeña pero genuina sonrisa de alegría observando sus manos y acto seguido depositó un tierno beso entre la mejilla y los labios de Egipto.

—Disfrutemos el día como la vez que empezamos a cortejarnos.—habló con dulzura llevando una de sus manos sobre el rostro tricolor y dando ligeras caricias en la región.

Egipto sonreía coqueto, su vista parecía dormirse a medida que se apoyaba en la mano de su pareja sintiendo su toque incomparable que parecía el de un ángel sobre su piel  pecadora, era por mucho lo mejor que la vida le pudo otorgar además de la vida de la cual goza con extrema felicidad.

Ambos tomados de las manos salieron de su habitación y bajaron las escaleras observando el distanciamiento existente entre Grecia y Turquía. Los mencionados observaban celos aquel amor, para el griego era una envidia sana, no les deseaba el mal o algo por el estilo más al contrario, deseaba vivir lo mismo pero con el turco. Por otra parte la envidia de Turquía no era sana, de por si estaba atado de manos frente a la entidad que lo abordo hace dos años atrás, deseaba que su matrimonio y amor terminara para por fin estar con el hebreo.

—Y bien?.—preguntó ansioso el griego esbozando una sonrisa enorme y ansiosa.

—Que esperamos, el día es bastante corto para desperdiciarlo!.—respondió el hebreo con una enorme sonrisa en el rostro al igual que el egipcio.

Turquía simplemente mostró una sonrisa falsa a medida que ambos salían de aquella bonita morada.

El día apenas se ponía interesante para ambas parejas.

Continuara....

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